La primera potencia creció seis décimas sobre lo
anunciado en 2012 con la nueva metodología.
EL PAÍS/SANDRO
POZZI Nueva
York
El Presidente de la Fed, Ben Bernanke. / JAMES LAWLER DUGGAN (REUTERS)
La
expansión económica en Estados Unidos se aceleró en el segundo trimestre al
crecer a una tasa anualizada del 1,7%, tal y como recoge el nuevo modelo de
cálculo del producto interior bruto (PIB). Según esta metodología, el dato del
primer trimestre queda en el 1,1%, lo que supone una revisión a
la baja de siete décimas.
En todo
caso, es una buena base para que la Reserva Federal proceda a reducir sus
estímulos. Si el dato de empleo del viernes y del mes próximo es sólido, el
debate podría avivarse ya en septiembre. Hoy, la Fed ha mantenido sin cambios
el plan de compra de activos, en los 85.000 millones de dólares al mes. Los
tipos siguen intactos entre el 0% y el 0,25%. Y en el comunicado solo hay un
mínimo cambio al calificar el crecimiento: antes se decía que era "moderado"
y ahora, "modesto". El resto de mensajes se mantienen.
Las
previsiones de los bancos de inversión no prometían mucho. El consenso de
mercado auguraba un crecimiento del 1%. Incluso hubo analistas que lo llevaron
por debajo del 0,5% hasta niveles muy parecidos a los vistos a finales de 2012.
Así que sorprendió a mejor. Lo que no se esperaba tampoco Wall Street es que el
1,8% del primer trimestre quedara reducido hasta mostrar un ritmo tan débil.
La cifra
conocida este miércoles es la primera lectura de tres, por lo que deberá
afinarse. Los dedos viene apuntando ya hacia el efecto del drástico recorte en
el gasto público, como consecuencia del bloqueo en la negociación para reducir
el déficit público, que se redujo un 1,5% en el segundo trimestre tras caer un
8,4% en el primero. En paralelo, el consumo creció un 1,8%, frente al avance
del 2,3% registrado en el primer trimestre.
PIB por
partidas
La
inversión de las empresas también contribuyó de forma positiva al crecimiento,
al crecer un 4,6% tras contraerse en la misma proporción en el arranque del
año. En el caso del sector inmobiliario, que creció un 13,4%, su evolución está
en línea con el alza del 12,5% del primer trimestre. Del lado de la balanza
comercial, las exportaciones subieron un 5,4% y las importaciones bajaron un
1,3%.
El
crecimiento medio de EE UU está en el 3,3%, pero necesita expandirse a un ritmo
cercano al 5% para que tenga un efecto real sobre el empleo. La tasa de paro
rondaba el 7,6% en junio, aunque el viernes se publica el indicador de empleo
de julio. De momento, junto al dato del PIB también se ha conocido que el
sector privado creó 200.000 puestos de trabajo durante el mes que se cierra, un
ritmo similar al de junio. Con vistas al futuro, los economistas creen que la
economía repuntará un 2,5% en el tercer trimestre y que de ahí suba a un 2,8%
en el cuarto.
El dato
se conoció horas antes de que la Reserva Federal hiciese pública la decisión de
política monetaria. Se espera que el equipo que preside Ben Bernanke opte por
mantener el actual ritmo de compra de activos, de 85.000 millones de dólares al
mes. El dato de empleo de julio será clave de cara a la reunión de septiembre.
Antes habrá otra lectura más.
Impacto
del bloqueo fiscal
Wall
Street venía anticipando desde hace semanas un frenazo en el crecimiento en el
segundo trimestre, que no parece haberse materializado. El propio Bernanke dijo
en su última intervención en el Congreso que el bloqueo fiscal se estaba
comiendo 1,5 puntos porcentuales del crecimiento. Lo que está por ver es cómo
los nuevos datos del PIB pueden afectar también a la estrategia a corto plazo
de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés).
El debate
rota, en todo caso, sobre la fecha en la que la Fed empezará a moderar la
compra de deuda. Los plazos que se barajan como posibles son septiembre y
diciembre. En su último acto en público, Bernanke dijo que sería “a final de
año”. La división es clara, con la mitad de los miembros favorables a que se
empiece a levantar el pie del acelerador tras el verano. Pero el grupo del
centro es más cauto.
En cuanto
al cambio metodológico del PIB, el último gran ajuste estadístico se hizo en
julio de 2009, cuando EE UU empezaba a emerger de la última recesión. Con el
nuevo método, la tasa de crecimiento para el conjunto de 2012 queda ahora
fijada en el 2,8%, frente al 2,2% que se dio inicialmente. Lo que no cambian
los nuevos datos es que la última fue la peor crisis desde la Gran Depresión y
que la salida está siendo agónica por su profundidad.
Aunque la
revisión para 2012 es destacada, para el resto no cambio mucho con el nuevo
modelo. El crecimiento medio desde 1929 es ahora una décima más alto, en lugar
del 3,2%. Respecto a la última década, el crecimiento queda en el 1,8% frente
al 1,6% que se dio hasta ahora. Desglosando la última crisis, la contracción
entre el cuatro trimestre de 2007 y el segundo de 2009 queda en el 2,9%, frente
al 3,2% Entre 2009 y 2012, el crecimiento fue del 2,4%, tres décimas más alto.
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