Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

sábado, 24 de noviembre de 2012

Finalmente, triunfa la ética

 Por Osvaldo Bayer/ Página12

Siempre me gusta repetir una frase que he comprobado que se hace realidad a través del tiempo. A veces tarda años, siglos, pero finalmente la ética en la Historia da su última palabra, es el juicio final que queda para siempre. En la Argentina lo estamos comprobando en el caso de los dictadores de la desaparición de personas. Y, al mismo tiempo, la Historia está dejando al desnudo a una figura tenida casi como nuestro héroe máximo (ver el tamaño de nuestros monumentos, por ejemplo). En este aspecto me refiero a cómo los historiadores, los docentes y muchos sectores de la población han reaccionado contra Julio Argentino Roca y han empezado a dudar de los valores absolutos que se adjudicaron siempre a un Sarmiento, a un Mitre y a otros protagonistas de aquel período del denominado “progreso” argentino.
Bastaría, por ejemplo, describir el acto que se acaba de realizar en el Teatro Español de Santa Rosa, La Pampa. Estuvo presente hasta el propio intendente de la ciudad, Luis Larrañaga, y hablaron representantes de todas las etnias indígenas de esa región. Pude participar para leer algunos documentos que lo dicen todo: que la denominada Campaña del Desierto fue un verdadero genocidio que desgraciadamente cometieron los propios argentinos con los habitantes originarios de estas extensas tierras. Campaña que se hizo con la co-financiación de la Sociedad Rural Argentina y que al final terminó con la entrega de 40 millones de hectáreas a estancieros de esa entidad. Esto por supuesto causó la muerte de miles de habitantes de nuestras pampas. Además, un hecho que manchará para siempre la figura de Roca y la del presidente Nicolás Avellaneda es que con esa campaña se restableció la esclavitud en la Argentina (eliminada por esos patriotas de la Asamblea del año XIII), esclavizando no sólo a los hombres indígenas, sino también a sus mujeres y a sus niños, a los cuales se los entregó a familias de Buenos Aires como “mandaderos”.
Los argentinos, pues, fuimos capaces de esa infamia que habían establecido los conquistadores españoles en las distintas formas esclavizantes: encomienda, mita, yanaconazgo, etcétera. Occidentales y cristianos.
En el acto pampeano, territorio parte de la campaña de exterminio de Roca, se propuso que la avenida Roca, continuación de la misma avenida llamada San Martín en sus comienzos, pasara a llamarse en todo su trayectoria con el nombre de nuestro Libertador. Pero claro, siempre hay una oveja negra en el rebaño. Fuera del acto, el viceintendente Angel Baraybar hizo declaraciones contrarias con los argumentos falsos de siempre. Dijo que Roca no fue autor de un “exterminio”, porque todavía “hay indios”. Una cuestión de léxico para el señor “representante del pueblo”. Como si no fuera lo mismo matar a 15 mil personas que a 20 mil. Como sostienen algunos: “Hitler no mató a 6 millones de judíos, fueron sólo 2 millones”. O como sostienen otros: “Los turcos no mataron a más de un millón de armenios, sólo a 60 mil”. Como si no fueran los mismos crímenes matar a 2 mil o a 10 mil. Además, sostuvo el estúpido argumento de que “los mapuches no eran argentinos, eran indios chilenos”. Señor Baraybar: los pueblos originarios no tenían “fronteras”, son etnias, no tenían marcados límites con murallas o con hitos vigilados por miles de uniformados en la irracional tarea de cuidar “esto que es mío”. No eran ni argentinos, ni chilenos, ni bolivianos, eran etnias distintas. Además, señala que a Roca le debemos la frontera definitiva con Chile. No, Roca habría sido un héroe racional si hubiera cumplido con el sueño de aquel gran libertador, Bolívar: los Estados Unidos Latinoamericanos, y no estar divididos con fronteras totalmente artificiales. Para qué fronteras. Para darles una tarea a los ejércitos, ya que en vez de las armas entre los pueblos debería existir sólo la mano abierta.
Pero el egoísmo, el ansia de posesión, la muerte del otro como medio de lograr honores no pasan a la historia definitiva. Sólo aquellos que tratan de cumplir con los principios de Igualdad, Libertad, Fraternidad son los que pasan a la Historia definitiva. Y esto quedó claro en el acto de Santa Rosa, cuando hablaron con el mismo objetivo representantes de diversas organizaciones étnicas y nosotros, los que “bajamos de los barcos” y que somos argentinos tanto como los que pueblan estas tierras hace miles de años.
Y así, día tras día, se van sucediendo los actos en todo el país de los que desean terminar con el racismo oculto y no dar razón a los que finalmente se quedaron con la generosa tierra gaucha y le pusieron alambrados para decir “esto es mío, mío, mío”. Por ejemplo, el acto que se llevó a cabo en la ciudad bonaerense de Coronel Rauch, que lleva el nombre de ese despreciable militar y mercenario europeo contratado por Rivadavia para “exterminar a los indios ranqueles”, como dice el decreto de ese primer presidente argentino. Fue un acto vibrante, pleno de docentes, padres, madres, jóvenes, empleados, obreros, hombres de los sindicatos, es decir, gente de pueblo. Todos quieren vivir en una ciudad que no tenga el nombre de un mercenario asesino sino de alguien que dejó para siempre señales de respeto a la vida y a la naturaleza y luchó por el bienestar de todos y de la cultura. ¿Por qué hay ciudades y pueblos en la llanura bonaerense que tienen nombres de los oficiales de Roca y no poseen los hermosos y poéticos nombres con que los pueblos originarios denominaban esas regiones, lagos y ríos? ¿No es más bello el nombre de Nahuel Huapi, para un lago, que lago Perito Moreno, lago Roca, lago Gutiérrez o lago Fagnano, como fueron bautizados por aquellos que fueron beneficiados por la llamada Campaña del Desierto? Por supuesto, en la Argentina dominan nombres de militares, de presidentes, de curas o de dueños de la tierra. Y no la ética, la poesía, la música de la naturaleza como principio fundamental de la vida, sino los cargos, la devoción ante los que mandan. En la iglesia central de Bariloche, una ventana tiene la figura vitral del general Roca, y en otra, la del presidente Avellaneda, el mandatario que aprobó la campaña genocida “del Desierto”, de Roca. Está todo dicho. El genocida y su aliado civil como ejemplos a seguir, en la Casa de Dios.
Pero no sólo el pasado histórico está siendo revisado sobre el comportamiento ético de sus personajes, sino también nuestra historia más reciente. En el colegio secundario Julio Argentino Roca –sí, tal cual, en el barrio capitalino de Belgrano R– se recordó a los 18 estudiantes desaparecidos por la última dictadura militar. Fue muy emocionante. Al comenzar el acto, alumnos pasaron al frente con los retratos de esos jóvenes luchadores por un país igualitario. Los “desaparecieron” las bestias uniformadas y sus secuaces civiles, los torturaron bestialmente, los arrojaron vivos desde aviones al mar. Y ahí están ahora, aplaudidos por todos. Hablaron docentes, el presidente del Instituto para la Memoria, alumnos y escritores. Y uno de ellos puso el dedo en la llaga. Dijo que cómo ese colegio podía llamarse Roca, el desaparecedor de los pueblos originarios, y su retrato colgado en las paredes junto a los de los alumnos desaparecidos. Ironía macabra del destino. Ese vergonzoso actuar de los genuflexos que premiaron a un genocida todavía es aceptado por los que afirman que “en Historia hay que mirar para adelante”, como dice el señor Macri, cuando la ética nos enseña que hay que aprender de la Historia para jamás volver a cometer errores tan oprobiosos. Pero, a pesar de los que la niegan, vemos que, finalmente, la ética siempre triunfa.

