Las leyes de
Colorado y Washington y la postura de la Administración de Obama favorece que
el respaldo suba un 10% en los últimos meses.
CAROLINA
GARCÍA Washington
Joven fumando marihuana. / PABLO PORCIUNCULA (AFP)
Los últimos 12 meses han sido un periodo sin precedentes para todos
aquellos que defienden la legalidad de la marihuana en Estados Unidos. La
regulación de esta sustancia, pionera en el país y con el beneplácito de la
Administración Obama en dos Estados, Washington y Colorado, ha llevado, por
primera vez, a que el 58% de la población apoye su legalización en toda la
nación, según concluye un estudio elaborado por Gallup. Todo
ello a pesar de interferir directamente con la regulación federal, que
considera esta droga ilegal.
En 1969, primer año que esta consultora realizó un estudio a este
respecto, tan solo el 12% de los ciudadanos respaldaba la medida; el porcentaje
se ha ido incrementando desde entonces hasta que en 2011 rozó el apoyo de la
mitad de la población.
Los estadounidenses de 65 años o más siguen siendo los más reacios a
legalizar esta droga, aunque el respaldo ha aumentado un 14% con respecto al
año anterior. En contraste, el 67% de los estadounidenses entre los 18 y los 29
años quiere legalizar la marihuana y, entre aquellos que tienen entre 29 y 65
años, el apoyo es más que patente, continúa el informe de Gallup. Los resultaron
surgieron tras el análisis de las entrevistas telefónicas realizadas a 1.068
adultos, todos mayores de 18 años, del 3 al 6 de octubre de este año.
La victoria en las urnas de la legalización de esta sustancia en
Colorado y Washington ha afectado directamente al porcentaje de aceptación de
los estadounidenses. El apoyo ha subido un 10% desde las pasadas elecciones de
noviembre, prosigue el informe. Además, la Administración Obama también ha sido
bastante flexible con la medida durante los últimos doce meses.
El pasado 29 de agosto, el fiscal general de EE UU, Eric Holder, anunció
que la Administración no iba a demandar
a estos dos Estados por permitir su uso recreativo, aunque Holder
añadió que el Gobierno no aplicaría medidas, siempre y cuando ambos Estados
mantuvieran la sustancia ilegal fuera del alcance de los menores y aplicaran medidas de regulación y suministro.
Hasta este anuncio, los consumidores en estos dos Estados también
estaban expuestos a una persecución y denuncia por parte del Gobierno Federal,
al ser la marihuana una droga ilegal. Más de 750.000 personas fueron detenidas
en EE UU a causa de la marihuana en 2011, según los últimos datos recogidos. De
estos, el 87% de ellos fue por posesión. Ahora, el 39% de los encuestados asegura
haber probado la marihuana, “algo que sin duda ha influido en los resultados
del estudio”, señala la consultora en su informe.
El pasado septiembre, y por primera
vez en la historia, el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos
debatió sobre la legalización de la marihuana en el país. A los Estados de
Colorado y Washington hay que sumar otros 20 más el Distrito de Columbia que
permiten el uso medicinal de la misma para enfermos terminales, oncológicos o que padezcan graves
dolores.
La legalización de la marihuana es un debate que lleva 44 años en la
sociedad estadounidense, pero que ha sufrido una aceleración desde comienzos
del nuevo milenio, un cambio que ha pasado de la total prohibición a finales de
la década de los sesenta a un aceptación “provocada por los cambios sociales
que han hecho que ésta aumente considerablemente”, agrega el informe.
Mientras los que apoyan la medida dicen que dicha regulación puede ser
beneficiosa económicamente para los Estados y municipios de la nación, los detractores afirman que “la legalización
llevará al abuso de la marihuana conllevando riesgos para la salud, como
problemas cardiacos, de memoria, o respiratorios”. Cualesquiera que sean las
razones que han llevado a los estadounidenses a respaldar la legalización de la
marihuana, parece que este es el momento adecuado para propulsar nuevos
esfuerzos a lo largo y ancho de la nación.
Con un apoyo a la legalización de la marihuana que se ha cuadriplicado
desde 1969, localidades de la costa Este como Portland o Maine, entre otras,
están pensando cambiar sus leyes y la semana pasada en California, el
vicegorbernador, Gavin Newson, aseguró “que la marihuana tenía que ser legal en
el Estado Dorado”. Los activistas de este Estado están intentando llevar a
referéndum la medida en las próximas elecciones de Noviembre de 2014. “Está
claro que el interés por esta droga y sus problemas van a seguir en la cresta
del debate en un futuro cercano”, concluye el estudio de Gallup.
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