Tom Pérez, de
padres dominicanos, ha liderado la investigación del Departamento de Justicia
contra el 'sheriff' Joe Arpaio.
El presidente de EE UU, Barack Obama, ha designado este lunes a Thomas
E. Pérez como próximo secretario de Trabajo. Pérez, nacido en Buffalo, Nueva
York e hijo de inmigrantes dominicanos, se convertirá, de ser aprobado por el
Senado, en el primer hispano del segundo gabinete de Obama. En su intervención,
el futuro responsable del Departamento de Trabajo -responsable de la demanda
del Departamento de Estado contra el sheriff Joe Arpaio-, ha
agradecido en español este nombramiento.
Pérez acusó al 'sheriff' Arpaio de violación de los
derechos civiles y reincidencia en una “pauta sistemática de prácticas
policiales discriminatorias en contra de los hispanos"
“Le agradezco la confianza que ha depositado en mí. Es un gran honor”,
ha dicho un sonriente Pérez, tras ser presentado por el presidente. Obama ha
ensalzado la trayectoria personal y profesional de Pérez, de quien ha destacado
que es un ejemplo del sueño americano -”él nos recuerda que si estás dispuesto
a trabajar duro puedes alcanzar el éxito en este país, no importa tu
procedencia o cuál sea tu apellido”- y ha recordado los retos que se le
presentan como secretario de Trabajo, entre ellos, la reforma migratoria.
“Tenemos que trabajar muy duro para mejorar las condiciones salariales de los
trabajadores”, ha recalcado también el presidente.
Pérez, de 51 años, ha sido, hasta ahora, el responsable
de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia,
donde ha liderado la resistencia de la Administración Obama ante las
iniciativas de determinados Estados por restringir el derecho a voto. En los
últimos dos años, la División que dirige Pérez ha conseguido paralizar la
entrada en vigor de este tipo de leyes en Carolina del Norte y Tejas.
Durante su etapa en el Departamento de Justicia, Pérez también ha
dirigido 17 investigaciones sobre la conducta discriminatoria de distintos
Departamentos de Policía y Oficinas del Sheriff, el período con más
indagaciones de este tipo en los 54 años de historia de la División. Entre
ellas destaca la que terminó con la demanda del Departamento de
Justicia al polémico sheriff
del condado de Maricopa, Joe Arpaio,
al que Pérez acusó de violación de los derechos civiles y reincidencia en una
“pauta sistemática de prácticas policiales discriminatorias en contra de los
hispanos”.
Con el nombramiento de Pérez, el presidente
responde a las demandas de la comunidad hispana y de otras minorías, cuyo apoyo
fue determinante para su reelección, para que añada más diversidad étnica en su
segundo Gabinete
El designado por Obama sustituirá en el cargo a Hilda Solis, la primera
hispana en ocupar la jefatura del Departamento de Trabajo. Con el nombramiento
de Pérez, el presidente responde a las demandas de la comunidad hispana y de
otras minorías, cuyo apoyo fue determinante para su reelección, para que añada
más diversidad étnica en su segundo Gabinete.
Además de por la comunidad latina, Pérez cuenta con el respaldo de los
sindicatos y de los grupos de derechos civiles que en los últimos días, desde
que sonó su nombre como posible candidato, han alabado su capacidad para el
consenso y sus cualidades para el cargo. “El próximo secretario de Trabajo debe
poseer un profundo conocimiento de los retos a los que se enfrentan tanto los
empresarios como los trabajadores en el mercado laboral actual y debe ser capaz
de labrar un consenso. El señor Pérez tiene la experiencia y las dotes de
liderazgo que se requieren para ese puesto”, indicaba la nota que la Asociación Nacional de Electores
Latinos (NALEO, en sus siglas en inglés) emitió la semana
pasada.
Los senadores preguntarán a Pérez por el último
informe del inspector general del Departamento de Justicia, en el que se acusa
a la División de Derechos Civiles de “una profunda polarización política” entre
los funcionarios más progresistas y los más conservadores
Pero la confirmación de Pérez en el Senado no se antoja sencilla. Pese a
que Obama ha manifestado durante su presentación que espera que los senadores
“no opongan demasiada resistencia” a su nominación, el senador
republicano, Charles E. Grassley, ya ha advertido de que “deberá
enfrentarse a preguntas muy duras” en el comité de la cámara Alta
estadounidense. Los senadores preguntarán a Pérez por el último informe del inspector general del Departamento de
Justicia, publicado la semana pasada, en el que se acusa a la
División de Derechos Civiles de “una profunda polarización política” entre los
funcionarios más progresistas y los más conservadores.
En ese informe, también se cuestiona el papel de Pérez en la decisión de
la División de Derechos Civiles de cerrar en 2009 la investigación por
intimidación abierta sobre varios integrantes del partido Los Nuevos Panteras
Negras. Durante su testimonio ante el Comité de Asuntos Jurídicos del Senado en
2010, Pérez aseguró que la orden de no continuar con la investigación procedió
de expertos legales y no de funcionarios del Departamento de Justicia.
El informe del inspector general concluye lo contrario. El senador Grassley
asegura en su carta que Pérez no preparó de manera adecuada su declaración.
Este lunes, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha desmentido en su
rueda de prensa diaria, cualquier implicación de Pérez en esa decisión.
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