Majestuoso testimonio de un poder agostado

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viernes, 30 de agosto de 2013

Más de 32 países cuestionan en la OMC la política económica de la Argentina



Por Martín Dinatale | LA NACION

Una reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que estaba pautada sólo para realizar un examen de las políticas comerciales de la Argentina derivó en una catarata de fuertes reclamos y objeciones a la política económica que lleva adelante el Gobierno.
Entre las cuestionamientos que mencionaron los representantes de más de 32 países no sólo hubo severas objeciones a las barreras proteccionistas que impuso la Casa Rosada en los últimos años sino que también se alertó sobre el impacto de la inflación en la economía argentina, las estatizaciones que se hicieron sin acordar indemnizaciones, la falta de pagos al Club de París y la imposibilidad de las empresas extranjeras radicadas en el país de girar dividendos en dólares a sus casas matrices, entre un amplio listado de quejas.


 Las trabas arancelarias, una de las medidas más criticadas del gobierno de Cristina Kirchner. Foto: Télam 

Los países que presentaron quejas ante la OMC por la decisión de la Argentina de imponer licencias no automáticas extendidas y barreras arancelarias contrarias a lo que rige en las leyes del comercio mundial decidieron elevar la apuesta y avanzaron en duros cuestionamientos a la política económica general que encabeza la presidente Cristina Kirchner. Todo esto ocurrió en un encuentro de la OMC que se realizó en Ginebra entre el 20 y 22 de marzo pasado pero los detalles por escrito de esa reunión recién se dieron a conocer la semana pasada en un documento de 57 páginas al que accedió LA NACION en forma exclusiva.

La reunión en Ginebra estuvo muy caldeada y muchos embajadores de países centrales y otros emergentes no se anduvieron con vueltas al momento de cuestionar la marcha de la economía argentina

La reunión se hizo luego de que la delegación argentina en la OMC contestó unas 600 preguntas que había extendido los diferentes representantes extranjeros en Ginebra. El paper que aparece bajo las siglas WT/TPR/M/277 es un resumen de lo conversado por embajadores de más de 32 países ante la OMC y las respuestas que dio la Argentina.
Allí se menciona la defensa del país que estuvo liderada por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Augusto Costa, y por la secretaria de Comercio Exterior, Beatríz Paglieri, quienes mencionaron las bondades de la economía argentina y terminaron hablando de los efectos nocivos para la economía en la última dictadura militar y de la soberanía argentina en las islas Malvinas.

RECLAMOS

Por lo descrito en ese informe, la reunión que se realizó en Ginebra estuvo muy caldeada y muchos embajadores de países centrales y otros emergentes no se anduvieron con vueltas al momento de cuestionar la marcha de la economía argentina. De hecho, en el informe final que elevó el ponente de todos los presentes, el embajador de Vietnam, Trung Thanh Nguyen, parece un largo listado de quejas entre las que están las trabas arancelarias, los requisitos que exige la Argentina para nivelar el comercio, los planes de nacionalización de empresas y los atentados a la propiedad intelectual, entre otras.
A la vez, el presidente del Organo de Exámen de Políticas Comerciales de la OMC, el embajador de Suecia Joakim Reiter, trasladó la "preocupación por la aplicación y la repercusión de los impuestos a la exportación; la aplicación de impuestos internos; y el hecho de que la concesión de incentivos estuviera supeditada a prescripciones en materia de contenido nacional".
Entre los "retos" que mencionaron los 32 países presentes en aquella reunión se destacó que "la inflación pone en peligro el crecimiento continuo de la Argentina, por lo que gestionar las expectativas de inflación y estabilizar los precios es una prioridad para el país". En este sentido el embajador de Vietnam sostuvo que "la inflación origina un aumento de los costos laborales, lo que, a su vez, incrementa los precios de las exportaciones argentinas de productos no agrícolas. También hace que las importaciones sean más competitivas en el mercado interno de la Argentina y los problemas laborales resultantes de la inflación podrían ejercer cada vez más presión sobre el Gobierno".
A su vez, se mencionó que la sustitución de las importaciones "se aplica introduciendo obstáculos no arancelarios y ha dado lugar a la prohibición o restricción de algunas importaciones de otros miembros" de la OMC.

LA ESTATIZACIÓN DE YPF, EN LA MIRA

Claro que hubo pasajes más fuertes en las intervenciones de los diferentes representantes de la OMC en aquella reunión en Ginebra. Por ejemplo, el embajador de Australia instó alentar a la Argentina a que reexamine la configuración de sus políticas y concluya sus negociaciones con el Club de París (donde se deben 9000 millones de dólares) y destacó que "el modelo económico de la Argentina, cada vez más cerrado, también ha tenido una repercusión negativa en varios de sus interlocutores comerciales".

