Majestuoso testimonio de un poder agostado
sábado, 4 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Rusia anuncia un principio de acuerdo en el Consejo de Seguridad sobre Siria
El
nuevo texto ya no exige la dimisión de Bachar el Asad, como pedía la Liga Árabe
Moscú
dice que necesita tiempo para estudiar el borrador.
El Consejo de Seguridad
de la ONU ha
llegado a un acuerdo sobre un borrador de resolución acerca de la situación en
Siria que va a enviar a los Gobiernos de los países miembros para su
aprobación, según dijo este viernes el embajador ruso ante la ONU , Vitaly Churkin, citado
por la agencia de noticias rusa RIA Novosti. La agencia asegura que el nuevo
texto pactado esta madrugada ya no pide la renuncia de Bachar el Asad, el
aspecto clave de las recomendaciones de la Liga Árabe.
"Tenemos el texto
que debemos enviar a nuestras capitales y esperaremos el resultado", dijo
Churkin a los periodistas tras una reunión a puerta cerrada de cuatro horas el
jueves de los 15 países del Consejo de Seguridad.
Churkin advirtió, sin
embargo, que el acuerdo sobre la resolución "no predetermina de ninguna
manera el resultado final". El negociador ruso dio la máxima importancia a
esperar una respuesta de su Gobierno y advirtió de que vetará el texto si los
demás países tratan de someterlo a votación este viernes, según fuentes
diplomáticas citadas por Reuters. Francia quiere que se vote a más tardar el
lunes, según las mismas fuentes.
La embajadora
estadounidense, Susan Rice, describió la situación como "discusiones en
ocasiones difíciles pero en último término útiles". "Seguimos
trabajando, esto no está hecho", añadió, citada por CNN. Rice dijo que los
marroquíes, que presentaron el borrador original, van a presentar ahora una
nueva versión para que se pueda votar. "En cualquier caso, todavía hay
algunas cuestiones complicadas sobre las cuales nuestras capitales deben
deliberar y dar instrucciones a cada uno de nosotros", dijo en el mismo
sentido que el embajador Chrukin.
Las negociaciones
sobre este texto se
prolongan ya desde hace más de un mes, cuando Rusia presentó por primera vez
un proyecto de resolución que condenaba la violencia en Siria. El texto en sí
suponía una importante novedad en la estrategia rusa en la ONU , donde en la ocasión
anterior había vetado, junto
a China, un texto de condena a la represión de Bachar el Asad que ya ha
provocado más de 6.000 muertos, entre ellos cientos de niños según cálculos de la ONU. Con el silencio de
China sobre la crisis siria en las últimas semanas, Rusia es el
único aliado que le queda a El Asad en estos momentos.
El texto ruso, sin
embargo, era inaceptable por las potencias occidentales que son miembros
permanentes del Consejo de Seguridad, ya que ponía al mismo nivel la violencia
ejercida por la dictadura contra
las revueltas que empezaron en el país el pasado marzo y la rebelión contra el
régimen.
Los países occidentales
y los países árabes del Consejo presentaron su propio texto en enero, promovido por
Francia, Marruecos y
Catar, en el que recogían las recomendaciones de la Liga Árabe tras una misión de observación
en Siria que fracasó por
la falta de colaboración del régimen. La Liga Árabe emitió un informe en el que condenaba
la violencia de ambos bandos y pedía a Bachar el Asad que dejara el poder en
favor de su vicepresidente para facilitar una transición pacífica. El Asad
rechaza categóricamente esta posible salida al conflicto.
La resolución promovida
en las últimas semanas en la ONU
por Francia, Marruecos y Catar recogía estas y otras recomendaciones de la Liga Árabe que Moscú
consideró desde el primer momento "inaceptables". Rusia ha planteado una dura batalla diplomática en los últimos días para evitar que un
texto de este tipo se someta a votación.
El nuevo borrador, según
informó Reuters, recoge cambios para acercarse a la posición rusa. Ahora
apuesta por una transición liderada desde la propia Siria, ya no critica la venta de
armas a ese país y
renuncia a algunos detalles clave del plan de la Liga Árabe, como la petición
de que El Asad dimita. Según negociadores occidentales, los países árabes
tratan de convencer a Rusia de que la resolución no apuesta por un "cambio
de régimen" en Siria.
jueves, 2 de febrero de 2012
miércoles, 1 de febrero de 2012
Romney gana en Florida y recupera su condición de favorito
Su
triunfo representa un éxito de los sectores más moderados del partido frente al
Tea Party
Mitt Romney ha obtenido
hoy una rotunda victoria en las elecciones primarias de Florida y, con ello, ha
recuperado su condición de favorito para ser el candidato a la presidencia del
Partido Republicano. Su triunfo pone freno al avance de su principal rival,
Newt Gingrich, en las últimas semanas y representa un éxito de los sectores más
moderados del partido frente al Tea Party y los grupos más conservadores.
Romney deberá, sin embargo,
certificar esta victoria en próximos caucus y primarias –el primero de los
cuales se celebrará este sábado en Nevada- para disipar las dudas que todavía
existen sobre su capacidad para asumir un liderazgo que se le ha resistido
desde el comienzo de este proceso electoral.
