Majestuoso testimonio de un poder agostado
sábado, 14 de abril de 2012
Obama promete una nueva era de asociación con América Latina
El
presidente estadounidense reclama a la cumbre "promover la democracia en
Cuba"
Después de años de
olvido y atraído ahora por las enormes oportunidades económicas que esta región
ofrece, Barack Obama ha prometido este sábado en la cumbre
de Cartagena una nueva era de asociación con América Latina.
Contener la penetración de China, abrir mercados para los productos
norteamericanos y revitalizar la influencia política de Estados Unidos,
crecientemente en entredicho, forman parte de los objetivos de la Casa Blanca con esta
nueva estrategia.
“Para las Américas, este
es un momento muy prometedor”, manifestó Obama en una reunión con empresarios
de la región. “Se calcula que el comercio a través del hemisferio es solo la
mitad de lo que podría ser. Tenemos que hacerlo mejor. Con cerca de mil
millones de ciudadanos, mil millones de consumidores, entre nosotros, es mucho
lo que podemos hacer”, aseguró.
Estados Unidos está a
punto de poner en marcha dos nuevos tratados de libre comercio en el área
—Colombia y Panamá— y sigue siendo un polo de atracción para las empresas y los
Gobiernos latinoamericanos, pero la promesa de Obama puede llegar demasiado
tarde. China ha avanzado de forma espectacular en los últimos años, es ya el
principal socio comercial de varios países, incluida la gran potencia regional,
Brasil, y le disputa a EE UU el liderazgo tradicional en el volumen total de
inversiones extranjeras.
Prácticamente todos los
gobernantes latinoamericanos se quejan de la absoluta indiferencia que la Administración
norteamericana ha mostrado hacia sus vecinos del sur a lo largo de los tres
últimos años y, en conversaciones privadas, se muestran hoy más que escépticos
de que las palabras de Obama se traduzcan en medidas tangibles a corto plazo.
Preocupado por contener
a China en Asia y por buscar una posición dominante en la región del Pacífico,
EE UU ha comprobado cómo China se le colaba en lo que antiguamente se entendía
como su patio trasero, en perjuicio no solo de su credibilidad como potencia,
sino también de sus posibilidades con vistas a un futuro que, como nunca en la
historia, se observa hoy con gran optimismo en América Latina.
Obama trata ahora de
recuperar el terreno perdido, no por la vía acostumbrada en este continente de
la presión política y la imposición de condiciones, sino dando un impulso al
comercio y al libre mercado desde una posición de igualdad. “Tenemos que
aceptar que estamos en un mundo nuevo y que tenemos que relacionarnos de otra
manera”, reconoció el presidente norteamericano. “Si EE UU se da cuenta de que
sus intereses estratégicos de largo plazo no están en Afganistán o Pakistán,
sino en América Latina, tendremos grandes resultados”, pronosticó el presidente
colombiano, Juan Manuel Santos.
La mayoría de los
presentes en esta cumbre albergan, no obstante, serias dudas al respecto. En
unos casos, porque se aprecia que, mientras Obama habla de libre comercio, su
país sigue imponiendo medidas proteccionistas. “Si quieres que un niño camine,
no le impidas andar; si quieres que una industria exporte, no la protejas”,
advirtió el presidente de México, Felipe Calderón. En otros casos, se sospecha
que el repentino interés de Obama en América Latina está movido por los
intereses electorales.
Antes de llegar a
Cartagena, el presidente norteamericano hizo una escala en Tampa (Florida),
donde están asentadas algunas de las empresas interesadas en expandir sus
negocios en América Latina. Allí, Obama habló de los empleos que se pueden
crear con ese comercio, de los beneficios que este acercamiento pueden tener
para EE UU y, particularmente, para Florida, uno de los Estados decisivos para elecciones del
próximo mes de noviembre.
