Majestuoso testimonio de un poder agostado

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jueves, 18 de agosto de 2011

Jacques Delors: "el euro y Europa están al borde del precipicio"


La crisis financiera

 

Según el primer presidente de la Comisión Europea, Francia y Alemania formulan respuestas vagas e insuficientes frente a las crisis

EFE | Ginebra 


Jacques Delors, el primer presidente de la Comisión Europea e impulsor de la creación del euro, cree que la moneda única europea y el propio proyecto comunitario corren un serio peligro de extinción si no se toman medidas urgentes. "Abramos los ojos: el euro y Europa están al borde del precipicio", dice el retirado político francés en una entrevista con el diario suizo Le Temps, en la que afirma que los dirigentes europeos no son conscientes de la gravedad del momento.
Según Delors, solo cerrando filas, con más poder unificado para Bruselas y con una verdadera voluntad política, se salvará el proyecto que él dirigió desde la Comisión Europea entre los años 1985 y 1994, y que ahora atraviesa una crisis sin precedentes. El principal problema, en su opinión, es que las dos grandes potencias políticas de la eurozona -Francia y Alemania- y sus líderes, el presidente Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel, respectivamente, "formulan respuestas vagas e insuficientes" frente a las crisis.
Delors considera que hay dos opciones para solucionar el problema y devolver la calma y la confianza de los mercados en el euro. "O los Estados miembros aceptan la cooperación económica reforzada que siempre reclamé o le trasladan poderes suplementarios a la Unión", argumenta el expresidente de la Comisión, partidario de mutualizar las deudas soberanas "hasta el 60 % de su Producto Interior Bruto (PIB), el umbral que fija el Tratado de Maastricht". "Los Estados afectados estarían cubiertos así por una garantía parcial de la Unión económica y monetaria, cuya consecuencia automática sería una rebaja de los tipos de interés. Siempre dije que el éxito de Europa, en el plano económico, reposaba en un triángulo: la competencia que estimula, la cooperación que refuerza y la solidaridad que une. Hay que pasar a los hechos", señala. "Si no se hace, los mercados continuarán dudando", añade Delors, que critica la falta de pragmatismo de los líderes políticos europeos actuales y su ingenuidad frente a los especuladores.
"¿Cómo pueden pensar que los mercados van a creer las promesas de la cumbre de la zona euro del 21 de julio, si hay que esperar a finales de septiembre para que se conviertan en hechos?", pregunta. Delors es crítico también con lo que denomina "la otra idea de moda", la creación del puesto de ministro de Finanzas del euro. "Es una idea extravagante. A¿La diplomacia europea funciona mejor desde la creación en virtud del Tratado de Lisboa, de un pseudo-ministro de Asuntos Exteriores de la UE"?, cuestiona.
Delors cree que no hay culpables únicos en esta crisis. "Seria demasiado simple decir que Grecia es culpable. La responsabilidad incumbe a los ministros de las Finanzas de la eurozona, que no les pidieron cuentas a las autoridades de Atenas o no les exigieron auditorías complementarias", explica. "A¿Y por que dejamos a España aumentar su endeudamiento privado o a Irlanda favorecer indebidamente a sus bancos?. Se tenía que haber tomado medidas y no se hizo", añade el político galo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

El choque entre Obama y el Tea Party en Iowa abre una agria batalla electoral


Los ultras republicanos marcan la agenda del presidente de EE UU

 

