El secretario de Defensa anula una ley de 1994 y da hasta febrero de
2016 a las distintas ramas del Ejército para que hagan una evaluación de sus
posibilidades.
El secretario de Defensa, Leon Panetta, ha puesto fin a la prohibición
militar que impedía a las mujeres entrar en combate en los frentes de batalla,
según fuentes de ese departamento. La decisión del jefe del Pentágono abre la
puerta a las mujeres que sirven en el Ejército de Estados Unidos a miles de
posiciones en el frente y a comandos de operaciones especiales, donde ahora
estaban vetadas a pesar de que el país lleva involucrado en guerras más de una
década.
Fuentes oficiales aseguran que Panetta hará el anuncio mañana jueves y
también se lo notificará al Congreso. Las fuentes citadas quieren puntualizar
que la incorporación de las mujeres al frente no será automática. A partir de
mañana, Defensa abrirá una fase conocida como de “evaluación”, en la que cada
rama militar examinará todos sus puestos y las unidades que no están integradas
por mujeres y aportaran una agenda temporal de cuándo las mujeres pueden
incorporarse. Deberán de presentar informes cada 90 días y el plazo final está
en enero de 2016. Para entonces deberán de declarar si consideran que ciertos
destinos deberían de estar vetados a las mujeres.
El Ejército de Tierra y el Cuerpo de Marines tendrán que revisar sus
requerimientos físicos y proveer alojamiento apropiado para unidades de combate
que ahora serán mixtas. La revolucionaria e innovadora resolución de Panetta
acaba con una ley de 1994 que prohibía que las mujeres fueran asignadas a
pequeñas unidades de combates.
Cerca de un millón y medio de personas sirven en el Ejército de Estados
Unidos, de ellas más de 200.000 son mujeres. A
principios de mes, el Regimiento 160 de Operaciones Especiales de la Aviación
abrió sus puertas a las mujeres y comenzó a reclutarlas como pilotos. La Armada
ha destinado su primera oficial mujer a un submarino el año pasado y algunas
tropas de tierra en Irak y Afganistán llevan adjuntas mujeres.
Más de 800 mujeres fueron heridas en esas dos contiendas y 130 han resultado
muertas.
El pasado mes de noviembre, cuatro mujeres soldado junto con la Unión
Americana de Libertades Civiles demandaron al Pentágono y a Panetta por su
exclusión del combate. En la demanda, se argumenta que las mujeres, en
realidad, ya sirven en posiciones de combate pero que sin embargo no reciben el
reconocimiento por ello. En 2012, el Ejército permitió que 14.500 puestos
fueran accesibles para las mujeres y acabó con la prohibición de que no
pudieran convivir con unidades de combate.
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