Con el 98% de los votos
contados, Romney consiguió el 47% del total, dejando a Gingrich con un lejano
32%. Rick Santorum obtuvo el 13% y Ron Paul, un testimonial 7%.
Con estos resultados, se
confirma que la carrera electoral republicana ha quedado convertida en un mano
a mano entre Romney y Gingrich, aunque Santorum y Paul pueden tratar de
continuar en la pelea con el propósito de jugar un papel en el futuro del
Partido Republicano. En el caso de Santorum, no se pueden descartar sus
opciones de ser elegido como candidito a la vicepresidencia. En cuanto a Gingrich,
el eslogan que esta noche presidía el cuartel general de su campaña -“Quedan 46
Estados”- hablaba claramente de su voluntad de seguir adelante.
Romney dijo en su
discurso de victoria que la pugna que se está viendo en estas primarias no
dividirá al partido de cara al futuro, de cara a las elecciones presidenciales.
“Esta batalla nos fortalece”, afirmó, en un discurso en el que concentró sus
críticas en Barack Obama y evitó conflictos con sus rivales dentro del
conservadurismo. “Estas elecciones son para salvar el alma de América”, añadió,
señalando la situación de extremo declive a la que, según él, el presidente ha
conducido al país. “Mi liderazgo acabará con la era de Obama”, aseguró.
Romney se impuso en
Florida después de haber conseguido en los días finales superar la ventaja que
Gingrich había adquirido en las encuestas como consecuencia de su sorprendente
éxito en las primarias de Carolina del Sur.
Romney ha ganado ya,
pues, dos de las cuatro elecciones disputadas hasta la fecha (New Hampshire y
Florida) y se reafirma como el aspirante en mejor posición para la victoria
final. Como se ha demostrado en Florida, donde ha gastado más de diez veces de
dinero que Gingrich, posee la campaña mejor organizada y mejor financiada de
los cuatro que siguen en liza.
Después del fracaso de
Carolina del Sur, donde los votantes conservadores le dieron masivamente la
espalda, Romney decidió aceptar el juego sucio que Gingrich le había planteado
y se enzarzó en un duelo de anuncios negativos en televisión del que,
finalmente, ha salido mejor librado que su contrincante.
La victoria de Romney, a
quien las encuestas muestran como un rival mucho más difícil de batir para
Barack Obama, supone el triunfo de quienes defendían una línea más pragmática
frente a quienes exigen un candidato como demostradas credenciales de extremo
conservadurismo. Un 45% de los que han acudido a las urnas, según una encuesta
de CNN, mencionaron como la primera cualidad que buscan en un candidato la de
que sea capaz de vencer al presidente.
El exgobernador de
Massachusetts sigue teniendo pendiente, no obstante, una reconciliación con ese
sector radical, representado por el Tea Party, que puede continuar ofreciendo
resistencia en Nevada, donde tiene considerable influencia, y en otros estados
donde se celebran elecciones en las próximas semanas.
Un informe de la OTAN revela que los talibanes se preparan para volver al poder
Un informe secreto de la OTAN , basado en entrevistas
con insurgentes, acusa al servicio secreto de Pakistán de ofrecer asistencia a
la insurgencia.
Los talibanes, apoyados
por las fuerzas de seguridad de Pakistán, se están preparando para retomar el
control de Afganistán tras la retirada de las tropas internacionales. Es la
conclusión contenida en un informe secreto de la OTAN publicado esta mañana
por la BBC y el
diario británico The Times. El documento -basado en las
declaraciones obtenidas durante más de 27.000 interrogatorios realizados a
cerca de 4.000 talibanes, civiles y miembros de Al Qaeda- indica que los
talibán se mantienen desafiantes en un momento en el que EE UU y el Gobierno
afganos abren a las negociaciones con la guerrilla para intentar llegar a una
solución política del conflicto.
Un portavoz de la ISAF ha confirmado a Reuters
la existencia del documento aunque ha declarado que no se trata de un estudio
estratégico sino "de una recopilación de opiniones de presos
talibanes". Según The Times el documento fue redactado el mes
pasado por militares estadounidenses en la base de Baghram. El texto vuelve a
poner en el ojo del huracán Pakistán ya que se acusa al poderos servicio
secreto paquistaní de ofrecer asistencia a los talibanes en la realización de
ataques contra las fuerzas internacionales.
El Gobierno de Pakistán
ha tildado de "frivolas" las acusaciones. "Estamos comprometidos
con la no interferencia en Afganistán", ha declarado un portavoz del
Ministerio de Exteriores paquistaní a Reuters. Islamabad ha negado
reiteradamente cualquier tipo de vínculo con los talibanes. Sin embargo, el
informe puntualiza que "la manipulación por parte de Pakistán de los
líderes talibanes continúa incesantemente". Horas después de la
publicación de esta información, el Ejército de Pakistán ha lanzado un ataque
aéreo contra varios campamentos talibanes en la región de Orakzai, abatiendo a
al menos 20 militantes, según han informado fuentes de seguridad citadas por la
cadena de televisión paquistaní Geo TV.
