Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

sábado, 3 de diciembre de 2011

América Latina insiste en la necesidad de integrarse para luchar contra la crisis


Los jefes de Estado que participan en la cumbre de América Latina y el Caribe insisten en la necesidad de blindar el crecimiento de la región.

 


Los 33 presidentes, de derechas e izquierdas, reunidos durante el viernes y sábado en Caracas, se despidieron con la creación de un nuevo foro de integración que los agrupa: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Un organismo del que han sido excluidos Estados Unidos y Canadá y que se ha fijado como principal objetivo construir una “arquitectura financiera” propia y común que le permita a la región blindarse de la crisis económica que sacude a Estados Unidos y a Europa. La CELAC, de momento, complementará el trabajo de otras alianzas regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), pese a las propuestas de Ecuador y Venezuela a favor de que, con el tiempo, esta nueva comunidad desplace al sistema interamericano.
La idea de fundar una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se estuvo madurando durante tres años. Justo cuando los mercados del mundo comenzaron a desmoronarse, en diciembre de 2008, el entonces Presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, convocó a sus pares de estos 33 países a la primera Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) para discutir estrategias encaminadas a salvaguardar a la región de la crisis. Luego, en febrero de 2010, la CALC volvió a reunirse en Cancún, México, y allí acordaron la fundación de la CELAC, que nace hoy en Caracas.
Durante el último año de preparación de la cumbre, el Presidente venezolano Hugo Chávez hizo pública su expectativa de que la CELAC reemplazara a la “vieja” Organización de Estados Americanos que, a su juicio, “ya no sirve”. Pero durante las reuniones de cancilleres previas a la cumbre, esta opinión no contó con el apoyo de la mayoría de los países, que se fijaron como prioridades: en lo económico, la integración comercial y la creación de una “estructura financiera” común; y, en lo político, la protección de sus Gobiernos contra los golpes de Estado, tal y como ya se había establecido en la Cumbre Iberoamericana de 2010.
Solo el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, planteó la necesidad de hacer reformas concretas al actual sistema interamericano en lo que refiere a la discusión y sanción de las violaciones a los derechos humanos y, especialmente, a la libertad de prensa. “¿Por qué tenemos que ir a discutir nuestros problemas a Washington (…). La sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está en Washington, pese a que Estados Unidos no reconoce el Pacto de San José ni a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, ha dicho Correa en su intervención del viernes. Sus críticas a la OEA han sido más duras desde que, en octubre, fue citado por la Comisión a causa de una demanda que cursa contra Ecuador por la violación de la libertad de prensa. Los Presidentes de Guatemala y Honduras, Álvaro Colom y Porfirio Lobo, coincidieron con Correa al decir que sus gobiernos también sufren “el acoso de los medios (de comunicación)”.
"¿Por qué tenemos que ir a discutir nuestros problemas a EE UU?"
Rafael Correa, Presidente de Ecuador

El Gobierno de Washington, excluido junto a Canadá de este foro, miró los debates con atención, aunque sin emitir comentarios que de antemano le otorgaran beligerancia a la CELAC. “Hay muchas organizaciones subregionales en el hemisferio, a algunas de las cuales pertenecemos y a otras, como ésta, no. Obviamente nosotros continuamos trabajando a través de la OEA, como la organización multilateral preeminente que habla por el hemisferio”, ha dicho el viernes el portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Mark Toner, según reportaron las agencias de noticias.
Además de debatir su preocupación por la economía, los presidentes de América Latina y el Caribe aprovecharon el foro para buscar la solidaridad de la región respecto a asuntos internos. El Presidente Evo Morales pidió ayuda para que Bolivia obtenga una salida al mar. Y el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, abogó por una política concertada para atacar el problema del narcotráfico.
Desde la periferia de la cumbre, las guerrillas colombianas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pidieron también la intervención de la CELAC en el conflicto armado. Al respecto Santos dijo a los Presidentes: "Por ahora, la mejor forma de ayudar es no hacer nada” y aseguró estar dispuesto a buscar una solución política a la violencia, siempre y cuanto vea voluntad de la contra parte.