Paglieri remarcó que "lo que nos diferencia de nuestras respectivas historias contemporáneas" respecto a otros países es que "no han padecido una dictadura atroz que impuso un plan económico de destrucción sistemática del tejido productivo"

No fue el único país en cuestionar la política económica de la Argentina. Por su parte, Noruega advirtió sobre la "falta de transparencia" en las normas que imponen medidas arancelarias como no arancelarias también. En tanto, Suiza apuntó a la necesidad de establecer la protección de la propiedad intelectual ya que, sostuvo, este ítem "parece haberse debilitado desde el último examen en 2007" y remarcó que ello ha suscitado "preocupaciones entre las empresas de investigación en cuanto a la seguridad jurídica y el atractivo de invertir en la Argentina".
El embajador de la Unión Europea, el de Pakistán y de otros países ante la OMC cuestionaron con dureza la decisión de la Argentina de estatizar YPF y objetaron el no pago de indemnizaciones a Repsol al tiempo que recordaron la lista de empresas que reclaman contra la Argentina en el CIADI por renacionalizaciones irregulares de empresas. Se habló detenidamente de la falta de pago a la empresa española y se alertó que ello "preocupa gravemente a los inversores", según señalaron varios embajadores ante la OMC.

La Unión Europea también remarcó que se ha hecho "imposible de facto" el acceso a las divisas lo que impide operar a numerosos comerciantes e inversores extranjeros.

El representante de Paraguay fue muy duro en cuanto a la visión de la política económica del Gobierno. "La Argentina adoptó medidas que restringieron seriamente nuestro comercio lo que generó el cierre de muchas empresas exportadoras". A diferencia de Paraguay, muchos países latinoamericanos hicieron una defensa de las bondades del crecimiento de la economía argentina como lo reflejaron los representantes de Brasil, Chile, Venezuela, Ecuador y Cuba, entre otros.
Estados Unidos mencionó una "tendencia preocupante de la Argentina por aumentar los aranceles de importación" lo que reflejó en el caso particular de Washington de que más de 100 productos norteamericanos se vieron afectados por esas medidas.
En el caso de Canadá, el representante de ese país en la OMC hizo un cuestionamiento a la Argentina por "la exigencia de que en los proyectos mineros se presenten a las autoridades planes de adquisición de insumos y se tomen medidas para la adquisición de insumos nacionales a la vez que se impide la libre repatriación de dividendos a los accionistas extranjeros en las filiales argentinas".
Un caso llamativo fue el de la queja de Japón que mencionó la obligación a las empresas de obtener una autorización del Banco Central para efectuar pagos por importaciones de servicios de un valor superior a los 100.000 dólares al año.

 Beatriz Paglieri, la mano derecha de Guillermo Moreno, y una defensa que asombró a todos. Foto: Archivo 

LA RESPUESTA ARGENTINA

Ante esta batería de quejas que recibió la Argentina el embajador Costa expresó: "Valoramos la activa participación de los países miembros y si bien, como es lógico, no todos los comentarios efectuados son compartidos por el gobierno argentino, entendemos que es mediante un diálogo franco y constructivo como se fortalece el multilateralismo".
El secretario de Comercio Exterior de la Cancillería dijo que el Gobierno "no persigue la autosuficiencia" y remarcó que "por las características estructurales de nuestro país, esto implica completar una serie de casilleros vacíos de nuestra matriz productiva, para fortalecer la competitividad conjunta de la economía y atacar simultáneamente el sesgo históricamente deficitario en materia de divisas del crecimiento económico argentino".
Pero el toque distintivo de la defensa argentina lo dio Paglieri cuando remarcó que "lo que nos diferencia de nuestras respectivas historias contemporáneas" respecto a otros países es que "no han padecido una dictadura atroz que impuso un plan económico de destrucción sistemática del tejido productivo y que fue el inicio de las políticas que luego se aplicaron en Argentina en consonancia con el consenso de Washington". A la vez, la mano derecha de Guillermo Morenoatacó a Canadá al sostener que "no sufre como nuestro país, la ocupación de parte de su territorio (por las Malvinas) por una potencia transoceánica, cuya soberana, la reina Elizabeth II, es reconocida por Canadá como jefa oficial del Estado".
Según relataron dos embajadores extranjeros que estuvieron presentes en ese encuentro en Ginebra todos los presentes quedaron sorprendidos ante este comentario de reclamo de soberanía en un ámbito ajeno al tema.. 

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