El documento también
destaca que, pese a la estrategia de la
OTAN para entrenar y preparar a las fuerzas afganas, la
colaboración entre insurgentes y miembros de las fuerzas de seguridad está
extendida. La coalición internacional ya ha traspasado el control de amplias
zonas del país a las fuerzas afganas en un proceso que llevará a la retirada
completa en 2014. Pero muchos afganos dudan de la capacidad del Ejército y de
las fuerzas de seguridad afganas para mantener el control del país.
Esclarecer la confusión sobre el "Fabricado en China"
Por: Paul Krugman | en El País
En su blog The Big Picture [Panorama General], el escritor y analista Barry Ritholtz nos remite a un informe publicado por el Banco de
Según
el informe, titulado El contenido estadounidense del “Fabricado en China”, los
productos y servicios procedentes de China supusieron solo un 2,7% del gasto de
consumo personal de EE UU en 2010, menos de la mitad del cual reflejaba los
costes reales de las importaciones chinas. El resto fue a parar a empresas y
trabajadores estadounidenses que transportan y comercializan productos con la
etiqueta “Fabricado en China”.
El
motivo por el que esto es importante – o al menos uno de los motivos - es el
debate sobre la austeridad, los estímulos y demás. A menudo recibo comentarios
como “Bien, puede que los estímulos funcionaran en los viejos tiempos, pero
ahora solo significa gastar más en productos chinos”. En realidad, eso dista
mucho de ser cierto.
¿Por
qué? Para empezar, gran parte del gasto de consumo va destinado a los
servicios, de los cuales pocos son realmente comercializables. Por otro lado,
aunque en el artículo que compramos en Walmart ponga “Fabricado en China”, el
precio incluye mucho valor añadido estadounidense en forma de transporte y
costes de venta al por menor. Según los cálculos del informe (disponible
en frbsf.org), Estados Unidos sigue siendo un país en el que alrededor de 85
centavos de cada dólar de consumo se gastan en el país, de un modo u otro. Y
esto significa, entre otras cosas, que las reglas de la macroeconomía no han cambiado
tanto como la gente se imagina.
Apple y aglomeración
El
reciente artículo de The New York
Times sobre
los procesos de fabricación de Apple, Cómo EE UU salió perdiendo con el iPhone, de Charles Duhigg y
Keith Bradsher, era excelente, y tendré más que decir al respecto cuando
disponga de tiempo.
No
obstante, merece la pena recalcar ya mismo que el artículo es en gran parte un
ensayo sobre la economía de la aglomeración. “En este momento, toda la cadena
de suministro se encuentra en China”, decía otro ex alto directivo de Apple.
“¿Necesita 1.000 juntas de goma? Las tiene en la fábrica de al lado. ¿Necesita
un millón de tornillos? La fábrica está a una manzana de distancia. ¿Necesita
que le fabriquen un tornillo un poco diferente? Lo tendrá en tres horas”.
La
cuestión es que las fábricas no existen en un estado de aislamiento; se
benefician en gran medida de formar parte de un grupo de fabricación, con
proveedores especializados y una gran reserva de trabajadores con las
cualificaciones adecuadas. Estas son las cosas que subrayaba en mi trabajo
sobre comercio y geografía económica. Las repercusiones políticas no están tan
claras como cabría imaginar.
Pero
seguiremos con el tema cuando tenga tiempo de hacerlo bien.
Traducción de News Clips.
martes, 31 de enero de 2012
La política del sentido común
La crisis del capitalismo demanda dirigentes que
tomen decisiones de otra manera
Hace tiempo que no veía a mi amigo
el novelista. Lo encontré de excelente humor y, mientras tomábamos un café, le
pedí que me contara alguna de sus historias favoritas. Aceptó, aunque me
previno que tenía poco y nada que ver con la política. He aquí la historia que
me contó.
En la Polonia del siglo XVIII,
un poderoso señor feudal, católico ferviente, aguardaba ansioso la visita de un
gran cardenal francés, considerado el hombre más sabio de su tiempo. Mientras
se preparaba para recibirlo se le ocurrió una idea, a fin de lucir el genio de
su invitado ante todo el pueblo. Decidió organizar un torneo de preguntas y
respuestas, le puso como contrincante a un miembro de la aldea judía que moraba
en sus tierras y estipuló que el verdugo le cortaría la cabeza al primero que
fallase. Envió entonces un emisario a esa aldea para ordenarles que designaran
a su representante. Los campesinos judíos fueron presas del terror. Se reunió
el consejo de ancianos y acordó que aceptar sería directamente un suicidio, por
lo que se negaron. Al otro día, el emisario retornó para informarles que, si no
obedecían, el señor los haría matar a todos. Desesperados, a los ancianos los
invadió el pánico, pero entonces apareció Berel, el tonto de la aldea, para
rogarles que lo dejasen ir a él. Nadie lo tomó en serio, pero insistió. Le
explicaron que iba a una muerte segura, pero no hubo caso. Finalmente,
resignados y entre lágrimas, lo nombraron su delegado.
