En apenas seis meses, el Papa logró darle
una nueva impronta a la Iglesia, más cercana a la gente.
Francisco, siempre cerca de la gente. Foto: Reuters
ROMA.- Una nueva dinámica en la Iglesia, un entusiasmo renovado, vientos de cambio. Francisco cumple
hoy seis meses de pontificado. Podría decirse que no se puede hacer el balance
de un pontificado tan nuevo. Pero para muchos los seis meses de Jorge Bergoglio como papa son mucho más que eso. Son algo así
como una perestroika, "reestructuración", la palabra rusa identificada con las
reformas de Mikhail Gorbachov en la Unión Soviética.
La
perestroika de Francisco, que en estos seis meses ha podido levantarle el ánimo
a una Iglesia abrumada por una crisis interna, no son sólo esos gestos que
conquistaron desde el principio a católicos y no católicos. Es decir, la
humildad, la sencillez y la austeridad.
La
perestroika de Francisco, que desde el principio dijo que quiere una Iglesia
pobre para los pobres, y no una Iglesia autorreferencial, es una nueva forma de
entender el papado y de gobernar la Iglesia. También desde el primer día,
Francisco, que se ha llamado "obispo de Roma" -tendiendo puentes con
los otros credos cristianos-, evita subirse al pedestal. Afirma que la Iglesia no
es el papa, los curas, los cardenales; "la Iglesia somos todos",
dice.
Siguiendo
este mismo concepto, y de acuerdo con la voluntad expresada por cardenales de
todo el mundo en las reuniones previas al cónclave, Francisco está
implementando una nueva forma de gobierno colegiado. Es decir, un gobierno más
democrático, que tiende a involucrar a los episcopados de todo el mundo y no
centralizado en Roma.
Para
ello, ha creado un consejo de ocho cardenales de todos los continentes que
deben ayudarlo a reformar la curia y en el gobierno universal de la Iglesia.
Los cardenales consultores ya estuvieron trabajando en los últimos meses y a
principios de octubre se reunirán con el Papa. Discutirán cómo reestructurar el
poder central de la Iglesia, eje de internas en los últimos años, para que
trabaje en forma más racional y eficiente.
RESISTENCIA
En
este medio año, Francisco también creó comisiones para investigar el IOR (el
banco del Vaticano) y para reforzar los controles financieros del Estado, por
sospechas de maniobras oscuras.
Estas
iniciativas generaron resistencia en sectores de la curia que prefieren
mantener el statu quo, y que incluso temen ser barridos por los nuevos vientos.
"Es probable que algunos quieran hacerle una gambeta al Papa", confió
un obispo.
Al
respecto, hay quien cree que dos designaciones del Papa muy cuestionadas
podrían ser parte de un juego sucio en su contra. Una es la de monseñor
Battista Ricca como prelado del IOR, acusado de tener un presunto pasado
homosexual turbulento, pero a quien el Papa respalda. La otra es la de
Francesca Immacolata Chaouqui, una joven considerada sin experiencia para estar
en una comisión que supervisa las finanzas del Vaticano y de pasado polémico.
Lo
cierto es que en la designación más importante hecha hasta ahora, el Papa
eligió como su segundo a monseñor Pietro Parolin, el nuevo secretario de Estado
designado en reemplazo del cuestionado Tarcisio Bertone. Parolin es un experto
diplomático y tiene un perfil muy similar al del Santo Padre: humilde, abierto
al diálogo y ajeno a las internas de los sacros palacios.
Es
claro que la perestroika también tiene que ver con no ser parte de esa pompa
vaticana parecida a la de una corte imperial. Francisco usa un Ford Focus y
ahora también una vieja "renoleta" blanca que le regalaron, porque
"le duele ver curas y monjas con autos de lujo".
La
perestroika del ex arzobispo de Buenos Aires, amigo de judíos y musulmanes,
también le ha dado un nuevo impulso al diálogo interreligioso, fundamental en
un mundo al borde del estallido de una guerra regional, sino mundial.
Nueva
autoridad moral internacional, se anotó un punto con su movilización planetaria
de ayuno y la jornada de oración por la paz en Siria. Pero sigue siendo él
mismo, papa Bergoglio, como lo llaman en Italia.
LOS GESTOS Y NOMBRAMIENTOS DEL PAPA
Cambios en el IOR
A comienzos de junio
nombró como nuevo director del polémico Instituto para la Obras de Religión
(IOR) al empresario alemán Ernst von Freyberg
Austeridad
El Papa impuso un particular estilo: no utiliza los departamentos pontificios ni autos lujosos, calza sus zapatos de siempre y porta un sencillo maletín de mano. Llama por teléfono a sus amigos e incluso a desconocidos, dialoga abiertamente con los periodistas y usa un lenguaje sencillo
Un paso en falso
En julio salió a la luz que monseñor
Battista Ricca, nombrado por Francisco en el IOR, tenía un turbulento pasado
que incluía acusaciones de pederastia
Jornada de la Juventud
La multitudinaria Jornada Mundial en Río
de Janeiro llegó a reunir a tres millones de fieles y marcó su gran debut
internacional
Su mano derecha
El 31 de agosto nombró como secretario de
Estado a monseñor Pietro Parolin
Ayuno y oración por Siria
El 7 de setiembre, una
multitud de fieles en todo el mundo hizo ayuno y oración por la paz en Siria
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