La “ciberdiplomacia” de Washington contra Irán

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La ONU condenó la violación de derechos humanos en Siria

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China soporta una ola de huelgas y protestas

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viernes, 2 de diciembre de 2011

Merkel: "Estamos intentando crear una Europa fiscal más fuerte"


La canciller alemana plantea una reforma de los tratados europeos que dé más poder a la UE para controlar los presupuestos e imponer sanciones.

 


JUAN GÓMEZ Berlin

Más de lo mismo, pero con premura. La canciller Angela Merkel, un día después del discurso de Nicolas Sarkozy en Tolón, ha vuelto a proponer cambios en los Tratados europeos ante el pleno del Parlamento alemán (Bundestag). Tras advertir de que la solución a la crisis “no llegará con un solo golpe de efecto”, sino tras “años de dificultades”, Merkel ha señalado que, la crisis de la deuda europea es una crisis de confianza. La democristiana ha comparecido a las nueve de la mañana, vestida de negro riguroso y con el semblante preocupado. Ha puesto énfasis en los “avances” hechos en dirección a una “unión fiscal” europea basada en la estabilidad. Los logros obtenidos hasta ahora, ha dicho, son notables. Merkel expresado su reconocimiento a los esfuerzos de los ciudadanos de los países más afectados por la crisis, como España e Italia. Ha comparado la lucha contra la crisis con “una maratón”. No gana el que sale más rápido, sino el que resiste.
Ha sido un discurso falto de énfasis, incluso para lo que es habitual en Merkel. De la imprecisión de su contenido puede inferirse que Alemania y Francia siguen negociando a toda máquina para de la presentación de sus planes conjuntos, que será el lunes en París. Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy aspiran a fundar una “unión de estabilidad” para los Diecisiete. La canciller ha insistido hoy en la necesidad de sanciones más duras para los países que se salten los criterios de estabilidad. Quiere que los que vulneren el Pacto tengan que responder ante el Tribunal de Luxemburgo. Hoy ha vuelto a destacar la importancia de conseguir un compromiso legal vinculante.
Para la canciller, que no ha improvisado una sola línea de su discurso, la crisis ha sido un fracaso “de la política”. Por eso ha dicho que se abstendrá de opinar sobre las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) en la crisis de la deuda. Uno de los escenarios más probables para mitigar los efectos de la crisis contempla la compra de bonos a gran escala por parte del BCE. Sin oponerse a ello abiertamente, Merkel ha recordado que “el mandato del BCE no es el mismo de la Reserva Federal de Estados Unidos”, sino que coloca la vigilancia sobre los precios y la estabilidad monetaria como prioridad más alta.
Merkel ha advertido, además, que no se debe “poner en duda la capacidad del fondo de estabilidad europeo”. Los ministros de Hacienda de la Unión acordaron reforzar su capacidad operativa, que al principio fue de 440.000 millones de euros. Ahora toca “hacer todo lo que se pueda” para ampliar su potencia.
La canciller ha vuelto a descartar la emisión de deuda conjunta en Europa, los llamados eurobonos. Mientras no haya una institución común que decida los presupuestos de los socios, esta medida es impensable para Merkel. Según ha dicho, ahora no hay planes para fundar una institución de este tipo. Ha asegurado a los diputados que el Gobierno no recortará la soberanía del Parlamento.
Al final, Merkel ha vuelto a vincular el futuro del euro con el futuro de Europa y ha recordado a los ciudadanos los “enormes beneficios” obtenidos por Alemania de la moneda común. “Nos estamos jugando mucho, especialmente los alemanes.” Pero vamos, según ha asegurado, “por el buen camino.”

La UE amplía las sanciones a Irán y Siria

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Los Hermanos Musulmanes ganan los comicios en Egipto

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jueves, 1 de diciembre de 2011

Días cruciales


EDITORIAL/EL PAÍS

 

El euro se enfrenta al riesgo de ruptura mientras Berlín y París discrepan sobre la unión fiscal.