Llegó el día del torneo. Había una
multitud. En el centro del escenario se ubicó el dueño de casa, flanqueado por
el verdugo con su espada. A la derecha, se sentó el cardenal y, a la izquierda,
frente a él, Berel. El cardenal advirtió de inmediato que se trataba de un
pobre muchacho y ofreció generosamente que fuera Berel quien hablase primero.
Entonces Berel le preguntó: "¿Qué quiere decir ani lo iodea ?". El cardenal respondió:
"Yo no sé". Ante el asombro de todos, el verdugo alzó en el acto la
espada y le cortó la cabeza. Los judíos no lo podían creer y entre risas,
sollozos y aplausos, llevaron en andas a Berel de regreso a su aldea. Festejaron
durante tres días y tres noches. En medio de los bailes, uno de los ancianos
llevó aparte a Berel y quiso saber por qué había estado tan seguro de que iba a
ganar. Berel se lo explicó. Cuando era niño, el Gran Rabino de Cracovia había
visitado su escuelita. En un momento dado, se acercó a la mesa donde él hacía
sus deberes y le ofreció ayuda. Señalando su cuaderno, Berel se animó a
preguntarle: "¿Qué quiere decir ani
lo iodea ?". "Yo no
sé", le contestó el religioso. "¿Se da cuenta, señor?" -concluyó
Berel-. "Si el Gran Rabino de Cracovia no lo sabía, ¿cómo iba a saberlo el
cardenal francés?"
Mi amigo agregó con una sonrisa:
"Supongo que no hace falta que te aclare que, en hebreo, ani lo iodea significa «yo no sé?»". Pedí
agua, guardé silencio y me quedé pensativo. Me interrogó con la mirada.
"Tu cuento tocó un nervio. Pensaba si acaso existe hoy un líder político
que, cuando le preguntan por el futuro, sea capaz de decir ani lo iodea. " "¿Por qué lo
haría?" "Porque durante tres siglos Occidente estuvo dominado por la
idea del progreso y era fácil imaginar que el porvenir resultaría siempre mejor
que el presente. Pero hace tres o cuatro décadas que esto fue dejando de ser
así y hoy ya nadie medianamente serio sabe bien qué puede pasar mañana."
Ahora fue el novelista quien me pidió que le contara yo mi historia.
Le anticipé que, a diferencia de
la suya, en la mía se mezclaban constataciones y conjeturas. El hecho
incuestionable es que el capitalismo ha ingresado, nada más y nada menos, que
en su cuarta gran crisis. La primera fue la de 1890; la segunda, la de 1929/30;
vino después la de los años 70, y estamos atravesando la que se inició en
2007/2008. Estas crisis, que definen épocas, tienden a suceder cada 40 años y
las anteriores duraron alrededor de una década. Mi amigo quiso saber si eran
parecidas entre sí. Sólo en parte. Las de 1890 y 1970 se originaron en fuertes
caídas de las tasas de ganancia de las empresas. En cambio, simplificando, la
de 1929/30 y la actual son el fruto de procesos salvajes de acumulación capitalista.
(Por ejemplo, desde los años 70 hasta ahora, el capital de Goldman Sachs, una
de las grandes corporaciones con fuerte responsabilidad en las dos crisis,
aumentó más de 1400 veces.) Tanto que una de las soluciones principales que
permitieron salir de la de 1929/30 fue una disminución considerable de la
desigualdad, si bien con características muy distintas según el lugar. No hay
que olvidarse, por ejemplo, que en Estados Unidos el presidente Roosevelt
terminó aumentando los impuestos a los ricos en un 90 por ciento.
"Pero no es esto lo que está
ocurriendo ahora en los países desarrollados", me interrumpió mi amigo.
Exactamente, le respondí. Peor aún: mediante los planes de ajuste que se vienen
aplicando crecen la pobreza y la desigualdad en nombre de una supuesta
"austeridad expansiva" que profundiza la crisis y malencubre el
enorme poder que conservan los culpables del desastre. (Para seguir con el
ejemplo, tanto los secretarios del Tesoro de Clinton y de Bush como los
actuales primeros ministros de Grecia o de Italia han sido ejecutivos de
Goldman Sachs.) Por eso el futuro se vuelve más impredecible que nunca y
despierta tanta aprensión. "¡Allí sí que casi nadie esperaba este
desenlace!" Con una salvedad, repuse. Hoy los "allí" y los
"aquí" se han vuelto relativos porque fenómenos de esta envergadura
sacuden al mundo entero. De hecho, la Argentina no pudo escapar a los efectos de las
tres grandes crisis anteriores, cuando el planeta estaba mucho menos
globalizado.
"¿Qué deberíamos hacer?"
" Ani lo iodea. " "No, no vas a zafar
tan fácil, tengo derecho a exigirle algo más a tu historia?" Le di la
razón y le expliqué que por eso me había dejado tan pensativo la suya. Es que
una de las ventajas de reconocer que enfrentamos situaciones inéditas y muy
complejas sería procurar que nuestras apuestas fuesen lo más informadas
posible. Sólo que, para esto, hay que tener claro cómo opera el proceso de toma
de decisiones de los que mandan, especialmente en contextos como los actuales.
