Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

viernes, 20 de septiembre de 2013

El Papa: “Jamás he sido de derechas”

 

 

“Veo la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla”, declara a la revista de los jesuitas.


El pontífice, crítico con una Iglesia "obsesionada" con el aborto o los matrimonios gais.


"No es posible una injerencia espiritual en la vida personal", dice sobre la homosexualidad.






PABLO ORDAZ Roma 


El Papa durante la procesión del pasado Viernes Santo. / ATLAS / GETTY

Durante tres días de finales de agosto, el papa Francisco concedió una entrevista a La Civiltà Cattolica, la histórica publicación de la Compañía de Jesús —en España, ha sido difundida por Razón y Fe—. Durante seis horas divididas en tres días, su director, el sacerdote Antonio Spadaro, conversó con el Papa sobre la situación crítica de la Iglesia, los temas candentes de su pontificado y también sobre sus gustos y pecados. A la pregunta directa de quién es Jorge Mario Bergoglio, responde: “No sé cuál puede ser la respuesta exacta… Yo soy un pecador. Esta es la definición más exacta. Y no se trata de un modo de hablar o un género literario. Soy un pecador”. La entrevista completa, en la que Francisco se muestra crítico con una Iglesia "obsesionada" con el aborto o el matrimonio gay, será publicada por las revistas de laCompañía de Jesús.
Sobre los cambios en la Iglesia, el Papa admite que existe una cierta prisa en empezar a verlos: “Son muchos, por poner un ejemplo, los que creen que los cambios y las reformas pueden llegar en un tiempo breve. Yo soy de la opinión de que se necesita tiempo para poner las bases de un cambio verdadero y eficaz (…). Pero, mire, yo desconfío de las decisiones tomadas improvisadamente. Desconfío de mi primera decisión, es decir, de lo primero que se me ocurre hacer cuando debo tomar una decisión. Suele ser un error. Hay que esperar, valorar internamente, tomarse el tiempo necesario. La sabiduría del discernimiento nos libra de la necesaria ambigüedad de la vida, y hace que encontremos los medios oportunos, que no siempre se identificarán con lo que parece grande o fuerte”.

 

