El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su visita a Río. / MARCELO SAYÃO (EFE)
Brasil y Estados Unidos están destinados a reforzar sus lazos como
líderes de una región en plena expansión. Se dan las condiciones para inaugurar
“una nueva era” en las relaciones entre EE UU y Latinoamérica, y “no hay un
socio mejor que Brasil para este empeño”. Con estos mensajes ha desembarcado en
Río de Janeiro el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, quien mantendrá una serie
de encuentros durante los próximos días con las máximas autoridades del país.
En el punto de mira de Washington está, en primer lugar, las ingentes
bolsas de crudo y gas que Brasil explora en los litorales de Río, Espírito
Santo y São Paulo, a varios kilómetros de profundidad, en el denominado presal.
La inestabilidad de Venezuela hace que desde hace años EE UU estudie con
interés la evolución de los nuevos yacimientos brasileños destinados a
convertirse en una de las primeras reservas mundiales. Biden se reúne este
miércoles en Río con la presidenta de Petrobras, Graça Foster, para abordar la
cuestión.
“En poco tiempo Brasil no seguirá siendo un país emergente. Brasil ha
emergido y todo el mundo lo sabe”, afirmó Biden en su primer discurso
pronunciado en la zona portuaria de Río de Janeiro. “Brasil le ha enseñado al mundo
algo en lo que creemos en EE UU: que no hay que elegir entre democracia y
desarrollo, entre economía de mercado y desarrollo social”, añadió, en un claro
mensaje a otros países de la región, como Venezuela, Argentina, Bolivia o
Ecuador.
Biden defendió una mayor cooperación entre Brasil y EE UU en campos
estratégicos como el aeronautico, mediante proyectos conjuntos desarrollados
por Embraer y Boeing, o los biocombustibles. “Brasil es líder mundial en
biocombustibles y energías renovables, y estamos aprendienco de vosotros”,
afirmó el vicepresidente. La diplomacia de EEUU pelea para adjudicarle a Boeing
la venta de 36 cazas de combate destinados a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB)
después de que la presidenta Dilma Rousseff paralizara a la cuestionable licitación
lanzada por su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que Francia se había
posicionado como el gran ganador.
EE UU también pretende recuperar el espacio arrebatado por China en las
relaciones comerciales con Brasil durante los últimos años. Según Biden, el
comercio bilateral entre su país y el gigante sudamericano supera anualmente
los 100.000 millones de dólares y “no hay motivo para que no lleguemos a los
400.000 ó 500.000 millones de dólares”. Actualmente EEUU es el segundo socio
comercial de Brasil, detrás de China.
Biden también expresó la voluntad de su Gobierno de incrementar el
intercambio de estudiantes entre Universidades norteamericanas y brasileñas.
“Hoy tenemos 5.000 estudiantes brasileños estudiando en nuestras Universidades
ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero queremos recibir otros
miles”.
El vicepresiente Biden visitará este jueves la favela de Dona Marta, la
más emblemática de las comunidades pacificadas en Río de Janeiro, donde
abordará el proceso de ocupación policial y pacificación de los suburbios
cariocas. El viernes se entrevistará en Brasilia con la presidenta Dilma
Rousseff y el vicepresidente Michel Temer.
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