Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

sábado, 15 de junio de 2013

“We the people” después del 11 de septiembre



¿Es Obama igual que Bush? Probablemente la diferencia la marque simplemente la actitud.





El mundo entero (o casi), reconoce con admiración ese extraordinario texto que es la Constitución de los Estados Unidos, cuyo preámbulo reza: “Con el fin de formar una Unión más perfecta, establecer la justicia, garantizar la tranquilidad nacional, tender a la defensa común, fomentar el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y para las futuras generaciones…”. Un canto a la libertad, especialmente a la libertad individual considerada como un bien sagrado. Ha sido sobre ese fundamento que Estados Unidos construyó sus sueños.
La Unión Americana había hecho cuestión de principios y de filosofía la reivindicación de la libertad, la seguridad y la búsqueda de la felicidad colectiva dentro de sus fronteras. A principios de los años sesenta del siglo pasado, además, pagó buena parte de su factura histórica pendiente al universalizar los derechos civiles.
Pero Osama Bin Laden se interpuso en el camino. La destrucción de las Torres fue también –hoy lo sabemos- el dinamitazo más brutal contra las ideas de Madison, Jefferson, Adams y Franklin que hicieron grande el proyecto estadounidense.
De los escombros de esa locura criminal surgió la sombra de lo que Orwell había predicho en 1949 cuando publicó su sombría novela “1984”. El dilemma permanente entre libertad y seguridad fue resuelto de un plumazo por un iluminado. El Presidente George W. Bush calificó de “imperio del mal” al fundamentalismo islámico, lo hizo desde el fundamentalismo cristiano convencido de tener un propósito en la vida, la defensa de los valores occidentales, cristianos y democráticos tal como él los entendía. En realidad se sumaba a Bin Laden al imponer un Estado todopoderoso con ojos y oídos tan desmesurados como carentes de razón. Todos fueron sospechosos. Las libertades individuales fueron heridas.
La rueda de la locura se alimentó de modo implacable, la misma agua sanguinolenta impulsaba el molino desde dos vertientes y la trituradora así manejada fue destruyendo cuerpos y espíritus de enemigos reales, enemigos inventados, amigos sospechosos y hermanos traidores. Entre coches bombas por un lado, y asesinatos selectivos por el otro, el mundo siguió acercándose al infierno, el del Dios de los cristianos y el creado por Alá.
Todos pensamos que era cosa de la particular cosmovisión de Bush. Obama, hombre ilustrado y de discurso humanista, terminaría esta pesadilla, pensamos muchos. Nada más asumir prometió cerrar Guantanamo. Por fin la sensatez y la tolerancia volvían a los Estados Unidos…No ocurrió. Cinco años después, tras los drones (aviones de destrucción y muerte pilotados a control remoto) el espionaje masivo a sus propios ciudadanos, Wikileaks, Julian Assange, Bradley Manning, Edward Snowden y con Guantanamo en pie, la pregunta cabe ¿Es Obama igual que Bush?
La respuesta no es sencilla porque Obama a todas luces está atrapado. Acabó rendido a la premisa de que los Estados Unidos deben sacrificar la libertad proclamada por los padres fundadores en el fuego sagrado de la seguridad. La prédica ciega de Bin Laden y la enajenación caracterizada por la lógica implacable de la sinrazón, parece haber llevado a los escombros los valores fundamentales que dieron sentido a la revolución y a la construcción de la utopía suscrita en Filadelfia en 1787. En ese contexto, hay una combinación perversa entre la evidencia de que la seguridad es una prioridad sumada a la necesidad de demostrar que el grado de patriotismo del Presidente debe estar fuera de duda, precisamente en el tema más difícil de tragar, la vulneración sistemática de las libertades individuales consagradas por la Constitución.
Después del 11 de septiembre los mismos medios de comunicación que acribillan a Obama, demostraron que la CIA y las estructuras de seguridad nacional fueron ineficientes y fallaron groseramente, facilitando las acciones de Bin Laden. Razonamiento: toda acción es poca si se trata de evitar otro cataclismo parecido. Consecuencia: la línea tenue entre lo que se debe y no se debe desaparece. Ya no hay límite, lo único necesario es el ingenio para convertir la esencia de la ley en el juego y la triquiñuela leguleyesca para explicar lo inexplicable y disfrazar de ético lo que es un flagrante insulto al texto constitucional.
¿Es Obama igual que Bush? Probablemente la diferencia la marque simplemente la actitud. La del entusiasmo de un cruzado por la fe en un caso, la del resignado al cadalso en el otro. Todo bajo el pabellón intocable de las barras y las estrellas. La trampa está servida. El Estado deificado no se detiene, el Presidente es tan solo una de sus piezas. Nada que no supiéramos, “The Homeland Security” es literalmente el “Gran Hermano” El Presidente Obama enfrenta quizás su peor pesadilla, la posibilidad de ser recordado como una secuela de Gorge W. Bush en la causa contra el terrorismo. Y quieen sabe si podría tratarse de una mala secuela.
*Carlos D. Mesa Gisbert, expresidente de Bolivia


Brasil ya tiene sus indignados


El inesperado movimiento de protesta de los jóvenes nace a tientas, con los políticos asustados y las fuerzas del orden muy dispuestas a reprimirlo.



JUAN ARIAS/EL PAÍS 

Cuerpos de policía en las calles de Sao Paulo. / NELSON ANTOINE (AP)
A pesar de que Brasil es un país envidia de muchos, lleno de riquezas, posibilidades de trabajo y vocación emprendedora, con una democracia de las más consolidadas del continente y hasta de los Brics, muchos se extrañaban de que no hubiese en él un movimiento de indignados como hoy existe hasta en las mejores democracias del mundo.

