El fenómeno causa numerosos daños y pánico entre la
población de Cheliábinsk.
Medvédev dice que el suceso demuestra que "la economía es
vulnerable, y también el planeta".
Medio millar de personas han resultado heridas a consecuencia de la
caída de fragmentos de un meteorito en la provincia rusa de Cheliábinsk, en la
zona de los Urales. La mayoría de las víctimas, 16 de las cuales han tenido que
ser hospitalizadas, ha sufrido cortes a causa de los trozos de vidrio que
saltaron debido a la onda explosiva producida por el cuerpo celeste. El
inusitado fenómeno se produjo de madrugada, cuando en España eran las 4:23
horas.
Los especialistas han adelantado
diversas hipótesis sobre lo que realmente ha caído en Cheliábinsk. Unos piensan
que ha sido una lluvia de meteoritos, hipótesis que el Ministerio de
Situaciones de Emergencia ruso rechazó inicialmente pero que ahora ha hecho
suya. Otros sostienen que se trata de un meteorito que se dividió en fragmentos
al entrar en las capas densas de la atmósfera, mientras que otros expertos
sostienen que se trata de un fragmento del asteroide 2012 DA14, que pesa 130
toneladas y que esta noche —en torno a las ocho en España— se acercará a la
Tierra a una distancia de 28.000 kilómetros, en una aproximación será
transmitida en directo por la NASA. La Agencia Espacial Europea no está de
acuerdo con esta última hipótesis, según señala en un tuit.
Tras confirmar la existencia de cientos de heridos, el primer ministro ruso,
Dimitri Medvedev, ha asegurado que la caída del meteorito demuestra que
"no solo la economía es vulnerable, también el planeta". El jefe del
Gobierno hizo estas declaraciones durante un fórum económico celebrado en la
vecina región de Krasnoyarsk, durante el cual afirmó la caída de los fragmentos
de meteorito es "un símbolo de este fórum".
Aunque el meteorito no puede
considerarse una catástrofe, sí ha provocado el pánico entre la población de
Cheliábinsk, que se horrorizó ante la gran explosión que produjo el bólido al
llegar a tierra; además, provocó un temblor que todos sintieron en la zona. Las
autoridades optaron por cerrar las escuelas y jardines de infancia,
argumentando que muchos edificios habían sufrido daños y que debido a las bajas
temperaturas —menos 18ºC— los niños no podían permanecer en ellos
En total, 474 personas (de ellas, unos 60 niños) han recibido atención
médica, la mayoría por pequeños cortes con vidrios y por contusiones. Aunque 16
han sido hospitalizadas, tres niños entre ellas, no hay nadie en estado grave,
según informan en la administración provincial de Cheliávinsk. La policía,
mientras tanto, ha redoblado la protección de los lugares estratégicos.
El viceprimer ministro Dmitri Rogozin ha subrayado que la caída del
meteorito demuestra que él siempre ha tenido razón al decir, en varias
ocasiones, que es necesario crear un sistema internacional de alerta y
prevención de cuerpos celestes que se aproximan a la Tierra.
En Rusia aún se recuerda la caída del famoso meteorito de Tunguska, en
Siberia, el 30 de junio de 1908, que dio pie a un sinnúmero de hipótesis y
numerosas leyendas.
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