El euro atraviesa por una fase de peligrosa incertidumbre que no excluye su reforma o desaparición. Por primera vez en la historia de la moneda única existe una probabilidad de quiebra del sistema, por pequeña que sea, y la inquietud empieza a adueñarse de empresas y bancos. El hecho de que estén preparando sus propias pruebas de resistencia para medir el impacto de subidas de tipos derivadas de la suspensión de pagos de uno o varios de los países afectados por la crisis o consideren la posibilidad de una división del área euro demuestra el grado de deterioro europeo (causa principal, no lo olvidemos, del estancamiento económico mundial, como recuerdan con insistencia Barack Obama y Timothy Geithner). No hay más remedio que dar la razón al comisario Olli Rehn cuando dice que los próximos 10 días, antes de la cumbre europea, son cruciales para la suerte de la moneda europea.

En el origen de esta confusión catastrófica hay que mencionar sobre todo factores políticos, como la incapacidad de los poderes fácticos europeos (Francia y Alemania) para resolver las crisis griega e italiana, la negativa de Berlín a aceptar un futuro Tesoro único para el euro que respalde a sus países miembros y, como consecuencia de estos fracasos, la huida hacia adelante que parecen sugerir los caóticos mensajes procedentes de Alemania y Francia sobre los nuevos criterios de estabilidad del euro, que, según algunas versiones, implicarían la fragmentación de la eurozona en países de primera y segunda.
Es evidente que Merkel y Sarkozy intentan pactar nuevas condiciones de estabilidad para el euro; y es más evidente todavía que, si bien a ambos les interesa un nuevo marco de estabilidad, discrepan sobre la necesidad de una intervención inmediata para aliviar la presión de la deuda. Los términos de ese acuerdo, con alcance para toda la zona, que se supone favorecerán la intervención de la Comisión en los presupuestos nacionales, no se conocerán hasta el 9 de diciembre. Hasta entonces se mantiene la inquietud sobre si esas nuevas exigencias implicarán además segregar la zona euro en dos velocidades.
La ruptura de la eurozona puede producirse por causas diferentes de la tentación de Francia y Alemania de constituir dos euros, el rico y el pobre. También puede perecer víctima de las incertidumbres artificiales sembradas por París y Berlín, que quizá se expliquen como táctica para sembrar el pánico en los recalcitrantes países periféricos y forzarles a una aceptación acrítica de la "nueva arquitectura financiera europea". Pero el riesgo máximo es el fracaso perpetuo de las instituciones europeas para poner en pie sus decisiones.
El eurogrupo del martes prueba otra vez esa incapacidad para acomodar las decisiones al ritmo de la crisis. No solo frustró las expectativas de crear un Fondo de Estabilidad Financiera con potencia suficiente para enfrentarse a las tormentas de la deuda (el billón de euros ya se ha rebajado cautelosamente por debajo de esa cantidad y las condiciones siguen sin conocerse), sino que ya se apela al Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a las economías con problemas de deuda y, de nuevo, se incurre en el viejo error de no precisar cómo se articulará esa solución. La sospecha es que la terquedad de Berlín obligará a Europa a dar el rodeo más largo del mundo: en lugar de crear eurobonos, algo execrable para el rigorismo prusiano, hasta es posible que el BCE preste al FMI para que el Fondo opere en Europa.
Mientras, los bancos centrales tienen que parchear las fugas abiertas por la crisis de las deudas nacionales. Ayer intervinieron conjuntamente la Fed, el BCE, y los bancos de Japón, Reino Unido, Suiza y Canadá para facilitar la liquidez en dólares. Remedios circunstanciales para compensar el terrible déficit político europeo que está llevando al euro a una crisis vital.