Los mitos siguen vivos



En la antigüedad se crearon relatos fabulosos que terminaron dando fondo a las diversas culturas.

El libro 'Imagen del mito' recupera en todo su esplendor el universo simbólico recopilado por Joseph Campbell. Mitos que hoy subsisten transformados.


Es difícil dar una definición del Mito, como término unívoco y digno de letra mayúscula. Me parece que situar el “pensamiento mítico” como una forma simbólica singular y oponer el Mito a la Razón como incompatibles simplifica demasiado el enfoque. “No hay ninguna definición del mito. No hay ninguna forma platónica del mito que se ajuste a todos los casos reales”, escribió G. S. Kirk, helenista experto en el tema. Evitemos enredarnos en la retórica y la metafísica. Es más claro enfocar “lo mítico” como una vasta región de lo imaginario y tratar de “los mitos” como resonantes relatos que configuran lo que llamamos la mitología. Partamos de un trazo claro: los mitos no son dominio de ningún individuo, sino una herencia colectiva, narrativa y tradicional, que se transmite desde lejos (a veces unida a la religión, en los ritos o en la literatura).
Toda cultura alberga una tradición mítica. Según Georges Dumézil: “Un país sin leyendas se moriría de frío. Un pueblo sin mitos está muerto”. Desde siempre, “los mitos viven en el país de la memoria” (Marcel Detienne). Es decir, pertenecen a la memoria comunitaria y, como señaló el antropólogo Malinowski, ofrecen a la sociedad que los alberga, venera y difunde “una carta de fundación” utilitaria. Son, en sus orígenes, las fundamentales “historias de la tribu”; ofrecen a sus creyentes una interpretación del sentido del mundo.
Partiendo de esa consideración de la mitología, podemos proponer una definición sencilla y funcional. Con la venia del escéptico Kirk, tomemos, modestamente, esta: “Un mito es un relato memorable y tradicional que cuenta la actuación paradigmática de seres extraordinarios (dioses y héroes) en un tiempo prestigioso y lejano”. El insistir en lo narrativo y no en las vacilantes creencias que los individuos pueden tener al respecto nos permite aceptar como “mitos” no solo a los mitos religiosos, sino también a los “literarios”. Ese aspecto narrativo es el rasgo esencial del mito ya en la palabra griega mythos, que los sofistas y Platón opusieron al vocablo logos (palabra, razón, razonamiento), en el sentido de “narración tradicional, relato antiguo”. (Antes, en Homero, mythos y logos eran sinónimos). Una frase famosa define el progreso filosófico en Grecia como avance “del mito al logos”; pero ese avance —en términos absolutos— está hoy muy cuestionado. La contraposición sirve para señalar el claro progreso histórico de la razón en la Grecia antigua, en la filosofía, la historia y las ciencias, ideas y no creencias, que explican el mundo, marginando las creencias míticas. Sin embargo, ya el mythos era una búsqueda de verdad, ya el mito ofrecía, en su estilo, una ilustración (Hans Blumenberg). Hay “mito en el logos y logos en el mito”, dice Lluís Duch, que apunta la conveniencia de una ágil combinación “logomítica” para la comprensión cabal del mundo y la condición humana.

Ofrecen a la sociedad que los alberga “una carta de fundación"

Nuestra mitología clásica viene de la antigua Grecia, aunque solo persiste como brumosa herencia cultural, desde hace siglos desvinculada de su fundamento religioso. (Cómo el cristianismo la sustituyó y desterró a sus dioses es una historia bien conocida y que podemos dejar de lado ahora). Pero cualquier religión tiene su propia mitología, es decir, su oferta narrativa, que puede adquirir pretensiones dogmáticas, reforzada por los rituales y la espiritualidad personal. La cristiana se recoge en la Biblia. Con todo, la mitología griega (y su versión romana) se nos ha transmitido en la literatura europea con una belleza poética que le ha permitido una pervivencia fantasmal a través de los siglos. Recordemos que la gran poesía griega (la épica, la tragedia y gran parte de la lírica) se fundaba en la evocación de los mitos: las acciones de los famosos héroes y los dioses, y su celebración y reinterpretación constante en los poemas y los teatros. Esos mitos, que suelen designarse con el nombre de sus protagonistas, perduran así como ejemplos y enigmas (como los de Prometeo, Odiseo, Edipo, Medea, Orfeo, Casandra y otros). Y los poetas, transmisores por excelencia de los mitos, fueron, en Grecia, populares “maestros de verdad” antes de ser desplazados en esa tarea educativa por los filósofos. Pero, sin embargo, no lo olvidemos, Platón es un gran narrador de mitos, metidos en sus Diálogos. Lo que no deja de ser una admirable paradoja: el gran filósofo, tan crítico con las opiniones ajenas, tan duro con los poetas, resulta luego un fabuloso mitólogo.