La presencia de Obama en
la Cumbre de
las Américas le permite, además, pronunciar alguna frase en español y mostrar
mayor proximidad física y emocional con los países de los que proceden la
importante comunidad hispana, que tendrá un papel tan destacado en las
presidenciales.
Uno de los 33
presidentes que participan en esta cumbre se quejaba ayer en privado de que “EE
UU ha traído su política doméstica a esta reunión”. Indudablemente, el
calendario electoral es el asunto más acuciante en estos momentos para la Casa Blanca. Eso
facilita la relación amistosa que ayer se apreció en los foros de esta
conferencia, pero dificulta las opciones del presidente de avanzar en problemas
políticos como el de Cuba. Precisamente la importancia electoral de Florida,
donde reside la mayor parte del exilio cubano, impide cualquier flexibilidad de
Obama en esa materia. Ayer se limitó a decir que “uno de los desafíos que
afrontamos ahora es el de promover la democracia en Cuba”.
En la anterior cumbre,
celebrada en 2009 en Trinidad y Tobago, un Obama recién elegido presentó una
política audaz de acercamiento a Cuba. Después de tres años sin ningún
progreso, todo lo que puede hacer ahora el presidente es, como hizo con el
presidente ruso, Dmitri Medvédev, prometerle a sus colegas latinoamericanos que
el año próximo podrá ser más flexible.
viernes, 13 de abril de 2012
jueves, 12 de abril de 2012
miércoles, 11 de abril de 2012
domingo, 8 de abril de 2012
China, ante su mayor crisis política
La transición en Pekín
Una lucha de poder amenaza al gobierno
PEKIN.- Ya se sabía que 2012 sería
un año de cambios en la segunda potencia global. En octubre próximo, en la
reunión anual del Partido Comunista (PCC), el presidente Hu Jintao abrirá el
juego a su sucesión después de 10 años de mandato, una década en la que China
creció como ninguna otra nación en la historia hasta amenazar ya el dominio
económico de Estados Unidos.
Lo que no se esperaba era que esa
transición se convirtiera, aun con siete meses de anticipación, en una lucha
despiadada por el poder dentro del corazón del régimen, que amenaza la
estabilidad y la unidad del gobierno comunista, dos pilares del boom económico.
China enfrenta hoy su mayor crisis
política, protagonizada por los reformistas, que buscan una mayor apertura
económica y política, y los neomaoístas, que proponen un regreso a un Estado
omnipresente y, según sus detractores, a una nueva Revolución Cultural.
Por ahora, el ala aperturista
lleva la delantera en la guerra por el poder, pero, para hacerlo, se vio
forzada a destituir, hace unas semanas y en medio de un thriller policial, al
carismático Bo Xilai -estrella del ala ultraconservadora- como miembro del Buró
Político y líder de la gigantesca metrópolis de Chongqing (ver aparte). Bo era
candidato a asumir uno de los nueve selectos puestos del Comité Permanente, el
cuerpo colegiado que toma todas las decisiones relevantes en China. Pero sus
ideas maoístas y su comportamiento irreverente se oponían al actual enfoque
pragmático y desarrollista del régimen.
Desde 1989, el gobierno chino pone
la unidad por encima de todo, bajo la firme convicción de que la
externalización de las luchas internas es una amenaza de desestabilización, tal
y como ocurrió durante las revueltas en Tiananmen. La caída de Bo mostró que
los líderes chinos no están dispuestos a continuar con alguien que actúa de
forma individual más que como miembro de un enorme ente, como es el PCCh.
Como nunca antes en la historia
del comunismo, el desplazamiento de Bo se hizo ante los ojos sorprendidos de
millones de chinos, que siguieron las intrigas del hasta hacía poco hermético
PCCh por Internet.
El secretismo del régimen sirvió
para crear un sinfín de conjeturas. Así ocurrió con el supuesto golpe de Estado
a manos del ala conservadora del PCCh, que es tan sólo un rumor más en medio de
un extraño período de libertad de información política. Lo único real del
"golpe" fueron el cierre de 16 páginas de Internet y el arresto de
seis personas por atentar contra la seguridad pública.