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Era considerado extraño que en un país en desarrollo, que está eliminando pobreza y acortando diferencias sociales, los jóvenes nunca salieran a la calle para protestar, por ejemplo, contra la corrupción política o para mejorar los servicios públicos, la educación y la salud, que muestran aún índices, a veces, de Tercer Mundo.
De repente, la nimiedad del aumento de 20 céntimos de real en los transportes públicos ha hecho saltar la chispa y la gente se ha echado a la calle, no contra sus gobernantes, a los que aún conceden altos índices de confianza, sino para intentar mejorar lo ya conquistado en los últimos 20 años.
No es posible aún prever si el movimiento inicial, que ha comenzado teñido de violencia y actos de vandalismo callejera, se consolidará o no. Ni es posible parangonarlo con las protestas de la llamada primavera árabe, porque en Brasil, como en España, Italia o Grecia, los indignados no han salido a la calle para derrotar a una dictadura, sino para ensanchar los espacios democráticos y exigir mayor calidad de vida.
Quizás por ello, habrán podido chocar al mundo las imágenes de la noche del jueves, sobre todo de las manifestaciones de São Paulo, reprimidas duramente por la policía. Daban, en efecto, la impresión de que habían ocupado la ciudad con todo el despliegue de sus fuerzas no para aislar a los posibles vándalos, sino para evitar la misma manifestación. Habrá podido extrañar también ver a las fuerzas policiales de São Paulo actuar contra un grupo de manifestantes que pedían mejores transportes públicos, y más baratos, como si estuvieran liberando de traficantes de drogas a una favela violenta de Río.
Se intentó desacreditar a los manifestantes alegando que no representaban a la mayoría de la población, pero un sondeo de Datafolha reveló este viernes que esa mayoría estuvo a favor de ellos, aunque condenan también los actos de vandalismo.
Brasil tendrá a partir de ahora que convivir con las exigencias de una ciudadanía que parece haberse despertado del largo letargo de un periodo de vacas gordas, pero que los jóvenes que no vivieron la dictadura quieren aún mejorar. No quieren solo bonanza, quieren mejor calidad de vida.
El nuevo e inesperado movimiento de los indignados brasileños nace aún a tientas, sin experiencia, con los políticos asustados y las fuerzas del orden dispuestas a reprimirlo. Deberá irse perfeccionando.
Las fuerzas del orden deberán entender que están en la calle para defender el derecho de manifestación en una democracia. La represión de un puñado de revoltosos radicales y violentos que se aprovechan como siempre del río revuelto debe obedecer a la defensa de los jóvenes que luchan por una mayor democracia.
Y eso, para unas fuerzas del orden como las de Brasil, preparadas y acostumbradas a combatir otras violencias mucho mayores, es una niñería.
Ya es un paso adelante que el alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT), haya tenido el coraje de confesar que la violencia de la pasada madrugada en la ciudad “fue tristemente obra de la violencia policial”.


Avance del postulante reformista en las presidenciales iraníes

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A partir del martes, la Corte podría decidir sobre la reforma judicial

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viernes, 14 de junio de 2013

El apoyo de Irán y Hezbolá ha permitido al régimen ganar terreno recientemente

 

 

La toma de Qusair, en la frontera con Líbano, se considera un punto de inflexión en el conflicto sirio.




DAVID ALANDETE Jerusalén 


Bachar El Asad en su despacho en Damasco, el pasado miércoles. / - (AFP)

Tantas veces se había dado por segura la caída de Bachar el Asad en Siria, que los recientes éxitos bélicos de su Gobierno en la guerra civil que consume al país han sorprendido a las potencias occidentales, que nominalmente apoyan a los rebeldes, sin planes de acción inmediatos. En numerosas instancias, oficiales de la Casa Blanca, el Pentágono y el departamento de Estado norteamericanos habían dicho que el desmoronamiento del régimen era solo cuestión de tiempo. Pero después de 27 meses de conflicto, El Asad no solo está en el poder, sino que la semana pasada logró retomar la estratégica localidad de Qusair en la frontera con Líbano, y su Gobierno ha avanzado en días recientes que ahora se dispone a retomar la ofensiva contra el bastión rebelde de Alepo.
Julio del año pasado marcó un punto de inflexión en el conflicto sirio. Un ataque suicida contra el cuartel general de la Dirección General de Inteligencia de Siria mató a varios miembros de la cúpula militar del régimen. Entre ellos se hallaba el viceministro de Defensa Assef Shawkat, cuñado del presidente El Asad. Tras aquel ataque, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ordenó que la Guardia Revolucionaria iraní incrementara el suministro de armas a Damasco, y que tomara una parte más directa en el entrenamiento de combatientes sirios. En septiembre, 150 instructores militares iraníes llegaron a Siria, a entrenar a milicias progubernamentales. Los efectos de ese entrenamiento se están dejando notar ahora. Irán fue, también, responsable de que Hezbolá se involucrara de forma más directa en el conflicto.
Según estimaciones del Gobierno francés, a finales de mayo Hezbolátenía entre 3.000 y 4.000 hombres luchando en Siria, la mayoría en la ofensiva contra Qusair. Los líderes de esa milicia, como el jeque Hasán Nasralá, han dejado de esconder su apoyo material y directo a El Asad, y ahora admiten, en discursos públicos, que su futuro y supervivencia se juegan en la guerra civil Siria. Si cayera El Asad caería una parte central del eje de poder chiita que une Teherán con Líbano a través de Damasco, controlado por la minoría alauí, que es una derivación del chiismo.
“Ciertamente, en los pasados días se ha visto un punto de inflexión en el conflicto sirio. Pero dudo de que ese sea el final de la historia, pronto puede llegar otro punto de inflexión que vuelva a invertir las tornas. Los recientes avances del régimen implican que ahora los poderes externos occidentales prestarán un apoyo más decidido a la oposición, incluso con armamento”, explica David Pollock, analista en el instituto Washington sobre Política de Oriente Próximo. “Y aun así, puede que el suministro de armas a los opositores no sea suficiente, y que vuelva a dejar las cosas en punto muerto, y pronto otras voces pedirán otras medidas, como la imposición de una zona de exclusión aérea”.
En marzo de 2011, cuando la revuelta en Siria estaba en su infancia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una zona de exclusión aérea en Libia, que la Alianza Atlántica se encargó de imponer. Aquello dejó al régimen de Muamar el Gadafi sin la capacidad de emplear sus defensas aéreas, y permitió, a la larga, una victoria de los opositores.
El Ejército sirio ha intensificado notablemente en semanas recientes el uso de helicópteros y aviones de combate. Según un informe elaborado por la inteligencia norteamericana, solo en mayo hubo al menos 500 ataques aéreos contra posiciones rebeldes. El régimen emplea también aviones para mover en su territorio no solo material bélico, víveres y soldados, sino también guerrilleros extranjeros. Entre estos últimos se hallan milicianos del grupo libanés Hezbolá y combatientes chiítas llegados de Irak. En los pasados días ha habido frecuentes traslados de milicianos en helicóptero a la provincia de Alepo, donde el Gobierno ha avanzado que podría centrar su próxima ofensiva.
A nivel interno, el Gobierno sirio se ha valido en parte de las unidades más preparadas de sus fuerzas armadas, como la Cuarta División Acorazada, la Guardia Republicana o las Fuerzas Especiales. Según la estimación más reciente del Instituto de Estudios Estratégicos, sus efectivos se han visto reducidos a la mitad desde que comenzara el levantamiento, mermados por defecciones y bajas. Hoy, el núcleo duro de las fuerzas armadas de El Asad, sus soldados leales, no supera los 50.000. Pero a ellos hay que añadir a los hasta 60.000 milicianos que forman parte de diversos grupos paramilitares.
Sobre todo, El Asad ha empleado a la milicia shabiha, formada en los años 80 del siglo pasado y compuesta en su mayoría por miembros de la comunidad alauí, a la que pertenece la familia del propio presidente El Asad, y los llamados comités populares, creados como grupos armados de autodefensa en comunidades partidarias del régimen. Según un informe de la Organización de Naciones Unidas de mayo, “recientemente, el régimen ha comenzado a integrar a los Comités Populares y otros grupos simpatizantes en una nueva fuerza paramilitar llamada Fuerzas de Defensa Nacional, institucionalizando a las milicias existentes y organizándolas con una estructura operativa”. 