Bélgica cierra la crisis política con un acuerdo para formar Gobierno

 

 

Los seis partidos que formarán coalición eligen primer ministro al líder socialista francófono



EFE
 Bruselas 
Los seis partidos que negocian la formación de un Ejecutivo en Bélgica han cerrado esta noche el acuerdo final sobre el programa de gobierno, lo que se considera el cierre de la crisis  política del país, un año y medio después de las elecciones de junio de 2010.
Los representantes de los seis partidos (socialistas, liberales y democristianos de las dos grandes comunidades del país, flamencos y francófonos) acordaron los últimos flecos del pacto: el próximo primer ministro será el líder socialista francófono, Elio Di Rupo, lo que supone que un francófono será el jefe del Gobierno belga por primera vez desde 1974.
Di Rupo, de 60 años e hijo de unos modestos inmigrantes italianos, abandonó a lo largo de la noche  el edificio donde se desarrollaban las negociaciones sonriendo pero sin hacer declaraciones, según informaron los medios belgas.
Los seis partidos pasarán la jornada de hoy repasando el contenido del acuerdo, que totaliza unas 185 páginas, tras lo que se espera el visto bueno al acuerdo definitivo.
Todavía queda por determinar el número de miembros del Gobierno, ya que los flamencos quieren poner fin a la tradición de que la comunidad lngüística del primer ministro no se considera a la hora de formar un Ejecutivo paritario (mitad flamencos y mitad francófonos).
Los partidos flamencos, cuya comunidad es mayoritaria, ya han dicho claramente que no verían con buenos ojos que hubiera más ministros de la minoría francófona que de la mayoría flamenca en el Gobierno. Está previsto que los partidos celebren reuniones de sus ejecutivas durante el fin de semana y que el nuevo Gobierno pueda jurar los cargos a comienzos de la semana próxima, probablemente el lunes.
A continuación, Di Rupo debería presentar el Gobierno y su programa al Parlamento, un trámite que requiere dos días, por lo que el nuevo Ejecutivo podría estar en marcha a partir del miércoles, aproximadamente. 
La crisis política belga comenzó en abril de 2010, cuando la coalición se rompió debido a las divergencias sobre el distrito electoral y judicial Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), que agrupa a Bruselas (oficialmente bilingüe, pero con abrumadora mayoría francófona) y a los municipios flamencos de su periferia (con una importante minoría francófona).
Las elecciones de junio de 2010 no solucionaron la cuestión, ya que el ganador fue el partido nacionalista flamenco N-VA, partidario de una transición soberanista progresiva hacia la  independencia de Flandes. Sin embargo, el N-VA y su líder, el polémico Bart De Wever, supusieron un obstáculo en las negociaciones de todo tipo que se intentaron durante un año.
Finalmente, el rey Alberto II encargó en julio a Di Rupo formar Gobierno y los seis partidos citados, más los ecologistas de ambas comunidades, emprendieron en septiembre una negociación a fondo que ha ido consiguiendo acuerdos de forma sistemática, primero sobre BHV, luego sobre el aumento de las competencias y la financiación de las regiones y, finalmente, sobre el presupuesto para 2012.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Los egipcios se agolpan en las urnas en las primeras elecciones post-Mubarak



LA TRANSICIÓN EN EGIPTO

Largas colas frente a las urnas en las primeras elecciones legislativas sin Mubarak en 30 años

El Ejército dice que no tolerará a los "alborotadores".

 