La historia se inició con un
informe digital que aseguraba que el jefe de policía de Chongqing, Wang Lijun,
había ofrecido información privilegiada sobre el abuso de poder del líder
comunista a cambio de un asilo político en Estados Unidos. La noticia siguiente
fue el retiro de Bo, justo después de un discurso del primer ministro, Wen
Jiabao, en contra de las prácticas que recuerdan a la Revolución Cultural.
Y Bo es, justamente, un amante de aquella revolución, del control y de las
prácticas maoístas.
Su caída -que varios grupos
maoístas atribuyeron a un complot norteamericano- sirvió para que se reanudara
la discusión sobre la necesidad de una reforma política en China. "Los
eventos recientes dejan una cosa clara: es hora de cambiar el sistema de gobierno
en China", decía un editorial deCaixin , la revista económica más
prestigiosa del país.
El PCCh normalmente es una
institución reservada. Pero China vive hoy la rapidez de Internet y tiene una
posición más prominente en el mundo. Y aunque la censura en línea sea
constante, el que la noticia de la destitución de Bo fuera así de pública
buscaba sentar un precedente que comprobara puertas afuera el compromiso hacia
una apertura, el apartamiento de las políticas tradicionales controladoras y,
por encima de todo, la estabilidad de un partido que piensa como un colectivo.
De los nueve miembros del Comité
Permanente del Buró Político sólo quedarán dos: Xi Jinping, probable próximo
presidente, y Li Keqiang, actual viceprimer ministro y posible reemplazo de Wen
Jiabao. La nominación es aún misteriosa.
La carrera, esplendorosa y
propagandística de Bo -que es, probablemente, casi el primer político en China
que hace campaña de forma independiente en lugar de apelar al conjunto
partidista-, lo había catapultado a la fama. Su purga de la mafia en Chongqing
había sido un ejemplo en el país.
Conocedor de las artimañas
políticas, se había encargado además de criticar a sus antecesores, incluido
Wang Yang, actual líder comunista de Guangzhou, otro de los posibles candidatos
al Comité Permanente. Wang es un protegido de la Liga de la Juventud Comunista
-a la que también pertenece Hu-, y hoy se convirtió en el ejemplo por seguir
del ala reformista. Su solución al conflicto de poderes en el pueblo rebelde de
Wukan, donde se propuso una votación democrática en lugar de una selección a
dedo de sus líderes, es uno de los caminos hacia donde el ala progresista china
quiere apuntar.
En varias ocasiones, tanto Hu como
Wan hablaron de la necesidad de aplicar reformas políticas y legales a su país,
contando a la democracia como una herramienta útil -en casos específicos- para
solucionar problemas sociales.
LAS
REFORMAS
Las acciones irreverentes de Bo, unidas a su efervescente
pasión por un regreso al maoísmo y al férreo control estatal, parecen haber
puesto en alerta al ala reformista. "Su forma de hacer campaña
abiertamente para ganar poder y su uso de los medios para movilizar el apoyo
popular rompían con la fachada de unidad en la cúpula del partido", señaló
Susan Shirk, profesora de la
Universidad de California y alta funcionaria durante el
gobierno de Bill Clinton.
El ascenso de Bo, miembro de la
facción de "principitos" junto a Xi Jinping, por ser delfines
comunistas y de tono conservador, hubiese jaqueado las acciones de la Liga de la Juventud Comunista ,
de tono reformista.
Las purgas a un alto nivel
político no han sido comunes en la historia reciente. Las decisiones tomadas
frente a las protestas estudiantiles en Tiananmen dejaron como resultado
renuncias, destituciones y arrestos domiciliarios a políticos del ala
progresista comunista. Pero, después, sólo dos de los 24 miembros del Buró
Político fueron destituidos en las últimas dos décadas, en ambos casos por
corrupción.
