Washington aún no
ha reconocido formalmente a Maduro como presidente.
PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL Antigua
John Kerry y Elias Jaua. / JOHAN ORDONEZ (AFP)
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha aprovechado este miércoles las
apenas 36 horas que pasó en Antigua, Guatemala, para encontrarse con el
canciller de Venezuela, Elías Jaua, en el marco de la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos (OEA). “Quiero agradecer al presidente
Nicolás Maduro por dar el paso de este encuentro”, dijo Kerry tras ser
preguntado en rueda de prensa. Kerry y Jaua estuvieron hablando 40 minutos en
los que acordaron “encontrar un nuevo camino para avanzar y tener una relación
más constructiva”, según palabras de Kerry.
“Hemos acordado que continuará el diálogo a alto nivel entre el
Departamento de Estado y el ministerio de Exteriores” de Venezuela, añadió
Kerry. El responsable de la diplomacia norteamericana dijo que ambos estuvieron
de acuerdo en encontrar una nueva agenda bilateral, sobre cuestiones en las que
puedan estar de acuerdo. “Creo que ha sido un encuentro muy positivo”, dijo
Kerry.
El acercamiento se ha producido en el primer viaje de Kerry a
Centroamérica y tres meses después de que la relación entre los dos países
llegara a un nuevo punto crítico tras la muerte de Hugo Chávez y las dudas
generadas en torno al proceso electoral que dio la victoria a Nicolás Maduro el pasado 14 de abril. En
este tiempo, Washington no ha reconocido públicamente la plena legitimidad del
Gobierno de Maduro, y respalda las demandas de la oposición de promover una
auditoria electoral, una actitud que irrita a Caracas.
Se trata de la primera reunión entre un secretario de Estado y un
ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela en ocho años. La última vez fue
en la Asamblea General de la OEA que se celebró en Fort Lauderdale, Florida, en
2005, en la que Condoleezza Rice se entrevistó durante unos minutos con su
homólogo venezolano, Ali Rodríguez.
El presidente Maduro declaró el martes que la reunión sería
“interesante” y que permitiría transmisión directa al Gobierno del presidente
Obama de la visión que tiene el Gobierno de Venezuela de lo que deben ser las
relaciones", citado por Efe en Caracas. "Nuestras diferencias las
podemos procesar pero tiene que haber respeto en las relaciones de carácter
político, de carácter diplomático", añadió.
La única reacción al máximo nivel a las denuncias de fraude de la
oposición venezolana por parte de Estados Unidos fue
pedir elecciones legítimas. Pero dos semanas después de las
elecciones, el presidente Barack Obama evitó en público dar una respuesta clara
sobre si reconocía o no al nuevo presidente, lo cual fue contestado con dureza
por Jaua. El Gobierno venezolano llamó a movilizarse en las calles contra
Estados Unidos.
La relación entre Estados Unidos y Venezuela ha estado, como poco,
subida de tono durante años hasta que ambos países retiraron a sus respectivos
embajadores en 2010. El discurso antiimperialista es parte esencial del
chavismo. Tras la muerte del presidente Hugo
Chávez tras dos años de lucha contra el cáncer, el pasado 5 de
marzo, Nicolás Maduro, nombrado entonces presidente interino, acusó
directamente a Estados Unidos en televisión de estar detrás de una conspiración
relacionada con la enfermedad de Chávez. Dos funcionarios de la Embajada
estadounidense en Caracas fueron expulsados por estar supuestamente detrás de
esa conspiración. Caracas prometió mostrar pruebas de su acusación pero nunca
llegó a hacerlo.
Las acusaciones de intervención de Estados Unidos en la oposición
venezolana alcanzaron incluso a un cineasta estadounidense que fue detenido
durante los días de mayor tensión en las calles de Caracas mientras hacia un
documental. El Gobierno venezolano lo acusó de espionaje algo a lo que
respondió el propio Obama, que calificó los hechos como “ridículos”.
Precisamente este miércoles, el cineasta fue deportado de vuelta a Estados
Unidos.
Las turbulentas relaciones políticas entre Estados Unidos y Venezuela
han transcurrido siempre en paralelo a una excelente relación comercial.
Washington es el principal cliente del petróleo de Venezuela. El país produce
alrededor de 3 millones de barriles diarios, de los que exporta 2,5 y hasta el
año pasado casi la mitad de ellos a EE UU. El aumento en la producción propia
en Estados Unidos ha hecho descender esta relación comercial y Venezuela busca
ahora compradores en Asia. Asimismo, el nuevo Gobierno venezolano busca formas
de rentabilizar un poco más los envíos en condiciones prácticamente de
subvención a países de Centroamérica.
El tema principal en esta asamblea de la OEA es abrir el debate a un
enfoque de la lucha contra las drogas alternativo a la represión penal, aunque
se evitará hablar abiertamente de descriminalización de algunas conductas o
mercados, como pretendía en un principio el Gobierno de Guatemala. Estados
Unidos ha liderado una negociación para disolver los aspectos más audaces del documento
final, cuya redacción final se conocerá el jueves. Kerry llevaba en su
delegación al máximo responsable antidrogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowske,
la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y el
secretario de Estado adjunto para Narcóticos y Asuntos de Seguridad, William
Brownfield.
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