Un mito no se inventa, sino que se cuenta como un saber acreditado

Pero no solo los griegos; toda cultura tiene sus mitos, como ya sabemos. Y su, más o menos fantástica, brillante tradición mitológica. Que se caracteriza, por doquier, por ese carácter memorable, en gran medida educativo. Pues un mito no se inventa, sino que se cuenta como un saber acreditado. Ya estaba antes; como una creencia, como un enigma, como lección de sabiduría, una reliquia de las “historias de la tribu”. Podemos preguntarnos qué lo hace duradero y ubicuo, ¿cómo persiste así, arcaico, y, tal vez, reactualizado? Sin duda es su temática. Los mitos hablan de los grandes temas de la existencia. Y dan respuesta. De por qué existimos, de quién hizo el mundo, cuál es nuestro destino, qué hay tras la muerte, qué significa vivir en un tiempo breve, y en una condición de dudosa justicia. Los filósofos —desde los sofistas griegos— han ofrecido respuestas varias: según unos, fueron el espanto y el agradecimiento ingenuo ante los prodigios naturales los que les crearon los dioses; según otros ilustrados, fue la codicia y astucia de los sacerdotes. Me parece más convincente la tesis de Hans Blumenberg: los mitos animan y dan sentido profundo a lo real. Frente al “absolutismo de la naturaleza”, los seres humanos ansían vivir en un albergue benévolo, un mundo humanizado y con sentido trascendente, donde, más allá de la inevitable muerte, quede algo perdurable, respondiendo al anhelo humano de pervivir y no ser un absurdo accidente disuelto en la nada. Según Blumenberg, el ser humano anhela esperanza y consuelo. El mito lo da. En otras versiones, como en la de Jung, los temas de los mitos están en la propia alma de forma innata, y tienen, como arquetipos, honda relación con el mundo de los sueños.
El caso es que los mitos están ahí, desde muy antiguo y en todas partes. Aunque, desde luego, hay épocas y culturas que los cuidan más y los tienen de mejor calidad. Y, por otra parte, parece que conviene distinguir entre los grandes y fundamentales (como los de la creación, del mundo divino, de las almas y sus viajes de ultratumba) y mitos menores, por ejemplo, los de tipo político o nacionalista más o menos manipulados. En fin, los mitos se insertan en la cultura y suelen recurrir a símbolos propios y expresarse de modo vivaz en imágenes impactantes. El código simbólico que usan con frecuencia los relatos míticos viene requerido por su propia temática, fabulosa y trascendente. El símbolo remite a algo ausente, difícil de representar por los signos de la comunicación habitual; sugiere más que dice e invita a ir más allá de lo real aparente y objetivo. Sobre todo en los símbolos religiosos. Las imágenes mitológicas actúan en el mismo sentido. Invitan a la imaginación de ese universo fabuloso de dioses, monstruos y seres extraños y prodigiosos con más fuerza que las palabras. Cada cultura, luego, elabora imágenes y símbolos propios, aunque la mitología comparada puede revelar entre mitos, imágenes y símbolos de lugares muy lejanos coincidencias sorprendentes. (Acaso porque la imaginación humana tiene sus límites). El repertorio de símbolos e imágenes resulta, en la mirada comparatista, fascinante.

El personaje literario deviene mítico tan solo cuando pasa
a la memoria colectiva

He apuntado ya que hay mitos de primera instancia y mitos de segunda fila. En el mundo griego, los relatos de los dioses contados por Hesíodo evocan los orígenes del cosmos, los mitos de la épica heroica nos hablan de un mundo más cercano. Y también hay, en esa mitología y en otras, frente a los mitos religiosos y cósmicos (los de los orígenes, de los que tanto escribió Mircea Eliade), mitos literarios, esto es, productos míticos de prestigio más limitado y pedigree más moderno, ya que se inscriben en una tradición libresca. A esos mitos literarios (como el de Don Juan o el de Fausto) se les puede encontrar un primer autor —lo que va en contra de lo que hemos dicho antes—. Pero el personaje literario deviene mítico tan solo cuando pasa a la memoria colectiva y no es necesario recordar quién los inventó. En ese sentido, creo, la mayoría de la gente que los conoce no sabe quién fabricó a Frankenstein o a Carmen, o a Robinsón, no menos que quién, antes de Homero, relató las aventuras del griego Ulises; los héroes se han mitificado al perdurar en el imaginario colectivo, sin que la gente necesite el texto original. Y también hay —descendiendo de nivel— héroes del cómic que pueden revestir un tono mítico (son la calderilla del fondo, para el consumo popular y más mediático). Son “superhéroes” de papel; pero conservan algunas chispas del fulgor de los clásicos, ya desconocidos para el público juvenil. (Grant Morrison subraya bien, en Supergods, su impacto social, y apunta sagazmente que “Supermán es un héroe apolíneo y Batman un héroe dionisiaco”).
Es usual calificar de “míticos” o “mitos” a las grandes estrellas del espectáculo, a futbolistas y atletas, y ahora también a algunos cocineros. “Mito” es así un sinónimo de “ídolo adorado por las masas”; “ídolo” es, en cambio, vocablo pasado de moda. Para sus fans son seres mitológicos, tan de fábula como los superhéroes, glorificados por los focos de la actualidad.
Si bien entró bastante tarde en nuestra lengua —último tercio del XIX—, la palabra “mito” tuvo un éxito enorme: hoy, “el mito se dice de muchas maneras”. En el sentido de “lo fabuloso”, el término “mito” apunta a lo irreal, y se confunde con “lo falso”, y con esa fuerte connotación negativa se usa para descalificar exageraciones, bulos, y creencias ajenas. En ese sentido, los “mitos” son vanas “ilusiones” de los otros. A las “creencias” se contraponen “ideas”, como dijo Ortega, y antes los sofistas griegos. Pero los mitos perviven, se prestan a relecturas y a manipulaciones, a veces perversas.