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Dice Jorge Mario Bergoglio que, cuando fue arzobispo de Buenos Aires, tomó la costumbre de consultar siempre sus decisiones: “Esto me ha ayudado mucho a optar por las decisiones mejores. Ahora, sin embargo, oigo a algunas personas que me dicen: “No consulte demasiado y decida”. Pero yo creo que consultar es muy importante. Los consistorios y los sínodos, por ejemplo, son lugares importantes para lograr que esta consulta llegue a ser verdadera y activa. Lo que hace falta es darles una forma menos rígida. Deseo consultas reales, no formales. La consulta a los ocho cardenales, ese grupo consultivo externo, no es decisión solamente mía, sino que es fruto de la voluntad de los cardenales, tal como se expresó en las Congregaciones Generales antes del Cónclave. Y deseo que sea una consulta real, no formal”.
Durante la entrevista, el Papa recuerda su experiencia de gestión, remontándose a los tiempos en que tuvo responsabilidades en la Compañía de Jesús: “En mi experiencia de superior en la Compañía, si soy sincero, no siempre me he comportado así, haciendo las necesarias consultas. Y eso no ha sido bueno. Mi gobierno como jesuita, al comienzo, adolecía de muchos defectos. Corrían tiempos difíciles para la Compañía: había desaparecido una generación entera de jesuitas. Eso hizo que yo fuera provincial aún muy joven. Tenía 36 años: una locura. Había que afrontar situaciones difíciles, y yo tomaba mis decisiones de manera brusca y personalista. Es verdad, pero debo añadir una cosa: cuando confío algo a una persona, me fío totalmente de esa persona. Debe cometer un error muy grande para que yo la reprenda. Pero, a pesar de esto, al final la gente se cansa del autoritarismo. Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas (…). Todo esto que digo es experiencia de la vida y lo expreso por dar a entender los peligros que existen. Con el tiempo he aprendido muchas cosas”.
Sobre el papel que tiene que adoptar la Iglesia en este momento histórico, el papa Francisco es muy gráfico: “Veo con claridad –prosigue– que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas... Y hay que comenzar por lo más elemental (…). La Iglesia a veces se ha dejado envolver en pequeñas cosas, en pequeños preceptos. Cuando lo más importante es el anuncio primero: ‘¡Jesucristo te ha salvado!”.
Jorge Mario Bergoglio parece tener muy claro el retrato robot de los líderes espirituales que necesita la Iglesia: “Los ministros del Evangelio deben ser personas capaces de caldear el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de saber dialogar e incluso descender a su noche y su oscuridad sin perderse. El pueblo de Dios necesita pastores y no funcionarios ‘clérigos de despacho’ (…). En lugar de ser solamente una Iglesia que acoge y recibe, manteniendo sus puertas abiertas, busquemos más bien ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos, capaz de salir de sí misma yendo hacia el que no la frecuenta, hacia el que se marchó de ella, hacia el indiferente. El que abandonó la Iglesia a veces lo hizo por razones que, si se entienden y valoran bien, pueden ser el inicio de un retorno. Pero es necesario tener audacia y valor”.
Como en el vuelo papal de regreso de Río de Janeiro, el papa argentino no tiene reparos en hablar de aquellos a quienes la Iglesia ha vuelto la cara: “Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla. Al decir esto he dicho lo que dice el Catecismo. La religión tiene derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia espiritual en la vida personal. Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición. Hay que acompañar con misericordia. Cuando sucede así, el Espíritu Santo inspira al sacerdote la palabra oportuna”.
De igual manera, el Papa se muestra favorable a revisar la actitud de la Iglesia hacia las nuevas familias: “Esta es la grandeza de la confesión: que se evalúa caso a caso, que se puede discernir qué es lo mejor para una persona que busca a Dios y su gracia. El confesionario no es una sala de tortura, sino aquel lugar de misericordia en el que el Señor nos empuja a hacer lo mejor que podamos. Estoy pensando en la situación de una mujer que tiene a sus espaldas el fracaso de un matrimonio en el que se dio también un aborto. Después de aquello esta mujer se ha vuelto a casar y ahora vive en paz con cinco hijos. El aborto le pesa enormemente y está sinceramente arrepentida. Le encantaría retomar la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor?”. Y añade: “No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto. Por lo demás, ya conocemos la opinión de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar”.
"Las enseñanzas de la Iglesia, sean dogmáticas o morales, no son todas equivalentes. Una pastoral misionera no se obsesiona por transmitir de modo desestructurado un conjunto de doctrinas para imponerlas insistentemente", añade. "Tenemos que encontrar un nuevo equilibrio (...). La propuesta evangélica debe ser más sencilla, más profunda e irradiante. Solo de esa propuesta surgen luego las consecuencias morales".
Un apartado especialmente interesante de la entrevista es aquel en el que el Papa se muestra partidario de afrontar, “hoy”, el papel de la mujer en la Iglesia: “Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del ‘machismo con faldas’, porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a menudo se inspiran en una ideología machista. Las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia. María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque no hay que confundir la función con la dignidad. Es preciso, por tanto, profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer. Solo tras haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de la Iglesia. En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia”.
Y al final, siempre, el Papa vuelve a uno de sus temas preferidos, las periferias del mundo: “Me dan miedo los laboratorios porque en el laboratorio se toman los problemas y se los lleva uno a su casa, fuera de su contexto, para domesticarlos, para darles un barniz. No hay que llevarse la frontera a casa, sino vivir en frontera y ser audaces (…). Cuando se habla de problemas sociales, una cosa es reunirse a estudiar el problema de la droga de una villa miseria, y otra cosa es ir allí, vivir allí y captar el problema desde dentro y estudiarlo. Hay una carta genial del padre Arrupe a los Centros de Investigación y Acción Social (CIAS) sobre la pobreza, en la que dice claramente que no se puede hablar de pobreza si no se la experimenta, con una inserción directa en los lugares en los que se vive esa pobreza. La palabra ‘inserción’ es peligrosa, porque algunos religiosos la han tomado como una moda, y han sucedido desastres por falta de discernimiento. Pero es verdaderamente importante”. El ejemplo que pone Jorge Mario Bergoglio es definitivo: “Pensemos en las religiosas que viven en hospitales: viven en las fronteras. Yo mismo estoy vivo gracias a ellas. Con ocasión de mi problema de pulmón en el hospital, el médico me prescribió penicilina y estreptomicina en cierta dosis. La hermana que estaba de guardia la triplicó porque tenía ojo clínico, sabía lo que había que hacer porque estaba con los enfermos todo el día. El médico, que verdaderamente era un buen médico, vivía en su laboratorio, la hermana vivía en la frontera y dialogaba con la frontera todos los días. Domesticar las fronteras significa limitarse a hablar desde una posición de lejanía, encerrase en los laboratorios, que son cosas útiles. Pero la reflexión, para nosotros, debe partir de la experiencia”. 

