Majestuoso testimonio de un poder agostado

Majestuoso testimonio de un poder agostado

domingo, 18 de agosto de 2013

El hombre fuerte de Egipto advierte de que la violencia “no doblegará al Estado”



El Gobierno interino de Egipto inicia una ofensiva diplomática para defender sus acciones.
El ministro de Exteriores anuncia una comisión de investigación sobre las cargas militares.


DAVID ALANDETE / AGENCIAS El Cairo 



Varios soldados vigilan la sede del Constitucional en El Cairo. / AL YOUM ELSABAA NEWSPAPER (EFE)

El nuevo hombre fuerte de Egipto, el general Abdel Fatah Al Sisi, se ha referido a la situación del país este domingo por primera vez desde la matanza de cientos de islamistas por parte de las fuerzas de seguridad. Al Sisi, jefe del Ejército y ministro de Defensa, ha advertido este domingo de que la violencia "no doblegará al Estado" y que las autoridades no permanecerán "impasibles ante la destrucción del país y las amenazas contra la población".
Ante mandos de las fuerzas de seguridad, que han protagonizado una dura represión de las protestas islamistas por el golpe, aseguró que los militares respetan la voluntad popular y no ansían el poder. Al Sisi pidió a los seguidores del depuesto presidente Mohamed Morsi que reflexionen, refiriéndose a aquellos que "se imaginan que la violencia hará arrodillarse al Estado y a los egipcios". Y a los medios de comunicación occidentales les dijo que no permitirá que den una imagen "errónea de que existe una lucha entre el pueblo".
Los Hermanos Musulmanes han decidido cancelar algunas de las manifestaciones de protesta convocadas en Egipto para este domingo tras recibir informaciones de que hay francotiradores apostados. En El Cairo, los islamistas habían convocado marchas desde cinco mezquitas hacia la sede de la Corte Constitucional, como protesta contra el anuncio del primer ministro interino, Hazem Beblaui, de que ha propuesto a su Ejecutivo disolver legalmente la hermandad. Ante las protestas, y la represión del gobierno, que en los pasados cuatro días se han cobrado al menos 800 vidas, el Gobierno interino del país ha iniciado una ofensiva diplomática y política en la que busca dotarse de legitimidad en la escena internacional.
El ministro interino de Exteriores, Nabil Fahmi, ha anunciado este domingo la formación de una comisión de investigación sobre lo acontecido en el país desde el 30 de junio, día de las multitudinarias manifestaciones que precedieron al golpe de Estado, desde las que han fallecido al menos 1.000 personas. “Estos no son tiempos fáciles para nosotros con muchos de nuestros amigos en la escena internacional o con Estados Unidos”, admitió el primer ministro en conferencia de prensa. “Pero somos gente seria y racional, y tenemos confianza en nosotros mismos y mantendremos, firmemente, las decisiones que afectan a Egipto en manos de los propios egipcios”, añadió.
El gobierno interino busca así aplacar los ánimos de sus aliados internacionales, justo en una jornada en la que la Unión Europea ha anunciado que reevaluará de forma inminente sus relaciones con la nación árabe. Herman Van Rompuy y Jose Manuel Durao Barroso, presidentes del Consejo y de la Comisión europeos respectivamente, dijeron en un comunicado que “la UE seguirá decididamente sus esfuerzos para promover el fin de la violencia, el restablecimiento del diálogo político y volver al proceso democrático”, y para ello “reconsiderará con urgencia en los próximos días sus relaciones con Egipto, y tomará medidas para lograr esos objetivos”.
El jueves, el presidente norteamericano, Barack Obama, condenó “enérgicamente” las recientes matanzas y ordenó la suspensión de unos ejercicios militares conjuntos del Pentágono con Egipto, pero, de nuevo, evitó calificar lo ocurrido el 3 de julio de “golpe de Estado”. Hacerlo le obligaría a suspender los 1.300 millones de dólares de ayuda militar que cada año su país concede a las fuerzas armadas de Egipto. "Deploramos la violencia contra civiles. Apoyamos los derechos universales a la dignidad humana, incluido el derecho a protestar de forma pacífica", dijo Obama.
Aun así, y ante las amenazas de numerosos países de que revisarán las ayudas que conceden a Egipto, el propio Gobierno egipcio ha dicho este domingo, a modo de represalia preventiva, que también reevaluará esas ayudas, para evitar injerencias extranjeras. “Las ayudas extranjeras no deben suponer una intervención sobre nuestros asuntos internos”, dijo el ministro de Exteriores en su rueda de prensa, añadiendo que solventar la crisis interna del país es más importante “que preocuparse ahora por ayudas extranjeras”.
El sábado, la agencia estatal de noticias Mena dijo que la fiscalía pública investiga a 250 islamistas, partidarios de los Hermanos Musulmanes, por intento de homicidio y actos de terrorismo. En prisión se hallan varios líderes de la hermandad, como su poderoso número dos, Jariat el Shater, o el propio presidente depuesto, Mohamed Morsi, al que el ejército mantiene en paradero desconocido.
El viernes, bautizado como “día de la ira” por los islamistas, acabó con más de 170 muertes, el segundo día con más fallecidos desde el golpe de Estado. Al menos 1.000 personas fueron detenidas en las marchas convocadas por los Hermanos Musulmanes. El gobierno de Egipto declaró el estado de emergencia el miércoles, y ordenó el toque de queda a las 19.00. Durante los pasados cuatro días la mayoría de comercios de El Cairo permanecieron cerrados, muchas calles desiertas. Este domingo, en el arranque de la semana, la capital ha comenzado a recuperar cierta normalidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario