El
nuevo texto ya no exige la dimisión de Bachar el Asad, como pedía la Liga Árabe
Moscú
dice que necesita tiempo para estudiar el borrador.
El Consejo de Seguridad
de la ONU ha
llegado a un acuerdo sobre un borrador de resolución acerca de la situación en
Siria que va a enviar a los Gobiernos de los países miembros para su
aprobación, según dijo este viernes el embajador ruso ante la ONU , Vitaly Churkin, citado
por la agencia de noticias rusa RIA Novosti. La agencia asegura que el nuevo
texto pactado esta madrugada ya no pide la renuncia de Bachar el Asad, el
aspecto clave de las recomendaciones de la Liga Árabe.
"Tenemos el texto
que debemos enviar a nuestras capitales y esperaremos el resultado", dijo
Churkin a los periodistas tras una reunión a puerta cerrada de cuatro horas el
jueves de los 15 países del Consejo de Seguridad.
Churkin advirtió, sin
embargo, que el acuerdo sobre la resolución "no predetermina de ninguna
manera el resultado final". El negociador ruso dio la máxima importancia a
esperar una respuesta de su Gobierno y advirtió de que vetará el texto si los
demás países tratan de someterlo a votación este viernes, según fuentes
diplomáticas citadas por Reuters. Francia quiere que se vote a más tardar el
lunes, según las mismas fuentes.
La embajadora
estadounidense, Susan Rice, describió la situación como "discusiones en
ocasiones difíciles pero en último término útiles". "Seguimos
trabajando, esto no está hecho", añadió, citada por CNN. Rice dijo que los
marroquíes, que presentaron el borrador original, van a presentar ahora una
nueva versión para que se pueda votar. "En cualquier caso, todavía hay
algunas cuestiones complicadas sobre las cuales nuestras capitales deben
deliberar y dar instrucciones a cada uno de nosotros", dijo en el mismo
sentido que el embajador Chrukin.
Las negociaciones
sobre este texto se
prolongan ya desde hace más de un mes, cuando Rusia presentó por primera vez
un proyecto de resolución que condenaba la violencia en Siria. El texto en sí
suponía una importante novedad en la estrategia rusa en la ONU , donde en la ocasión
anterior había vetado, junto
a China, un texto de condena a la represión de Bachar el Asad que ya ha
provocado más de 6.000 muertos, entre ellos cientos de niños según cálculos de la ONU. Con el silencio de
China sobre la crisis siria en las últimas semanas, Rusia es el
único aliado que le queda a El Asad en estos momentos.
El texto ruso, sin
embargo, era inaceptable por las potencias occidentales que son miembros
permanentes del Consejo de Seguridad, ya que ponía al mismo nivel la violencia
ejercida por la dictadura contra
las revueltas que empezaron en el país el pasado marzo y la rebelión contra el
régimen.
Los países occidentales
y los países árabes del Consejo presentaron su propio texto en enero, promovido por
Francia, Marruecos y
Catar, en el que recogían las recomendaciones de la Liga Árabe tras una misión de observación
en Siria que fracasó por
la falta de colaboración del régimen. La Liga Árabe emitió un informe en el que condenaba
la violencia de ambos bandos y pedía a Bachar el Asad que dejara el poder en
favor de su vicepresidente para facilitar una transición pacífica. El Asad
rechaza categóricamente esta posible salida al conflicto.
La resolución promovida
en las últimas semanas en la ONU
por Francia, Marruecos y Catar recogía estas y otras recomendaciones de la Liga Árabe que Moscú
consideró desde el primer momento "inaceptables". Rusia ha planteado una dura batalla diplomática en los últimos días para evitar que un
texto de este tipo se someta a votación.
El nuevo borrador, según
informó Reuters, recoge cambios para acercarse a la posición rusa. Ahora
apuesta por una transición liderada desde la propia Siria, ya no critica la venta de
armas a ese país y
renuncia a algunos detalles clave del plan de la Liga Árabe, como la petición
de que El Asad dimita. Según negociadores occidentales, los países árabes
tratan de convencer a Rusia de que la resolución no apuesta por un "cambio
de régimen" en Siria.
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