·               La Junta militar egipcia se queda sola


Los egipcios acuden de forma masiva a las urnas en la fase inicial de las primeras elecciones legislativas sin Hosni Mubarak en más de 30 años. La participación está siendo un éxito y por el momento reina la normalidad tanto en la plaza Tahrir, símbolo de las protestas, como en las inmediaciones de los centros electorales.
Hoy se eligen dos tercios de los representantes de la cámara baja (Asamblea del Pueblo) procedentes de listas cerradas. La composición de la Cámara alta o Shura se votará el próximo 29 de enero en listas abiertas. La decisión contenta así a los principales partidos políticos, que rechazaron la primera propuesta de la Junta militar de que la mitad de los representantes procediera de listas abiertas y la otra mitad de cerradas.
Largas colas y algunas irregularidades como la falta de papeletas, el reparto de propaganda electoral de algunos partidos o el retraso de los jueces de mesa son algunas de las irregularidades registradas por la Junta Electoral egipcia durante las primeras cuatro horas de voto en los comicios legislativos.
El presidente de la Comisión Electoral, Abdelmoaiz Ibrahim, ha pedido a quienes se sientan perjudicados por estas acciones que presenten denuncias. En varios colegios electorales de diferentes barrios de El Cairo, seguidores y militantes del movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes entregaban folletos de su formación política, el Partido Libertad y Justicia (PLJ).
El tiempo de espera para entrar en los colegios electorales ronda las tres horas y una vez dentro en apenas 15 minutos los electores han depositado su voto. Las papeletas vienen preparadas para aquellos que no saben leer y utilizan símbolos que representan a cada una de las formaciones políticas.
Otras infracciones se produjeron en el colegio Samaya, del popular barrio de Bulaq, donde un niño repartía panfletos propagandísticos de un candidato independiente dentro del centro electoral.
Además, un funcionario presente en una de las mesas electorales metió varias papeletas en una de las urnas, y solo se detuvo cuando el juez, uno de los 9.500 magistrados que supervisan los comicios, le ordenó a gritos que parase.
La victoria de los Hermanos Musulmanes se considera segura. Son el partido más fuerte y mejor organizado, y su eficaz servicio de orden asegurará además que el electorado islamista acuda a las urnas sin riesgo de intimidaciones. Otros electores, simpatizantes de partidos laicos, liberales o izquierdistas, no dispondrán de esas garantías. Esa es la razón de que los Hermanos Musulmanes y su principal partido, Libertad y Justicia, hayan establecido un pacto tácito con la Junta Militar y se mantengan alejados de las protestas. Quieren elecciones, bajo cualquier circunstancia, porque tienen el control del futuro Parlamento casi al alcance de la mano. Luego ya verán.
"No queremos más islam que el que ya tenemos en la Constitución; lo que deseamos es un Gobierno que nos dé estabilidad, mejora social y libertades", afirmaba ayer Mahmud Hussein, un estudiante de Derecho que participa en la protesta de Tahrir y que asegura que votaría al Wasat, un partido islamista de centro. El resultado electoral, en cualquier caso, aún está lejos. Hoy se abre un proceso abierto a todos los riesgos.


Biocombustibles: una industria que bate récords de producción

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domingo, 27 de noviembre de 2011

