El expresidente
brasileño opina que Obama debe pedir "humildemente perdón" a la
presidenta.
El expresidente brasileño Lula da Silva se ha echado abiertamente al
ruedo de la pelea trabada entre Brasil y el Gobierno de Estados Unidos con
motivo de las presuntas acciones de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), que
alcanzaron incluso hasta la correspondencia personal de la presidenta Dilma
Rousseff. Sin medias tinta, Lula ha sugerido a la presidenta que de un
"basta" a Obama.
Según él, Estados Unidos está "amenazando la soberanía del
mundo" y Obama "debe disculpas a la presidenta Dilma y a
Brasil". Y añadió: "Creo que la respuesta estadounidense no puede ser vía diplomática, porque el
espionaje no fue por la vía diplomática. El espionaje fue espionaje, entonces
creo que cabe a Obama pedir humildemente perdón a la presidenta Dilma y a
Brasil".
Estados Unidos, según el expresidente brasileño, "no fueron
elegidos para actuar como "sheriff del mundo" y los
americanos "pasaron el límite del respeto a la soberanía de los
países". Y advirtió: "Si quieren saber algo de Dilma, que me lo
pregunten a mí". A los brasileños que apoyan la acción americana los
calificó de "perros callejeros", usando el epíteto que se solía dar a
los brasileños acerca de su complejo de inferioridad frente al resto del mundo.
Lula acababa de tener un almuerzo con un grupo de dirigentes de su
partido (PT) y como reflexionando con ellos dijo: "Nosotros que hemos
pasado toda la vida luchando por la democracia, por la soberanía, no podemos
admitir, bajo ningún pretexto, que un país intente grabar, copiar correos
electrónicos, llamadas de teléfono de un país o de un presidente de la
República, como hicieron con Dilma".
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La verdad de todo, dijo Lula, es la siguiente: "Los americanos no
soportan el hecho de que Brasil se haya convertido en un actor global. En el
fondo, lo máximo que ellos aceptan es que Brasil continúe como subalterno, como
ya lo fue".
Concluyó Lula su acalorada declaración defendiendo la creación de
"más instituciones multilaterales" para disminuir la influencia
americana o el papel del dólar en las financias internacionales. Acerca de si Dilma Rousseff debería anular la visita
oficial ya programada para el 23 de octubre a EE UU, Lula no quiso opinar
aunque dijo que esperaba que "Dilma dé unbasta democrático a
Obama.
El presidente estadounidense, en su encuentro con Rousseff y con el presidente mexicano Peña Nieto en Rusia,
durante el encuentro del G20, les prometió que su Gobierno trabajará con ambos
países para "disipar las preocupaciones provocadas por las revelaciones de
espionaje americana contra los dos países", según informaron fuentes de la
Casa Blanca.
En Brasil, hasta el momento no se conocen informaciones sobre la
conversación a puerta cerrada entre Obama y Dilma.
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