El kirchnerismo va a bloquear los pedidos de desafuero de la oposición



Ayer decidió cerrar filas, hasta que haya una sentencia definitiva; fuerte reclamo radical.



Por Gustavo Ybarra  | LA NACION

El kirchnerismo decidió ayer proteger al senador Carlos Menem y evitar que prosperen los pedidos de desafuero que impulsa la oposición. Así lo confirmaron fuentes del bloque oficialista del Senado, quienes precisaron ante la consulta de LA NACION que "al haber un recurso extraordinario, no hay sentencia firme", razón por la cual consideran que no procede avanzar con la posibilidad de expulsar a Menem de la Cámara alta.

En consecuencia, Menem podrá mantener su banca como senador por La Rioja hasta que la Corte Suprema no se expida sobre el recurso extraordinario que los abogados del ex presidente presentaron ante el tribunal, para que revise la pena a 7 años de prisión a la que fue condenado por contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia.

La posición del kirchnerismo es acompañada por gran parte del peronismo federal, entre los que se encuentra el salteño Juan Carlos Romero, ex compañero de fórmula de Menem en las presidenciales de 2003. Para desaforar a un legislador, la Constitución Nacional exige el voto de los dos tercios de los presentes. La sentencia, dictada ayer por un tribunal oral federal, no hizo más que recrudecer los reclamos de la oposición para que el Senado separe del cuerpo al ex presidente, convertido en un aliado táctico del kirchnerismo en la Cámara alta.
"El ex presidente tiene cuentas pendientes con la Justicia y con la sociedad, y el oficialismo debe dejar de protegerlo y votar el desafuero", reclamó ayer José Cano (Tucumán), presidente del bloque de la UCR.
Sin embargo, la primera reacción del oficialismo fue la de cerrar filas en torno de la permanencia de Menem, a pesar de contar con una sentencia dictada por una Cámara de Casación. "La defensa del senador Menem presentó un recurso ante la Corte cuando fue condenado", destacaron fuentes de la bancada mayoritaria para justificar que no existe una sentencia definitiva en su caso.

A contramano de la postura kirchnerista, el senador Samuel Cabanchik (Probafe-Capital) opinó que el fallo conocido ayer constituye suficiente motivo para avanzar con la remoción de los fueros del ex jefe del Estado. "Para mí ya hay sentencia firme porque la Cámara fijó la condena y el tribunal de primera instancia le impuso la pena", aseguró. Según Cabanchik, "si ingresa un pedido de desafuero [de la Justicia], tendríamos que abocarnos", tras lo cual, agregó: "No creo que en plena campaña el oficialismo se exponga a proteger a Menem".
No obstante, parece que la Casa Rosada, por el momento, está dispuesta a pagar el costo político. Se sabe que en el Congreso los bloques oficialistas sólo actúan previa consulta con la presidenta Cristina Kirchner. Si bien todavía no ingresó un pedido formal de desafuero de la Justicia a la Comisión de Asuntos Constitucionales, ya existen pedidos de desafuero de la UCR y del FAP y de varios diputados nacionales.
Si Menem es removido de su banca, su lugar sería ocupado por Néstor Bosetti, actual ministro de Infraestructura del gobierno de Beder Herrera en La Rioja y alineado con la Casa Rosada. Mucho menos se entiende la protección oficialista si se toman en cuenta las permanentes ausencias del ex presidente a las sesiones. No obstante, Menem demostró ser un aliado clave para la Casa Rosada cuando en abril de 2010 le permitió al kirchnerismo darle acuerdo a Mercedes Marcó del Pont para completar el mandato al frente del Banco Central tras la expulsión de Martín Redrado de la entidad monetaria..