Las bases de la reconstrucción


Por Natalio Botana | LA NACION


Como en cualquier momento que marca un antes y un después, coexisten en la vida política varias historias. En las que acontecen en la superficie del proceso electoral se cruzan discursos, escasas propuestas, polémicas y mentiras o medias verdades. Éste es el nivel donde abunda la política de la sospecha: el oficialismo denuncia golpes y toda clase de conspiraciones, y no faltan opositores que se dejan envolver por semejante atmósfera.
La consigna para librar este combate consiste en identificar destituyentes que actúan como testaferros de poderes ocultos, corporativos y mediáticos. No habría, según esta óptica, autonomía ciudadana, sino el astuto montaje de unos poderes en la sombra que manipulan al elector para convertirlo en mero transmisor de sus intereses.
La política de la sospecha es pues un recurso retórico y un emergente de lo que viene sucediendo en el país desde hace ya una larga década: presidentes que no concluyen su mandato al paso de crisis económicas y rápidos movimientos de la dirigencia que, ante el vacío, arman otros escenarios, en particular el de la rotación dentro del matrimonio Kirchner.
Tan grave como esos episodios de nuestro pasado reciente es la memoria de aquellos hechos agónicos. Por esos soportamos una sensación de inestabilidad a la cual no son ajenas las concepciones hegemónicas de un Gobierno que, hasta hace pocas semanas, se consideraba intérprete exclusivo y autorizado de las mayorías populares. Roto ese vínculo por un resultado electoral adverso, la impresión de inestabilidad también penetra en los rangos del oficialismo.
Estos riesgos no están suspendidos en el aire. Arraigan, al contrario, en tierra firme porque bajo los conflictos de superficie permanece en ebullición una historia profunda que se va formando por unos golpes mucho más reales que imaginarios. Ante el fracaso de las decisiones que se fueron acumulando a lo largo de estos últimos años, y la evidente ausencia de políticas de Estado, la sociedad se estremece con el crimen organizado (véase, por ejemplo, lo que pasa en Córdoba y Rosario), las falencias del transporte con su séquito de víctimas o los efectos de una inflación creciente.
Es una situación en la cual cruje la infraestructura de la vida cotidiana mientras se va apagando una visión acerca de lo público anclada en el pasado. La política de la sospecha y el imaginario destituyente son parte de una manera de ver las cosas que, se creía, había alcanzado su apogeo en 2011 con la más rotunda mayoría obtenida en 28 años de democracia. Breve apoteosis. En verdad, el pasaje del apogeo al crepúsculo ha sido muy veloz, lo cual debería suponer un cambio de perspectiva; una modificación del ángulo de nuestras inquietudes que coloque en lugar preferente de la agenda pública el ánimo instituyente y el espíritu constructivo. Seamos sinceros: estas virtudes están muy poco difundidas entre nosotros.
Esta doble orientación del comportamiento tiene varios referentes. En primer lugar, la inteligencia práctica para instituir nuevas reglas con apetito de porvenir. Desde hace mucho tiempo, el asunto sigue pendiente. Deberíamos entender que las buenas instituciones están para durar y que esa duración no es posible sin consensos factibles. La manía de machacar sobre la confrontación y el carácter agonal de la política nos ha legado un régimen político cuyos participantes no son propensos a dialogar, proponer y coincidir. Las desconfianzas recíprocas y los discursos cambiantes y poco creíbles podrían, acaso, explicar estos cortocircuitos para llegar a consensos posibles.
Lo que por ahora cunde es el efecto opuesto de lo deseable, las denuncias acerca de un amasijo de corrupciones y la contracara de las acusaciones hacia los destituyentes que destapan esa trama indecente. Poco y nada se reflexiona en torno a las causas que han producido esos derrumbes de la moral pública y a la pobreza presupuestaria de las instituciones independientes aptas para controlar y sancionar corruptelas, grandes y pequeñas. Las ideas normativas acerca de la responsabilidad de los gobernantes, correlativas a la obligación de rendir cuentas por sus actos, tendrían que ser uno de los pilares de la reconstrucción.
En parte estas carencias obedecen a las malformaciones de nuestro sistema representativo que, de cara a una posible sucesión o alternancia presidencial, se fragmenta y realimenta sus tendencias faccionalistas. Dado este cuadro, parecería que el mejor camino es el que proponen las coaliciones programáticas y el desarrollo del arte asociativo (la victoria en Corrientes del gobernador Ricardo Colombi, el domingo, se debe, entre otros motivos, a este estilo de hacer política).
Con esto decimos lo obvio, pues este replanteo de nuestra cultura política exige disponer de instituciones adecuadas. Valga el ejemplo de las PASO. Las elecciones primarias del mes de agosto fueron un factor decisivo para impulsar un cambio de dirección que podría ratificarse en octubre. Pero lo que sirve en una oportunidad puede ser un impedimento en otra.
Si se trata de formar una coalición, las PASO son útiles para integrar una lista de candidatos a diputados mediante la representación proporcional (es lo que pasó, como se recordará, con la conformación de la lista de diputados de UNEN en la ciudad de Buenos Aires). No son tan útiles cuando se trata de elegir candidatos a senadores o a presidente y vicepresidente. En ambos casos, las fórmulas se excluyen y, de acuerdo con la ley en su artículo 44, las fórmulas no se pueden modificar. Volviendo a los datos porteños, en la UNEN se impuso la fórmula para senadores encabezada por "Pino" Solanas porque la ley impide configurar dicha fórmula con los candidatos que salieron primero y segundo.
Tan rígido como éste es el método para elegir candidatos a presidente y vicepresidente. Para el año 2015, en contra de lo que por ejemplo ocurre en Estados Unidos y en Uruguay, competirán en las PASO fórmulas de candidatos imposibles de combinar para presentarlas en los comicios definitivos. Esta falta de flexibilidad atenta contra la posibilidad de formar coaliciones representativas de las principales fuerzas que compiten en un mismo espacio.
Se podrá argüir que un esquema alternativo es incompatible con los artículos 54 y 94 de la Constitución Nacional, olvidando quizá que la Constitución se refiere a la presencia de fórmulas en las elecciones definitivas y no en las previas de las primarias. Habría entonces que pensar, debatir y acordar para ir estableciendo nuevos caminos de entendimiento institucional. Cuanto más apertura haya para incorporar candidatos, mejores serán los resultados para unos y otros.
Todo esto puede sonar a formal y abstracto. No lo es, al contrario, si advertimos que la Argentina, en su sociedad civil y en la geografía de su invertebrado federalismo, es como una materia vital sin forma eficiente. Asciende vertiginosamente en la bonanza, se estremece y declina con estrépito en las circunstancias críticas de su economía, y no termina de encontrar las instituciones que la encaminen a robustecer una democracia republicana y responsable. Hay decenas de ejemplos que podrían sumarse a los pocos que hoy recapitulamos. A lo sumo servirían para incrementar un repertorio de frustraciones. No es éste el rumbo. Instituyentes del futuro y no destituyentes del pasado: esto es lo que ahora nos urge.
© LA NACION. 

