La guerra civil siria continúa. Con todas sus
terribles consecuencias: muerte, destrucción y horror, acumuladas ya a lo largo
de dos años. En las últimas semanas, las fuerzas del gobierno de Assad, -que
cuentan con el apoyo de los Quds iraníes y de las milicias de Hezbollah-
parecen haber consolidado alguna ventaja, aprovechando las divisiones cada vez
más profundas entre los insurgentes.
La comunidad internacional luce incapaz de
detenerla. El propio Consejo de Seguridad -que en el esquema de seguridad colectiva
es el responsable principal de asegurar la paz y seguridad internacionales- ha
sido puesto de lado ante las amenazas de veto de Rusia y China respecto de
cualquier medida que pretenda tomar con relación a esta crisis.
La amenaza de que, de pronto, la crisis
se extienda más allá de las fronteras de Siria está vigente
El escenario, por cierto, sigue mostrando un
conflicto cada vez más faccioso entre los musulmanes "sunnis" y los
"shiitas". Por esto, la amenaza de que, de pronto, la crisis se
extienda -cual reguero de pólvora- más allá de las fronteras de Siria está
vigente. Particularmente respecto del Líbano. Hace pocos días, un atentado con
explosivos -perpetrado en un barrio de Beirut donde la población que simpatiza
con Hezbollah es mayoritaria- demostró que el involucramiento de las milicias
de ese movimiento libanés en la contienda siria es un peligro para la paz
interna del Líbano. El asesinato de un conocido periodista libanés defensor de
los Assad, Darrar Jammo, ocurrido en el sur del Líbano, confirmó ese peligro.
La amenaza de que, de pronto, la crisis se extienda
más allá de las fronteras de Siria está vigente
Israel, por su parte, parece haber trazado su
propia "línea roja" que -cada vez que se cruza- genera reacciones
militares quirúrgicas que no son oficialmente reconocidas por las autoridades
israelíes. La secuencia de respuestas cada vez que esa "línea" se
cruza es constante.
A fines de enero pasado, la aviación israelí
destruyó, en Siria, un convoy de camiones que transportaba misiles antiaéreos
SA-17, de fabricación rusa. Aparentemente estaban destinados a Hezbollah.
Israel no hizo comentario alguno acerca de lo sucedido. Ni afirmativo, ni
negativo. Nada.
En mayo, otros dos ataques sucesivos de la aviación
israelí destruyeron -también en territorio sirio- depósitos de misiles
Fateh-110, de fabricación iraní, capaces de alcanzar a Tel Aviv desde el sur
del Líbano. Los ataques se consumaron con misiles disparados desde el interior
de Israel. Nuevamente, la participación israelí en estos dos episodios no ha
sido reconocida. Pero los ataques existieron.
Hace pocos días, el 5 de julio pasado, un nuevo
ataque israelí desde el aire, destruyó un depósito de armas cerca del puerto
sirio de Latakia. Así se eliminaron misiles Yakhont, provistos a Siria por
Rusia. Se trata, en este caso, de proyectiles que pueden ser utilizados desde
la costa, contra buques de guerra. Nuevamente, la razón parecería ser el riesgo
que esos misiles sean utilizados por Hezbollah contra Israel, desde el sur del
Líbano. Ya en julio de 2006, la referida milicia shiita disparó un misil de
este tipo que dañó seriamente a un buque de guerra israelí. Nuevamente, después
del ataque a Latakia, nadie en Israel admitió responsabilidad alguna.
Las operaciones atribuidas a la
aviación israelí han sido exitosas. No obstante, tienen sus riesgos
La "línea roja" israelí respecto del
conflicto sirio parece clara. No se permitirá que el movimiento Hezbollah
reciba armas que puedan ser usadas contra Israel. Pese al silencio que
sistemáticamente rodea a los distintos episodios aéreos relatados, esa
parecería ser la inevitable conclusión.
Lo que sucede está en línea con lo acontecido el
año pasado en Khartoum, la capital de Sudán, cuando una fábrica de armas fuera
sorpresivamente destruida, también desde el aire. Y con la destrucción, en el
2007, de un reactor nuclear que (con apoyo de Corea del Norte) estaba en
construcción en Siria.
Las
operaciones atribuidas a la aviación israelí han sido exitosas. No obstante,
tienen sus riesgos. ¿Qué pasaría si un avión israelí es derribado? La
posibilidad de extensión del conflicto crecería. Aun así, la "línea
roja" trazada por Israel respecto de la guerra civil siria, tiene sus
razones y parece evidente..
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