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jueves, 13 de junio de 2013

Definiciones e incógnitas con la mira en las urnas



Por Rosendo Fraga |  Para LA NACION

El cierre de la presentación de las alianzas para las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) dejó algunas definiciones, pero ha postergado otras.
La primera definición está en el plano institucional y se refiere a la elección de los integrantes del Consejo de la Magistratura por voto directo, ahora improbable. El oficialismo presentó su alianza, con eje en el Frente para la Victoria , que se articula sobre la estructura nacional del Partido Justicialista (PJ) sumando a decenas de partidos de escasa significación electoral, que por lo general lo han acompañado en elecciones anteriores.

La novedad se ha dado en la oposición, donde el Frente por la Justicia, reúne en una sóla alianza que presentará una lista única a la casi totalidad de las fuerzas opositoras, tanto de centroizquierda, como de centroderecha y del peronismo disidente. Esta alianza, si hipotéticamente se hubiera trasladado a la elección de legisladores, seguramente hubiera anticipado la derrota del oficialismo el 27 de octubre, pero no ha sido así.
En este plano, la indefinición es si la elección finalmente se hará o no.
El planteo es diferente en las alianzas para las elecciones legislativas que se realizan el mismo día. La oposición de centroizquierda o socialdemócrata, que reúne a la mayoría de las fuerzas del FAP que tuvo como candidato presidencial en 2011 a Hermes Binner, la UCR y en algunos distritos importantes a la Coalición Cívica y el Proyecto Sur de Pino Solanas, logró constituir un Frente Progresista con una presencia sólida en Ciudad de Buenos Aires, en Provincia de Buenos Aires y Santa Fe.

La fuerza que gobierna la Ciudad de Buenos Aires enfrenta casi en soledad una coalición importante

Esta alianza, en la Capital, tendrá tres listas compitiendo en las primarias del 11 de agosto. Se trata de una excepción, ya que en el resto del país, la casi totalidad de las fuerzas han presentado una sola. La competencia entre Pino Solanas, Alfonso Prat Gay y Rodolfo Terragno en el segundo distrito del país, pero que tiene fuerte repercusión nacional, es una oportunidad de proyección para esta alternativa opositora.
Donde no se logró un proceso de unidad similar, es en el eje de centroderecha, que tiene como componentes principales al peronismo disidente y al Pro. Las conversaciones para presentar una alianza fracasaron, más allá de que en algunos distritos de menos peso electoral hayan tenido éxito algunas.
La fuerza que gobierna la Ciudad de Buenos Aires enfrenta casi en soledad una coalición importante gestada alrededor del mencionado frente progresista.
A cuatro meses y medio de las elecciones muchas cosas pueden cambiar. Pero, en principio, la oposición en sus diversas expresiones tiene posibilidades de ganar en grandes distritos como la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. El oficialismo tiene probabilidades de hacerlo en la mayoría de los distritos medianos y chicos.
Será clave en consecuencia lo que suceda en la provincia de Buenos Aires, decisivo no sólo porque en este distrito está el 40% de los votantes, sino porque su resultado volcará la definición entre las tendencias contrapuestas mencionadas.
Es acá donde las definiciones se han postergado. Sergio Massa presentó su Frente Renovador, pero mantiene el interrogante sobre si será o no primer candidato de su lista; Francisco de Narváez ha presentado su propia alianza tras fracasar las negaciones con el Pro para integrarla; el Partido de Mauricio Macri ha presentado en consecuencia su propia alianza.
Esto implica postergar por nueve días más, hasta el 22 de junio cuando vence el plazo para presentar las listas de candidatos, las definiciones para el distrito decisivo. Si Massa decide encabezar su lista, plantea una opción competitiva que puede aspirar a ganar, pero si lo hace con otro candidato, se transforma en una alternativa que dividirá al peronismo disidente.

Sobre nueve alianzas que se han presentado, cinco adscriben a esta corriente política con distintas variantes

También puede suceder, que finalmente el Pro no se presente y que opte por negociar incorporar candidatos en las listas de Massa o De Narváez. Al mismo tiempo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, aparece con gente de sus agrupaciones en la lista del último, pero sin que ello implique una definición absoluta. Al mismo tiempo, tampoco está definido quién será el primer candidato a diputado nacional del kirchnerismo en este distrito.
La situación del peronismo como expresión política es singular. La denominación no aparece en las alianzas del kirchnerismo y del peronismo disidente y en la provincia de Buenos Aires, aunque sí aparece en la de Massa. Sobre nueve alianzas que se han presentado, cinco adscriben a esta corriente política con distintas variantes.
En conclusión, definido el panorama nacional el 12 de junio con la presentación de las alianzas, queda pendiente la definición bonaerense para el 22 de junio, cuando venza el plazo para las candidaturas. Un Massa encabezando su lista, se transforma en amenaza para que el FV tenga el primer lugar en Buenos Aires, en cambio poniendo otro candidato, puede resulta funcional para dividir el voto peronista no-Kirchnerista y por eso lo que haga puede decidir el resultado en el distrito que genera el efecto nacional.. 

