Un informe secreto de la OTAN , basado en entrevistas
con insurgentes, acusa al servicio secreto de Pakistán de ofrecer asistencia a
la insurgencia.
Los talibanes, apoyados
por las fuerzas de seguridad de Pakistán, se están preparando para retomar el
control de Afganistán tras la retirada de las tropas internacionales. Es la
conclusión contenida en un informe secreto de la OTAN publicado esta mañana
por la BBC y el
diario británico The Times. El documento -basado en las
declaraciones obtenidas durante más de 27.000 interrogatorios realizados a
cerca de 4.000 talibanes, civiles y miembros de Al Qaeda- indica que los
talibán se mantienen desafiantes en un momento en el que EE UU y el Gobierno
afganos abren a las negociaciones con la guerrilla para intentar llegar a una
solución política del conflicto.
Un portavoz de la ISAF ha confirmado a Reuters
la existencia del documento aunque ha declarado que no se trata de un estudio
estratégico sino "de una recopilación de opiniones de presos
talibanes". Según The Times el documento fue redactado el mes
pasado por militares estadounidenses en la base de Baghram. El texto vuelve a
poner en el ojo del huracán Pakistán ya que se acusa al poderos servicio
secreto paquistaní de ofrecer asistencia a los talibanes en la realización de
ataques contra las fuerzas internacionales.
El Gobierno de Pakistán
ha tildado de "frivolas" las acusaciones. "Estamos comprometidos
con la no interferencia en Afganistán", ha declarado un portavoz del
Ministerio de Exteriores paquistaní a Reuters. Islamabad ha negado
reiteradamente cualquier tipo de vínculo con los talibanes. Sin embargo, el
informe puntualiza que "la manipulación por parte de Pakistán de los
líderes talibanes continúa incesantemente". Horas después de la
publicación de esta información, el Ejército de Pakistán ha lanzado un ataque
aéreo contra varios campamentos talibanes en la región de Orakzai, abatiendo a
al menos 20 militantes, según han informado fuentes de seguridad citadas por la
cadena de televisión paquistaní Geo TV.
El documento también
destaca que, pese a la estrategia de la
OTAN para entrenar y preparar a las fuerzas afganas, la
colaboración entre insurgentes y miembros de las fuerzas de seguridad está
extendida. La coalición internacional ya ha traspasado el control de amplias
zonas del país a las fuerzas afganas en un proceso que llevará a la retirada
completa en 2014. Pero muchos afganos dudan de la capacidad del Ejército y de
las fuerzas de seguridad afganas para mantener el control del país.
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