Los mayores desafíos que
enfrentarán los nuevos líderes del partido son problemas domésticos: la
corrupción y las desigualdades de ingresos.
Jose
Reinoso Pekín
Jiangnan Zhu, de 35 años, es profesora en el
departamento de Política y Administración Pública en la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Hong Kong. Licenciada en Relaciones
Internacionales y Economía en la Universidad de Pekín, es especialista en
política, corrupción y medios de comunicación en China. Antes de Hong Kong,
trabajó en la Universidad de Nevada Reno (Estados Unidos). En esta entrevista
por correo electrónico, habla de la necesidad urgente de que los líderes que
salgan del 18º Congreso del Partido Comunista
Chino (PCCh), que finaliza el miércoles, luchen contra la corrupción
y emprendan reformas políticas.
Pregunta. ¿Cuál es el balance de los 10 años en el poder de
Hu Jintao?
Respuesta. El mayor logro de la Administración de Hu Jintao
es haber planteado algunas nuevas perspectivas para guiar la dirección en que
debe ir el desarrollo, tales como hacer hincapié en el sustento de la gente, el
desarrollo científico y el desarrollo sostenible. Estas son ideas frescas, que
traen una nueva mentalidad al Gobierno y se dirigen a algunos problemas
urgentes en China hoy. La Administración de Hu también hizo algunos ensayos en áreas
como la reforma sanitaria, la reforma de la seguridad social y la vivienda
pública. Los impuestos a los agricultores fueron abolidos. Ha habido un éxito,
hasta cierto punto, en estos campos.
Respecto al otro lado, no llevó a cabo de forma
suficiente la reforma política, que es muy urgente, y el precio de la vivienda
es aún muy alto para el ciudadano medio. La corrupción sigue siendo muy grave.
Hasta cierto punto, el incidente Bo (Bo Xilai, ex
dirigente expulsado del partido) ha mostrado que el Gobierno central no ha sido
capaz de supervisar de forma efectiva a altos dirigentes cuando los ha colocado
en cargos importantes. También ha mostrado la falta de control sobre
los dirigentes locales.
P. ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se
enfrentan los nuevos líderes, encabezados por Xi Jinping?
R. Los mayores desafíos son problemas domésticos: la
corrupción y las desigualdades de ingresos relacionadas con la corrupción.
Estos problemas han provocado mucho resentimiento social y disturbios, aunque,
a menudo, de forma indirecta. El reciente incidente con Bo Xilai también revela
que la corrupción ha alcanzado a dirigentes en niveles muy altos, lo que
también ha tenido un gran impacto sobre la confianza de la gente en el
Gobierno. Si los nuevos líderes no pueden atenuar este problema de forma
efectiva, es incluso posible que se produzcan grandes movimientos sociales. La
ralentización de la economía es también un gran desafío. Durante mucho tiempo,
el Partido Comunista Chino ha dependido de la “legitimidad por los resultados”
para justificar su gobierno de China. Si la economía continúa cayendo, su
capacidad y legitimidad serán cuestionadas.
P. ¿Cree que el actual sistema político chino es
sostenible o Pekín deberá acometer reformas, y, de tener que hacerlo, de qué
tipo?
R. Las reformas políticas son imperativas si el
Partido Comunista Chino quiere mantener su dominio. El Gobierno necesita incrementar
la transparencia en el proceso de toma de decisiones. Las recientes protestas
contra fábricas de PX (paraxileno, un químico tóxico) en diferentes localidades
muestran que los gobiernos locales necesitan mantener a la gente informada
sobre decisiones que afectan a intereses locales, y conservar un canal abierto
y fluido de comunicación con el público para que el Gobierno sea capaz de
tratar los problemas de forma efectiva con objeto de evitar grandes protestas.
También es importante establecer el gobierno de la ley, reforzar el sistema
judicial para constreñir la mano dominadora del Gobierno y mejorar la
supervisión a los dirigentes. Esto puede ayudar a combatir la corrupción.
El partido podría introducir gradualmente la
competencia abierta para puestos importantes en el partido, y reformar el
sistema de evaluación de los mandos. En el sistema actual, los dirigentes
locales se preocupan sobre todo por cumplir los objetivos asignados desde
arriba, y menos por el resultado sociopolítico generado por las estrategias
utilizadas para alcanzar el objetivo. La competencia abierta y la reforma del
sistema de evaluación pretenden acercar los incentivos de los dirigentes a los
intereses a largo plazo y más amplios del público en general.
P. En los últimos años, se ha producido un número
creciente de protestas en China. ¿Cree que la sociedad está pidiendo cada vez
más responsabilidades a los líderes?
R. Sí. De hecho, las recientes protestas han sido
desencadenadas por cuestiones específicas o por la mala gestión de los
Gobiernos locales en algún asunto en particular. Los manifestantes no piden
macroreformas o el cambio del Gobierno, a diferencia de 1989 (en referencia a
las protestas de la plaza Tiananmen, en Pekín). Sin
embargo, en las actuales protestas existe un sentimiento subyacente de
descontento por la corrupción gubernamental, el aumento de las desigualdades y
otras injusticias. Pero, hoy, la gente es más práctica, o, digamos,
más racional. Mientras el Gobierno local pueda solucionar el asunto específico
de manera satisfactoria, la gente puede vivir con ese Gobierno. La sociedad
está pidiendo más responsabilidades, pero caso por caso, más que pidiendo una
reforma global.
P. El Partido Comunista Chino va a modificar su
constitución. Algunas informaciones señalan que podría eliminar el pensamiento
de Mao Zedong. ¿Qué piensa de esto?
R. Es práctica habitual que el PCCh actualice su
constitución, especialmente para incluir nuevas terminologías o ‘teorías’ innovadas
por los líderes en el cargo en ese momento para mostrar sus contribución al
partido y el país. No creo que sea eliminado el pensamiento de Mao Zedong.
Según el discurso de apertura (del congreso, el jueves pasado) del presidente
Hu Jintao, el partido seguirá con firmeza el socialismo con características
chinas. El pensamiento de Mao Zedong es la base que condujo al partido a
arrebatar con éxito el poder al Kuomintang. Es considerado una riqueza
ideológica del PCCh. Sin embargo, puede que la nueva constitución enfatice más
esos pensamientos más recientes que tratan la reforma económica y la nueva era.
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