THOMAS
PIKETTY | ECONOMISTA ESPECIALISTA EN DESIGUALDADES
El autor de 'El Capital en el Siglo XXI', analiza el 'Brexit'
y los
problemas de la UE.
El economista francés Thomas Piketty, especialista en desigualdad. LUIS SEVILLANO
CARLOS
YÁRNOZ/ París
Tras haber vendido en tres años 2,5 millones de ejemplares de su libro El Capital en el Siglo XXI, Thomas
Piketty (Clichy, 1971) rechaza las continuas invitaciones que
recibe para sumarse a la política activa. En esta entrevista en la fea y
desangelada Escuela de Economía de París, donde es director de Estudios, este
especialista en desigualdades cuenta a periodista de cinco medios europeos que
la xenofobia y el nacionalismo campan por Europa y están en el origen del Brexit. La canciller Angela Merkel y el presidente
François Hollande, dice, debieran apoyarse en Syriza, el PSOE o Podemos,
partido al que, según cuenta al inicio de la charla, vota su esposa, Julia
Cagé, nacida en Metz pero con doble nacionalidad francoespañola.
Pregunta. ¿Ha llegado con el Brexit la catástrofe de la que
usted alertó durante crisis griega?
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Respuesta. Europa jugaba con fuego desde hace tiempo, especialmente en la zona
euro. La crisis de 2008, la más grave desde la II Guerra Mundial, ha sido mal
gestionada. Nos empeñamos en reducir el déficit demasiado deprisa y matamos la
recuperación, el crecimiento.
P. Inglaterra no padeció ese error al estar fuera de la zona euro.
R. Europa ha fracasado y ha creado tensiones por doquier.
Paradójicamente, Inglaterra salió mejor de la crisis, pero las políticas
antisociales de David Cameron avivaron los resentimientos
de las clases populares que ha llevado a una reacción irracional a base de
xenofobia y estigmatización.
P. ¿Cómo salir del embrollo?
R. Ahora nadie parece haberse preparado para el Brexit. Tenemos la
sensación de que, una semana después, todo el mundo navega a la vista. Pese a
todo hay que recuperar la esperanza de poder construir algo nuevo a partir de
este desastre. Un desastre para las generaciones jóvenes, que van a sufrir
durante mucho tiempo las consecuencias de una opción elegida por la gente
mayor.
P. ¿Cómo valora la respuesta dada por la UE al Brexit?
R. Ha sido totalmente insuficiente. Y hay asuntos pendientes
importantes. Los costes causados por el secreto bancario suizo y mañana por los
paraísos fiscales de la Corona británica y la opacidad de la City son
considerables. Si no se hace, se alimenta el populismo. Me da miedo ver que a
los dirigentes europeos les falta coraje.
P. ¿Y cómo debe transformarse la zona euro?
R. Soy partidario de un sistema bicameral: un Parlamento elegido
directamente por los ciudadanos y otro que represente a los Estados nación con
parlamentarios del Bundestag, la Asamblea Nacional francesa… El actual sistema
no funciona ni funcionará jamás. En el Parlamento que propongo podría haber
alianzas estratégicas, coaliciones ideológicas…
P. ¿Son los dirigentes políticos, y no solo británicos, responsables del
Brexit?
R. Sí, sí. Y no solo los británicos. Francia no ha hecho nada en favor
de los países del sur porque, con tipos de interés a cero…, mejor no cambiar.
Claro que la actitud de Alemania ha sido insoportable y completamente
irracional. Machacando la actividad económica del Sur, los prestamistas
alemanes no van a conseguir que se les devuelvan los créditos. Hay una voluntad
de castigar que denota dosis de nacionalismo.
que denota dosis de
nacionalismo"
P. ¿Por qué se opone a la política de austeridad?
R. Porque no funciona. Alemania es el país por excelencia que jamás ha
devuelto su deuda. Por eso es paradójico ver que Alemania exige a Grecia que
devuelva hasta el último euro. Europa se construyó sobre el olvido de las
deudas, para que las nuevas generaciones no pagaran los errores de los
antepasados.
P. ¿Y qué propone a nivel mundial?
R. Es necesario regular el capitalismo. Necesitamos instituciones
democráticas fuertes para regular la deriva de desigualdades, para controlar la
potencia de los mercados, del capital, al servicio del interés general. Es un
error creer que a eso se llega de forma natural. Hay una especie de fe en la
autoregulación de los mercados que es excesiva. En 1914, durante la primera
mundialización, hubo una sacralización del libre mercado y la propiedad privada
que creó fuertes desigualdades, tensiones sociales, aumento del nacionalismo y,
de alguna manera, contribuyó al estallido de la I Guerra Mundial.
P. Y más recientemente ha llegado el dumping social, fiscal, financiero…
R. Sí. Y si no hay repuesta para detener esas desigualdades, la
respuesta más fácil es el nacionalismo y la xenofobia. Y así surgen
responsables políticos comoDonald Trump, Boris
Johnson o Marine Le Pen…gente muy privilegiada
financiera y socialmente cuya única estrategia consiste en explicar a las
clases populares blancas que sus enemigos son las clases populares mexicanas,
negras… Distraen así la atención sobre las desigualdades y las derivan hacia desigualdades
identitarias, culturales, religiosas.
P. Crecen movimientos xenófonos, pero también una izquierda radical,
como Syriza o
Podemos.
R. Yo lanzo una llamada a Hollande y Merkel para que se apoyen en
Syriza, en Podemos, en el PSOE…en esos partidos de izquierda, más o menos
radical. Vale, Alexis Tsipras no es perfecto, Pablo
Iglesias no es perfecto, tampoco sus programas, hay imperfecciones en lo que
cuenta, no tiene experiencia en el poder…, pero son mucho menos peligrosos que
los nacionalistas polacos, británicos, húngaros…
P. ¿Ha seguido de cerca las dos elecciones en España?
R. Sí, sí. Ahora hay una situación casi ingobernable. Se ha fomentado el
miedo a Podemos humillando a Syriza, humillando a Grecia, exigiéndole
privatizaciones totalmente irracionales para vendérselas luego baratas a
griegos ricos aliados de banqueros alemanes o franceses. Y lo han hecho para
meter miedo a los electores de países como España. Lo importante es que un
cambio en España puede originar un cambio en la zona euro. Francia, Italia y
España suponen el 50% de la población de la zona euro. Y Alemania, el 27%.
España, según sea pro o antiausteridad, cambia los equilibrios.