El Poder Judicial egipcio califica de “agresión sin precedentes” el ‘decretazo’ de Morsi



La transición en Egipto

Los jueces de Alejandría anuncian una huelga indefinida hasta que el presidente dé marcha atrás en su decisión


El malestar generado en el Poder Judicial tras la última declaración constitucional del presidente egipcio, Mohamed Morsi, que le sitúa por encima de la ley al declarar todas sus decisiones "inapelables y definitivas" ha culminado hoy con el anuncio de huelga por parte de los jueces de la ciudad de Alejandría. El anuncio llega minutos después de que el Consejo Supremo de Justicia de Egipto calificara de "agresión sin precedentes contra la independencia del Poder Judicial" la decisión de Morsi. En un comunicado difundido por la agencia oficial Mena tras una reunión de urgencia, este órgano judicial exhorta al mandatario a "apartarse con su declaración constitucional de todo lo que perjudique al Poder Judicial y sus prerrogativas".
Las protestas se le acumulan al rais cuya policía ha recurrido al lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que protesta desde ayer viernes en la plaza Tahrir de El Cairo contra las nuevas medidas adoptadas por el presidente Mohamed Morsi para reforzar sus poderes. Los manifestantes que permanecían en la mítica plaza han huido por las calles laterales al verse sorprendidos por los gases.
Los opositores instalaron ayer una treintena de tiendas de campaña en la plaza.  "No nos iremos de Tahrir antes de que haya un proceso justo a los asesinos de los revolucionarios y hasta que Morsi no de marcha atrás en sus decisiones", aseguró uno de los manifestantes, Mohamed al-Gamal a la agencia France Presse. "Egipto está entrando en una nueva revolución ya que nuestra intención no era reemplazar un dictador por otro", añadió en alusión a la revuelta popular que desalojó del poder, después de 30 años, a Hosni Mubarak en febrero de 2011.
El “decretazo” de Morsi ha vuelto a tensar la inflamable escena política egipcia, alargando la fosa que separa islamistas y laicos. Egipto es hoy un país partido en dos. En varias localidades de la geografía egipcia hubo enfrentamientos violentos entre seguidores y detractores de Morsi. Ayer viernes, en al menos tres ciudades, Alejandría, Port Said e Ismailiya, manifestantes airados incendiaron sedes de los Hermanos Musulmanes, el partido del presidente.
A primera hora de la tarde del viernes, el “rais” se dirigió a sus seguidores, y a toda la nación gracias a la cobertura de la televisión pública, desde una tarima en la que había una gran foto suya. La cofradía domina las herramientas del márketing político. “El antiguo régimen está pagando para que ataquen edificios gubernamentales y siembre el caos”, proclamó un desafiante Morsi, que aseguró aceptar la importancia del rol de la oposición “verdadera”.
"No me gusta ni quiero utilizar procedimientos excepcionales, pero si veo que mi país está en peligro lo haré, porque es mi deber", añadió Morsi, justificando su decreto con argumentos como la búsqueda de la estabilidad y la purga de los elementos contrarrevolucionarios en el poder judicial. Morsi dice ser el guardián de la revolución que destronó a Mubarak, que aspira a asegurar la viabilidad política de la maltrecha transición egipcia. La profunda división del país, sostiene, podría terminar por paralizar por completo el salto a la plena democracia. Por eso, aclara, ha necesitado recurrir a la batería de medidas excepcionales que han incendiado el país. El principal blanco del decretazo de Morsi ha sido el sistema judicial, el mismo que disolvió el Parlamento que dominan los islamistas y que acumula jueces de la era Mubarak, aún fieles a la herencia del dictador.
Morsi poseía hasta el pasado jueves el control del poder Ejecutivo, el Legislativo, y de la Asamblea Constituyente. Después de relevar a la cúpula del ejército en agosto, la única institución hostil era el poder judicial. Por eso, con la nueva declaración constitucional, somete el poder judicial a su autoridad, minando el pilar central del débil Estado de Derecho del Egipto posrevolucionario. De acuerdo con el texto, ninguna de las decisiones, decretos o leyes aprobados por Morsi desde su investidura podrán ser revocados por otra institución del Estado, incluido el poder judicial. Ni siquiera Mubarak consiguió tal posición de preeminencia desde el punto de vista legal.
Además, el líder islamista blinda la Asamblea Constituyente y la Cámara alta, ambas amenazadas de disolución por sendas demandas que está estudiando el Tribunal Constitucional. La Asamblea se encuentra ante una grave crisis, tras la reciente retirada de los partidos laicos como protesta por el rodillo que aplica la mayoría islamista. La declaración constitucional amplía en dos meses el plazo para redactar la nueva Carta Magna, y que debía terminar a principios de diciembre.
En un guiño que no parece haber apaciguado los ánimos de los revolucionarios, el decreto ordena reabrir todos aquellos juicios sobre los asesinatos y abusos cometidos durante los 18 días de la revolución egipcia que resultaron en las absoluciones de los acusados. La medida incluso afectaría a Hosni Mubarak y su ex ministro de Interior, Habib el-Adly, los únicos cabezas de turco condenados hasta ahora por la represión de los manifestantes durante la revolución.

Sarkozy, en problemas ante un juez que confundió ilustres apellidos

Sarkozy, en problemas ante un juez que confundió ilustres apellidos

Miss Moscú sorprende y se rebela contra Putin

Miss Moscú sorprende y se rebela contra Putin

Wall Street, en alerta: si se ratifica el fallo de Griesa temen un default

Wall Street, en alerta: si se ratifica el fallo de Griesa temen un default

Subas de 10% a 20% en las boletas de electricidad y gas

Subas de 10% a 20% en las boletas de electricidad y gas

jueves, 22 de noviembre de 2012

Don Mario y la dictadura perfecta



México entrega el Premio Carlos Fuentes a Vargas Llosa.
El acto estuvo marcado por el recuerdo de la crítica del novelista al antiguo régimen del PRI.
El premiado destacó a Fuentes como impulsor clave del 'boom' de la novela de América Latina.


Pablo de Llano México

La primera alusión la hizo Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua: “Vargas Llosa ha criticado todas las dictaduras, perfectas o imperfectas”. Labastida lo miró con complicidad y el escritor peruano se sonrió. Más tarde cerró el acto el presidente de México, Felipe Calderón, que fue directo al grano y recordó la célebre definición que hizo Mario Vargas Llosa en 1990 del antiguo gobierno del PRI: “La dictadura perfecta”.
El premio Nobel de Literatura no estaba ayer en Ciudad de México para hablar de aquellas palabras. Estaba allí para recoger el primer Premio Carlos Fuentes, creado en nombre del escritor mexicano fallecido en mayo. Vestido con un traje oscuro y con una corbata morada, peinado con su característica onda de pelo cano plateado sobre la frente, Vargas Llosa sacó de un portafolios negro un buen número de hojas y ofreció un largo discurso en el que contó su relación con Fuentes, explicó la importancia de este autor en el boom de la literatura latinoamericana en los años sesenta y tan solo en un tramo de referencias históricas mencionó de pasada “el largo predominio del PRI”.
Pero el presidente sí hizo hincapié en aquellas palabras. “Mágicas palabras”, dijo, “que sonaron fuertes y estridentes, como cuando se rompe un gran cristal”. En uno de sus últimos actos antes de dejar el poder de nuevo en manos del PRI el uno de diciembre, Calderón, del PAN, ensalzó la histórica sentencia de Vargas Llosa, o “Don Mario”, como le llamó durante su discurso. Calderón dijo que aquellas famosas palabras “retumbaron” tanto que cambiaron a México.