DAVID ALANDETE | Washington 


En un intento de recuperar la iniciativa política, ante el empuje de los nuevos favoritos a las primarias republicanas del año que viene, Barack Obama ha visitado el Medio Oeste, una zona con un elevado índice de desempleo que será clave para su reelección en 2012. Allí, el presidente, cuya idea original era dar mítines sobre cómo crear puestos de trabajo, se ha visto forzado por el Tea Party a dar explicaciones, ya en clave electoral, por la crisis económica y, sobre todo, por la reforma sanitaria que aprobó el año pasado.
"¿Cómo va a haber consenso cuando usted y el vicepresidente nos llaman terroristas?", le increpó en la localidad de Decorah, Iowa, un activista del Tea Party, Ryan Rhodes. Se refería a un bulo, desmentido ya previamente por la Casa Blanca. Aun así, Obama respondió: "Honestamente, le he de decir que estoy totalmente de acuerdo con que todos necesitamos rebajar el tono retórico del debate".
"A mí, que se me ha llamado socialista, de quien se ha dicho que no nací en este país, que estoy destrozando América y que le estoy robando sus libertades, porque he aprobado una ley de reforma sanitaria, me parece excelente que se rebaje el tono", añadió el presidente, enumerando las acusaciones más exageradas que contra él ha lanzado el Tea Party en los pasados dos años. La reforma sanitaria fue aprobada el año pasado, después de intensas negociaciones en el Congreso. Aun así, Obama se ha visto obligado a volver a defenderla en este viaje que el presidente ha realizado en autobús. La medida más polémica, a tenor de las preguntas de los votantes, es la obligatoriedad de la ciudadanía de adquirir seguro médico, a riesgo de enfrentarse a multas y penalizaciones administrativas.
Desde que entrara en vigor esa reforma, diferentes tribunales de apelación han emitido decisiones contradictorias sobre la constitucionalidad de obligar a cada individuo a tener seguro médico. El último veredicto llegó el viernes pasado, de un tribunal de apelaciones de Atlanta, que declaró ilegal esa provisión. El asunto se tendrá que dilucidar, con toda probabilidad, en el Tribunal Supremo.
Una de las propuestas electorales con más resonancia entre los candidatos republicanos es derogar esa ley. Aun así, uno de los aspirantes más populares, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, aprobó una norma similar en su Estado en 2006. Obama se refirió a ello en un mitin en Minesota. "Hay un gobernador que se presenta a la presidencia que aprobó exactamente lo mismo en Massachusetts", dijo. "El mandato individual, hace tiempo, era una propuesta de los republicanos. De repente, algunos sufren amnesia".
La Casa Blanca niega que el viaje en autobús por tres Estados que Obama ganó en 2008 sea un acto electoral, pagado con dinero del contribuyente. Pero el tono del presidente ha sido de mitin. Hoy acaba en Illinois. Ayer y el lunes estuvo en Minesota y en Iowa, ambos Estados que ganó en las pasadas elecciones, pero donde su reelección no está garantizada.
Aunque ayer prometió en Iowa 240 millones de euros para generar empleo en el sector agrícola, las preguntas a las que se ha ido enfrentando han tenido que ver más bien con la crisis económica del país, con el acalorado debate para aumentar el techo de endeudamiento "en el que el Gobierno quedó al borde del impago de deudas" y con la degradación del valor de la deuda soberana por parte de la agencia Standard & Poor's. En esos asuntos, el presidente se distanció del Congreso.
"Eso ha demostrado que el Congreso no es capaz de llegar a los compromisos necesarios para hacer progresar el país", dijo Obama en el acto de Decorah. "Hay muchas propuestas que podríamos comenzar a implementar en este mismo momento, pero hay gente en el Congreso que se niega, porque cree que cooperar conmigo es malo para su imagen política".
Una de las principales exigencias de Obama en esos mítines es la de aumentar los impuestos sobre las rentas más altas, como forma de mantener programas sociales. En esa petición le apoyó el lunes el inversor y multimillonario Warren Buffett, que publicó un artículo de opinión en The New York Times en el que revelaba que en 2010 había pagado sólo un 17% de impuestos sobre sus ingresos totales, que ascendían a 25 millones de euros. Porcentualmente, pagó menos que cualquiera de sus empleados. "Dejad ya de mimar a los superricos", le decía Buffett al Congreso desde esa tribuna.
"Warren tiene razón", dijo Obama. "En este contexto de crisis, nadie ha aumentado sus ingresos tan rápido como el 1% de los que más dinero ganan. No hay nada malo en pedirle un poco de ayuda a cada uno, incluidos los más ricos, para controlar la deuda pública y reducir el déficit. Yo no quiero bajadas de impuestos si eso significa que los ancianos tienen que pagar más dinero por sus seguros médicos".

