El Gobierno quiere depositarle US$ 1500
millones a Repsol, que no lo acepta.
El
Gobierno ultima detalles para hacer una jugada política y comercial muy arriesgada.
Por orden de la presidenta Cristina Kirchner,
funcionarios de los ministerios de Economía y Planificación y ejecutivos de YPF avanzan
en un plan para hacer un pago unilateral a Repsol por el 51% de las acciones
expropiadas de la petrolera. Así lo informó a LA NACION un funcionario que
participa de la iniciativa.
También
fuentes del gobierno español confiaron en Madrid que la Argentina hizo saber
que estaba en estudio un plan que consistiría en depositar una suma determinada
a favor de Repsol. La respuesta fue, según esas fuentes, terminante: "Se
les transmitió a los enviados de la Casa Rosada que ese movimiento sólo
aumentaría la hostilidad y no frenaría los juicios internacionales que ya están
en marcha".
Si
en los próximos días no se abriera un canal de diálogo con la compañía
española, la Argentina desembolsaría el equivalente a US$ 1500 millones, o
menos, en moneda local y al tipo de cambio oficial, en una cuenta del Banco
Nación. La cifra es sensiblemente menor a los US$ 10.500 millones que pide el
presidente de Repsol, Antonio Brufau, como resarcimiento.
El
pago le permitiría al Gobierno cumplir con la ley local y, según creen en
despachos oficiales, manifestar su voluntad de negociar. Pero Repsol podría
mantener el litigio en el Ciadi.
El
encargado de fijar el monto es el Tribunal de Tasaciones de la Nación, que
comenzó a estudiar el caso el mes pasado.
Podría
emitir una conclusión a principios de octubre. De acuerdo con la ley de
expropiación, el Gobierno tiene 24 meses desde la nacionalización para
determinar el precio de la petrolera. Hasta ahora pasaron poco más de 17 meses.
Fuentes oficiales confirmaron que ese organismo fijará un número que, en la
práctica, provendrá de una decisión política.
El viceministro de
Economía, Axel Kicillof, uno
de los mentores de la expropiación, considera que, en realidad, Repsol debería
devolverle plata a la Argentina. La acusa de la transferencia de activos de YPF
a Repsol y de un giro de utilidades excesivo, entre otras cosas.
En la otra vereda está el presidente de YPF, Miguel Galuccio. Desde su llegada insiste en cerrar el
capítulo de la expropiación. Si bien es crítico de la gestión de la firma
española, cree que la Argentina debe hacer un pago para que la petrolera
resulte creíble para los inversores. Coincide con Kicillof en un punto: no está
dispuesto a pagar ni un solo dólar más que la oferta que ya le hizo llegar a
Brufau, confirmó un ejecutivo de diálogo permanente con el titular de YPF.
Galuccio maneja la empresa con un ojo puesto en el mercado, por lo que quiere
una salida amistosa.
Pero
considera que en Madrid no le dedicaron la atención que merecían las propuestas
que hizo llegar desde su oficina en Puerto Madero. "La negociación llegó a
un punto clave. No sé cómo se va a definir, pero algo va a pasar en los
próximos días", dijo hace dos semanas a un colaborador directo. En la
Argentina, creen que la permanencia de Brufau impedirá cualquier acuerdo.
Sucede que Repsol tiene una previsión de US$ 7500 millones en sus balances por
el juicio que espera cobrar en el Ciadi. La aceptación de una oferta menor lo obligaría a aplicar en sus libros un write off , como se lo llama en la jerga
contable.
Las
desavenencias entre la Argentina y España continuaron en San Petersburgo.
Durante la reunión del G-20, Cristina Kirchner esperaba cruzar algunas palabras
sobre el tema con Rajoy, algo que finalmente no ocurrió.
Galuccio
inició el raid de negociaciones el verano pasado. Primero tendió un puente con
Isidro Fainé, presidente de Caixabank, el mayor accionista minoritario de
Repsol. El banquero se reunió con la presidenta Cristina Kirchner el 25 de
febrero, como informó LA NACION. En junio, Galuccio vio a Emilio Lozoya,
timonel de Pemex, dueña de 9,4% de Repsol, que llevó una propuesta al
directorio de la española. Consistía en el pago de US$ 1500 millones más un 47%
en una nueva sociedad controlada por YPF para explotar concesiones en el
megacampo petrolero Vaca Muerta. La oferta, de acuerdo con los números de YPF,
rondaría los US$ 5000.
Tanto
Lozoya como Fainé se mostraron a favor de un acuerdo con la Argentina. El
primero, incluso, deslizó que estaría dispuesto a abandonar Repsol si eso no
ocurre. En la Casa Rosada creen que esa jugada es estratégica. Después de 75
años de monopolio estatal, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pretende
abrir al capital privado la inversión en energía, una iniciativa que tiene en
ascuas a las petroleras. Por lo que se trata del peor momento para que España
enturbie su relación con México.
DIFERENCIAS MILLONARIAS
ENTRE EMPRESAS
10.500 millones de
dólares
Es lo que pide el presidente de Repsol,
Antonio Brufau, por la expropiación del 51% de las acciones que la empresa
tenía en YPF.
1500 millones de dólares
Es el monto máximo que
el Gobierno está dispuesto a pagar si Repsol no aceptara alguna de las
propuestas de pago que le hizo llegar a través de accionistas de la empresa
española.
RAFAEL CORREA LLAMÓ A UN
BOICOT CONTRA CHEVRON
El presidente de Ecuador, Rafael Correa,
llamó ayer a un boicot mundial contra la petrolera Chevron, a la que acusa de
serios daños ambientales en la región amazónica.
"Las herramientas
que vamos a usar para combatir a Chevron son la verdad y el llamado a la
solidaridad de los ciudadanos del mundo para no comprar los productos de
Chevron", dijo en la localidad de Agua Rica, Sucumbios. La campaña,
llamada "La mano sucia de Chevron", supone un desencuentro con el
gobierno argentino, que acaba de firmar con la petrolera un acuerdo millonario.
Con la colaboración de
Martín Rodríguez Yebra, desde Madrid..
No hay comentarios:
Publicar un comentario