El Pentágono reconoce por primera vez que cuenta
con equipos preparados para contraatacar en caso de que el país sufra
intromisiones de piratas informáticos.
Los ataques
y el espionaje informático se han convertido en la principal preocupación de
las distintas agencias de inteligencia y de seguridad de Estados Unidos,
sustituyendo por primera vez al terrorismo internacional en la lista de
amenazas del país. Durante la presentación ante el Comité de
Inteligencia del Senado del
informe anual de los peligros a los que se enfrenta EE UU, el director de la Oficina de
Inteligencia Nacional, James Clapper, aseguró este martes que la
tecnología informática está evolucionando a tal velocidad que es difícil para
los expertos en seguridad hacer frente a esos nuevos riesgos.
“En
algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con mayor rapidez
que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se puedan derivar
para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos riesgos”, explicó
Clapper en el Senado, en la que estuvo acompañado de los directores de las
principales agencias de seguridad de EE UU, el FBI, la CIA, la Agencia Nacional
Antiterrorista y la de Inteligencia del Departamento de Defensa.
La ciberseguridad
se ha convertido en una prioridad para Estados Unidos. Los ataques
informáticos en el país han supuesto para el país pérdidas económicas
multimillonarias en el último año. El ex secretario de Defensa, León Panetta,
aseguró que cualquiera de los potenciales ataques a los que se exponen las
instituciones estadounidenses podría convertirse en el “próximo Pearl Harbour”.
La amenaza es tan seria que por primera vez desde los ataques terroristas a las
Torres Gemelas del 11-S y dos años después de la captura del líder de Al Qaeda,
Osama bin Laden, el temor a sufrir un ataque informático ha suplantado al
terrorismo internacional en la lista de amenazas que cada año elaboran las
agencias de seguridad de EE UU.
La mayor
preocupación para el Gobierno estadounidense es que una agresión de piratas
informáticos pueda paralizar Wall Street, dejar sin luz y colapsar las redes de
transportes del país o sustraer información de las Administraciones federales.
Este mismo miércoles, el presidente se reúne en la Casa Blanca con consejeros
delegados de diferentes empresas para discutir sobre la ciberseguridad en el
sector privado. Entre los asistentes se encuentran los responsables de Honeywell,
AT&T y Northrop Grumman's Wes Bush.
Mientras
Clapper intervenía en el Senado, el jefe del recién creadoComando
Cibernético del Pentágono, el general Keith Alexander, anunciaba en
el Congreso que se habían creado 13 unidades especiales de programadores y
expertos informáticos para desarrollar contraofensivas en países extranjeros en
el caso de que las principales redes informáticas de EE UU se vieran atacadas.
Es la
primera vez que el Gobierno de EE UU reconoce que dispone de mecanismos para
lanzar ataques informáticos. Alexander es el encargado de diseñar la estrategia
de seguridad cibernética de EE UU, pero, hasta ahora, siempre se había
referido a la misma en términos defensivos, pese a que él fue uno de
los principales arquitectos del ataque informático a las instalaciones
nucleares de Irán en 2010.
En algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con
mayor rapidez que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se
puedan derivar para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos
riesgos”
James Clapper
Este
mismo lunes, el asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE UU, Thomas E.
Donilon, exigió a las autoridades chinas que dejaran de sustraer información
comercial de los ordenadores de las empresas estadounidenses. Las declaraciones
de Donilon son las primeras en las que un miembro de la Administración Obama
responsabiliza directamente a China de lo que muchos funcionarios del Gobierno
de EE UU han calificado como una campaña sistemática de ciberespionaje
comercial a las empresas estadounidenses.
Donilon
exigía a China que se comprometiera a desarrollar un comportamiento responsable
respecto a la ciberseguridad. El Gobierno chino, que ha negado estar detrás de
los ataques informáticos de los que se le acusa, ha mostrado su voluntad de
abrir un diálogo sobre el asunto, un paso que la Casa Blanca ha valorado, tal y
como ha explicado su portavoz, Jay Carney, en la rueda de prensa diaria.
"Es importante la predisposición de China, pero el Congreso también debe
actuar al respecto".
Hace un
mes una publicación vinculó directamente a una unidad del Ejército chino con
los ataques reiterados a las redes informáticas de un buen número de compañías
de EE UU. La Casa Blanca se refirió a esa denuncia como “un serio
desafío para la seguridad y la economía de Estados Unidos”. Días
después, The Washington Post, que
también reconoció haber sido atacado por piratas informáticos, aseguraba en
un artículo que casi
todas las instituciones radicadas en Washington, desde organismos del Gobierno
a centros de estudio o embajadas extranjeras, habían sufrido intromisiones por hackers.
El propio
presidente de EE UU firmó en febrero una orden
ejecutiva que le otorga poderes garantizar la seguridad nacional ante posibles
ataques cibernéticos. El Gobierno estadounidense ha lanzado unaofensiva para
protegerse ante la escalada de ataques sufrido por su Administración que
incluye sanciones económicas a los países involucrados en esas prácticas.
Obama se
refirió este martes a la amenaza cibernética en una entrevista
concedida a la cadena ABC. Aunque el mandatario eludió referirse
expresamente al robo de datos
personales que ha sufrido su mujer, Michelle Obama, por piratas
informáticos rusos -y que también ha afectado al vicepresidente del país, Joe
Biden, al Fiscal General, Eric Holder, al director del FBI, Robert Mueller, o a
la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton-, sí fue explícito sobre su
preocupación. "No deberíamos sorprendernos de que, si tienes hackers que
quieren hurgar y se dedican a buscar por miles de fuentes, éstos puedan acceder
a información personal de cualquier ciudadano", aseguró Obama. "Es un
gran problema".
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