Benedicto XVI sorprendió este lunes al mundo
cuando anunció que abandonará su cargo el próximo 28 de febrero.
El papa
Benedicto XVI sorprendió este lunes al mundo cuando anunció que abandonará su cargo el próximo 28 de febrero.
¿Cuáles han sido las razones? ¿Qué pasará ahora? Estas son las claves de la
renuncia papal.
¿Qué
motivos ha dado el Papa para renunciar?
En su
declaración, Benedicto XVI, que cumplirá 86 años en abril, dijo que había
llegado a la certeza de que, por su edad avanzada, ya no tenía “fuerzas
para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”. “Para gobernar la barca de
San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del
cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí
de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio
que me fue encomendado”, dijo el Pontífice.
En una
entrevista concedida al periodista alemán Peter Seewald para el libro La
Luz del Mundo en
2010, Benedicto XVI ya sostuvo que cuando un Papa sabe que “no puede llevar a
cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstancias el derecho, y hasta
el deber, de dimitir”.
El
portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que la decisión del Pontífice
había sido meditada durante meses y que no respondía a ninguna presión externa.
No
sabemos el peso que tuvo el entorno del Pontífice en su decisión, pero sí que
su Papado ha estado marcado por las
luchas internas en el seno de la curia para contrarrestar sus intentos de
limpiar la Iglesia de clérigos pederastas y banqueros corruptos. El escándalo
del Vatileaks, una filtración masiva
de documentos privados, que puso de manifiesto esos enfrentamientos internos y
acabó con la
detención de su mayordomo, Paolo Gabriele, acusado del robo de la
correspondencia papal, complicó la labor de Benedicto XVI en los últimos meses.
¿Cuándo
dejará el Pontificado? ¿Qué pasará después?
Benedicto
XVI dejará su cargo el próximo 28 de febrero, a
las ocho de la tarde. Después de su renuncia, se abrirá un periodo de sede
vacante —el intervalo
entre papas—. A partir del 1 de marzo y hasta la elección del nuevo Papa, un
colegio de cardenales gobernará la Iglesia y se encargará de las tareas
administrativas cotidianas.
El
Pontífice se trasladará, por su parte, a la residencia de Castel
Gandolfo —a 18
kilómetros al sureste de Roma— hasta que sea elegido su sucesor y se terminen
las obras de rehabilitación de un convento de monjas en el interior del
Vaticano donde residirá, según Lombardi.
¿Cuándo
será elegido el próximo Papa?
Aunque
todavía no se ha fijado una fecha para el próximo cónclave, Lombardi aseguró
este lunes que habría un nuevo Papa antes de Pascua, esto es, el 31 de marzo.
Si el
periodo de sede vacante suele durar un mes, los plazos
deberían ser más rápidos esta vez, ya que no habrá los nueve días de luto que
la Iglesia se reserva tras la muerte de un Pontífice, ni los tres durante los
cuales se expone el cuerpo en la basílica de San Pedro para que los feligreses
puedan despedirse.
“Por eso
calculamos que en
unos 15 o 20 días podremos llegar a un nuevo ‘habemus papam”, aventuró
Lombardi.
¿Cuántos
papas han renunciado a su ministerio?
De los 265 papas que ha tenido la Iglesia católica en su historia, solo han dimitido
cuatro antes de Benedicto XVI. Los dos primeros, Clemente I y Ponciano,
vivieron en el siglo II y III, respectivamente. En su época, la Iglesia era una
secta minoritaria, y los papas tenían mucho menos poder que en la actualidad.
El Pontífice adquiere importancia política, jurídica y espiritual en el Renacimiento.
Celestino
V, coronado en 1294, renunció a su ministerio tras cinco meses de Papado, ya
que no se acostumbraba a las responsabilidades del cargo.
El último
Papa que dejó el cargo antes de Joseph Ratzinger fue Gregorio XII, que tuvo que
dimitir en 1415 para poner fin al cisma de Occidente.
¿Cómo se
elige al Papa?
El
Pontífice se elige en el cónclave, una reunión de los cardenales en la Capilla
Sixtina. Estos se encierran cum clave [en latín, con llave] para no tener
contacto alguno con el mundo exterior. Tienen derecho de voto todos los
cardenales que no hayan cumplido 80 años; los que sean mayores, solo tienen una
función de apoyo espiritual y participan en las fases de conversación previas a
la votación.
Los
electores no pueden ser más de 120; ahora son 117. En teoría puede ser escogido
cualquier hombre bautizado y no casado, aunque en la historia de la Iglesia
casi siempre se ha elegido a un cardenal.
¿Cómo se
celebra el cónclave?
Antes de
empezar los cardenales recitan un juramento y se comprometen a votar secundum
Deum (inspirados por
Dios). Tras cada escrutinio las papeletas se atan con un lazo y se queman en
una estufa. Si no se ha alcanzado la mayoría necesaria para la proclamación, la
chimenea escupe humo negro.
A partir
de la 34º ronda de voto, solo quedan los dos candidatos más votados, y ambos
quedan excluidos de la consulta. Se vota hasta que uno de los dos salga
elegido, y entonces el cardenal decano le pregunta si acepta el encargo. Si la
respuesta es positiva, el nuevo Papa elige su nombre pontifical. La chimenea de
la Capilla Sixtina escupe entonces la fumata blanca. Mientras el cardenal
seleccionado viste la ropa blanca del Pontífice, el decano dice lo siguiente: “Anuncio vobis gaudium magnum. Habemus
Papam (Os anuncio una
gran alegría. Tenemos papa)”. El nuevo Pontífice sale e imparte su primera
bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo).
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