La iniciativa
permitirá ayudar a combatir enfermedades como el alzhéimer, la epilepsia y
otros trastornos mentales.
La gesta es comparable a la conquista del espacio o el proyecto del
genoma humano. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha presentado
este martes en la Casa Blanca el proyecto que dibujará el mapa del cerebro
humano con la esperanza de desentrañar sus misterios y ayudar a combatir
enfermedades como el alzhéimer o la epilepsia. “La nuestra es una nación de
soñadores, de gente que arriesga”, ha dicho Obama.
Escuchado por una audiencia de científicos y empresarios implicados en
esta nueva gran aventura, Obama ha defendido la necesidad de apostar por la
ciencia y los investigadores y ha enfatizado la importancia de la presencia del
Estado en estas empresas. "Internet, los microchips, el proyecto Apollo
que nos llevó a la Luna... todo eso surgió gracias a la inversión
pública", ha recordado el presidente. “Por cada dólar que invertimos en su
momento en hacer el mapa del genoma humano recibimos de vuelta 140 para nuestra
economía”, ha explicado el mandatario.
El proyecto es conocido oficialmente como Investigación Cerebral mediante Neurotecnologías Innovadoras de Vanguardia (BRAIN, en sus siglas en inglés) y cuenta con una dotación del Estado de más de 100 millones de dólares (78 millones de euros). Obama quiere que las investigaciones incluyan a instituciones públicas pero también privadas. En tono de broma, el presidente ha dicho que si los humanos hemos sido capaces de dibujar “las galaxias más lejanas” es imperdonable que no conozcamos como funcionan “los 1.300 gramos de materia que tenemos entre nuestras orejas”.
El Instituto Nacional de Salud (NIH en
sus siglas en inglés), la Agencia de Proyectos para la
Investigación en Defensa (DARPA) y la Fundación Nacional para la Ciencia son
las tres instituciones públicas que están detrás del proyecto. En este dream
team como lo ha denominado el director del NIH, Francis Collins, en un
encuentro con la prensa, también participan fundaciones privadas y equipos de
investigadores como elInstituto Médico Howard Hughes,
la Fundación Kavli, el Instituto Salk para Estudios
Biológicos y el Instituto Allen para la Ciencia
Cerebral, según informa la Casa Blanca. “Se trata de un proyecto
interdisciplinar en el que habrá que integrar a ingenieros informáticos,
químicos, físicos, neuro y nanocientíficos”, ha explicado Collins.
Escuchado por una audiencia de científicos y
empresarios implicados en esta nueva gran aventura, Obama ha defendido la
necesidad de apostar por la ciencia y los investigadores y ha enfatizado la
importancia de la presencia del Estado en estas empresas
“Ahora es el momento de alcanzar un nivel de investigación y de
desarrollo que no se ha visto desde los tiempos más intensos de la carrera
espacial”, ha insistido el presidente en su apuesta por la siguiente aventura
estadounidense. “No quiero que los nuevos descubrimientos los realicen en China
o en otro lugar”, ha asegurado. “No podemos perder la oportunidad de investigar
y desarrollar este tipo de iniciativas que tienen la capacidad de mejorar la
vida de mucha gente”.
El presidente ya había anunciado su decisión de lanzar un programa de
exploración cerebral durante su pasado discurso del estado de la Unión, cuando
recordó los beneficios del mapa del genoma humano, en el que EE UU invirtió
3.800 millones de dólares (2.966 millones de euros) a los largo de 13 años.
Algunos analistas calculan que sus resultados generaron unos 800.000 millones
de dólares (625.000 millones de euros) de actividad económica.
A diferencia del proyecto Genoma, cuya
meta específica se alcanzó con un "mapa" de los genes humanos, el
proyecto del cerebro no tiene un objetivo definido. Según los científicos que
desarrollan el plan, este esfuerzo promoverá tecnologías que permitan que los
investigadores produzcan imágenes dinámicas del cerebro en las cuales pueda
verse cómo las células individuales y los complejos circuitos de neuronas
interactúan a la velocidad del pensamiento.
Según los científicos que desarrollan el plan, este
esfuerzo promoverá tecnologías que permitan que los investigadores produzcan
imágenes dinámicas del cerebro en las cuales pueda verse cómo las células
individuales y los complejos circuitos de neuronas interactúan a la velocidad
del pensamiento
Asimismo este conocimiento puede contribuir al tratamiento o la
prevención de trastornos como los males de alzhéimer y parkinson, la epilepsia,
el autismo y la esquizofrenia. “El plan además ofrecerá la posibilidad de
desarrollar nueva tecnología que pueda ser utilizada para atender y tratar
enfermedades mentales y los problemas de estrés postraumático y otros
trastornos mentales”, ha señalado en el mismo encuentro con la prensa Arati
Prabhakar, directora de DARPA, involucrada en el proyecto. La Comisión de
Bioética supervisará y estudiara las implicaciones éticas de los nuevos avances
en la neurociencia.
La ambiciosa iniciativa de EE UU es diferente del proyecto de casi 1.014
millones de euros que Europa tiene previsto desarrollar. Este plan, liderado
por Suiza, aspira a construir un cerebro tecnológico a partir de los datos que
ya se conocen; el que ha presentado Obama quiere establecer un mapa detallado
de la forma en que interactúan las miles de neuronas que conforman el cerebro
humano.
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