Cristina recibió a Correa, en medio de la crisis por Chevron

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jueves, 19 de septiembre de 2013

Defendernos del control digital



Hace falta una nueva ética para esta era. Necesitamos Snowdens y Mannings en China, en Rusia, en todas partes, para combatir la disminución gradual de lo que Kant llamó “el uso público de la razón”.






RAQUEL MARIN

Todos recordamos el rostro sonriente y esperanzado de Obama en su primera campaña: “¡Yes, we can!” Sí, podíamos dejar atrás el cinismo de la era de Bush y ofrecer justicia y bienestar al pueblo estadounidense. Ahora que vemos que Estados Unidos mantiene sus actividades clandestinas y amplia su red de espionaje, incluso vigilando a sus aliados, imaginamos a los manifestantes que increpan al presidente: “¿Cómo puede utilizar aviones no tripulados para matar? ¿Cómo puede espiar incluso a nuestros aliados?”, mientras Obama murmura, con una sonrisa malvada: “Yes we can”.
Pero es un error personalizar. La amenaza contra la libertad revelada por las denuncias está arraigada en el sistema. No solo hay que defender a Edward Snowden porque haya irritado y avergonzado a los servicios secretos estadounidenses; los actos denunciados los cometen, en la medida de sus posibilidades tecnológicas, todas las grandes (y no tan grandes) potencias: China, Rusia, Alemania, Israel.
Sus revelaciones han dado fundamento a nuestras sospechas de que nos vigilan y controlan, y tienen alcance mundial, mucho más allá de las típicas críticas a Estados Unidos. En realidad, Snowden no ha dicho (y Manning tampoco) nada que no supusiéramos ya. Pero una cosa es saberlo en general y otra tener datos concretos.
En 1843, el joven Karl Marx afirmó que el antiguo régimen alemán “imagina que cree en sí mismo, y exige que el mundo imagine lo mismo”. En esas circunstancias, la capacidad de avergonzar a los poderosos es un arma. Como dice él a continuación: “La presión debe aumentarse con la conciencia de la presión, la vergüenza debe ser más vergonzosa haciéndola pública”.

