Majestuoso testimonio de un poder agostado

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sábado, 30 de marzo de 2013

La Presidenta insistirá en la estrategia de "apropiación"




Por Mariano Obarrio | LA NACION

El gobierno de Cristina Kirchner interpretó las primeras palabras del arzobispo designado de Buenos Aires , Mario Aurelio Poli, como un mensaje llegado desde el Vaticano para marcar territorio y frenar la "apropiación" kirchnerista del papa Francisco. Pero la orden de la Presidenta fue no dramatizar ni confrontar con la Iglesia en estos tiempos pascuales.
No habrá cambios ni "diálogo" con otros sectores políticos, económicos y sociales, como anteayer reclamó Poli. Sólo se convocará a la Conferencia Episcopal, luego de Semana Santa, para discutir el proyecto de ley de Código Civil.
Monseñor Poli confirmó además que su futuro arzobispado porteño y el Gobierno tendrán una relación "de respeto y colaboración", pero también de "distancia".
Un funcionario de la Presidencia dijo a LA NACION que "el mensaje fue muy bueno, perfecto: dijo autonomía y colaboración; son dos instituciones distintas y autónomas". Otra fuente confirmó: "Cristina no abrirá un frente conflictivo innecesario con la Iglesia". De todos modos, subrayó que "Poli no tiene poder propio, es de estrecha confianza de Bergoglio, quien no pudo estar ajeno a sus palabras".
Esa tesis admite que Bergoglio, ahora papa Francisco, envió el mensaje de Poli para frenar la estrategia de "apropiación" del Santo Padre por parte del kirchnerismo.

Pero la relación con los obispos y con el Vaticano seguirá firme. Así lo dijo a LA NACION el secretario de Culto, Guillermo Oliveri: "Me parece muy bien lo que dijo Poli. Coincidimos. Cada uno en su lugar y con su rol. Es lo correcto".
Sin embargo, el "diálogo" invocado por Poli no está en la agenda oficial, admiten otros funcionarios. Pese a que tendrá un discurso más tolerante, Cristina Kirchner no cederá en su confrontación con el gobernador bonaerense Daniel Scioli ni con la Justicia ni con la prensa.
Todo lo contrario. Más papistas que el Papa, los funcionarios ahora citan que "al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Para ellos, la estrategia de "apropiación" de Francisco fue tan exitosa que la Presidenta, por el buen trato al Santo Padre, creció de 47 a 59% en imagen positiva en las encuestas oficiales y superó una amenaza de desgaste real. Y ello le permitiría, creen, legitimar otras políticas de confrontación y profundización del modelo. Consideran, casi, que éstas han sido bendecidas en Roma.
"Antes Bergoglio marcaba sólo distancia con Cristina. Ahora Francisco puso distancia, pero también respeto y colaboración. O sea creció la relación", dijo otra fuente.
Así las cosas, el alineamiento con Francisco seguirá intacto: Cristina buscará sacar 47% de votos en las elecciones de octubre próximo para poder reformar la Constitución y lograr la segunda reelección en 2015. Con 42%, ella elegiría a su sucesor y con 38% procuraría que llegue un presidente no tan enemistado con el Gobierno. Son los escenarios que maneja Olivos.
En la sutileza, más allá del márketing, el Gobierno manejará la distancia histórica con el arzobispado porteño. "Cristina dijo que Francisco era un cuadro de la Iglesia. Lo trató como a un político, con intereses y aliados", se escuchó allí..

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