Luego del desplazamiento de Bo, la
sociedad china se volcó hacia la red en la búsqueda de verdades. Las
autoridades aún no dieron detalles de la purga, sobre la fuga y posterior
desaparición del escenario de su lugarteniente Wang Lijun y otros incidentes.
Las
declaraciones de Wen Jiabao después de la destitución de Bo alimentaron las
esperanzas de que estas reformas incluso podrían comenzar antes de la
transición. Pero, al final, esta responsabilidad recaerá sobre los hombros de
Xi Jinping y Li Keqiang. "Aunque algunos quisieran que Xi acelere las
reformas, tanto políticas como económicas, probablemente lo hará lentamente. La
estabilidad seguirá siendo la prioridad de China", escribió el estratega político
Robert Kuhn, quien asesoró a Xi durante su reciente viaje a Estados Unidos, en
el International Herald Tribune..
Tras su polémico poema, declaran a Günter Grass persona no grata
Así lo
decidió el Estado de Israel; el ministro del Interior aseguró que los dichos
del Nobel de Literatura "es una forma de "dirigir el odio" hacia
los judíos.
Israel
declaró hoy "persona no grata" al escritor alemán y premio Nobel de
Literatura, Günter Grass, por el poema publicado la semana pasada en el que
califica a ese Estado y a sus políticas como un "peligro para la paz
mundial".
El anuncio fue realizado por el
ministro del Interior, Eli Yisai, quien tras condenar el texto en duros
términos, basó los motivos de la decisión en la pertenencia de Grass a las SS,
el cuerpo militar del Tercer Reich durante la Alemania nazi.
"Los poemas de Grass son un
intento de dirigir el fuego del odio hacia el Estado de Israel y su gente, y de
intentar hacer progresar las ideas de las que fue simpatizante en el pasado,
cuando llevaba el uniforme de las SS", declaró el ministro.
El poema de Grass, titulado Lo que hay que decir , en el que considera que la mayor
amenaza de la región es la capacidad nuclear israelí y no la de Irán, fue
repudiado por la totalidad de las autoridades israelíes.
Grass, quien se convertiría en uno
de los más acérrimos críticos del nazismo, aseguró -luego que documentos
revelados en 2006 por el diario Der Spiegel, demuestran su pertenencia a la SS- que su decisión de
integrar este cuerpo militar, fue un error de juventud.
"Si Günter quiere seguir
publicando trabajos falsos y distorsionados", declaró el ministro israelí
en comentarios al diario Haaretz, "le sugiero que lo haga en Irán, donde
encontrará una audiencia más receptiva", qagregó Yisai.
El escritor argumentó ayer en una
entrevista que el poema era una crítica al Gobierno hebreo y no al pueblo de
Israel. "Eso es lo que critico, una política por la que se siguen
construyendo asentamientos en terreno ocupado a pesar de las resoluciones de
Naciones Unidas", declaró el premio Nobel al diario Sueddeutsche Zeitung.
El texto de Grass ya habia
recibido la repulsa de Consejo Central de los Judíos de Alemania y del diario Die Welt, a la que se sumó la embajada
israelí en Berlín, para la cual el texto se inscribe en una
"tradición" del antisemitismo europeo.
También el Consejo Judío de
Estados Unidos se expresó en contra del texto al declararse
"indignado" por el hecho, mientras su director ejecutivo David
Harris, le enrostró al escritor haber ocultado por 60 años su pasaje juvenil
por las SS.
El vocero de la canciller Ángela
Merkel reivindicó la libertad de expresión de los artistas y defendió el
derecho del gobierno a no comentar ciertos temas, pero el secretario general de
la Unión Cristiano
Demócrata (CDU), partido al que pertenece Merkel, se mostró "horrorizado
tanto por el tono como por el contenido" del poema.
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