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Snowden denuncia el “amplio” ciberespionaje de EE UU a China

"No soy un traidor ni un héroe", dice el exanalista en una entrevista a un diario de Hong Kong




JOSE REINOSO Pekín 


Un seguidor de Snowden muestra un cartel de apoyo, en una plaza de Manhattan. / MARIO TAMA (AFP)

Edward Snowden, el joven estadounidense que ha desvelado el programa ultrasecreto de vigilancia masiva de comunicaciones llevado a cabo por Washington, asegura que tiene documentos que prueban que el Gobierno del presidente Barack Obama ha pirateado de forma amplia redes de ordenadores en China continental y Hong Kong desde hace años. Así lo afirma en una amplia entrevista concedida al diario de Hong Kong South China Morning Post (SCMP), publicada este jueves. “No soy un traidor ni un héroe. Soy un americano”, dice el exempleado de la CIA, quien añade que luchará contra cualquier intento de extradición por parte de Estados Unidos.
El SCMP anunció a última hora del miércoles algunos detalles de la entrevista, que fue realizada ese mismo día en “un lugar secreto en Hong Kong”. El periódico –el principal en habla inglesa de la excolonia británica- asegura que el joven estadounidense ha pedido que no se proporcionen detalles de cómo se produjo el encuentro, que duró una hora.
Las revelaciones suponen un fuerte golpe para Obama y sus continuas quejas a Pekín de que empresas y organismos de Estados Unidos son objeto de ciberataques por parte de China, ya que pierde con ellas credibilidad y autoridad moral para realizar exigencias a Pekín. Además, de ser ciertas dan respaldo a la posición de China, que suele responder que ella misma es objeto de ciberataques cuando es acusada de ciberespionaje.

Snowden afirma que Washington ha pirateado redes de ordenadores en China continental y Hong Kong desde hace años

Snowden trabajaba para un contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos cuando decidió viajar a Hong Kong el 20 de mayo. Desde allí filtró a los diarios británico The Guardian y estadounidense The Washington Post el extenso programa estadounidense de espionaje a llamadas telefónicas y transmisiones por Internet en grandes compañías como Google, Microsoft, Facebook y Skype.
Según documentos que Snowden tiene en su poder -vistos por SCMP, pero no verificados por el diario-, la NSA ha espiado ordenadores en China y Hong Kong desde 2009. Entre sus objetivos en la excolonia, se encuentran la Universidad de Hong Kong, funcionarios del Gobierno, empresarios y estudiantes.
La entrevista no entra en detalles sobre los ciberataques en el continente. Pero, según el joven, ninguno de los documentos revela información sobre los sistemas militares chinos.
El exespía cree que la NSA llevó a cabo más 61.000 operaciones de pirateo en todo el mundo, cientos de ellas en China y Hong Kong. “Pirateamos las redes troncales que nos dan acceso a las comunicaciones de cientos de miles de ordenadores sin tener que piratear cada uno de ellos”, afirma. “La semana pasada, el Gobierno americano operaba alegremente en la sombra sin respeto por el consentimiento de los gobernados, pero ya no. Cada capa de la sociedad está pidiendo responsabilidades y supervisión”.
Snowden afirma que ha filtrado la información para demostrar “la hipocresía del Gobierno de Estados Unidos cuando asegura que, a diferencia de sus adversarios, no tiene como objetivo infraestructuras civiles”. “No solo lo hace, sino que tiene tanto miedo de que se sepa que está dispuesto a utilizar cualquier medio, como la intimidación diplomática, para evitar que esta información se haga pública”. Dice que se siente orgulloso de ser estadounidense y que cree “en la libertad de expresión”. “Actué de buena fe, pero es correcto que la gente se forme su propia opinión”.

El ex espía cree que la NSA llevó a cabo más 61.000 operaciones de pirateo en todo el mundo

Snowden cuenta que siente temor por su seguridad y no ha contactado con su familia. “Nunca me sentiré seguro. Las cosas son muy difíciles para mí en todos los aspectos, pero decir la verdad al poder nunca ha estado exento de riesgos. Ha sido difícil, pero me ha alegrado ver a la gente en todo el mundo hablar contra estos actos de violación sistémica de la privacidad. Lo único que puedo hacer es confiar en mi formación y esperar que los Gobiernos del mundo rechacen ser acosados por Estados Unidos para perseguir a gente que busca refugio político”.
El antiguo analista de la CIA asegura que Washington está acosando a Hong Kong para que lo extradite, y a quienes creen que su intención es esconderse contesta: “La gente que piensa que he cometido un error al elegir Hong Kong malinterpreta mis intenciones. No estoy aquí para esconderme de la justicia. Estoy aquí para revelar unos hechos criminales”.
Dice que luchará contra cualquier intento de extradición por parte de Estados Unidos y que se quedará en la región administrativa especial china hasta que le pidan que se vaya. “He tenido muchas oportunidades de huir de Hong Kong, pero prefiero quedarme y luchar contra el Gobierno de Estados Unidos en los tribunales, porque tengo fe en el gobierno de la ley en Hong Kong”. “Mi intención es pedir a los tribunales y al pueblo de Hong Kong que decidan mi destino”. Recuerda que no ha cometido ningún crimen en el territorio y que no tiene motivo para dudar de su sistema legal. Otra opción para él sería solicitar protección en la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas en Hong Kong.
El Gobierno de la excolonia ha rechazado, de momento, manifestarse sobre el caso. Aunque el estadounidense ha recibido las simpatías de diputados, expertos legales y activistas locales, otros como la diputada Regina Ip, exresponsable de la seguridad de Hong Kong y cercana al Gobierno de Pekín, le han pedido que se vaya.
Snowden dejó el hotel Mira, situado en el distrito de Kowloon –en la parte continental de Hong Kong-, en el que estaba alojado, el lunes a mediodía, después de que el día anterior The Guardian desvelara con su consentimiento que era la fuente de una de las filtraciones de seguridad más importantes de la historia de Estados Unidos.
La excolonia británica tiene un tratado de extradición con Estados Unidos firmado en 1996, que incluye algunas excepciones, como crímenes considerados políticos, y Snowden podría intentar acogerse a esta posibilidad. Washington ha comenzado el proceso para acusarle de violación de secretos de Estado, pero, de momento, no ha solicitado su detención y envío.
Cualquier negociación sobre su entrega pasará por Pekín. Aunque Hong Kong goza de un alto grado de autonomía desde su devolución a China por Reino Unido en 1997, su legislación recoge que el Gobierno central puede dictar instrucciones para que se conceda o no una extradición en casos en los que los intereses de China “en asuntos relacionados con la defensa o la política exterior se vean afectados de forma significativa”. Los expertos creen que la potencial extradición llevaría bastante tiempo. Snowden ha dicho que una de las razones por las que decidió volar a la excolonia británica es que piensa que en Estados Unidos no tendría un juicio justo.
Hong Kong tiene una larga tradición de protesta callejera en defensa de las libertades, y el próximo sábado hay convocada una marcha en apoyo del joven estadounidense para presionar al Gobierno local con objeto de que le proteja. Los manifestantes, entre los cuales se prevé que haya diputados, se dirigirán en primer lugar al consulado de Estados Unidos y luego a la sede del Gobierno local para pedir que Snowden no sea extraditado en caso de que Estados Unidos lo solicite. “Debemos protegerlo. Pedimos al Gobierno de Hong Kong que defienda la libertad de expresión”, ha afirmado Tom Grundy, portavoz de los convocantes, informa France Presse. “No sabemos qué ley puede haber o no haber violado; pero si Pekín tiene la última palabra, entonces no debe ser extraditado si es un disidente político”.
In-media, una página web que apoya a los periodistas autónomos y ha organizado la manifestación, ha instado a la gente a manifestarse porque Snowden ha sacrificado su seguridad personal y su libertad para defender la libertad de expresión.
Entre los diputados que han afirmado que participarán en la marcha, están Abert Ho Chun-yan, Claudia Mo y Charles Mok, según SCMP. The Civil Human Rights Front, que es responsable de las convocatorias a favor de la democracia que tienen lugar cada año el 1 de julio –aniversario de la devolución de Hong Kong a China- ha confirmado que tomará parte. 

