Bergoglio, papa / América Latina, en
primera fila
Cada uno con su estilo, los mandatarios latinoamericanos y la futura
reina de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, saludaron con emoción a
Francisco; Correa no pudo contener el llanto, Piñera le pidió que bendijera
rosarios para sus nietos y Franco le obsequió una hamaca paraguaya.
DILMA ROUSSEFF
Un cálido saludo para acercar
posiciones
Sonriente y de traje oscuro, la presidenta
brasileña, Dilma Rousseff, fue la segunda mandataria en saludar al papa
Francisco, luego de Cristina Kirchner. Dilma, que no le soltó la mano al
Pontífice durante el saludo, conversó animadamente con Francisco y, así, dejó
en claro su intención de relanzar la relación entre su país y la Santa Sede.
Rousseff permanecerá en Roma un día más de lo previsto, ya que hoy tendrá una
audiencia privada con el Papa. Anteayer, la presidenta adelantó que quería
conversar con Francisco sobre "la pobreza y el hambre".
RAFAEL CORREA
Acompañado por su madre y sin
contener las lágrimas
Rafael Correa no pudo contener las lágrimas cuando
le tocó el turno de saludar al papa Francisco. Fiel a su estilo efusivo y
vestido con su tradicional camisa indígena, el presidente ecuatoriano le sujetó
varias veces la mano y hasta pareció que quería abrazarlo. Acompañado por su
madre, Norma Delgado, a la que el Papa besó en la mejilla, Correa conversó con
el nuevo pontífice y le mostró una foto. Correa se definió varias veces como un
católico practicante "de izquierda" y se jacta de tener muchos amigos
sacerdotes.
ENRIQUE PEÑA NIETO
Con Francisco, el PRI regresa a
una misa pública
Fue otro signo de los cambios que alienta Enrique
Peña Nieto: ayer, por primera vez, un presidente mexicano surgido del PRI -que
durante décadas mantuvo fuertes diferencias con la Iglesia- asistió
públicamente a una misa. El mandatario saludó a Francisco junto a su esposa, la
actriz Angélica Rivera, y sus dos hijas. Rotas en 1867, las relaciones entre
México y el Vaticano fueron inexistentes durante 130 años. Peña Nieto dijo
tener "enormes coincidencias" con las posturas de Francisco y lo
invitó a visitar México, el segundo país con mayor cantidad de católicos.
SEBASTIÁN PIÑERA
Rosarios para bendecir y un guiño
a Chile
Ambos católicos practicantes, Sebastián Piñera y su
esposa, Cecilia Morel, fueron a la ceremonia de ayer con varios rosarios para
que el Papa los bendijera. "Nos preguntó de quiénes eran, le dijimos que
eran de nuestros nietos. Nos preguntó cómo se llamaban y bendijo con mucha cercanía
y cariño", contó el presidente chileno, que también le pidió al Papa que
rezara por un amigo. Además, Piñera dijo que "con una sonrisa"
Francisco asintió a su invitación para que visite Chile, y que le recordó con
cariño sus tiempos de seminarista en el país, a fines de los 50.
MÁXIMA ZORREGUIETA
La futura reina de Holanda,
emocionada
En una muestra de su devoción, la princesa de
Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, que el próximo 30 de abril se
convertirá en reina, se arrodilló ayer frente al papa Francisco, ante quien se
la vio visiblemente emocionada. No es para menos: bautizada católica desde su
nacimiento, Máxima no renunció a su religión ni siquiera cuando se casó con el
príncipe Guillermo, que es miembro nominal de la Iglesia Reformada Holandesa.
Antes del inicio de la ceremonia, la princesa también intercambió un cariñoso saludo
con Cristina Kirchner.
FEDERICO FRANCO
Un mate y
una hamaca paraguaya como regalos
Una hamaca
paraguaya, un mate, un libro sobre misiones jesuíticas y una colección de
estampillas. El presidente paraguayo, Federico Franco, detalló la larga lista
de obsequios que le entregó a Francisco. Entre ellos, una hamaca típica
"para que pueda descansar" en la residencia veraniega de Castel
Gandolfo. "Le trajimos una colección de estampillas relacionadas con la
Virgen de Caacupé, a la que el Papa se refirió como la gloriosa mujer
paraguaya, y también relacionadas con Cerro Porteño, que tiene los mismos
colores que San Lorenzo", enumeró Franco..
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