Muchas de las leyes que constituyen el régimen de secretos de Estado son, a su vez, secretas

Esta es exactamente nuestra situación: nos enfrentamos al desvergonzado cinismo de los representantes del orden mundial, que imaginan que creen en sus ideas de democracia, derechos humanos, etcétera. Tras las revelaciones de WikiLeaks, la vergüenza —la suya, y la nuestra por tolerar ese poder— es mayor porque se hace pública. Lo que debería avergonzarnos es la reducción gradual en el mundo del margen para lo que Kant llamaba el “uso público de la razón”.
En su clásico texto ¿Qué es la Ilustración?, Kant compara el uso “público” y “privado” de la razón. “Privado” es el orden comunitario e institucional en el que vivimos (Estado, nación...) y “público” es el ejercicio universal de la razón: “El uso público de nuestra razón debe ser siempre libre, y es lo único que puede llevar la ilustración a los hombres. El uso privado de nuestra razón, en cambio, puede restringirse sin impedir gravemente el progreso de la ilustración. Por uso público de la razón interpreto el uso que hace una persona, por ejemplo, un sabio ante el público que le escucha. Uso privado es el que puede hacer una persona en un cargo de la administración”.
Se ve la discrepancia de Kant con nuestro sentido común liberal: el ámbito del Estado es “privado”, limitado por intereses particulares, mientras que un individuo que reflexiona sobre cuestiones generales hace un uso “público” de la razón. Esta distinción kantiana tiene especial relevancia ahora que Internet y los demás nuevos medios se debaten entre su “uso público” libre y su creciente control “privado”. Con la informática en nube, nos proporcionan los programas y la información a la carta, y los usuarios acceden a herramientas y aplicaciones en la red a través de los navegadores.
Pero este mundo nuevo y maravilloso no es más que una cara de la moneda. Los usuarios acceden a programas y archivos que se guardan en remotas salas de ordenadores de clima controlado; o, como dice un texto publicitario: “Se extraen detalles a los usuarios, que ya no necesitan conocer ni controlar la infraestructura tecnológica ‘en la nube’ de la que dependen”.
He aquí dos palabras clave: extracción y control. Para administrar una nube es preciso un sistema de vigilancia que controle su funcionamiento, y que, por definición, está oculto a los usuarios. Cuanto más personalizado está el smartphone que tengo en la mano, cuanto más fácil y “transparente” es su funcionamiento, más depende de un trabajo que están haciendo otros, en un vasto circuito de máquinas que coordinan las experiencias de usuarios. Cuanto más espontánea y transparente es nuestra experiencia, más regulada está por la red invisible que controlan organismos públicos y grandes empresas con sus secretos intereses.

Es necesaria una nueva red mundial que proteja a quienes denuncian y difunda su mensaje

Si emprendemos el camino de los secretos de Estado, tarde o temprano llegamos al fatídico punto en el que las normas legales que dictan lo que es secreto son también secretas. Kant formuló el axioma clásico de la ley pública: “Son injustas todas las acciones relativas al derecho de otros hombres cuando sus principios no puedan ser públicos”. Una ley secreta, desconocida para sus sujetos, legitima el despotismo arbitrario de quienes la ejercen, como dice un informe reciente sobre China: “En China es secreto incluso qué es secreto”. Los molestos intelectuales que informan sobre la opresión política, las catástrofes ambientales y la pobreza rural acaban condenados a años de cárcel por violar secretos de Estado, pero muchas de las leyes y normas que constituyen el régimen de secretos de Estado son secretas, por lo que es difícil saber cómo y cuándo se están infringiendo.
Si el control absoluto de nuestras vidas es tan peligroso no es porque perdamos nuestra privacidad, porque el Gran Hermano conozca nuestros más íntimos secretos. Ningún servicio del Estado puede tener tanto control, no porque no sepan lo suficiente, sino porque saben demasiado. El volumen de datos es inmenso, y, a pesar de los complejos programas que detectan mensajes sospechosos, los ordenadores son demasiado estúpidos para interpretar y evaluar correctamente esos miles de millones de datos, con errores ridículos e inevitables como calificar a inocentes de posibles terroristas, que hacen todavía más peligroso el control estatal de las comunicaciones. Sin saber por qué, sin hacer nada ilegal, pueden considerarnos posibles terroristas. Recuerden la legendaria respuesta del director de un periódico de Hearst al empresario cuando este le preguntó por qué no quería irse de vacaciones: “Tengo miedo de irme y que se produzca el caos y todo se desmorone, pero tengo aún más miedo de descubrir que, aunque me vaya, las cosas seguirán como siempre y se demuestre que no soy necesario”. Algo similar ocurre con el control estatal de nuestras comunicaciones: debemos tener miedo de no poseer secretos, de que los servicios secretos del Estado lo sepan todo, pero debemos tener aún más miedo de que no sean capaces de hacerlo.
Por eso es fundamental que haya denuncias, para mantener viva la “razón pública”. Assange, Manning, Snowden son nuestros nuevos héroes, ejemplos de la nueva ética propia de nuestra era de control digital. No son meros soplones que denuncian las prácticas ilegales de empresas privadas a las autoridades públicas; denuncian a esas autoridades públicas y su “uso privado de la razón”.
Necesitamos Mannings y Snowdens en China, en Rusia, en todas partes. Hay Estados mucho más represores que Estados Unidos: imaginen qué le habría pasado a Manning en un tribunal ruso o chino (seguramente, nada de juicio público). Eso no quiere decir que Estados Unidos sea blando, pero no trata a los presos con la brutalidad de esas dos potencias, puesto que, con su superioridad tecnológica, no lo necesita (aunque está más que dispuesto a usarla cuando hace falta). En realidad, es más peligroso que China, porque sus medidas de control no lo parecen, mientras que la brutalidad china es fácil de ver.
Es decir, no basta con enfrentar a un Estado con otro (como hizo Snowden con Rusia y Estados Unidos); necesitamos una nueva red internacional que proteja a los que denuncian y ayude a la difusión de su mensaje. Son nuestros héroes porque demuestran que, si los poderosos pueden, nosotros también.
Slavoj Zizek es filósofo esloveno
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
 