Carlos Fuentes y el 'boom'

Antes de que Calderón hiciese resonar el eco de la crítica de Vargas Llosa al PRI del siglo pasado, el escritor, de 76 años, había leído un texto en el que con sentido del humor comenzó calificándose a sí mismo como el “último superviviente operativo” del boom de la novela de América Latina.
Vargas Llosa recogió el guante del cincuenta aniversario del inicio de aquel fenómeno literario y se ocupó de precisar la influencia de Carlos Fuentes en este movimiento. Aunque primero contó cómo vio al autor mexicano por primera vez en su vida: “Empinado sobre una mesa, zapateando y creo que hasta cantando un corrido a voz en cuello y con algunos gallos”. Era el año 1962. Vargas Llosa, con sus impecables modales, aclaró que aquello había sido “insólito” para la forma de ser de Fuentes: “él no solía dar ese género de espectáculos. Por el contrario, cuidaba mucho las formas, la elegancia y el esmero en el hablar, el actuar y el vestir”.
Citada aquella “noche de tequila, mariachis y efusiones”, Mario Vargas Llosa se centró en la parte seria del asunto. Afirmó que Fuentes fue tal vez el principal promotor del boom latinoamericano tanto en su difusión como en su cohesión. “Se esforzó para acercarnos y amigarnos, hacernos sentir parte de una aventura intelectual común y para que nuestros libros rompieran el confinamiento al que hasta entonces estaban condenados casi todos los escritores latinoamericanos”. El novelista peruano elogió la decisión con la que Fuentes, “un escritor universal”, luchó por exportar una imagen de la literatura de América Latina que no fuese la de una región “pintoresca y bárbara, de dictadores, revolucionarios, mambos y rumberas”.
Vargas Llosa también subrayó la tenacidad de trabajo de Fuentes. Según contó, otro de los puntales del boom, el colombiano Gabriel García Márquez solía bromear con la productividad del mexicano: “Y eso que teclea la máquina de escribir con un solo dedo, que si lo hiciera con los diez…”.
En el discurso del Nobel hubo una mención detallada de la relevancia de una de las principales novelas de Fuentes, La región más transparente. Para Vargas Llosa este libro de 1958 fue “el anunciador del boom”. En su opinión fue “la primera novela latinoamericana que rompió el aislamiento”, aunque se suela decir que la obra que detonó el fenómeno literario latinoamericano fuera La ciudad y los perros, del propio Vargas Llosa.

Macri tendió puentes con Alfonsín y acordaron una campaña sin agresiones

Macri tendió puentes con Alfonsín y acordaron una campaña sin agresiones

Robespierre no era tan Robespierre



Una biografía y una monumental novela reinterpretan al líder revolucionario.
Desmienten las versiones tradicionales sobre un personaje cruel y despiadado.


El asesino. El sanguinario. El delirante. El coco… Antepongan esos calificativos a estos: el virtuoso. El incorruptible. El demócrata. El soñador. ¿Cómo cuadrarlos? Difícil. Pero habría que equilibrar la balanza, demasiado torcida ante los primeros, en el caso de Maximilien Robespierre. El personaje más controvertido de aquel hito que marcó la Historia Universal y que se dio en llamar Revolución Francesa merece un juicio justo que le devuelva la cabeza de la guillotina eterna.
Eso y no más es lo que han pretendido, cada uno a su manera, el historiador australiano de la Universidad de Melbourne Peter McPhee, y el escritor español Javier García Sánchez. Uno con una pulcra y rigurosa biografía publicada por Península y el otro con una ambiciosa novela de 1.200 páginas sobre el líder jacobino que ha sacado al mercado Galaxia Gutenberg y que empezó a escribir por pasión, por identificación, por espíritu de cruzada, hace 30 años.
Hay demasiadas injurias en torno a Robespierre. Injurias vertidas a lo largo de más 200 años no solo en la Historia, también en la filosofía, en el cine, en la literatura… Incluso en el urbanismo: es el único personaje crucial en el devenir de Francia que no cuenta con una calle a la altura de su leyenda y sus hitos en el centro de París.
Allá llegó para participar en la reunión de los Estados Generales el abogado a quien siempre se achacó cierto complejo de provinciano. Desde la norteña Arrás se presentaba en la resabiada capital —“puta y santa”, escribe García Sánchez— este líder en ciernes, con su inseguridad a la hora de armar discursos, su conocimiento de memoria de la obra de Rousseau, su miopía y una paradójica timidez un tanto altiva que no guardó en el baúl donde sí se llevó a París una chaqueta de paño negro, un chaleco de satén, tres pares de pantalones, seis camisas, seis pañuelos y tres pares de calcetines…
Enfermiza parecía su obsesión por la austeridad, por dar ejemplo. Y, por tanto, sospechosa. “La mayor contradicción para quien durante siglos ha querido atacarle era que le apodaran El incorruptible. No cuadraba ese calificativo con los intentos de desprestigiarle contando que se había encerrado en orgías de palacios pertenecientes a la aristocracia con decenas de eunucos”, comenta García Sánchez.
McPhee ahonda en la propia incomprensión de Robespierre ante su obsesión por la plena limpieza. “Encontraba serias dificultades en comprender por qué los propios republicanos se mostraban tan en contra del bien común. Se desesperaba ante la falta de integridad, los nervios le llevaban hasta el borde mismo del colapso, sobre todo, al final, cuando entendió que su periodo había terminado”.
De la revolución al terror, algo a lo que se vio abocado pese a repugnarle la violencia, el camino se llenó de sombras. Manchas que poblaron, según el autor español, “la biografía digna de quien porta la gallardía insensata de un héroe mártir”. Acusaciones que le han afectado hasta hoy culpándole de todos los males, los desmanes, los desvaríos, las purgas, cuando, según García Sánchez, “no dio el visto bueno personalmente más a cuatro o cinco penas de muerte”.
Asombroso hurgar en los papeles. “No tuvo nada que ver con los asesinatos en masa, los repudiaba”, agrega McPhee. Así que conviene urgentemente sacarle de la lista que lo emparenta con todos los exterminadores que en el mundo han sido.
Si el prisma histórico ha deformado sistemáticamente la figura de alguien, este es el caso de Robespierre. Pero aún no se escapa: “Sigue resultando enormemente controvertido”, afirma el australiano. Quizás su obsesión por la virtud, ese faro en su pulso vital, es la causa. Se reveló tan consecuente que ha influido en la mala conciencia de la posteridad o en la propia sospecha de que no podía nadie llegar a tales cotas de autoexigencia. “Él fue”, según McPhee, “ uno de los grandes demócratas de la Historia, apasionado, comprometido con los derechos humanos y con la participación en la vida pública de todos los estratos de la sociedad. Entendía que sin la participación popular y el respeto por los avances civiles y sociales existiría un permanente y violento desencanto social”.
Lo primordial en cuanto a su figura es acabar con el rumor. “La visión que se ha dado de él se ha fundamentado en un rumor. No más. Cuando cae e iba camino de la guillotina —aquel 10 Termidor, 28 de julio de 1794 para la cristiandad— empieza ese rumor sobre él, ajeno a los hechos, que se ha propagado de manera organizada y continua a lo largo de más de 200 años y ha dado lugar a que el 95% de lo que se ha escrito fuera falso”.
Lo mismo le ocurre a su aliado Saint-Just; ambos han pasado a la historia como peligros por inculcar una radical filosofía de la virtud y el bien común desde espíritus laicos. Fueron emisarios de una vida futura, perecieron convencidos de que su obra no quedaba concluida cuando en realidad dieron lugar a una auténtica revolución de las mentalidades. Así es y no de otra forma como García Sánchez afrontó la narración. “Con la intención de crear una obra lírica, con voluntad de epopeya sobre unos hombres que quisieron cambiar el mundo consiguiéndolo y que perecieron en el intento creyendo que habían fracasado”.