Si no acuerdan, pierden todos


Por Luis Majul | LA NACION

Si Mauricio Macri, Francisco de Narváez y Sergio Massa no terminan estableciendo un mínimo acuerdo que les permita poner un límite a Cristina Fernández es probable que la Presidenta se salga con la suya y quede muy bien parada después de las próximas elecciones de octubre. Y también es probable que Ella se sienta con el "derecho" político de plantear una reforma constitucional que incluya su propia reelección. El que aparezcan peleados, egoístas, especulativos, tirando para un solo lado y sin la grandeza necesaria como para deponer cuestiones personales mientras el Gobierno trabaja con el objetivo inamovible de perpetuarse en el poder, les hará pagar, a ellos tres, entre otros, un costo político enorme, mucho mayor del que ahora pueden imaginar, inmersos como están en una fuerte puja por los lugares en las listas.

Deberían aprender un poco de las organizaciones de centroizquierda en la ciudad de Buenos Aires, cuyos dirigentes eligieron competir en la gran interna de las PASO para no dispersar los votos y terminar siendo funcionales al Frente para la Victoria (FPV). Al cierre de esta columna, todo parecía indicar que tanto Macri como De Narváez y Massa inscribirían hoy, el último día posible, a sus propios partidos, cada uno por separado, sin establecer ninguna alianza formal entre ellos o sus referentes más importantes. Según una fuente muy cercana al jefe de gobierno de la ciudad esto no significaría, necesariamente, una ruptura. Ni siquiera la imposibilidad práctica de ir juntos, en la provincia de Buenos Aires, con De Narváez o con Massa. "Sólo significa que hasta el día de hoy no pudimos encontrar un camino común y por eso no aparecieron los nombres para las alianzas. Pero tenemos tiempo hasta el 22 de junio, cuando se cumpla el plazo para presentar las listas. En el caso de que la negociación termine bien, podremos ir a elecciones bajo el sello de Pro, el de el Colorado o el de Sergio. Eso, al final de la película, será lo de menos", aclaró la fuente. ¿Podrán arreglar en menos de dos semanas lo que no pudieron recomponer en los últimos cuatro años?
Resultados de encuestas cualitativas que tienen casi todos los candidatos de la oposición demuestran que los votantes anti-K, en la provincia de Buenos Aires, quieren ganarle al oficialismo sea como sea. Que no les importa tanto quién será el candidato, sino si está en condiciones de superar al postulante que designe la Presidenta para competir en nombre del FPV. A ese nivel de hartazgo llegó más del 50% del padrón bonaerense. El que sepa interpretar semejante estado de ánimo podrá capitalizarlo en beneficio propio. Massa, ganador en cualquier encuesta previa, podría hacerlo. Sin embargo, duda. Los que lo escucharon esgrimir sus argumentos más de una vez sienten que, para lanzarse, busca más "reaseguros que un acorazado en el medio de una guerra". Parece que a él no le alcanza con ganar. Quisiera hacerlo como se le da en Tigre, con cerca del 70% de los votos. Con vecinos dispuestos a elegirlo estén a favor o en contra de Cristina Fernández. Desearía que el tiempo se adelantara y que 2015 estuviera a la vuelta de la esquina, para que su labor como diputado nacional no le diluyera su mejor perfil: el de gran gestor en el medio de una provincia difícil. Daría lo que no tiene para evitar que Ella y sus muchachos no empezaran a esmerilarlo, como lo hicieron con el propio Macri, Daniel Scioli, Elisa Carrió y todos los que amenazaron, por diferentes motivos, la supervivencia del kirchnerismo en el poder. Pero nadie, en la política y en la Argentina actual, es capaz de ganar mucho si no arriesga algo de su capital o de su comodidad. Es cierto que la mayoría de la gente no está al tanto de la interna de la política. Pero también es verdad que si Massa elige el camino de apoyar una lista "gris" en la que él no figure, toda la oposición lo acusará de haber jugado a favor de su proyecto personal y en beneficio indirecto de la Presidenta, porque le quitará así algunos votos de De Narváez, el dirigente que hoy le ganaría a cualquier postulante del cristinismo.
De lo mismo van a terminar de acusarse mutuamente Macri y De Narváez si al final no le ponen la firma a su contrato de convivencia. Cuando todavía no se sentaron a negociar cargo por cargo, los operadores del jefe de gobierno porteño acusan al diputado nacional de "trabajar para Scioli, que es kirchnerista" y cobijar en su hipotética lista a dirigentes del gobernador de la provincia. A su vez, quienes le son fieles a De Narváez denuncian a Macri por haber convenido un pacto no escrito con la propia Presidenta y dicen que una evidencia de ese acuerdo espurio sería el pago de una buena parte de la deuda que el Estado nacional mantiene con la empresa de un primo del jefe de gobierno. "Si todavía no terminaron de negociar y ya se tratan como traidores, ¿te imaginás lo que pueden llegar a ser gobernando, cada uno con una cuota de poder?", me dijo un ex ministro de este gobierno, quien también fue duhaldista y menemista, en el momento en que cada uno de ellos estaba en la presidencia de la Nación.
Los kirchneristas de paladar negro suelen comparar los intentos de la oposición por acordar con la fallida experiencia de la Alianza, cuando las diferencias entre el presidente Fernando de la Rúa y el vice Carlos "Chacho" Álvarez aceleraron la caída de un gobierno aquejado por una crisis económica, social y política sin precedente. Sin embargo, el momento político es muy diferente. Y la demanda de una buena parte de la sociedad no es para que se junten a cualquier precio, sino detrás de reivindicaciones muy precisas y concretas. Que el Gobierno no se lleve por delante a la Justicia y la Constitución es una de ellas. Que se ocupe de la seguridad en serio es otra. Que no alimente la inflación con decisiones delirantes como el cepo cambiario y el control de precios por parte de militantes rentados. Que no utilice el Fútbol para Todos para hacer propaganda política exagerada con fondos públicos derivados de los impuestos que pagamos todos. Que no ataque a los miembros de la Corte Suprema que no le responden como le gustaría a la Presidenta. Que se desmienta, con los papeles en la mano, cada una de las denuncias de corrupción que ponen bajo sospecha a la jefa del Estado, al vicepresidente Amado Boudou y a algunos de los ministros y secretarios del gabinete. Que no se gobierne con la idea de hacer una revolución contra "los poderes concentrados" y "las corporaciones", sino de manera sencilla y práctica, como lo vienen haciendo, por ejemplo, los gobiernos de países vecinos como Brasil, Perú, Uruguay y Chile, donde la economía crece pero con mucha menos inflación. Que no se hable de la pobreza, sino que se la ataque en serio. Un gobierno que no se llene la boca con el aumento del presupuesto para la educación y al mismo tiempo impulse un paro de docentes en la provincia de Buenos Aires. Para satisfacer esa demanda sostenida, no es suficiente con quedarse toda la madrugada "poroteando" para ver qué fuerza opositora obtiene mejores lugares en las listas de diputados y senadores. Hace falta, también, un poco de grandeza y de generosidad.
© LA NACION.


