El cierre de la presentación de las alianzas para
las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) dejó algunas
definiciones, pero ha postergado otras.
La primera
definición está en el plano institucional y se refiere a la elección de los integrantes del
Consejo de la Magistratura por voto directo, ahora improbable.
El oficialismo presentó su alianza, con eje en el Frente para la Victoria , que
se articula sobre la estructura nacional del Partido Justicialista (PJ) sumando
a decenas de partidos de escasa significación electoral, que por lo general lo
han acompañado en elecciones anteriores.
La novedad se ha dado en la oposición, donde el
Frente por la Justicia, reúne en una sóla alianza que presentará una lista
única a la casi totalidad de las fuerzas opositoras, tanto de centroizquierda,
como de centroderecha y del peronismo disidente. Esta alianza, si
hipotéticamente se hubiera trasladado a la elección de legisladores,
seguramente hubiera anticipado la derrota del oficialismo el 27 de octubre,
pero no ha sido así.
En este plano, la indefinición es si la elección
finalmente se hará o no.
El planteo
es diferente en las alianzas para las elecciones legislativas que se realizan el mismo
día. La oposición de centroizquierda o socialdemócrata, que reúne a la mayoría
de las fuerzas del FAP que tuvo como candidato presidencial en 2011 a Hermes Binner,
la UCR y en algunos distritos importantes a la Coalición Cívica y el Proyecto
Sur de Pino Solanas, logró constituir un Frente Progresista con una presencia
sólida en Ciudad de Buenos Aires, en Provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
La fuerza que gobierna la Ciudad de
Buenos Aires enfrenta casi en soledad una coalición importante
Esta alianza, en la Capital, tendrá tres listas
compitiendo en las primarias del 11 de agosto. Se trata de una excepción, ya
que en el resto del país, la casi totalidad de las fuerzas han presentado una
sola. La competencia entre Pino Solanas, Alfonso Prat Gay y Rodolfo Terragno en
el segundo distrito del país, pero que tiene fuerte repercusión nacional, es
una oportunidad de proyección para esta alternativa opositora.
Donde no se logró un proceso de unidad similar, es
en el eje de centroderecha, que tiene como componentes principales al peronismo
disidente y al Pro. Las conversaciones para presentar una alianza fracasaron,
más allá de que en algunos distritos de menos peso electoral hayan tenido éxito
algunas.
La fuerza que gobierna la Ciudad de Buenos Aires
enfrenta casi en soledad una coalición importante gestada alrededor del
mencionado frente progresista.
A cuatro meses y medio de las elecciones muchas
cosas pueden cambiar. Pero, en principio, la oposición en sus diversas
expresiones tiene posibilidades de ganar en grandes distritos como la Ciudad de
Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. El oficialismo tiene probabilidades
de hacerlo en la mayoría de los distritos medianos y chicos.
Será clave en consecuencia lo que suceda en la
provincia de Buenos Aires, decisivo no sólo porque en este distrito está el 40%
de los votantes, sino porque su resultado volcará la definición entre las
tendencias contrapuestas mencionadas.
Es acá donde las definiciones se han postergado.
Sergio Massa presentó su Frente Renovador, pero mantiene el interrogante sobre
si será o no primer candidato de su lista; Francisco de Narváez ha presentado
su propia alianza tras fracasar las negaciones con el Pro para integrarla; el
Partido de Mauricio Macri ha presentado en consecuencia su propia alianza.
Esto implica postergar por nueve días más, hasta el
22 de junio cuando vence el plazo para presentar las listas de candidatos, las
definiciones para el distrito decisivo. Si Massa decide encabezar su lista,
plantea una opción competitiva que puede aspirar a ganar, pero si lo hace con
otro candidato, se transforma en una alternativa que dividirá al peronismo
disidente.
Sobre nueve alianzas que se han presentado,
cinco adscriben a esta corriente política con distintas variantes
También puede suceder, que finalmente el Pro no se
presente y que opte por negociar incorporar candidatos en las listas de Massa o
De Narváez. Al mismo tiempo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires,
Daniel Scioli, aparece con gente de sus agrupaciones en la lista del último,
pero sin que ello implique una definición absoluta. Al mismo tiempo, tampoco
está definido quién será el primer candidato a diputado nacional del kirchnerismo
en este distrito.
La situación del peronismo como expresión política
es singular. La denominación no aparece en las alianzas del kirchnerismo y del
peronismo disidente y en la provincia de Buenos Aires, aunque sí aparece en la
de Massa. Sobre nueve alianzas que se han presentado, cinco adscriben a esta
corriente política con distintas variantes.
En
conclusión, definido el panorama nacional el 12 de junio con la presentación de
las alianzas, queda pendiente la definición bonaerense para el 22 de junio, cuando
venza el plazo para las candidaturas. Un Massa encabezando su lista, se
transforma en amenaza para que el FV tenga el primer lugar en Buenos Aires, en
cambio poniendo otro candidato, puede resulta funcional para dividir el voto
peronista no-Kirchnerista y por eso lo que haga puede decidir el resultado en
el distrito que genera el efecto nacional..
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