El juez Griesa falló a favor del reclamo de los fondos buitre

El juez Griesa falló a favor del reclamo de los fondos buitre

miércoles, 21 de noviembre de 2012

De Vido salió a pedir la re-reelección de Cristina: "Tenemos todo el derecho"

De Vido salió a pedir la re-reelección de Cristina: "Tenemos todo el derecho"

Tras ocho días de enfrentamientos, acuerdan un alto el fuego en Oriente Medio

Tras ocho días de enfrentamientos, acuerdan un alto el fuego en Oriente Medio

La zona euro se ve incapaz de cerrar un acuerdo con el FMI sobre Grecia



La solución para el país heleno se pospone al próximo lunes tras 12 horas de negociaciones.
El presidente del Eurogrupo: “No me voy desilusionado. En Europa ya no me hago ilusiones”.


Casi 12 horas de negociaciones y una semana preparatoria se han demostrado incapaces para cerrar un acuerdo sobre el endiablado hoyo sin fondo en el que se ha convertido Grecia. Los ministros de Finanzas de la zona euro abandonaban la reunión cabizbajos poco antes de las cinco de la madrugada tras certificar una vez más que el objetivo de rebajar la deuda helena al 120% del PIB para el año 2020 se les escapa de las manos. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, fue el más tajante al afirmar: “No me voy desilusionado, porque en Europa ya no me hago ilusiones”. Ahora queda por ver cómo castigarán los mercados la enésima demostración de impotencia de los responsables políticos de la eurozona.
Las divergencias entre el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la eurozona quedaron perfectamente retratadas en el Eurogrupo de la semana pasada. Entonces, mientras Juncker recomendaba posponer hasta 2022 el objetivo de reducir la deuda pública griega al 120% del PIB, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, negaba con la cabeza. Ambos escenificaron los diferentes puntos de vista de Washington y Bruselas; y anunciaron que dejaban el acuerdo para la próxima semana, es decir, para ayer martes 20 de noviembre.
Hoy, los líderes europeos han interrumpido la reunión para dejar que se continúen “los trabajos técnicos de algunos elementos del paquete”, y posponen la solución a un próximo Eurogrupo –otro más- que se celebrará el próximo lunes 26 de noviembre. ¿Hallarán entonces la clave que hoy han sido incapaces de encontrar? Juncker sacó la ironía para responder. “Como ya dije que el acuerdo era posible hoy, voy a repetirme y decir que será posible el próximo lunes”, dijo el presidente del Eurogrupo. “Estamos cerrando la brecha, pero aún nos queda trabajo por hacer”, añadió Lagarde como despedida.
Los jefes de Estado y de Gobierno que se reunirán este jueves y viernes para cerrar las líneas maestras del presupuesto para los próximos siete años se encontrarán con que la tragedia griega se les ha atragantado, y que cualquier solución para la crisis que atraviesa Europa pasa por una respuesta inmediata a los problemas de Grecia para no caer en la insolvencia. El tramo de ayuda urgente para Atenas queda de nuevo atascado, pese a que el Gobierno de Antonis Samarás aparentemente ha hecho todo lo que se le pedía: el ya tradicional paquete de última hora de recortes y reformas.
Los responsables de la eurozona discutieron sobre cómo y cuándo dar el dinero a Grecia. También, sobre las consecuencias de conceder dos años más para cumplir con sus objetivos de déficit. Y por último, el punto más espinoso: cómo asegurar la sostenibilidad de la deuda pública helena; es decir, cómo conseguir que en algún momento la deuda se estabilice en un nivel razonable que no pese como una losa sobre la maltrecha economía griega. Lo que sigue es un resumen de las posiciones de la Comisión, del Eurogrupo, del BCE y del FMI.

 

Próximo tramo de ayudas urgentes


Se baraja la posibilidad de dar a Grecia 31.300 millones de euros del fondo de rescate o incluso 44.000 —lo que supondría juntar los dos próximos tramos de las ayudas—ante la constatación de que en las arcas públicas griegas los fondos pueden acabarse en cualquier momento. Atenas preferiría la segunda opción y argumenta que ha hecho sus deberes. Una vez haya un acuerdo en el Eurogrupo, sin embargo, la concesión de los fondos no es inmediata: primero hay que pasar por varios Parlamentos nacionales. Antes del desencuentro de esta madrugada se esperaba que ese paso, ineludible en casos como el alemán o el finlandés, estuviera listo para el 30 de noviembre. El 3 de diciembre debería producirse la decisión final del Eurogrupo; el 4 de diciembre, la Comisión y el Gobierno de Samarás deberían firmar un nuevo memorando de entendimiento, con las inevitables condiciones. Según este calendario, el dinero llegaría al día siguiente a Atenas.