Y que ellos mismos lo comprendan. Porque más allá de la soberbia y de los
desplantes de ocasionales figuras fuertes, para tratar de entender la realidad
y buscar alternativas se apela siempre, en última instancia, a razonamientos de
sentido común. O sea que lo que se hace tiene mucho de intuitivo y las
intuiciones se alimentan del pasado, no del futuro. Recurren a la asociación de
ideas antes que al análisis.
"¿Por eso es tan habitual que
la historia se repita?" "Por eso y porque, como lo están mostrando
los países desarrollados, sus lecciones se aprenden mal o demasiado
tarde." El sentido común es básicamente conservador y moviliza aquellas
recetas que ha naturalizado como válidas. Aunque aparente otra cosa, desconfía
de las innovaciones y se recuesta en sus viejas certidumbres. Estas pueden ser
hoy las del neoliberalismo en Europa o las del proteccionismo del primer
peronismo entre nosotros.
"¿Desde cuándo estás en
contra del proteccionismo?" "No lo estoy en absoluto. La trampa que
hacen los defensores de la libre competencia es que ponen el foco en el
mercado, pero no en las estructuras socioeconómicas que predeterminan a los
actores y los obligan así a jugar con dados previamente cargados. Quiero decir
que quienes rechazan el proteccionismo en nombre de la libertad de mercado lo
hacen porque ya gozan de la protección que les brindan sus propias estructuras.
Así que no me entiendas mal. El proteccionismo resulta indispensable, pero
siempre que se lo adecue a los profundos cambios que han experimentado esas
estructuras en el país, en la región y en el mundo. Una simple vuelta al pasado
muy probablemente obtenga lo contrario de lo que se propone."
A estas alturas, mi amigo quiso
conocer mejor las conexiones entre su historia y la mía. Para mí, le dije, tu
historia fue un disparador que actuó en el momento justo. Si nuestros
dirigentes pudieran admitir que, en las circunstancias presentes, deben guiarse
mucho más por su sentido común que por un supuesto saber, las consecuencias no
serían menores. "Contame una", me urgió. Abandonar el estrechísimo
círculo en el cual tienden a recluirse para tomar decisiones precisamente
cuando menos seguros están. Las prácticas de razonamiento de sentido común
varían tanto como las experiencias y los conocimientos de cada uno, por lo cual
conviene ser muy pluralista y ampliar las consultas y los diálogos para
enriquecer el propio horizonte. Es tiempo de abrir el juego, no de cerrarlo.
Finalmente, en estas cuestiones la verdad no pasa de ser una opinión y cuantas
más opiniones se tomen en cuenta, mejor. Es casi literalmente lo que me dijo el
general Perón en una larga entrevista que me concedió hace años en Madrid,
cuando buscó definir el buen liderazgo, sobre todo en situaciones difíciles.
Al pagar, vi que el novelista se
había quedado demasiado serio e intenté tranquilizarlo: "Ojo que, por
suerte, si es bien conducida, la
Argentina está en condiciones bastante más favorables que
otros países para ir sorteando con éxito la crisis". Se rió y mientras nos
despedíamos, me dijo: "¿Conocés la historia de los dos amigos que se
encuentran por la calle después de unos años? Uno le pregunta al otro: «¿Cómo
está tu mujer?» Y el otro le contesta: «¿Comparada con quién?»"
© La Nacion
El
autor, abogado y politólogo, fue secretario de Cultura de la Nación .
lunes, 30 de enero de 2012
Marco Rubio puede ser el primer presidente hispano
EL PAÍS/Por: Antonio Caño |
Marco
Rubio tuvo el viernes pasado una actuación magistral en la conferencia del Hispanic
Leadership Network (HLN) en Miami, un influyente centro de poder de los
hispanos conservadores. Como ha dicho el Miami Herald, "el público acudió
a ver a Mitt Romney y Newt Gingrich, y se quedó con Rubio, que hizo el discurso
que cualquiera de los otros dos hubiera soñado".
Rubio
lleva tiempo siendo mencionado como una gran esperanza de futuro para los republicanos.
Hace dos años sorprendió al conquistar, con solo 39 años de edad, un escaño
como senador de Florida, y desde entonces su cotización se ha mantenido al
alza. Pero su intervención ante el HLN marca un punto de inflexión en su
carrera y lo sitúa, sin duda, como el más deseado compañero de candidatura de
cualquiera que resulte nominado como candidato presidencial de la derecha.
Rubio
pronunció un discurso extremadamente conservador en el que exhibió sin
complejos su profunda religiosidad, hasta el límite de defender la ley de Dios
y el derecho divino por encima de la Constitución o de cualquier legislación que debe
regir una democracia. Apostó por el sistema de libre empresa en sintonía con el
radicalismo que domina el Partido Republicano en la actualidad, acusando a
Barack Obama de poner en peligro el capitalismo. Pero, al mismo tiempo,
demostró enorme habilidad para navegar sobre el tema de la inmigración, el más
delicado para él, sin ofender a nadie ni comprometerse con nada.
