La liberación se
producirá 24 horas antes de que se reanuden el miércoles las negociaciones
entre palestinos e israelíes.
CARMEN
RENGEL Jerusalén
Una palestina muestra el retrato de un familiar, preso en Israel, este lunes en Gaza. /MOHAMMED ABED (AFP)
El Servicio de Prisiones de Israel colgó en su página web de madrugada
los nombres de los primeros 26 presos palestinos que serán liberados en un
gesto que busca facilitar las negociaciones de paz que el
miércoles se retoman en Jerusalén, tras el inicio formal de los contactos, el
pasado 30 de julio en Washington. Es sólo la primera fase de la excarcelación
de hasta 104 reclusos palestinos; las liberaciones restantes se efectuarán en
tres tandas durante los nueve meses que se estima dure el diálogo.
El Gobierno israelí ha indicado que busca así “fortalecer” al presidente
palestino, Mahmud Abbas, quien por su parte ha reconocido
que la salida de estos reclusos “mejorará” las posibilidades de llegar a un
acuerdo con su enemigo histórico. La medida, sin embargo, no acaba de ser un
bálsamo, porque se produce después de que en los últimos seis días Israel haya aprobado unas 2.200 viviendas en
asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Este, lo que ha llevado al negociador
palestino, Saeb Erekat, a acusar a su contraparte de actuar “de mala fe” y
querer “boicotear” la cita del día 14.
Con la lista de los presos ya publicada, se abren 48 horas de alegaciones
y, si no hay problemas, los reclusos regresarán a casa en la noche de mañana
martes. Dos de los presos estaban a punto de salir, en los próximos seis meses,
y a otros ocho les faltaban tres años para cumplir su condena. Todos ellos,
salvo uno, cumplían condena desde antes de los Acuerdos de Oslo de 1993 y hace
ya 14 años que Israel prometió por vez primera sacarlos de sus celdas. El
retraso en la ejecución de aquella promesa ha convertido a este centenar corto
de presos en unos héroes para su comunidad. Analistas en seguridad como Eli
Karmon aseguran incluso que la Autoridad Nacional Palestina sabía de las nuevas
ampliaciones de colonias que Israel iba a aprobar y cedió finalmente a ellas
antes de impedir que sus presos pre-Oslo se mantuvieran entre rejas, tan
valiosos son.
Del grupo de 26 liberados, 14 regresarán a Gaza y el resto, a
Cisjordania. No habrá deportaciones a otros países ni cisjordanos castigados en
la franja por su peligrosidad. Al menos, no en esta primera fase. Sin embargo,
el ministro palestino de Presos, Issa Qaraqe, teme que Israel sí quiera
desplazar a los presos que quedan por salir. “No lo consentiremos. La condición
es que regresen a casa. Se lo hemos dicho a EEUU”, avisa. “De momento, este
paso de hoy es importante para la paz”, añade, conciliador.
La lista, confeccionada por el equipo de ministros israelíes, cuenta con
el visto bueno de los servicios secretos, que han revisado nombre a nombre. La
conclusión, informa la prensa local, es que la mayoría de los elegidos son muy
mayores como para regresar a la lucha armada y, salvo dos miembros de Hamás, dos de la Yihad Islámica y dos del Frente Popular
para la Liberación de Palestina, todos son de Fatah, partido del presidente
Abás, que hace años que renunció a la lucha armada.
Las familias de los presos se preparan ya para recibirlos, aunque aún no
se sabe cuándo se harán los festejos de bienvenida, si en la noche del martes o
ya el miércoles. La elección de Israel de una hora tan tardía, dice el diario Haaretz,
busca precisamente reducir la cobertura mediática y las recepciones oficiales.
Mientras, en el lado israelí, a las tres de la tarde (hora española)
está previsto que se inicie una manifestación ante las oficinas del Ministerio
de Defensa en Tel Aviv, en protesta por la liberación de presos “con sangre en
las manos”, como rezan los carteles de la convocatoria. 17 de los ahora
liberados cumplían cadena perpetua por asesinar a israelíes y el resto,
condenas superiores a los 25 años, la mayoría por intentos de asesinato y
secuestro. “Hoy es un día de celebración para los terroristas pero un día
triste para las víctimas”, semana Meir Indor, líder de Almagor, la principal
asociación de víctimas del terror en Israel. Entiende que canjes como el de
hace casi dos años para lograr la liberación del soldado Gilad Shalit,
secuestrado por Hamás durante cinco años en Gaza, “son más entendibles”, pero
“ceder cuando los palestinos no han dado nada a cambio aún es rendirse”.
También se revuelven algunos socios de Gobierno del primer ministro Benjamín
Netanyahu, como Hogar Judío. El ministro de Vivienda, Uri Ariel, ha
dicho esta mañana que soltar presos es “una burla al sistema legal” y que los
“viles terroristas deben estar entre rejas”. “No tengo claro cómo puede ayudar
a la paz que se suelte a asesinos de mujeres y niños”, concluye.
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