 

Dos años más y sus consecuencias


La eurozona está de acuerdo en dar dos años más a Grecia para cumplir con el 3% de déficit; en lugar de 2014, se pospone ese objetivo a 2016 para suavizar las medidas de austeridad necesarias y no asfixiar la economía. El problema es que alargar esos plazos supone unas necesidades de fondos adicionales de 32.000 millones para Atenas: 15.000 millones hasta 2014 y 17.000 millones adicionales hasta 2016. Fuentes del Eurogrupo barajaban este martes la opción de ofrecer una solución solo hasta 2014 y dejar para más adelante el resto. Los socios europeos niegan una y otra vez la posibilidad de conceder fondos adicionales a Atenas, pero el BCE ya ha asegurado este fin de semana que no sería descabellado pensar en un tercer paquete de rescate para Grecia en 2014. Es decir, después de las elecciones alemanas de otoño del año próximo.

 

Deuda sostenible: reestructuración (o no)


El FMI asegura que para que Grecia ponga las cosas en orden necesita que su deuda pública sea del 120% del PIB en 2020. El problema es que el endeudamiento griego está desbocado y supera ya el 180%. El FMI quiere dejar intactos esos números: el 120% en 2020, pero para ello sería imprescindible una reestructuración de la deuda pública, básicamente en manos de los socios europeos, que no quieren ver ni en pintura esa posibilidad porque les exigiría rascarse el bolsillo. "Hay un menú de alternativas para aliviar el peso de la deuda griega y vamos a intentar que no haya quita", dijo este martes el ministro Luis de Guindos antes de comenzar la discusión con sus colegas. El Eurogrupo ya debatió hace una semana dar más tiempo a Grecia para alcanzar ese nivel de sostenibilidad, concretamente hasta 2022 (aunque ya se rumorea incluso con 2032), algo que el FMI rechaza. Ahí están las principales diferencias en la negociación. Fuentes europeas apuntan a que finalmente se alcanzará un acuerdo de compromiso —probablemente más adelante— que incluya reducciones en los tipos de interés que paga Grecia, recompras de bonos con el dinero de las ayudas y ampliaciones de los plazos de vencimiento; cualquier cosa con el objetivo de evitar una quita. Sin embargo, el Bundesbank alemán ya habla de la posibilidad de una reestructuración en toda regla, siempre que Grecia haga todos sus deberes con las reformas, los recortes y la retahíla de privatizaciones que tiene por delante. Es decir, de nuevo una vez hayan pasado las elecciones alemanas de otoño de 2013.

Aumenta el pesimismo de los argentinos sobre la economía

Aumenta el pesimismo de los argentinos sobre la economía

Paro con la sensación de ciudad bloqueada



PÁGINA 12/EL PAIS › LA HUELGA DE LA CGT DE MOYANO Y LA CTA DE MICHELI SE SINTIO EN LOS CORTES DE LOS ACCESOS A LA CAPITAL

Por los bloqueos, hubo poca actividad en la ciudad. Se registraron incidentes en bares de Avenida de Mayo. Moyano y Micheli consideraron la jornada “un éxito”. Para Cristina Kirchner, se trató de “aprietes y amenazas”.

Final del formulario
 Por Julián Bruschtein
“De lo que se trata es de que quien tenga ganas de ir a trabajar, no vaya.” La frase había sido emitida el lunes por el dirigente estatal Pablo Micheli, agitando los 160 piquetes con los que pensaban obstruir los ingresos a la Capital Federal. La amenaza dio sus frutos y la ciudad amaneció como si fuera domingo por la prevención de los trabajadores de no asistir a sus puestos de trabajo, así como no llevar a sus hijos a las escuelas. Para los seguidores del camionero Hugo Moyano y Micheli, el paro general “fue un éxito”. Hubo incidentes frente a bares y cafés para que cerraran y pedradas contra algunas líneas de colectivo que no participaron de la medida de fuerza. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner interpretó que la huelga se trató de “un apriete y una amenaza” (ver página 5).
“Fue una jornada histórica. Sin ninguna duda, la jornada de hoy ha tenido una adhesión mucho mayor de lo que nosotros imaginábamos”, aseguró el líder de la fracción cegetista al analizar el paro en la sede de la calle Azopardo. Acompañado por Micheli y por el dirigente de la CGT barrionuevista Claudio Acuña, Moyano se mostró exultante en su conclusión sobre el acatamiento de la huelga que a esa altura llevaba 16 horas, pero ya había cumplido el objetivo de impedir que los trabajadores pudieran acercarse a su trabajo. El dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, también sonreía y le explicaba a quien se acercara que había viajado sin problemas y que “en la ruta 8 no se veían ni los pajaritos”. Solo faltó el representante de la Sociedad Rural Argentina, que también forma parte de la nueva alianza que impulsa Moyano y que se plegó al paro.
El paro reunió a un grupo de gremialistas y dirigentes que tenían poco en común hasta hace unos meses. Con los piquetes que montaron en los ingresos a la ciudad, la huelga consiguió una mayor efectividad, que igualmente no ocultó el hecho de que debieron levantar la movilización inicialmente convocada a la Plaza de Mayo. Las diferencias entre Moyano y Micheli en ese punto se dieron desde que conformaron la nueva sociedad gremial contra el Gobierno. “Es más fácil bloquear los ingresos a la ciudad con algunos afiliados que movilizar a la plaza y te cuenten las costillas. Evidentemente no confían en su capacidad de movilización”, sostuvo un importante dirigente gremial de la CGT oficial, que conduce el metalúrgico Antonio Caló.
El martes amaneció como si fuera feriado o domingo. Poco ruido en las calles y vecinos paseando a la mañana, con algún que otro vehículo pasando por las esquinas. El corte en los accesos y fundamentalmente la adhesión al paro del sindicato de señaleros de ferrocarriles hizo que las arterias de conexión entre la ciudad y el conurbano quedaran sin vida, aunque la línea Belgrano Sur dio el servicio temprano por la mañana. “Pero no hay que quedarse con la imagen de la ciudad de Buenos Aires, porque el movimiento local fue normal en casi todos los municipios y las provincias”, analizó un funcionario de la Casa Rosada, que evaluaba la medida en el interior del país con los informes que recibía. El paro había sido convocado por la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y la devolución de una deuda con las obras sociales sindicales.
Por la mañana ya se habían desarrollado los primeros incidentes con gente que quería trabajar, como en el Café Tortoni, igual que en otros bares y cafés de Avenida de Mayo. “Abrimos porque no estábamos de acuerdo con la medida y aparecieron tres personas que nos amenazaron con romper todo si no cerrábamos el negocio”, señaló Juan, uno de los dueños de un local, atacado por seguidores del gastronómico Luis Barrionuevo. El histórico Tortoni recibió piedrazos y le rompieron las sillas y mesas que se encontraban en la vereda. A ello se sumó también la lluvia de piedras que recibieron colectivos de la línea 126 que salían de la terminal para comenzar el recorrido. También se denunció la aparición de clavos miguelito, que se utilizan para pinchar las gomas de los autos, sobre la avenida Córdoba, cerca de Juan B. Justo.
“La proporción de la metodología utilizada va en relación directa con el grado de debilidad que tienen quienes convocan. La totalidad de los trabajadores representados, si hubieran parado absolutamente todos, no representa más del 25 por ciento, porque sumados Micheli y Moyano, ambos no representan a más del 25 por ciento de los trabajadores”, destacó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sobre los responsables de la convocatoria. En el gobierno nacional apuntaron a “aprietes y amenazas” con los piquetes por parte de los organizadores del reclamo que resultaron en la reacción de los ciudadanos de quedarse en sus casas. “No se gobiernan nueve años sin escuchar y sin diálogo, así que, como siempre, las soluciones van a terminar llegando por la vía del diálogo”, concluyó Tomada apuntando a la poca voluntad real de dialogar que exponen los gremios opositores.
“Hubo más de 300 cortes en todo el país”, destacó Micheli, poniendo en relieve la estrategia que tomaron junto con Moyano para garantizarse la huelga. “Estoy feliz porque hoy estuvimos los trabajadores en la calle reclamando”, continuó después de recorrer algunos de los puntos en los que se parapetaron sus seguidores para cortar el flujo del tránsito. Los piquetes contaron con columnas pequeñas que cortaron de lado a lado las avenidas o rutas, como en el Puente Pueyrredón, donde Micheli dio un pequeño discurso. Entre los aliados que se movilizaron con la fracción de la CTA que conduce Micheli estuvo parte de la izquierda, como el Partido Obrero, la Corriente Clasista y Combativa y el Partido de los Trabajadores Socialistas, que conformaron un extraño conjunto de organizaciones con poco en común junto a la Sociedad Rural, la CGT de Moyano, la CGT de Barrionuevo y la FAA.
“Esta unidad de acción continuará”, aseguró Moyano y advirtió al gobierno nacional que “si no da respuestas, se van a incrementar las medidas”. A su vez señaló que “ahora es tiempo de realizar una evaluación de esta jornada de protesta y luego esperar, porque la respuesta la tiene el Gobierno”. La alianza temporal entre los distintos grupos también contiene la disputa entre los dirigentes gremiales de la CTA y la CGT por ver quién comanda los reclamos de los trabajadores. “La presencia de Micheli en la CGT para dar la conferencia de prensa muestra la debilidad del estatal y el hecho de que Moyano fue quien se adjudicó el caudal político que pudo haber dejado el paro”, analizó un dirigente kirchnerista el resultado que dejó la huelga entre los dirigentes de ambas centrales obreras opositoras.