Obviamente,
los grupos progresistas del país van a tener serias objeciones con un mensaje
de este tipo. Pero lo cierto es que, mientras ese mismo radicalismo suena
amenazante y excesivo en boca de Romney o de Gingrich, parece cordial y
aceptable explicado por Rubio. Sus palabras se antojan sinceras, son poderosas,
extraodinariamente articuladas y producen un impacto inmediato. Recuerda
al mejor Obama. Tiene una historia personal americana,
la del hijo de un inmigrante que se ganó la vida después de muchos esfuerzos y
supo educar a su familia en los buenos valores americanos.
Su rostro es fotogénico, posee una sonrisa infantil que lo hace parecer fiable
y es, por conducta personal, el modelo de hijo que hubiera querido tener toda
buena madre americana. No hay hoy una sola figura en
el Partido Republicano que posea, ni de lejos, su capcidad de comunicación. Es
auténtico oro político.
Su
presidencia en una candidatura republicana reforzaría precisamente al ángulo
más débil de ese partido, el del voto hispano, que ya es imprescidible para
llegar a la Casa Blanca.
Obviamente, su origen cubano representa un inconveniente para conseguir apoyo
entre los hispanos del oeste del país, en su mayoría mexicanos. Pero esperen a
que escuchen allí un discurso de Rubio. Incluso perdiendo, Rubio tendría una
proyección similar a la que Sarah Palin tuvo hace cuatro años, pero con muchos
más argumentos y mucho más bagaje.
Es
paradójico que, cuando más del 70% de los hispanos de Estados Unidos se
identifican como demócratas, el primero en llegar a la Casa Blanca pueda ser
un republicano. Pero esto es, en parte, consecuencia de un cierto
anquilosamiento del liderazgo hispano progresista, anclado en viejas ideas,
viejos discursos y viejos dirigentes. Y, asimismo, es causa de la falta de
atención sincera que los demócratas han prestado a los hispanos, cuyo voto se
da por descontado cada dos años.
"Te sangran los dedos y disfrutas del sufrimiento"
REPORTAJE EL PAÍS: TENIS - Final del Abierto
de Australia
Ganador
y vencido coinciden en destacar la belleza e intensidad de la final más larga
de la historia del Grand Slam
J. J. MATEO - Melbourne
-
Mientras
van saliendo las cervezas del vestuario, al que van llegando bolsas y más
bolsas de hielo para llenar las bañeras y que se recuperen los tenistas, el
serbio Novak Djokovic se funde en un emotivo abrazo con su novia, la bella
Jelena. El campeón se quita la medalla de oro que le cuelga del cuello y, con
un gesto dulce, se la pone a ella. "Las dan igual en los Juegos", se
les escucha decir en serbio, como si en la cabeza de la pareja ya apareciera
Londres 2012.
Djokovic: "Un tenista
vive para partidos como estos. Debería haber dos ganadores"
Nadal: "Ha sido el
traspié que me duele menos porque he hecho todo lo posible"
Nole ha
ganado su quinto torneo grande, el tercero seguido. Está destrozado. A su
alrededor, su agente busca al exbaloncestista serbio Vlade Divac, que ha
perdido la acreditación, mientras suena la música tecno que avisa de la fiesta
que viene. "Estoy preparado para todo", se ríe antes de dirigirse al
festejo cuando el reloj ya avista las cuatro de la madrugada australiana;
"un tenista vive para partidos como estos".
Antes de
que Djokovic vuelva a salir del vestuario lo hace Rafael Nadal. Si la medida de
un hombre se toma en la derrota, queda claro que el español no es un
cualquiera. "Lo primero", se arranca, aún con las emociones frescas,
"es felicitar a Novak y su equipo, que están haciendo algo
fantástico". "Esta es una de las derrotas más felices de mi
carrera", prosigue el mallorquín, pensativo y sorprendentemente positivo
tras la final perdida. "Yo no busco ganar a Djokovic, sino superarme a mí
mismo. Aquí me he superado a mí mismo. Durante el torneo he sido bastante mejor
que en 2011. Ha
sido la final que he perdido que quizás me duele menos porque he hecho todo lo
que he podido. He luchado todo. He corrido todo lo que he podido correr. He
competido con un jugador que, hoy por hoy, es brillante. Le he llevado al
límite, cosa que no había hecho en 2011, y a mí mismo también me he llevado al
límite, lo que no había hecho en 2011. La pasión, la ilusión, están ahí y,
cuando uno hace todo lo que puede, no está obligado a más", cuenta;
"estoy satisfecho de mí mismo. Después de un tiempo en el que había
sufrido sin disfrutar, he sufrido disfrutando. Ese es el camino".
Al valorar su actuación, Nadal piensa en que hace menos de un
mes ni se entrenaba porque le dolía un hombro, en que llegó a Australia sin
tiempo para trabajar en el delicado cambio de pesos de la cabeza de su raqueta
y en que 15 horas antes de debutar en Melbourne lloraba en su habitación
creyendo que una lesión de rodilla le obligaría al abandono. Una derrota en 5h
53m con un break de ventaja en el quinto (4-2 y 30-15)
debe de ser un trago amargo. Sin embargo, lo metabolizó en público como algo
positivo y puso el acento en algo muy suyo: disfrutar sufriendo.
