EL PAÍS
La decisión de la
Casa Blanca daña la espina dorsal de Obamacare, diseñada para que todo el mundo
tuviera una serie de beneficios garantizados.
YOLANDA
MONGE Washington
El presidente Obama durante su comparecencia. / MANDEL NGAN (AFP)
Bajo la pesada losa de estar perdiendo la confianza y la credibilidad
por parte de los ciudadanos, Barack Obama se ha embarcado esta mañana en una
larga comparecencia ante la prensa -que por momentos se asemejó a un acto de
terapia- en la que reconoció errores y anunció un cambio administrativo en la
reforma sanitaria que permitirá a los ciudadanos que lo deseen
mantener en 2014 sus planes médicos, algo que acorde a Obamacare no era posible
porque debían ser renovados o cancelados para obtener otros más completos.
La decisión de la Casa Blanca daña la espina dorsal de la ley, que
estaba diseñada para que todas las personas en Estados Unidos con un seguro de
salud privado –esto es, personal- tuvieran garantizado al menos una serie de
beneficios, tales como salud mental, cobertura por maternidad y
hospitalizaciones.
En las últimas seis semanas, desde que se abrió el mercado de seguros online para
dar paso a que los ciudadanos que no tengan seguro médico –o los que tienen
cobertura individual no ofrecida por una empresa- se doten de uno o si no
enfrenten a partir del 1 de abril el pago de una multa, una combinación de
varios factores ha hecho que la entrada en vigor de la reforma sanitaria haya
sido accidentada.
En las últimas seis semanas, una combinación de
varios factores ha hecho que la entrada en vigor de la reforma sanitaria haya
sido accidentada
Obama prometió a los ciudadanos que
tuvieran seguro médico individual –no ofrecido por una empresa- que podrían
mantenerlo si estaban contentos con el y, sin embargo, en las últimas semanas
más de siete millones de norteamericanos –no llega al 5% de los actuales
asegurados- han recibido una carta de su compañía aseguradora informándoles de
que su cobertura médica había sido cancelada.
“No tengo duda de que la gente está frustrada”, reconoció el presidente.
“Lo entiendo, yo también lo estaría”, admitió para asegurar a renglón seguido
que estaba trabajando todo lo que podía para volver a ganarse la credibilidad
perdida. Eso sí, el mea culpa iba acompañado de la advertencia
a la oposición de que no iba a aceptar “propuestas que nos devuelvan de nuevo a
un sistema que estaba roto”.
El asalto furibundo de la oposición
republicana a la ley y el presidente –a quien acusan de no ser
honesto ni un líder competente- junto con la presión de su propio partido –Bill
Clinton dijo que el presidente debía cumplir con su palabra- han forzado la
mano de Obama a la hora de admitir el cambio, aunque será solo por un año y no
permitirá que los que sean futuros asegurados accedan a esas pólizas antiguas.
También dijo Obama que dentro de los arreglos efectuados a la ley, las
aseguradoras deberán de informar a los clientes que decidan mantener sus pólizas
anteriores que estas no cumplen los estándares básicos exigidos y que pueden
optar por otras.
No hay manera
de arreglar Obamacare”, dijo Boehner de una ley aprobada por ambas Cámaras del
Congreso en 2010 y legitimada por el Tribunal Supremo del país en junio de 2012
El presidente –atrapado en un acto de contrición que le llevó a hablar
cerca de una hora, en ocasiones sin resultar muy convincente- declaró que
estaba convencido de que Obamacare va a funcionar aunque reconoció que habían
perdido el control de la pelota –en una analogía futbolística- a la hora de
poner en marcha los aspectos técnicos de la ley, la famosa web que ha sido un
quebradero de cabeza desde su inicio.
Obama dijo desconocer que los fallos tecnológicos fueran tan
devastadores y amplios, lo que sin duda le reportará más críticas todavía si
cabe. “Creo que es justo decir que la puesta en marcha ha sido dura hasta
ahora”, manifestó el mandatario, quien añadió que la página web www.HealthCare.gov había
mejorado “mucho”, a pesar de que quedaba trabajo por hacer.
Ayer miércoles, la Administración anunciaba que poco más de 106.000
personas se habían registrado, frente al cerca de medio millón que
se especuló que lo harían en el primer mes (desde el 1 de octubre al 2 de
noviembre). En palabras del presidente de la Cámara de Representantes, John
Boehner, “no se puede confiar en la Casa Blanca”. “No hay manera de arreglar
Obamacare”, dijo Boehner de una ley aprobada por ambas Cámaras del Congreso en
2010 y legitimada por el Tribunal Supremo del país en junio de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario