El senador
republicano Ted Cruz habló durante más de 21 horas para retrasar la votación.
CRISTINA
F. PEREDA Washington
El senador Ted Cruz al término de su discurso de 21 horas en el Capitolio. / MARK WILSON (AFP)
El Senado de Estados Unidos se prepara este miércoles para votar la ley
que elimina los fondos federales del sistema de salud aprobado por la reforma
de 2010, a cambio de extender los presupuestos actuales. Se espera que el
proyecto legislativo, aprobado por la Cámara de Representantes el pasado
viernes, fracase en la Cámara Alta, de mayoría demócrata.
La votación en el Senado tendrá lugar después de una noche histórica en
la que Ted Cruz, senador de Texas, ha hablado durante más de 21
horas en contra de la reforma sanitaria del presidente Obama.
Cruz, perteneciente al Tea Party, es uno de los impulsores de la propuesta para
condicionar la prórroga de los presupuestos al recorte de la financiación de
sistema de salud. Su discurso maratoniano de este martes, en el que ha contado
con la colaboración de otros republicanos, es una muestra de la influencia del
ala más conservadora del partido en el curso legislativo.
Se trata de la primera vez que los republicanos logran
vincular la reforma sanitaria con el presupuesto y su
previsible fracaso sólo aumenta las probabilidades de que EE UU se vea obligado
a cerrar algunos programas federales la semana que viene. El Departamento del
Tesoro anunció este martes que las arcas del estado se quedarán sin fondos
antes del día 17 de octubre.
La mayoría demócrata del Senado permitirá que su líder, Harry Reid,
saque adelante una enmienda para eliminar la propuesta que retira los fondos
federales del sistema de salud, pero mantenga el artículo de la legislación que
prorroga los presupuestos. De ser así, la ley tiene que ser votada una vez más
por la Cámara de Representantes antes de llegar al presidente Obama.
La protección del sistema de salud por el Senado supondría una derrota
de la estrategia de los republicanos, que han votado propuestas similares en 41
ocasiones. Sin embargo, según adelanta POLITICO, el líder de la Cámara de
Representantes, John Boehner, podría enmendar una vez más el texto que devuelva
el Senado, por lo que los legisladores volverían al mismo punto de partida.
Se espera que el debate de la propuesta actual se extienda hasta el fin
de semana, retrasando las posibilidades de negociar cualquier acuerdo para
extender la financiación -evitando el cierre de programas federales- y ampliar
el techo de la deuda pública como quiere la Casa Blanca. El presupuesto actual
tiene vigencia hasta el 30 de septiembre.
Según ha advertido el secretario del Tesoro, Jack Lew, en una carta
enviada al portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner, EE UU
contaría en sus arcas con 30.000 millones de dólares a mediados de octubre y
puede tener que devolver una deuda de 60.000 millones de dólares en un día
cualquiera, lo que dejaría al país en situación de impago. La situación actual
es similar a la del verano de 2011, cuando la agencia Standard & Poor’s
rebajó la calificación de la deuda estadounidense ante la falta de un acuerdo
en Washington.
Obama advirtió la semana pasada que las consecuencias de un retraso en
la extensión de los presupuestos para la economía de EE UU y la consolidación
de las medidas para salir de la recesión. El presidente también ha comunicado a
los republicanos que no negociará con ellos ningún pacto que no contemple la ampliación
del límite de la deuda.
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