Según Leonardo Boff, Francisco ha manifestado la
intención de recibirle, pero lo quiere hacer después de que haya concluido la
reforma de la Curia.
EL PAÍS/JUAN ARIAS
El Papa ha pedido, al llegar a Brasil,
un ejemplar del libro recién publicado por el teólogo "rebelde", Leonardo Boff,
titulado "Francisco de Asís y Francisco de Roma", en el que analiza
la ruptura que este Papa está llevando en la Iglesia con
una vuelta a los orígenes del cristianismo.
“Le
entregué el libro al arzobispo de Río, Mons. Orani Tempesta, y él se lo ha dado
ya al Papa”, me confirma Boff, que estaba saliendo para el aeropuerto para dos
encuentros con más de mil jóvenes en Santa Catarina y en Sao Paulo.
Sobre la
posibilidad de que Francisco quiera encontrarse con el teólogo brasileño al que
su antecesor Benedicto XVI había condenado al silencio cuando era
prefecto de la Congregación de la Fe, Boff explica: “No he podido
sustraerme a un compromiso que tenía desde hace mucho con los jóvenes a los que
voy a hablar. Por eso, voy a estar en Río sólo el sábado, último día de la visita del Papa”.
Sin
embargo, Boff confía lo siguiente: “Una amiga del Papa de cuando era arzobispo
de Buenos Aires, con la que Francisco habla por teléfono todas las semanas, me
dijo que le preguntó al Papa si tenía la intención de recibirme y su respuesta
fue: 'Quiero hacerlo, pero sólo después de haber concluido la reforma de la
Curia”.
Tal
encuentro sería entonces oficial, lo que no impide que Francisco, estando en
Río, pueda encontrar en algún momento al teólogo franciscano, hoy defensor
acérrimo de la revolución que él está llevando a cabo en la Iglesia, y que Boff
llama de “ruptura”.
Boff me
confirma en su conversación lo que declaró al diario O
Globo: que Francisco podrá rehabilitar a los más de 500 teólogos
condenados por la Iglesia durante los años en que en ella mandaban Ratzinger y
Wojtyla, pero que cree que no lo hará “mientras viva Benedicto XVI”.
Boff me
cuenta que el papa Francisco ha aceptado en su programa la idea más primitiva
de la Teología de la Liberación. “Acuérdate, Juan, de
que el teólogo Carlos Scanone, que lanzó dicha teología en Argentina, fue
profesor de Bergoglio, el entonces futuro Papa, cuando enseñaba teología en un
colegio a las afueras de Buenos Aires".
Scanone
elaboró una teología de la liberación, apunta Boff, que estaba ligada a la
“teología popular”, de alguna forma diferente a la que después desarrolló la
corriente que se inspiró en la tesis del marxismo que pretende el rescate de
los pobres y excluidos a través de los cambios de estructuras políticas. Según
la teología de Scanone, es el pueblo el que debe llevar a cabo su propia
liberación de las estructuras del poder que lo esclavizan.
“En ese
sentido, podemos decir que Francisco es un teólogo de la liberación elaborada
por Scanone, que fue la que de alguna forma sostuvo algunas actitudes del
peronismo", añade Boff.
Sobre la
posibilidad de que la Curia, en la línea de la doctrina del Príncipe de Machiavelo,
use cualquier medio para mantenerse en el poder y pueda boicotear la renovación
de Francisco, Boff explica que es posible que lo intente. No obstante, recuerda
también que este Papa, además de haber escogido el espíritu sencillo de
Francisco de Asis, "es también jesuita". Le pregunto qué significa
eso, y Boff sonriendo responde: "Significa eso, que es también hijo de
Ignacio de Loyola, el gran estratega de la Compañía de Jesús, que ha resistido
hasta hoy, pasando por todos los vendavales contra ella, no solo de la Curia,
sino de hasta más de un Papa que acabó disolviéndola, para resucitar siempre
con mayor fuerza". Perseguida ayer por la Iglesia de Roma, la Compañía
cuenta hoy en efecto con un papa todo suyo. Francisco está bien respaldado.
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