"Estoy
absolutamente de acuerdo con él", apostilla luego Djokovic, aún con el
rostro marcado por el esfuerzo y con la copa al alcance de la mano. "Nunca
sentí nada igual. Te duele todo. Sufres. Intentas activar tus piernas. Intentas
empujarte un punto más. Te sangran los dedos. Todo es ya demasiado y, aun así,
sigues disfrutando del sufrimiento. Por eso estoy de acuerdo con Rafa",
añade. "Haber jugado casi seis horas es increíble, simplemente
increíble", se sorprende. "Escuchar que esta es la final más larga de
la historia de los torneos grandes (5h 53m) me hace llorar. Pude ganar en el
cuarto set y Nadal hizo algunos saques y algunos puntos increíbles. Se mereció
prolongar el encuentro. En el quinto set cualquiera de los dos pudo
ganar", prosigue. "Sentí que mi cuerpo iba bajando de energía, pero
sabía que él también estaría sintiendo el paso del tiempo. Intenté mantenerme
ahí mentalmente. Controlar mis emociones. Cuando me vi con un 2-4, empujé mi
cuerpo hasta el límite. Los dos usamos hasta la última gota de energía de
nuestros cuerpos. Creo que el título se decidió por un poco de suerte y un poco
de deseo. Debería haber dos ganadores", concluye.
Solo hubo
uno y fue Nole, un competidor temible y un comunicador perfecto; un tenista sin
límites que puede soñar con conquistar su Grand Slam particular en la primavera,
cuando asalte Roland Garros, el único título grande que le falta. Nadal se
marchó de la pista firmando autógrafos, listo para devorar la cena caliente que
le esperaba en el vestuario y dejando una frase de despedida que refleja cómo
entiende el deporte y la vida. El reloj pasaba ya de la 1.30. Cogió el
micrófono ante la gente que abarrotaba la pista Rod Laver y dijo: "Gracias
por todo el amor que me habéis mostrado y por apoyarme en un partido que no
olvidaré aunque lo haya perdido. Espero volver aquí durante muchos años y...
seguir luchando".
domingo, 29 de enero de 2012
Las Malvinas y la resolución 2065
PÁGINA 12/SECCIÓN EL PAÍS› OPINION
Por Mario
Rapoport *
La cuestión de las Malvinas vuelve a
estar de nuevo en el tapete, luego de la insólita frase del primer ministro
británico en la que acusó a la
Argentina de intenciones “colonialistas”, lo que en boca del
vocero del país más colonialista de la historia del mundo después del Imperio
Romano suena más a un despropósito o a un súbito arranque de humor negro
británico. Sobre todo teniendo en cuenta nuestro caso, en el que hemos
soportado además de la ocupación de las islas en 1833, dos invasiones militares
en 1806 y 1807 y un ataque naval, que fue detenido en la Vuelta de Obligado, en
1845.
Claro
que lo que molesta es el apoyo total de nuestros hermanos del continente, antes
avasallados y ahora unidos frente a lo que queda del ex imperio inglés. En otra
alocución reciente el mismo Cameron, para referirse a los latinoamericanos,
casi olvidados desde hace años en la política inglesa, acude a Bolívar, citando
elogiosamente una frase pronunciada por el libertador en 1822 sobre el futuro
promisorio de la región. Acordando con esa idea, señala allí que 188 años
después no cabe duda de que América latina está emergiendo en todos sus
colores. Lo que no percibe es que la defensa unánime de la inmensa mayoría de
sus países (salvo las minúsculas ex colonias del Caribe) por los derechos
argentinos en las islas es una de las mejores pruebas de ello.
Tampoco
tiene en cuenta que la desafortunada guerra de 1982 no cambia nada respecto de
la validez jurídica e histórica de los derechos argentinos sobre ese
territorio. Para los ingleses, el argumento principal que les justifica
mantener su dominio en una isla ocupada por sus tropas militares es el de
defender la autodeterminación de sus escasos habitantes. Se trata del mismo
país, Inglaterra, que ha rechazado en el pasado propósitos similares de
poblaciones mucho más cercanas a Londres, como las de Irlanda del Norte,
Escocia y Gales, salvo para actos deportivos como el torneo de rugby de las
Seis Naciones o campeonatos regionales o mundiales de fútbol, un tipo de
nacionalismo que respetan más.
Pero
viene bien refrescar un poco la memoria sobre la cuestión esencial que
Inglaterra no quiere discutir: la soberanía de la islas, que no depende de
quienes las habitan, sino de su pertenencia jurídica e histórica originaria. Y
en este sentido, la resolución 2065 de las Naciones Unidas es todavía clave,
porque constituye una decisión de la Asamblea General
de esa organización, que el 16 de diciembre de 1965 votó, por 94 votos a favor,
ninguno en contra y 14 abstenciones, el reconocimiento de la existencia de una
disputa entre los gobiernos de la
Argentina y del Reino Unido de la Gran Bretaña e
Irlanda del Norte sobre la soberanía de las islas.
