Al gobierno bonaerense le faltan más de $ 10.000
millones para aumentar 22% a los docentes y pagar salarios; la Nación no
atiende a los sciolistas.
La Casa
Rosada no responde, la asistencia financiera no
aparece y el paro de docentes y estatales
es inminente . Con su ausencia en el acto por el bicentenario
de la Batalla de Salta, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, no sólo dejó
en claro que no es momento de festejos: antes de que se cumpla un año de las
crisis de los aguinaldos, su administración volvió a dar signos de haber
ingresado en otra emergencia. Prueba de ello, ayer hubo una reunión especial del
equipo económico bonaerense.
Como anticipó LA NACION hace dos semanas, la
gobernación terminó reconociendo ayer que necesita entre 10.000 y 12.000
millones de pesos, además de sus recursos propios, para afrontar un aumento del
22 por ciento para los docentes bonaerenses. Pero aclaró que no está pidiendo
esa cifra a la Casa Rosada en dinero contante y sonante, sino un combo entre
ayuda económica directa y un permiso para tomar deuda en el mercado financiero.
En el horizonte asoma una amenaza de paro docente y un clima encendido entre
los empleados estatales.
Pero lo que mantiene encendidas las alarmas en La
Plata es que la Casa Rosada todavía no recibió a sus ministros ni mucho menos
prometió ayuda por ninguna de las dos vías.
El Gobierno anticipó una respuesta, ayer. a través
del ministro de Economía, Hernán Lorenzino: "Gobernar no es pedirle plata
a los bancos cada 60 días para pagar sueldos".
"Estamos pidiendo ayuda para encontrar
alternativas de financiamiento para conseguir 10.000 millones de pesos",
indicó un vocero provincial a LA NACION, cifra que luego confirmaron los
ministros Silvina Batakis y Alejandro Arlía.
Para intentar apaciguar el nerviosismo que ya se
apoderó de algunos despachos en La Plata, Batakis escribió ayer en Twitter:
"Como siempre, nos hemos reunido con mi par nacional [el ministro Hernán
Lorenzino]. Con diálogo y responsabilidad hemos llegado a soluciones para la
gente. Esta no será la excepción".
Después de varias consultas, desde La Plata
explicaron que, en realidad, Batakis se refirió con esas palabras a la
"costumbre" de reunirse con Lorenzino. Pero que, en rigor, el
ministro nacional no la había recibido para hablar de la crisis actual, pese a
que Batakis solicitó formalmente una audiencia.
De hecho, Lorenzino se despachó ayer en duros
términos hacia la administración bonaerense, sin nombrar a Scioli. "La
victimización permanente no es lo adecuado", sostuvo, para apuntar el
pedido del sciolismo para extender el endeudamiento en los mercados: "Endeudarse
para pagar sueldos es un camino peligroso", señaló el ministro en una
entrevista, para rematar, vía Twitter: "Gobernar no es pedirles plata a
los bancos cada 60 días para pagar los sueldos".
Batakis le respondió por la misma vía: "Pagar
los sueldos es brindar los servicios que la población necesita: salud,
educación, seguridad". Minutos antes había asegurado que la solicitud de
endeudamiento era para "programas sociales y servicios
imprescindibles", no para salarios.
LA NACION confirmó que tampoco hubo encuentros
entre el secretario de Hacienda de la Nación, Juan Carlos Pezoa, y el titular
de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, los hombres que, por su buen
trato, suelen iniciar las tratativas financieras entre kirchneristas y
sciolistas.
En ese contexto, Scioli se reunió ayer con su jefe
de gabinete, Alberto Pérez, Batakis, y la titular de Educación, Nora De Lucía,
para explorar alternativas antes del encuentro que mantendrá hoy con los
gremios docentes. No será una paritaria con un ofrecimiento concreto, sino una
instancia de negociación en la que Scioli intentará "ganar tiempo"
mientras espera alguna definición del kirchnerismo.
El encuentro de Scioli con sus ministros se
concretó cerca del mediodía de ayer, mientras el vicepresidente Amado Boudou
encabezaba el desfile por el bicentenario de la Batalla de Salta junto al
mandatario local, Juan Manuel Urtubey, y los gobernadores de otras siete
provincias.
La reunión de Gabinete de Scioli, que no suele
perderse ninguna cita institucional del gobierno nacional, le sirvió para
esquivar un encuentro cara a cara con Boudou, quien a fines de enero había
calificado como una "cobardía política" el reclamo de fondos del
sciolismo.
"La reunión con los ministros ya estaba
convocada desde anoche [por la noche del martes] y nunca hicimos preparativos
para viajar a Salta", indicó otro vocero del gobernador, quien desestimó
así cualquier signicación política en la ausencia de Scioli a la cita salteña,
a la que tampoco concurrió la Presidenta.
"Daniel prefirió quedarse, porque esto cambia
minuto a minuto y estamos en la recta final. Esto no fue un feriado ni un día
festivo para nosotros", agregó la fuente, para dejar en claro las
urgencias del sciolismo.
Entre los hombres de consulta del gobernador, sólo
uno negó el nerviosismo que mostraban sus pares. "Daniel es un tipo
paciente, con 10 años en esto. Sabe que si algunos quieren entorpecer su
gestión, les puede explotar en la cara", indicó.
Otros, como el senador provincial Alberto De Fazio,
empezaron a pensar en una carta ofensiva contra la Casa Rosada: que la
provincia renuncie al pacto de responsabilidad fiscal. El problema para el
kirchnerismo no es sólo que Scioli, sin el pacto, dejaría de necesitar
autorización para endeudarse: el problema es que varios gobernadores estarían
interesados en imitarlo.
·
DANIEL SCIOLI
Gobernador bonaerense
Gobernador bonaerense
Reunión especial. Ayer, pese al feriado, se
reunió el equipo económico.
Ausencia . Scioli no fue a un acto oficial en Salta, al que tenía previsto concurrir.
Ausencia . Scioli no fue a un acto oficial en Salta, al que tenía previsto concurrir.
EXPECTATIVA DE LOS INTENDENTES
Lejos,
aunque no tanto, de las tribulaciones financieras que atraviesa la provincia,
los intendentes bonaerenses están expectantes porque Daniel Scioli cumpla su
promesa de devolver a los municipios los 152 millones de pesos que retuvo de
fondos coparticipables durante enero de 2013. Este compromiso lo asumió el
lunes en una reunión con el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Los
fondos deberían entrar la próxima semana, justo cuando debe cumplirse otra
promesa que recibieron los intendentes: los 350 millones de pesos que, según el
ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, comenzarán a llegarles la
semana entrante.
Del editor: qué significa
El agujero fiscal bonaerense es
cada vez más difícil de disimular. La intención de la Nación es presionar a
Scioli para que se encolumne políticamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario