El presidente de la isla anunció que la reapertura
de los bancos mañana, tras 10 días de cierre, irá ligada a limitaciones en las
transacciones financieras.
NICOSIA,
Chipre (EFE).- El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, anunció hoy en un
discurso televisado que la reapertura de los bancos
mañana, tras 10 días de cierre, irá ligada a limitaciones en las transacciones financieras.
"El Banco Central de Chipre, aplicando las
leyes que ha votado el Parlamento, impondrá algunas restricciones a las
transacciones. Es una medida provisional, que progresivamente se irá
levantando", dijo Anastasiadis, contradiciendo con ello informaciones
difundidas por la propia banca a diversos medios.
El presidente subrayó que el Banco Central de
Chipre asegurará la liquidez de todos los bancos y añadió que la primera tarea
será asegurar los depósitos de las cajas de pensiones en las entidades
afectadas.
Todos los bancos chipriotas reabrirán sus puertas
al público mañana, excepto el Banco de Chipre y el Banco Popular (Laiki Bank)
que lo harán el jueves. Fuentes bancarias habían señalado que la reapertura se
produciría sin restricciones, ni siquiera en los dos citados bancos, pese a que
están sujetos al plan de reestructuración aprobado la pasada madrugada por el
Eurogrupo.
En su discurso difundido a su regreso de Bruselas,
Anastasiadis aseguró hoy que el acuerdo del Eurogrupo en la pasada noche ha
servido para salvar al país de la quiebra y al mayor banco, el Banco de Chipre,
de la bancarrota.
El presidente defendió lo pactado en el Eurogrupo y
aseguró que los acuerdos servirán para obtener un rescate y evitar la quiebra
descontrolada del país.
"La tarea del Gobierno fue difícil y los márgenes
de actuación muy limitados", subrayó Anastasiadis para asegurar que
"a partir de mañana empieza otro periodo y que ya en los próximos días
"empezarán a sentirse las consecuencias sobre nuestras vidas".
ACTIVOS Y DEPÓSITOS
La parte sana en activos y con los depósitos
inferiores a 100.000 euros -además de una deuda de 9000 millones de euros al
Banco Central Europeo (BCE)- serán asumidos por el Banco de Chipre. El resto
-préstamos morosos, depósitos superiores a 100.000 euros, paquetes
accionariales y de bonos- pasarán al banco malo, que será liquidado.
El Estado espera que tan solo de esta operación de
reestructuración bancaria se puedan aportar 4200 millones de euros, del total
de 5.800 millones que se ha comprometido a reunir procedente del sector
financiero, a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros.
En su comunicado, el Banco Central sostuvo que la
operación de reestructuración "posibilitará la creación de un banco sano y
resistente, capaz de atender las necesidades de sus clientes y, más adelante,
respaldar la economía de Chipre". Por su parte, el BCE aseguró que
garantizará la provisión urgente de liquidez solicitada por el Banco de Chipre.
Con todo, hasta que las dos principales
instituciones financieras del país reabran sus puertas, éstas mantendrán las
restricciones de retirada de efectivo en los cajeros automáticos en 120 euros
el Banco de Chipre y en 100 euros el Popular.
El nuevo periodo se abre lleno de incertidumbres
para los chipriotas, que reconocen que su sistema basado en el sector
financiero ha llegado a su fin, tal y como reconocía recientemente un diario
local, según el cual la troika (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario
Internacional) ha acabado con el "oportunista modelo económico" de la
isla.
Bruselas ha exigido a Nicosia reducir el tamaño de
su sector financiero -actualmente unas 7,5 veces mayor que el PIB chipriota, de
17.500 millones de euros- y ello conllevará pérdida de puestos de trabajo en
las entidades financieras, aunque, según explicó una fuente bancaria a Efe, se
espera que puedan realizarse a través de bajas incentivadas.
Agencias EFE
y AP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario