La última vez que
rompió su silencio fue en la vista previa de su juicio en febrero.
El autor de las
filtraciones de Wikileaks se enfrenta a una pena de 90 años de cárcel.
EVA SAIZ Washington
El soldado Bradley Manning ha
pedido perdón por sus acciones y ha reconocido que la filtración de documentos
secretos diplomáticos y militares a Wikileaks, la mayor de la historia de EE
UU, perjudicó los intereses de su país. Su declaración de este miércoles en la
base militar de Fort Meade fue la primera que realizaba desde que el pasado mes de junio se iniciara
su proceso. y con ella, el soldado pretende obtener clemencia
de la juez militar encargada del caso para rebajar su condenaEl uniformado, de
25 años, se enfrenta a una pena máxima de 90 años de prisión por 20 cargos de
espionaje, robo de propiedad del Gobierno, fraude informático y otras
violaciones del código militar de los que fue encontrado culpable el 30 de
julio. La magistrada, Denise Lind, lo absolvió del delito más grave
que pesaba sobre él, el de ayuda al enemigo, que acarreaba la cadena
perpetua.
Siempre fui consciente de lo
que hice pero cuando tomé la decisión pensé que iba a ayudar y no a lastimar a
personas"
Bradley Manning
“Quiero pedir perdón porque mis actos han herido a la gente y siento
mucho haber perjudicado a EE UU”, comenzó Manning en una intervención que
apenas duró dos minutos. “Siempre fui consciente de lo que hacía pero cuando
tomé la decisión pensé que iba a ayudar y no a lastimar a personas continuó. Sé
que debo pagar un precio por ella”, continuó. La última vez que el soldado
rompió su silencio fue en febrero de este año, durante la vista preliminar.
Entonces, reconoció que decidió filtrar los cables y los vídeos sobre la guerra
de Irak y Afganistán para llamar la atención sobre la actitud del Ejército de
EE UU y generar un debate en la sociedad estadounidense. Ayer, dijo a la juez
que debió haber “luchado de manera más agresiva dentro del sistema”. “Estos tres
años han sido de gran aprendizaje para mí”, sostuvo.
A lo largo de este proceso, la defensa ha tratado de presentar a Manning
como una persona ingenua y bienintencionada, pero en la fase final su abogado
ha incidido en su personalidad insegura y atormentada. De esta forma, persigue
trasladar la responsabilidad última de las filtraciones a la negligencia del
Ejército que ignoró muchas señales de su conducta errática mientras estaba en
Irak -pataletas cuando era castigado, actitud ausente cuando se le dirigía la
palabra...-, autorizando que desempeñara su actividad como analista de
inteligencia.
En esa línea, el capitán Michael Worsley, experto psicólogo clínico y
médico que este miércoles ha comparecido como testigo de la defensa, ha
reconocido que se detectaron en el soldado signos de desequilibrio mental y
problemas de identidad sexual durante su servicio en Irak pero que nunca se le
proporcionó la atención médica adecuada.
La juez militar encargada del caso, Denise Lind, lo
absolvió del delito más grave que pesaba sobre él, el de ayuda al enemigo, que
acarreaba la cadena perpetua
La fiscalía, por el contrario, se ha centrado en mostrar a Manning como
un arrogante, consciente en todo momento de que
revelando información secreta a la web Wikileaks iba a ayudar al enemigo.
Durante la fase para determinar la sentencia, la acusación ha llamado a varios
testigos que han insistido en que las filtraciones del soldado pusieron en
riesgo muchas operaciones militares en Afganistán e Irak. La defensa ha
insistido en minimizar el riesgo que para la seguridad nacional tuvieron los
documentos publicados por Wikileaks.
Tras los alegatos de la defensa, que está previsto que finalicen a lo
largo de este miércoles, el juicio de Manning se acerca cada vez más a su final
definitivo. A la juez solo le queda redactar su fallo, cuya lectura podría
realizarse la próxima semana, según fuentes del tribunal citadas por la agencia
Reuters. En las últimas semanas, la magistrada ha reducido la pena máxima,
inicialmente fijada en 136 años de cárcel, por 90 al condensar determinados
delitos por considerar que varios cargos eran “repetitivos”. Meses atrás ya disminuyó la potencial condena en
112 días debido al trato injusto dispensado a Manning tras su
detención en Bagdag en mayo de 2010.
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