Para el Financial Times, “Cristina se comporta como una adolescente y tiene que crecer”

Para el Financial Times, “Cristina se comporta como una adolescente y tiene que crecer”

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los rebeldes en Siria usan el iPad para lanzar misiles



Mientras avanza el plan de desarme químico, los combates internos continúan, algunos, ayudados con tabletas para dirigir morteros.



Un rebelde sirio calibra un mortero con la ayuda de tecnología estadounidense, a través de un iPad. Foto: Reuters 


En momentos en que el mundo tiene la atención puesta en la entrega del arsenal de armas químicas por parte de Siria, en el interior de ese país continúan los enfrentamientos entre las fuerzas oficiales que responden al presidente Bashar Al-Assad y los rebeldes.
El último domingo no dejó de llamar la atención el uso, por parte de los rebeldes, de un iPad para calibrar la precisión del lanzamiento de un mortero contra el ejército.
La imagen, captada por la agencia Reuters, muestra a los milicianos improvisando el uso de este gadget en la guerra interna. Son miembros de la Brigada Ansar Dmiachk, que opera bajo las órdenes del Ejército Libre de Siria, en los suburbios de Damasco.
En junio último también se captó a rebeldes en Damasco utilizando el dispositivo de Apple para dirigir sus armas contra las fuerzas de Al-Assad.
PLAN EN MARCHA

Las autoridades sirias y rusas coordinaron hoy la puesta en marcha del desarme químico de Damasco, que prometió desvelar su arsenal a tiempo y presentó nuevas pruebas que inculparían a los rebeldes en el uso de armas químicas.

Tras reunirse en Damasco con el presidente sirio, Bachar al Asad, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, aseguró que tiene "garantías de que Siria entregará la información necesaria relativa a sus armas químicas en el plazo previsto".
Esos datos deberán ser presentados en La Haya en el plazo de una semana desde la aprobación el pasado 14 de septiembre del acuerdo ruso-estadounidense para la eliminación de estas armas.
Riabkov afirmó, además, que el Consejo de Seguridad de la ONU debe limitarse a adoptar una resolución que respalde la decisión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, en referencia al proyecto francés que incluiría amenazas de sanciones para Damasco en caso de incumplimiento.
ESPERANZA BRINDADA POR MOSCÚ

Frente a las amenazas de que se mantiene sobre la mesa la opción de la intervención militar, Al Assad afirmó que la postura de Moscú "da esperanza para diseñar una nueva hoja de ruta para un equilibrio internacional" y agradeció el apoyo de Rusia a Siria y reiteró que su país es víctima de "un ataque feroz y del terrorismo extremista", según las declaraciones difundidas por la agencia de noticias oficial Sana.
Riabkov, que abogó por una solución política al conflicto, se encuentra de visita en Damasco para abordar el desmantelamiento del arsenal químico sirio, de acuerdo al plan ruso-estadounidense.
Según ese pacto, Siria se incorporará a la Convención Internacional sobre la Prohibición de Armas Químicas, declarará su arsenal y autorizará la entrada de inspectores internacionales para la posterior destrucción de ese armamento.
Riabkov indicó también que las autoridades de Damasco le han proporcionado datos sobre el empleo de armas químicas por parte de los rebeldes sirios el pasado agosto en la periferia de la capital siria, como sostiene el Gobierno de Siria y recordó que esas pruebas, que calificó de "muy fácticas y sin ninguna tergiversación política", ya fueron entregadas a los inspectores de Naciones Unidas que estuvieron recientemente en el país árabe.
"Estamos decepcionados de que en el informe (de la ONU) no se les prestara la suficiente atención", manifestó Riabkov, quien dijo que tales pruebas "pueden cambiar la marcha de las negociaciones" sobre el conflicto sirio.
Al respecto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo hoy que va a enviar al Consejo de Seguridad las pruebas de dicho ataque, que según la oposición siria fue perpetrado por el régimen y causó más de mil muertos en la periferia de la capital.
Riabkov consideró que los intentos de los países occidentales para que se adopte una resolución en el Consejo de Seguridad basada en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas carecen de fundamento. "Solo pueden surgir estos fundamentos si el Consejo de Seguridad constata casos, o algún caso, de incumplimiento de las obligaciones asumidas en el régimen de la Convención sobre Armas Químicas", afirmó.
Agencias Reuters y EFE. 