“No soy un traidor”, dijo el joven que destapó el espionaje de EE.UU.

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miércoles, 12 de junio de 2013

Los cinco escándalos que acosan a Barack Obama


A menos de seis meses del inicio de su segundo período de gobierno, el presidente de EE.UU. es noticias por los grandes problemas que afronta.


Barack Obama es cuestionado ultimamente por un amplio sector ciudadano y político en los EE.UU.. Foto: AP 

A menos de seis meses del inicio de su segundo período de gobierno, Barack Obama está inmerso en una seguidilla de escándalos que bien podrían terminar definiendo cómo pasará a la historia.
Una serie de filtraciones relativas a la seguridad nacional tienen al gobierno a la defensiva y dejan en evidencia el nivel de discrecionalidad y de secretismo con el que se administran las polémicas leyes que autorizan vigilancias cuando se sospecha de actividades extremistas.

El caso de la masiva obtención de datos de la telefónica Verizon o el seguimiento de usuarios de Internet que se conoció la semana pasada por la información que suministró a la prensa el ex asistente de la CIA Edward Snowden han aumentado la presión sobre Obama, al tratarse de operaciones de vigilancia estatal que tienen al menos el potencial de abarcar a segmentos grandes de la población sobre los que no recae evidencia de actividad ilegal.
Más allá de las consideraciones políticas y naturales reacciones partidistas, cada caso toca el área de los derechos ciudadanos de una manera distinta, desde la libertad de expresión y presunción de inocencia, hasta el derecho a la privacidad y la igualdad ante la ley. Y cómo se supeditan o no al "máximo interés" de la seguridad nacional.
Para muchos resulta irónico que un presidente que llegó al poder cuestionando los excesos cometidos en nombre de la llamada "guerra contra el terrorismo" esté siendo señalado por sus propios excesos al usar las herramientas legales que tanto criticó antes de llegar a la Casa Blanca.

1. LOS TELÉFONOS DE AP

 

A principios de mayo, el Departamento de Justicia le informó a la agencia de noticias Associated Press (AP) que el gobierno había obtenido registros de llamadas de 20 líneas de la agencia, entre números de oficinas y teléfonos personales de algunos periodistas.

Aunque AP aseguró que no se le explicó la razón de la investigación, la agencia lo vínculo a un artículo publicado en mayo del 2012 en el que se revelaba el desmantelamiento de un supuesto plan de atentado por parte de al-Qaeda que se originó en Yemen.
El presidente de AP Gary Pruitt, calificó la acción del departamento de Justicia como "una intrusion masiva y sin precedentes" y "una seria interferencia con los derechos contitucionales de AP".
Los profesionales de la prensa han visto en la acción del gobierno un indebido intento de identificar una fuente de información que se supone protegida por la sacrosanta confidencialidad que establece cuando entra en relación con un periodista. Para el gobierno se trata de capturar a un "soplón" que consideran que ha puesto en riesgo la seguridad nacional revelando secretos clasificados.

