Los conservadores
condicionaron los presupuestos a una prórroga en la reforma sanitaria.
CRISTINA F. PEREDA Washington
El portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner. / WIN MCNAMEE (AFP)
El Partido Republicano ofrecerá a la Casa Blanca elevar temporalmente el
límite de la deuda pública de Estados Unidos a cambio de negociar la reapertura
del gobierno. El líder republicano en la Cámara de Representantes, John
Boehner, ha responsabilizado al presidente de la falta de consenso, acusándole
de no querer negociar hasta el décimo día del cierre de la administración.
Obama podría verse obligado así a renunciar a una de las condiciones que
exigió en los últimos días, al afirmar que solo negociaría una vez reabierta la
administración. Boehner no ofreció detalles de la propuesta, pero fuentes
republicanas citadas por medios estadounidenses establecen esa prórroga en seis
semanas, hasta el 22 de noviembre.
“Al presidente le gusta decir que nadie consigue todo lo que quiere en
una negociación. Estoy de acuerdo”, dijo Boehner. “Pero en los últimos diez
días hemos intentado hablar con nuestros compañeros demócratas y ni ellos ni el
presidente han querido hablar”.
Según el líder republicano, este aumento temporal del techo de la deuda
permite avanzar las conversaciones. “Es tiempo de soluciones”, dijo Boehner.
“La ausencia de consenso ha resultado en una extensión del cierre del gobierno
que está haciendo mucho daño a los estadounidenses”.
La Casa Blanca ha asegurado este jueves que recibe positivamente el plan
del Partido Republicano pero advierte que prefiere una decisión a largo plazo y
que su prioridad es terminar con el cierre del gobierno. “¿Por qué seguir
castigando a los ciudadanos?” declaró en rueda de prensa el portavoz de la
administración, Jay Carney. “¿Por qué seguir perjudicando la economía?”.
Carney reiteró que la situación actual -que calificó de “lío” se debe a
la estrategia promovida por el grupo de republicanos del Tea Party. “Quisieron
arriesgar la suspensión de pagos a cambio de revocar la reforma sanitaria”,
aseguró. “Quieren conseguir así lo que no han podido lograr a través de los
cauces parlamentarios adecuados”.
Obama ha acusado a los republicanos de librar una “cruzada ideológica”
al vincular el debate actual con una posible prórroga de la reforma sanitaria,
una ley que ya ha entrado en vigor y que los republicanos han intentado revocar
sin éxito en 41 votaciones parlamentarias. El mandatario afirmó este martes que
no pagará “un rescate para que EE UU pueda pagar sus deudas”.
Eric Cantor, líder de la mayoría republicana en la Cámara, aseguró que
los estadounidenses “esperan que las dos partes se sienten a negociar” para
resolver sus diferencias. “Recibimos positivamente la invitación de la Casa
Blanca para empezar a hacer precisamente eso”, declaró, añadiendo que espera
que la Administración Obama actúe “de buena fe”.
El eventual acuerdo entre demócratas y republicanos pondría fin a la
amenaza de la suspensión de pagos, que puede producirse tan pronto como el día
17, cuando EE UU agote los fondos para saldar su deuda. El secretario del
Tesoro, Jack Lew, afirmó este jueves ante el Senado que se trata de un problema
“que debe resolver el Congreso “.
La Casa Blanca ha invitado este jueves a todos los representantes
republicanos a una reunión con el presidente, pero apenas una veintena ha
aceptado. El viernes Obama se reunirá también con los senadores en un nuevo
intento de acercar posiciones en este debate.
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