La
resolución invitaba a ambos a proseguir sin demora las negociaciones
recomendadas por el Comité Especial encargado de examinar la aplicación de la
declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos
coloniales a fin de encontrar soluciones pacíficas a los problemas existentes,
teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la carta de
las Naciones Unidas y de la
Resolución 1514 de la Asamblea General ,
así como los intereses de la población de las islas. Es interesante reproducir
al respecto una entrevista inédita que hicimos en marzo de 1988 al embajador
Lucio García del Solar, fallecido hace poco tiempo y uno de los mayores
expertos en el tema, entonces delegado argentino en las Naciones Unidas y gestor
principal de la mencionada Resolución 2065, que hoy vuelve a cobrar vigencia
ante la intransigencia del gobierno británico a sentarse a negociar con la Argentina.
Una
síntesis de sus respuestas ilustra bien la cuestión en juego.
–¿En
qué consistió su actividad principal como delegado argentino en las Naciones
Unidas?
–Fue
la de trabajar para la causa de la Malvinas. Durante mi desempeño en la ONU comenzaron las
negociaciones dentro del Comité de Descolonización. Mi tarea fue la de intentar
obtener allí un proyecto de resolución que invitase a las partes a negociar y
el anteproyecto fue redactado en combinación con el presidente del Subcomité
III, el embajador uruguayo. Un día, en un restaurante de Nueva York, redactamos
el germen de la 2065. Esta es la piedra fundamental de todo el proceso de
negociaciones. Las resoluciones que ha habido después repiten toda la
terminología al utilizar la expresión “los intereses de los habitantes” en vez
de “los deseos”, todo eso nació allí.
–¿Cuál
fue el origen de la resolución y cómo se definió esa política hacia Malvinas?
–La
inclusión automática de las Malvinas en el proceso descolonizador, por ser un
territorio administrado, fatalmente entraba dentro del mecanismo de
descolonización: ahora se procuraba utilizar ese mecanismo en beneficio de una
nueva metodología, muy distinta a la clásica, para intentar recuperarlas.
Nosotros siempre habíamos reclamado nuestra soberanía y cada vez que se
nombraba a las Falklands un delegado argentino decía “son las Malvinas”, pero
de ahí no se salía. Entonces, esa reclamación bilateral, lo que en derecho
internacional se llama territorial, se convirtió de golpe en un pedido de
descolonización. Algo que fue combatido incluso desde ciertos círculos locales,
aquí en la Argentina.
Los sectores más nacionalistas no querían que nosotros
admitiéramos que se trataba de una colonia, porque sostenían que eso
significaba reconocer que las Malvinas lo eran y ceder en lo que debía ser una
posición intransigente: “Es nuestro territorio, no es una colonia, de manera
que no podemos pedir que se descolonice”.
Nuestra
posición fue criticada internamente, pero la forma de universalizar el reclamo
era justamente en las Naciones Unidas. Debido a que se presentó el caso en ese
ámbito, el Reino Unido tuvo que enfrentar en 1965 una votación que perdió.
Especialmente, gracias a una iniciativa diplomática mía hicimos cambiar la
terminología en la ONU ,
donde siempre aparecía “Falklands” en inglés, incluso en los textos en
castellano. Algunos delegados, a los que ya había convencido, comenzaron a
levantar la mano y a decir que a las Falklands en su país se las llamaba
Malvinas. Y allí se armó un debate feroz, porque el delegado inglés no tenía
instrucciones al respecto ni se imaginó lo que estaba pasando. Se enojó muchísimo
porque cuando a los británicos se los agarra desprevenidos, lo que es muy
difícil, pierden la calma. Fue un debate muy fuerte que en primera instancia se
ganó. A partir de entonces los documentos en español tenían que decir Malvinas
y entre paréntesis Falklands, y los documentos en inglés, al revés. Al
determinarse esta fórmula se consagró para la cartografía universal, y eso lo
hice yo sin instrucciones de ninguna especie, conversando con algunos
delegados.
En
resumen, las cuestiones principales que pudieron lograrse fueron esencialmente
cuatro. 1) Las Naciones Unidas pasaban a tener en cuenta el problema y urgían a
los países involucrados a entrar prontamente en negociaciones sobre el estatus
de las islas. 2) Se reconocía que la cuestión estaba comprendida dentro de los
procesos de descolonización que existían todavía en el mundo. 3) El tema dejaba
de ser exclusivamente bilateral y pasaba a formar parte de una problemática más
general, que involucraba a muchos países con rémoras del pasado colonialista.
4) No sería el deseo de sus habitantes el que decidiría la cuestión, sino sus
intereses, un concepto mucho más ambiguo, que podía implicar sin problemas su
inclusión en la Argentina.
Una
sabia intervención diplomática hizo así mucho más que una guerra para imponer
los términos y el futuro desarrollo de la controversia argentino-británica.
*
Economista e historiador.
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