El Congreso debe
llegar a un acuerdo antes del jueves.
YOLANDA MONGE / CRISTINA F. PEREDA Washington
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. / PETE MAROVICH (BLOOMBERG)
Los términos del acuerdo que se negocian en el Congreso giran en torno a
tres elementos clave: la reapertura de la administración, cerrada desde el
pasado 1 de octubre, que es cuando comienza el año fiscal- por falta de
presupuesto, aumento del límite de la deuda y, posiblemente, cambios a
diferentes leyes afectadas por la reforma sanitaria de Barack Obama.
¿Qué proponen los republicanos de la Cámara de Representantes y qué
opciones tiene de salir adelante?
El presidente de la Cámara, John Boehner, anunció este martes que
someterán a votación su propia propuesta para reabrir la administración con un
presupuesto válido hasta el 15 de enero y aumentar el límite del techo de deuda
hasta el mes de febrero. Sin embargo, estos dos requisitos –aceptados por los
demócratas- chocarían una vez más con los recortes que Boehner quiere hacer, a
cambio, a la reforma sanitaria de Obama, como quitar los impuestos a ciertos
instrumentos médicos, como marcapasos e implantes. Las posibilidades de
prosperar son nulas, ya que el presidente ha reiterado hasta la saciedad que no
aceptará que Obamacare sea rehén de esta negociación
¿Qué ofrece el Senado?
La negociación en la Cámara Alta es bien distinta desde el momento en
que está siendo conducida de manera bipartidista. El líder de la mayoría
demócrata, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell,
estudian desde este lunes un plan para aumentar el límite de endeudamiento
hasta el 7 de febrero y extender los presupuestos, como propone la Cámara,
hasta el mes de enero. La probabilidad de que el acuerdo sea fructifuro es
alta, aunque personajes como Ted Cruz pueden ponerlo en riesgo si deciden
ejercer su derecho a bloquear el voto de la medida ejerciendo el conocido como filibusterismo,
hablar y hablar secuestrando el suelo del Senado.
¿Qué sucede si se llega a un acuerdo solo en una de las Cámaras?
Automáticamente tiene que pasar a la otra para que sea aprobado y
finalmente refrendarse a través de una fórmula bicameral que se llama
Conferencia. Los textos que surjan de ambas cámaras deben de ser idénticos.
¿Qué defiende la Casa Blanca?
El presidente Obama ha reiterado desde el comienzo de la crisis que no
negociará con la oposición republicana mientras no reabran el gobierno, medida
que ha obligado a suspender el empleo y sueldo de cerca de un millón de
empleados federales. Acusado de no querer negociar, Obama ha invitado a líderes
demócratas y republicanos a la Casa Blanca para iniciar conversaciones que, de
momento, no han dado resultado. La Administración exige la apertura de los
programas federales, una extensión del techo de la deuda y de los presupuestos,
sin poner condiciones como los cambios a la reforma sanitaria que exigen los
republicanos.
¿Cuál es el plazo para llegar a un acuerdo?
La extensión del presupuesto caducó el pasado 1 de octubre y a falta de
acuerdo para una nueva extensión –nunca se ha aprobado un presupuesto en la era
Obama- se llegó al cierre administrativo. El límite de la deuda tiene su fecha
límite mañana jueves, día 17, lo que significa que a partir de la medianoche
del míércoles el Tesoro de EEUU se queda sin dinero para afrontar sus deudas.
¿Quiénes son los protagonistas de esta crisis?
John Boehner, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes
–donde estos son mayoría- navega entre aguas bravas tratando de mantenerse a
flote ante las embestidas de la extrema derecha del Tea Party –que nada tiene
que perder y todo que ganar frente a sus bases antigobierno- y la paliza que
está sufriendo la marca registrada del Partido Republicano en las encuestas de
opinión. Boehner puede salir tan dañado de esta última cruzada ideológica del
Tea Party como para perder su puesto tras las elecciones legislativas de mitad
de mandato del año que viene.
En el Senado, Harry Reid –líder de la mayoría- y Mitch McConnell –de la
minoría- tienen en sus manos lograr una solución donde todos antes han fallado,
desde Boehner a la Casa Blanca. Pero si entre Boehner y Barack Obama no hay
química, tampoco hay buenas vibraciones entre Reid y McConnell. La última
piedra en el camino de estas figuras largo tiempo asentadas en el Senado es la
reeelección que enfrenta el año que viene el republicano y ante la cual el
demócrata Reid habría roto la regla no escrita de que los dos líderes de la
Cámara Alta no hacen campaña activa contra el otro en los Estados que
representan.
En los últimos días, tres senadoras del Partido Republicano han sumado
fuerzas para formar un grupo bipartidista cuyas negociaciones fueron la base
para la tentativa de acuerdo que el lunes parecía que pondría fin al cierre de
la Administración. Lisa Murkowski, Kelly Ayotte y Susan Collins presentaron una
salida a la crisis cuando nadie lo estaba haciendo. Tres demócratas –Barbara
Mikulski, Patty Murray y Heidi Heitkamp- se sumaron a la iniciativa que acabó
por contar con 12 senadores, de los cuales la mitad eran mujeres en una Cámara
compuesta por solo un 20% de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario