Los diputados refrendan el texto con 85 votos a
favor (CiU, ERC, Iniciativa y CUP), 41 en contra (PP, PSC y Ciutadans) y dos
abstenciones. Dos parlamentarios se han ausentado.
En el
primer pleno de la legislatura, el Parlamento de Cataluña ha aprobado esta
tarde una declaración en la que proclama al
pueblo catalán como "sujeto político y jurídico soberano” y reclama la celebración de una
consulta para decidir su futuro político. El texto ha sido secundado por 85
diputados de CiU, ERC e Iniciativa y la CUP, mientras que 41 diputados del PSC,
PP y Ciutadans han votado en contra. Dos diputados de la CUP se han abstenido
para mostrar sus reticencias al texto. Además dos diputados del PP no han
acudido a la votación por enfermedad.
La
declaración aprobada esta tarde no concreta si ha de celebrarse un referéndum
pactado con el Gobierno o una consulta al amparo de una ley catalana que
pudiera aprobar el Parlament. Sí se alude a que "se utilizarán todos los
marcos legales existentes para hacer efectivo el fortalecimiento democrático y
el ejercicio del derecho a decidir" y que "se dialogará y se negociará
con el Estado español, las instituciones europea y el conjunto de la comunidad
internacional".
El PSC
finalmente ha votado en contra, tras
discutir hasta última hora el sentido de su voto. Sin embargo, cinco
de los 20 diputados del PSC no han participado en la votación. De esta manera han roto la disciplina
de voto partido. Los diputados discrepantes han estado presentes en el pleno,
pero no han participado en la votación. De esta manera, se han desmarcado de la
postura acordada esta mañana en una reunión del grupo parlamentario, en la que
se ha vuelto a reproducir la fractura que vive el partido a causa de este tema.
Los cinco diputados que no han votado contra la declaración soberanista son el
alcalde de Lleida, Àngel Ros; Rocío Martínez-Sampere y Joan Ignasi Elena (por
Barcelona), la exconsejera de Salud Marina Geli (elegida por Girona) y Núria
Ventura, que fue elegida por Tarragona. Todos ellos forman parte del sector más
catalanista del PSC.
La
división socialista ha marcado el debate. Los grupos que proponían la
declaración, CiU, ERC, e ICV han colmado su discurso de referencias veladas a
los socialistas, a quienes han intentado sumar al acuerdo, sin éxito. Y los
grupos contrarios al texto, PP y Ciutadans, han ironizado con las reticencias
de Pere Navarro a sumarse su bloque.
CiU ha
cerrado el debate remarcando su carácter histórico y señalando que el camino
hacia la consulta está abierto a todos los partidos. “El camino del derecho a
decidir está abierto. Si se quiere el federalismo, previamente se debe querer
el derecho a decidir. Esta no es una declaración a favor de la independencia ni
del federalismo. Es una declaración a favor de la democracia”, ha aseverado el
presidente del grupo parlamentario de CiU, Oriol Pujol, en referencia a los
socialistas. Pujol ha querido desmentir uno de los argumentos de los
socialistas para negarse a votar el texto: que asumir la “soberanía” de
Cataluña tiene efectos jurídicos. “No entendemos la resistencia a utilizar
soberanía. Es tanto como negar a la gente que representamos”.
“No es
una regulación jurídica, eso ya lo haremos. Tampoco es una hoja de ruta, eso ya
lo decidiremos. Ahora declaramos cuáles son los fundamentos. Como más sólidos
sean los fundamentos, más sólidas serán las paredes”, ha mantenido Pujol.
Oriol
Junqueras ha sido el encargado de abrir el debate. El líder de ERC ha remarcado
que se trata de una “jornada histórica”, y se ha dedicado a discrepar de los
dos argumentos que han motivado el voto en contra del PSC: la consideración de
Cataluña como un ente jurídico soberano. "La soberanía implica,
literalmente, que por encima de la voluntad democrática de los ciudadanos no
hay nada. Se sitúa por encima de cualquier imposición". Frente a la
propuesta socialista de establecer una soberanía compartida con España,
Junqueras ha respondido: “El derecho a decidir no puede ser compartido con otro
ente jurídico. De derecho a decidir hay uno, no dos ni tres”.
Iniciativa
le ha recordado a los socialistas que la vía federalizante se perdió con el
Estatut, y justificó su posición: la defensa del derecho a decidir sin ser
independentista. El ecosocialista negó que la consulta sea “un delirio o un
capricho”, y pidió al Gobierno central que autorice el referéndum. “No estamos
delante de un problema jurídico, sino de voluntad política. España debe decidir
si está de lado de la democracia o de la Constitución".
Navarro
ha respondido como ha podido respondió como pudo a las críticas de los partidos
que firman la declaración soberanista. Ha iniciado su intervención reclamando
al Gobierno que se centre en la crisis, pero rápidamente ha entrado en la
cuestión soberanista. El socialista ha justificado su negativa en que CiU, ERC,
e ICV se han negado a respetar “la legalidad” para hacer la declaración.
También ha asegurado que el texto prefigura que la hoja de ruta de los partidos
es lograr la independencia. El socialista ha emplazado al resto de partidos a
retirar el texto y empezar el debate de cero para no cometer “el error” de
votar la declaración tal como se ha aprobado.
La
incomodidad del socialista la han explotado también los dos otros partidos que
han votado en contra de la declaración, PP y Ciutadans. Tanto Alicia
Sánchez-Camacho como Albert Rivera han dado irónicamente la bienvenida a Pere
Navarro al bloque “de la democracia y el Estado de derecho”, frase en la que
ambos líderes han coincidido. La dirigente popular también ha ahondado en la
crisis de Convergència i Unió. Sánchez-Camacho ha pedido a los 13 diputados democristianos
que “actúen con sentido común. Tienen la oportunidad de no avalar el
separatismo". Rivera ha ninguneado el debate, hasta el punto que Ciutadans
no ha presentado ningún texto alternativo. “Esperamos que empiece pronto la
legislatura”; ha dicho Rivera, que ha censurado la declaración soberanista:
"Este documento es ilegal y lo sabe cualquiera que haya hecho una clase de
derecho".
La CUP ha
justificado su decisión (un diputado votó sí, y dos se abstuvieron) en las
formas del proceso liderado por CiU y ERC. “La CUP quiere posicionarse ante una
estrategia que se ha pensado por dos lados. Nadie ha explicado a la CUP la
estrategia para llegar a la consulta. Uno de los votos es sí a la soberanía y
al derecho del pueblo catalán a decidir su futuro; y las dos abstenciones son
para como se está liderando este proceso ahora, al principio”, ha cerrado el
diputado Quim Arrufat.
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