Harían un pago unilateral por la apropiación de YPF



El Gobierno quiere depositarle US$ 1500 millones a Repsol, que no lo acepta.



Por   | LA NACION





El Gobierno ultima detalles para hacer una jugada política y comercial muy arriesgada. Por orden de la presidenta Cristina Kirchner, funcionarios de los ministerios de Economía y Planificación y ejecutivos de YPF avanzan en un plan para hacer un pago unilateral a Repsol por el 51% de las acciones expropiadas de la petrolera. Así lo informó a LA NACION un funcionario que participa de la iniciativa.

También fuentes del gobierno español confiaron en Madrid que la Argentina hizo saber que estaba en estudio un plan que consistiría en depositar una suma determinada a favor de Repsol. La respuesta fue, según esas fuentes, terminante: "Se les transmitió a los enviados de la Casa Rosada que ese movimiento sólo aumentaría la hostilidad y no frenaría los juicios internacionales que ya están en marcha".
Si en los próximos días no se abriera un canal de diálogo con la compañía española, la Argentina desembolsaría el equivalente a US$ 1500 millones, o menos, en moneda local y al tipo de cambio oficial, en una cuenta del Banco Nación. La cifra es sensiblemente menor a los US$ 10.500 millones que pide el presidente de Repsol, Antonio Brufau, como resarcimiento.
El pago le permitiría al Gobierno cumplir con la ley local y, según creen en despachos oficiales, manifestar su voluntad de negociar. Pero Repsol podría mantener el litigio en el Ciadi.
El encargado de fijar el monto es el Tribunal de Tasaciones de la Nación, que comenzó a estudiar el caso el mes pasado.
Podría emitir una conclusión a principios de octubre. De acuerdo con la ley de expropiación, el Gobierno tiene 24 meses desde la nacionalización para determinar el precio de la petrolera. Hasta ahora pasaron poco más de 17 meses. Fuentes oficiales confirmaron que ese organismo fijará un número que, en la práctica, provendrá de una decisión política.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, uno de los mentores de la expropiación, considera que, en realidad, Repsol debería devolverle plata a la Argentina. La acusa de la transferencia de activos de YPF a Repsol y de un giro de utilidades excesivo, entre otras cosas.

En la otra vereda está el presidente de YPF, Miguel Galuccio. Desde su llegada insiste en cerrar el capítulo de la expropiación. Si bien es crítico de la gestión de la firma española, cree que la Argentina debe hacer un pago para que la petrolera resulte creíble para los inversores. Coincide con Kicillof en un punto: no está dispuesto a pagar ni un solo dólar más que la oferta que ya le hizo llegar a Brufau, confirmó un ejecutivo de diálogo permanente con el titular de YPF. Galuccio maneja la empresa con un ojo puesto en el mercado, por lo que quiere una salida amistosa.

Pero considera que en Madrid no le dedicaron la atención que merecían las propuestas que hizo llegar desde su oficina en Puerto Madero. "La negociación llegó a un punto clave. No sé cómo se va a definir, pero algo va a pasar en los próximos días", dijo hace dos semanas a un colaborador directo. En la Argentina, creen que la permanencia de Brufau impedirá cualquier acuerdo. Sucede que Repsol tiene una previsión de US$ 7500 millones en sus balances por el juicio que espera cobrar en el Ciadi. La aceptación de una oferta menor lo obligaría a aplicar en sus libros un write off , como se lo llama en la jerga contable.

Las desavenencias entre la Argentina y España continuaron en San Petersburgo. Durante la reunión del G-20, Cristina Kirchner esperaba cruzar algunas palabras sobre el tema con Rajoy, algo que finalmente no ocurrió.
Galuccio inició el raid de negociaciones el verano pasado. Primero tendió un puente con Isidro Fainé, presidente de Caixabank, el mayor accionista minoritario de Repsol. El banquero se reunió con la presidenta Cristina Kirchner el 25 de febrero, como informó LA NACION. En junio, Galuccio vio a Emilio Lozoya, timonel de Pemex, dueña de 9,4% de Repsol, que llevó una propuesta al directorio de la española. Consistía en el pago de US$ 1500 millones más un 47% en una nueva sociedad controlada por YPF para explotar concesiones en el megacampo petrolero Vaca Muerta. La oferta, de acuerdo con los números de YPF, rondaría los US$ 5000.
Tanto Lozoya como Fainé se mostraron a favor de un acuerdo con la Argentina. El primero, incluso, deslizó que estaría dispuesto a abandonar Repsol si eso no ocurre. En la Casa Rosada creen que esa jugada es estratégica. Después de 75 años de monopolio estatal, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pretende abrir al capital privado la inversión en energía, una iniciativa que tiene en ascuas a las petroleras. Por lo que se trata del peor momento para que España enturbie su relación con México.