Parálisis norteamericana: Washington, cerca de una crisis de gobernabilidad



La economía y la política golpean a EE.UU.
Por Silvia Pisani  | LA NACION

WASHINGTON.- El diagnóstico se extendió al confirmarse, esta semana, una nueva imposibilidad de acuerdoentre demócratas y republicanos.
En momentos en que el mundo clama por señales claras para detener la debacle económica , Washington está políticamente paralizada, su liderazgo opacado y con una sensación de impotencia que, para algunos, empieza a bordear una crisis de gobernabilidad que difícilmente pueda superar en el largo año que resta hasta las elecciones presidenciales del 6 de noviembre de 2012.
"Es como si todo se hubiera detenido hasta los comicios. Los republicanos no arriesgan y los demócratas no consiguen quebrar el obstruccionismo", diagnosticó ante LA NACION Roger Coleman, politólogo de la Universidad de Miami.
Pero para las elecciones falta todo un año. ¿Puede prolongarse tanto tiempo este estado de cosas? "La verdad, no veo mucha perspectiva de cambio", argumentó Roger Cohen en The New York Times, en una columna cuya tesis sobre parálisis política de fondo primero levantó ampollas y luego, con el correr de los días, fue crecientemente compartida.
"Si alguien cree que noviembre fue políticamente difícil, esperen a ver a diciembre", expuso esta semana, a toda página, el reconocido Político, uno de los periódicos y sitio de Internet que se siguen en el mundillo político de Washington.
No es, en todo caso, un escenario que ayude a aliviar la crisis de la que no termina de salir la primera potencia mundial.
Su desempleo no baja del 9%, uno de los niveles más altos desde 1948; crece la desigualdad; el país está acuciado por la gigantesca deuda de 15 billones de dólares, por el déficit y por la falta de confianza, mientras crece el fantasma de una nueva baja en su calificación de riesgo.
A todo eso se suman no sólo la incertidumbre política que emite -internamente y al mundo- la imposibilidad de acuerdo básico entre gobierno y oposición, sino los efectos pragmáticos de ese fracaso.
Por lo pronto, una de las consecuencias más temidas es el brutal ajuste automático en el gasto social y de defensa que ese quiebre disparará a partir de 2013 y hasta completar 1,2 billones de dólares.
"En Defensa, eso será una tragedia que podría llegar a poner en peligro la seguridad de Estados Unidos", advirtió, sin medias tintas, el responsable del área, León Panetta.
Son las reglas del juego que fijó la Casa Blanca en agosto último y de las que ahora cae presa. Reglas que estableció como prenda de pago para el manotazo agónico con el que, sobre la hora, evitó que el país cayera en suspensión de pagos y que, básicamente, establecen que si ambas partes no son capaces de determinar cómo y dónde cortar el gasto, este operará de modo automático a partir de 2013.
"Obama, el líder que llegó con la esperanza de terminar con el partidismo exacerbado de Washington, no sólo no fue capaz de movilizar a la clase política tras un objetivo superador de las rencillas y los egoísmos de siempre, sino que él mismo está atrapado en un fuerte obstruccionismo en el Congreso", añadió Cohen.
Enfrentado con esa dura realidad, el presidente reconoce la situación y esta semana hasta se permitió bromear con ello.
"Por suerte, esto no depende del Capitolio", ironizó, días atrás, al cumplir con el rito del Día de Acción de Gracias y perdonar la vida a dos pavos que, merced a ese gesto, se salvaron de convertirse en materia del tradicional banquete de la celebración. "De lo contrario, otra hubiese sido la suerte de estas aves", completó.
Obama no consigue hacer aprobar sus leyes en el Congreso y el bloqueo no sólo afecta a su país, sino que la parálisis es mala señal para los mercados y para un escenario internacional con una Europa jaqueada por los problemas de deuda y la dificultad de sus gobiernos para solventarla.
"La parálisis política y la incoherencia contribuyeron a exacerbar la incertidumbre, la falta de confianza y la inestabilidad financiera", diagnosticó, semanas atrás, el cuadro de situación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ante la cumbre del G-20, en Cannes.
Luego de recordar que la situación económica internacional es aún vulnerable, el organismo que lidera Christine Lagarde insistió en que "existe una necesidad urgente de iniciativas políticas creíbles que reduzcan la incertidumbre que actualmente opera contra el crecimiento", añadió.
Por aquí, el dramático llamamiento tuvo el mismo efecto de quien oye llover. "No es el mejor momento para que los políticos se tomen un año sabático para dedicarse a sus carreras", sostuvo Cohen, mientras se extiende en el país la sensación de ingobernabilidad y frustración.
Desde lo estrictamente económico, si la primera economía mundial pierde la calificación y se suma al equipo de inestables gobiernos europeos incapaces de tomar decisiones difíciles, la recuperación de todo el mundo estaría en jaque.