Moyano se mostró eufórico y ya planea más paros, pero en 2013

Moyano se mostró eufórico y ya planea más paros, pero en 2013

martes, 20 de noviembre de 2012

Unicef denuncia que 19.000 niños mueren al día por causas evitables



La desnutrición es una de las principales causas de mortalidad infantil.
Más de 6.400 fallecen por este motivo.


Paloma Marín Madrid

Un día como hoy, hace 23 años, la asamblea de la Naciones Unidas decidió aprobar la Convención sobre los derechos del Niño. La organización internacional recomendó a los países que la integran que dedicasen un día a los más pequeños. En este aniversario Unicef España ha querido poner el foco en la desnutrición infantil. Un problema que afecta, según datos de la agencia, a 200 millones de niños en el mundo.
Consuelo Crespo, presidenta de Unicef España, ha incidido que 19.000 niños mueren cada día por causas evitables, un tercio de ellos (6.400) por hambre. Se han logrado, sin embargo, notables avances en la erradicación de la desnutrición infantil, fijada hace 22 años en los Objetivos del Milenio (ODM) por la llegada de alimentos a los países más pobres, donde se ha reducido en un 41% la mortalidad infantil gracias a la cooperación internacional. Pero aún quedan retos importantes, según Crespo. “Todavía miles de niños fallecen porque no les llegan vacunas o falta de higiene”.
Las principales causas de mortandad en los más pequeños, además de la falta de alimentos, son los relacionados con la salud y la falta de limpieza. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de fallecimientos de niños menores de cinco años se deben a infecciones respiratorias, paludismo, malaria y diarreas. Los menores contraen estas enfermedades generalmente por la falta de saneamiento en el agua, la ingesta de alimentos en malas condiciones y el estado de insalubridad en el que viven.

 “Ninguna crisis justifica la muerte de un solo niño por causas evitables, y el hambre es una de ellas”, declara Crespo. "La carencia de alimentos es causa directa o indirecta de una de cada tres muertes infantiles", dice el informe publicado por Unicef. Esto significa que a escala global 180 millones de niños son víctimas de desnutrición crónica y otros 20 millones la padecen con severidad.
La presidenta de la agencia de Naciones Unidas para la infancia en España considera que la desnutrición es “una causa nuclear de la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad”, y a su vez, “consecuencia” de ellas.

Mauritania, un buen ejemplo

El país africano es, según Unicef, un ejemplo que demuestra que es posible llevar las ayudas internacionales con un modelo eficaz que revierta en una mejora de las condiciones de vida de sus ciudadanos. En Mauritania 87.000 niños se han salvado de la desnutrición crónica gracias a las políticas activas de cooperación. Desde 1990, año de referencia de los Objetivos del Milenio, este país ha reducido a la mitad sus niveles de hambruna infantil, aunque todavía uno de cada cuatro menores de cinco años la padece, la mitad de lo que se observa en el resto de África. “Y es que en el África Subsahariana, alrededor de un millón de niños mueren por hambre”, comenta Crespo.
En el último informe sobre Mauritania presentado con motivo del Día del Niño, bajo el título de Mi hijo ya no come arena, la agencia muestra, en palabras de Crespo, que “cuando hay voluntad política, se cuenta con los recursos y compromisos de la comunidad internacional”, la ayuda se consigue y “marcan un cambio en la vida de las personas”.