domingo, 14 de agosto de 2011

Los indignados salen de Tel Aviv y ganan la periferia de Israel


Decenas de miles de personas se manifiestan por la justicia social.- Es la primera vez que el movimiento de los indignados sale de las grandes ciudades y que la minoría árabe participa en la protesta

AGENCIAS | Jerusalén 


Más de 70.000 personas se han manifestado este sábado por la tarde en varias ciudades de la periferia de Israel para pedir justicia social, en el cuarto sábado consecutivo de protestas contra la carestía de la vida. La mayor concentración ha tenido lugar en el céntrico Bulevar Ben Gurión de Haifa, la tercera ciudad del país, mientras que en Beersheva, en el desierto del Neguev y donde se esperaba la mayor asistencia, se han reunido unas 12.000, por debajo de los cálculos de los organizadores, según los canales 2 y 10 de televisión.
Afula, con 12.500; Netania (7.500), Modiin (3.000), Dimona (2.500), Eilat (2.500), Rosh Pina (1.000) y Rishon Letsión (500) han sido otras de las localidades que se han sumado a las protestas, iniciada hace casi un mes en Tel Aviv por los precios de la vivienda y que ha ido ganando adeptos entre diversos sectores de la población.
Los organizadores cifran la asistencia a las marchas de hoy en 100.000 personas, mientras la policía la reduce a 50.000.
"Lo esencial para nosotros es mostrar que el pueblo está unido, que vivimos en el mismo país y que hay que hacer todo lo que se pueda para rebajar las disparidades sociales", ha afirmado Stav Shafir, uno de los dirigentes del movimiento.
La minoría árabe ha participado por primera vez en la convocatoria, aunque de forma discreta, con manifestaciones en Sajnin, Taibe y Um al-Fahem.
Para Haim Bar-Yakakov, un trabajador social de Beer Sheva, la manifestación de esta noche ha constituido "un momento histórico". "Vivo desde hace 40 años en esta ciudad, y jamás había visto una movilización semejante. El pueblo entero, judíos y árabes, sefardíes y askenazis [judíos procedentes de la Europa del Este], se han unido por una sociedad más justa", ha explicado. Beduinos y judíos ultraortodoxos se han dejado ver también entre los manifestantes.
El liderazgo del movimiento de los indignados de Israel había optado esta vez por no convocar manifestaciones en Tel Aviv ni Jerusalén, y sí en la periferia, para enfatizar el carácter nacional de la protesta, consciente no obstante de que la cifra de asistentes sería sensiblemente inferior a los 300.000 del sábado pasado.
Las manifestaciones han comenzado a última hora de la tarde del sábado, al concluir el shabat (festividad del sábado) con la puesta del sol.
En todas las concentraciones ha habido actuaciones musicales y banderas que pedían la liberación del soldado Guilad Shalit, cautivo en Gaza desde 2006.
En Afula, la protesta ha transcurrido tras una pancarta con el lema "el pueblo ha elegido justicia social", mientras que en Haifa se coreaba "Haifa vuelve a ser roja", en alusión a la fama izquierdista de una ciudad de población judeo-árabe y de carácter obrero.
El presidente del sindicato de estudiantes de la Universidad Ben Gurión, Uri Keidar, ha asegurado en Beersheva que el Gobierno de Benjamín Netanyahu no es "el único responsable de la situación", pero será el que tenga que "dar soluciones" porque es ahora cuando la gente se ha levantado. "Amamos este Estado. Somos la sal de la tierra. Todos nos hemos levantado y dicho basta, queremos vivir en nuestro país con dignidad", ha sentenciado, según la edición digital del diario Yediot Aharonot.
Netanyahu se niega de momento a reunirse con los indignados y ha creado una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con sus representantes.