RETROCESO

"Los 12 congresistas que el lunes informaron su fracaso en llegar a un acuerdo para la reducción acordada del déficit nacional escribieron, también, un nuevo capítulo en el retroceso del liderazgo de Estados Unidos", corroboró Erik Miller, de la Escuela Política de la Universidad de Arizona.
Hay quienes, sin embargo, ni siquiera se sorprendieron. Entre ellos, el premio Nobel de Economía Paul Krugman, para quien el fracaso estaba poco menos que cantado. No sólo porque "los republicanos y los demócratas tienen prioridades diferentes, sino también porque viven en universos intelectuales y morales diferentes", sostuvo.
Lo curioso del caso es que, de acuerdo con las encuestas, nadie parece salir ganando con la dinámica del bloqueo y la parálisis. Obama se mueve en torno del 45% de aprobación y la imagen del Congreso acaba de caer a su peor nivel en 25 años, con sólo 23%, según un reciente estudio de ABC y el The Washington Post.
A los partidos no les va mejor. Un sondeo de la Quinnipiac University reveló que el 44% de los norteamericanos culpa a los republicanos por el bloqueo, mientras que el 38% responsabiliza a los demócratas.
En medio, un creciente número de personas se declara "independiente" y muestra "hartazgo" ante la fractura imperante. Sin embargo, el sentimiento no los anima -o al menos, no todavía- a la formación de un tercer partido con fuerza nacional, aunque acaba de conformarse un nuevo intento a través de una agrupación denominada Americans Elect, que logró recaudar 22 millones de dólares para su objetivo.
"La gente está harta de la incapacidad de Washington para abordar las cuestiones que importan", sostuvo Kahlil Byrd, un estratego republicano que figura entre los promotores de la agrupación. "No vamos a formar un nuevo partido, pero queremos influir en el proceso electoral", añadió.
En una similar sensación de frustración se nutrió el movimiento ultraconservador Tea Party, primero, y el grupo Ocupa Wall Street, después. Pero lo curioso del asunto es que, si bien la parálisis que tanto indigna está determinada, en buena medida, por el cálculo electoral, pocos creen -al menos por ahora- que esa misma parálisis vaya a ser determinante en las urnas.
"No creo que a estas alturas puedan deducirse consecuencias electorales por el monumental fracaso" de demócratas y republicanos para acordar un recorte del gasto, sostuvo Ron Haskins, de la Brookings Institution. "Pero, de verdad, me encantaría que las hubiera", añadió.
3 
Bloqueos inminentes evitados este año 
En abril, la Casa Blanca y el Congreso lograron un acuerdo de última hora por el presupuesto; en julio, las discusiones por el incremento del nivel de endeudamiento casi llevan al país al default técnico; y ahora, falta el acuerdo para reducir el déficit.
UNA CARRERA CONTRA EL DÉFICIT, LA DEUDA Y EL AJUSTE AUTONÁTICO
2011 
23 DE DICIEMBRE
Votación. El Congreso debería votar sobre las recomendaciones para la reducción del déficit elaboradas por el Supercomité, que no llegó a un acuerdo en el plazo establecido (el pasado miércoles).
2012 
1 DE ENERO
Seguros. Más de seis millones de norteamericanos perderían su seguro de desempleo en 2012; de ellos, 1,8 millones a partir del primer día del año.
Impuestos Los impuestos a los seguros sociales subirían de 4,2% a 6,2%.
6 DE NOVIEMBRE 
Elecciones. Se realizarán los comicios presidenciales, en los que Barack Obama buscará renovar su mandato.
1 DE DICIEMBRE 
Límite. Esta es la fecha estimada en que se alcanzaría el nuevo límite de la deuda de Estados Unidos.
31 DE DICIEMBRE 
Aumentos. Vencerán las rebajas de las retenciones fiscales decretadas por George W. Bush y prorrogadas por Obama. Si el plazo expirara, habría un aumento impositivo medio de US$ 1000 para los norteamericanos, en momentos en que la economía no termina de despegar.
2013 31 DE DICIEMBRE 
Recortes. Si el Congreso no llegara a un acuerdo para reducir en US$ 1,2 billones el déficit a lo largo de la próxima década, comenzarán a regir los recortes automáticos.
Pentágono La mitad de esa suma, US$ 600.000 millones, será recortada del presupuesto del Ministerio de Defensa.
Planes sociales. La otra mitad será recortada en educación, agricultura, programas ambientales y, en menor medida, de dos de los principales planes sociales del gobierno, Medicare y Medicaid (programas de salud para ancianos y familias pobres).
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