Los manifestantes dieron la espalda al féretro y
llevaron carteles contra los altos costos en que el Estado incurrió para el
funeral de la controvertida "dama de hierro".
Un cartel refleja el descontento entre algunos de los asistentes. Foto: AFP
Una solemne
marcha de veinte minutos, entre la iglesia Saint Clement hasta la catedral
Saint Paul de Londres, fue la única oportunidad que tuvieron los británicos
para participar del último adiós a
la ex primera ministra Margaret
Thatcher. Miles de personas se acercaron desde la madrugada con
carteles, banderas y consignas para despedirla desde atrás de las vallas. Sin
embargo, no todos eran elogios.
Los
protestantes presentes a lo largo del recorrido del cortejo tenían como
principal argumento el inmenso gasto, para
ellos innecesario, que significa el funeral de la "dama de hierro"
para el Estado británico, lo cual despertó no sólo el rechazo de una parte de
la sociedad, sino también de un sector del arco político.
El costo del funeral fue evaluado por la prensa en
hasta 10 millones de libras (más de 15 millones de dólares), aunque el gobierno
indicó hoy que la cifra final de esta ceremonia sería "mucho menor".
Numerosos británicos, sometidos desde hace meses a
un severo plan de ajuste, criticaron este gasto excesivo, sufragado en gran
parte por el contribuyente, para honrar a la "dama de hierro", que
con sus radicales políticas económicas transformó y dividió con la misma
profundidad al país.
"Nos estamos gastando 10 millones de libras
para esto, es vergonzoso e inaceptable en una época de austeridad", opinó
Casper Wislow, un estudiante de Antropología de 22 años, en un punto del
recorrido del cortejo fúnebre.
Wislow, vestido con una camiseta con el lema
"Society does exist" ("La sociedad existe", en
contraposición con una famosa declaración de Thatcher) formaba parte de un
grupo de manifestantes que expresaron su rechazo mostrando la espalda al
féretro.
"Como todo el mundo, merece un funeral
decente, pero no a costa del contribuyente", agregó Patricia Welsh, una
jubilada de 69 años, que se declaró "furiosa" por este gasto
"cuando la gente normal debe hacer frente a recortes, las bibliotecas
están cerrando y la seguridad social se está reduciendo".
Los
carteles de protesta se mezclaba entre quienes lloraron a Thatcher. Foto: AFP
Según un sondeo ComRes publicado durante el fin de
semana, sólo el 25% de los británicos aprueban que el funeral sea pagado con
dinero público, lo que ilustra el controvertido legado de Thatcher, acusada por
sus críticos de haber destruido el estado de bienestar y de haber dejado a
miles de personas sin empleo con sus privatizaciones y cierres de minas e
industrias.
En Facebook, los anti-Thatcheristas criticaran
"la hipocresía de un entierro financiado por el Estado para quien estuvo
en el origen de 30 años de recortes presupuestarios en el estado del
bienestar".
En consecuencia, numerosas personas llamaron a
privatizar su funeral, pero el primer ministro conservador, David Cameron, su
heredero político, defendió hoy nuevamente el tributo a la única mujer jefa de
gobierno que ha tenido el Reino Unido.
"Creo que lo que está ocurriendo hoy es
absolutamente apropiado y correcto", afirmó en diálogo con la cadena BBC.
"Es un tributo adecuado a una gran primera ministra respetada en todo el
mundo", agregó.
El gobierno debería revelar el costo final pasado
el funeral, del que la familia de Thatcher pagará una parte, aparentemente el
transporte, las flores y la incineración, y el Estado el resto.
El último funeral ceremonial, el de la "Reina
Madre", madre de Isabel II en 2002, costó aparentemente 4,3 millones de
libras, según un documento divulgado en la Cámara de los Comunes. Cinco años
antes, el de la princesa Diana tuvo un costo estimado por la prensa en 7.7
millones.
Thatcher
murió el lunes 8 de abril, a los 87 años, tras sufrir un
derrame cerebral. A pedido de sus familiares, su funeral no es una ceremonia
de Estado, aunque cuenta con honores militares, con la
presencia de más de 700 oficiales de distintas fuerzas.
Agencia AFP
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