DIFERENCIAS MILLONARIAS ENTRE EMPRESAS


10.500 millones de dólares
Es lo que pide el presidente de Repsol, Antonio Brufau, por la expropiación del 51% de las acciones que la empresa tenía en YPF.

1500 millones de dólares
Es el monto máximo que el Gobierno está dispuesto a pagar si Repsol no aceptara alguna de las propuestas de pago que le hizo llegar a través de accionistas de la empresa española.

RAFAEL CORREA LLAMÓ A UN BOICOT CONTRA CHEVRON

 

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llamó ayer a un boicot mundial contra la petrolera Chevron, a la que acusa de serios daños ambientales en la región amazónica.
"Las herramientas que vamos a usar para combatir a Chevron son la verdad y el llamado a la solidaridad de los ciudadanos del mundo para no comprar los productos de Chevron", dijo en la localidad de Agua Rica, Sucumbios. La campaña, llamada "La mano sucia de Chevron", supone un desencuentro con el gobierno argentino, que acaba de firmar con la petrolera un acuerdo millonario.
Con la colaboración de Martín Rodríguez Yebra, desde Madrid.. 

En qué gastará el Estado nacional el dinero de tus impuestos este año y el que viene



Conocé de cada 100 pesos, cuántos van a cada función; en 2014 crecerá el peso de los pagos de la deuda y subsidios a la energía y el transporte.


Por Juan Pablo De Santis  | LA NACION


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El proyecto de ley de Presupuesto 2014 prevé que el Estado nacional gaste, entre erogaciones corrientes y capital, unos $859.543 millones en la administración del Gobierno, servicios sociales y económicos y pago de deuda pública. Aproximadamente el 82% de este monto está financiado por los impuestos.
Con la presentación del borrador de los números del año entrante, el Gobierno también estimó cuánto terminará gastando este año en estos mismos conceptos. En esta visualización elaborada por LA NACION se detallan la finalidad y función de cada gasto 2013 y 2014, y de cada 100 pesos que salgan del Tesoro cuántos irán a cada área.

El panorama del Gobierno para el año entrante contempla un incremento del peso de la deuda pública y subsidios energéticos y al transporte sobre el gasto a total.
SERVICIOS SOCIALES

El 68% del gasto en servicios sociales corresponderán a jubilaciones, pensiones y retiros, tanto de la Anses como de personal militar, fuerzas de seguridad y ex Cajas provinciales que alcanzará a unas 6.004.799 beneficiarios.
Entre los principales rubros se anotan, las asignaciones familiares representan el 10,44% y las pensiones no contributivas, asignación por hijo y embarazo, 9,64%.
ENERGÍA

Las compras subsidiadas de fuel-oil, gas-oil, gas licuado e importación de energía eléctrica que realizan Enarsa y Cammesa que se llevarán el 78% de los $79.561 millones presupuestados. Esta cifra representa piso de incremento no inferior al 15% respecto a este año.
TRANSPORTE

Aproximadamente el 70% de los $56.020 millones presupuestados para subsidios al transporte ferroviario, colectivos y cobertura de déficit presupuestario de Aerolíneas Argentinas. El crecimiento para 2014 será del al menos 20% respecto a este año.
Si se toma como base el presupuesto vigente, se destinan subsidios diarios por $32,79 millones al sistema de colectivos; $10,11 millones al trenes y $8,54 millones a Aerolíneas Argentinas.

Subsidios. Poco más de 11,8 de cada 100 pesos de gasto primario del Estado en 2014 serán subsidio energéticos y al transporte.



DEUDA PÚBLICA

Las principales obligaciones a cancelar en 2014 son los Cupones PBI, Boden 2014 en pesos, Bonar 2014 en pesos y bocones previsionales. Este servicio se llevará 9 de cada 100 pesos del gasto del año próximo.
EDUCACIÓN Y CULTURA

Las erogaciones más significativas son el programa Conectar Igualdad.com.ar (notebook en los colegios), el programa de construcción de escuelas y el desarrollo de infraestructura, formación y capacitación de las fuerzas de seguridad.
También se destacan las transferencias que realiza el Ministerio de Educación a universidades nacionales, principalmente para pagar salarios de docentes universitarios, preuniversitarios y personal no docentes..