2. VERIZON E INTERNET

 

Lo que involucraba a unos pocos números telefónicos en el caso de AP se convirtió en millones en el de la filial estadounidense de la telefónica Verizon y potencialmente más aún en el de la vigilancia de usuarios de internet.

La semana pasada el diario británico The Guardian y el estadounidense The Washington Post presentaron datos obtenidos del ex asistente técnico de la CIA, Edward Snowden, que evidenciaban que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) mantenía un sistema regular de obtención de datos telefónicos aprobado por una corte secreta.
La reacción de la Casa Blanca y del Congreso dejó en claro que se trataba de una práctica común, de vieja data y que cuenta con respaldo legal en las polémicas Ley Patriota y la Ley de Vigilancia de Información Extranjera (FISA) heredadas de tiempos de George W. Bush.
"Nadie está escuchando sus llamadas", aseguró el fin de semana el presidente Barack Obama aclarando que no se trata de "escuchas telefónicas", sino que, al igual que en el caso de AP, lo que se recoge es la llamada "metadata". Además, el mandatario defiende la legalidad de la medida argumentando que está "aprobada por todas las ramas del Estado".
Pero los grupos de derechos civiles han cuestionado la laxa interpretación que asegura que hace el departamento de Justicia de las de por si polémicas leyes, del secreto en el que se mantiene todo el proceso y del amplio alcance, cosa que estaría reñida con la Cuarta Enmienda de la Constitución que protege a los ciudadanos de "búsquedas injustificadas".

3. LOS IMPUESTOS DEL TEA PARTY

 

En mayo pasado, casi simultáneamente con la noticia sobre AP, un informe interno de la Oficina de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) reveló que se habían usado "criterios inapropiados" para otorgar estatus especiales de rebaja de impuestos a organizaciones sin fines de lucro vinculadas al llamado Tea Party, el ala más conservadora del Partido Republicano.

El reporte del Inspector de Administración de Impuestos indicaba que se había represado solicitudes de estas organizaciones cuando aparecían en sus nombres alusiones al Tea Party o su retórica o sus agendas eran consideradas ultraconservadoras.
Una de las preocupaciones del IRS era que estos grupos, al declararse como "promotoras del bienestar social", se acogieran a exenciones a las que no tendría derecho de reconocer que realizan actividades de proselitismo político. Aunque esas prácticas ya habrían sido descontinuadas y el comisionado interino Steven Miller renunció a su cargo, el FBI abrió una investigación criminal sobre el caso.
Sin embargo, para los demócratas el escándalo podría complicarles las elecciones de medio término para el Congreso y, por lo pronto, han revivido el movimiento conservador que tras sus éxitos del 2010 había perdido influencia dentro del Partido Republicano. De hecho, diferentes sondeos de opinión indican que el del IRS y el Tea Party es el escándalo que más preocupa a los estadounidenses, mientras que el de las escuchas telefónicas les resulta el menos importante.

4. ATAQUE EN BENGASI

 

Antes de esta cadena de escándalos, el flanco preferido de los ataques republicanos al gobierno era los fallos de seguridad que en noviembre de 2012 facilitaron un ataque al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, causándole la muerte al embajador estadounidense en Libia Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.

El recuerdo de Bengasi se reactivó en días pasados con el nombramiento de la actual embajadora ante la ONU, Susan Rice, como nueva asesora de seguridad nacional del presidente Obama.
Varios congresistas republicanos recordaron que Rice no pudo sustituir a Hillary Clinton en el departamento de Estado, porque la Casa Blanca sabía que no contaría con la aprobación del Comité de Exteriores y cuestionaron el nuevo nombramiento.
Rice es vista por los republicanos como una de las principales promotoras de lo que consideran una campaña de desinformación del ejecutivo que no reconoció en primera instancia que el ataque a la embajada había sido una acción premeditada y que hubo un fatal fallo de inteligencia.
Como consecuencia de la polémica cinco comités del Congreso abrieron sendas investigaciones. En abril los integrantes republicanos presentaron un informe preliminar en el que aseguran que el gobierno no reforzó la seguridad de los diplomáticos en Libia pese a contar con información que así lo aconsejaba. Además señalaron que la Casa Blanca construyó un relato impreciso de los eventos y al final culpó a las agencias de inteligencia por los huecos que la versión oficial presentaba.

5. RÁPIDO Y FURIOSO

 

Los casos de AP y de Verizon han renovado la presión sobre el secretario de Justicia, Eric Holder, quien en junio de 2012 se convirtió en el único miembro de gabinete de un gobierno estadounidense en ser declarado en desacato acusado de obstruir una investigación del Congreso.

La investigación era sobre Rápido y Furioso, el fallido plan de la oficina de Alcohol, Tabaco y Armas, dependiente del departamento de Justicia, con el que intentaban rastrear armas ilegales en su ruta hacia carteles de la droga mexicanos.
El rastreo no tuvo éxito y 2000 armas usadas en el programa desaparecieron, hasta que dos de ellas fueron usadas en un tiroteo en diciembre de 2010 en Arizona el que murió un agente de la Patrulla de Fronteras estadounidense.
La muerte del oficial aceleró una investigación parlamentaria abierta desde 2009 -y que Holder consideró un decisión "políticamente motivada", por tratarse de año electoral- en la que su oficina no suministró toda la información que se le solicitó sobre el programa.
Incluso cuando Holder quiso limar asperezas con la prensa tras el escándalo de AP su oficina convocó a reuniones off the record, lo que a muchos medios les pareció irónico y un intento de ocultar cosas a la esfera pública por lo que algunos no asistieron a los encuentros.
Muchos observadores en Washington piensan que la confluencia de todas estas tormentas políticas sobre el departamento de Justicia bien podrían resolverse con la salida de Holder del cargo, una movida que sería vista por algunos como una manera de la Casa Blanca calmar las exigencias de responsabilidad que hace parte importante del público..