Obama
gana también en voto popular con una ventaja de más de dos millones de
sufragios.
El
presidente agradece su victoria en un discurso que rememora el Obama de 2008.
Sus
palabras, centradas en la inmigración y la economía, mandan un mensaje de
optimismo.
El presidente Barack Obama ha conseguido el respaldo de los
norteamericanos para cuatro años más en la Casa Blanca en unas
elecciones muy disputadas, pero en las que el presidente acabó obteniendo mayor
ventaja de la prevista, lo que refuerza su liderazgo en Estados Unidos y en el
mundo. Se trata de una victoria que confirma un nuevo mapa electoral en este
país, en el que las minorías ganan protagonismo y desplazan a la tradicional
mayoría de raza blanca.
En un discurso emocionante que parecía el renacimiento de aquel
Obama de 2008, el presidente apeló, en el reconocimiento de su victoria, a su
antigua vocación bipartidista y prometió dirigirse a los líderes de los dos
grandes partidos “para afrontar juntos los retos que nos esperan”.
"Gracias, América", proclamó emocionado en el Centro de Convenciones
McCormick de Chicago, donde sus seguidores se agruparon para arroparle y
celebrar su victoria, informa Yolanda Monge.
"Para Estados
Unidos de América lo mejor está por venir. He felicitado aRomney por el trabajo tan duro realizado en
la campaña", ha dicho Obama en Chicago. "Él y su familia han
trabajado por América y ese es hoy su legado". El presidente tuvo palabras
para su vicepresidente, Joe Biden, y para su esposa, Michelle Obama, y,
dirigiéndose a todos, aseguró: "A todos os digo: No importa donde vayáis
esta noche, siempre llevaréis en vuestro recuerdo esta noche histórica. Me
habéis llevado hasta la cumbre y siempre os estaré agradecido".
En un mensaje que
intentó contagiar esperanza sobre el futuro del país, el presidente auguró la
culminación de la recuperación económica ya iniciada y recordó que una década
de guerra está llegando a su fin. Prometió trabajar por el bipartidismo y
continuar sus esfuerzos por la inmigración. "Vuelvo a la Casa Blanca con más
determinación e inspiración". "Nunca he estado tan esperanzado".
Obama transmitió
optimismo y fe en las posibilidades de este país, para el que anunció que “sus
mejores días están por llegar”. Aseguró que se pondrá cuanto antes a resolver
los problemas más urgentes, entre los que mencionó una reforma para la
legalización de los inmigrantes indocumentados.
Dos claves: voto latino y estados
indecisos
Poco después de la una
de la madrugada en Boston, el candidato republicano, Mitt Romney, que antes
había llamado por teléfono a Obama para felicitarle por su triunfo, aceptó públicamente la derrota. Romney destacó
que la victoria de su rival se produce “en un momento de grandes desafíos para
Estados Unidos”, por lo que le deseó “suerte en la conducción de la nación”.
Obama obtuvo la
reelección con su victoria en la mayoría Estados indecisos, incluidos los de
Florida, que le garantiza una mayoría más amplia de lo esperada, Ohio y
Virginia, aunque éstos finalizaron el recuento después ya de que el presidente
hubiera asegurado su triunfo.
El presidente iba
también por delante anoche en el voto popular, con más de dos millones de votos
más que su contrincante. Todavía queda por completarse el recuento en varios
Estados de la costa oeste, en los que la victoria del presidente era, sin
embargo, incuestionable.
Obama cimentó su
victoria en el fuerte respaldo de los latinos y su considerable ventaja entre
las mujeres y los jóvenes. Romney venció claramente entre la población de raza
blanca, pero no por la diferencia suficiente como para compensar su pobre
actuación entre hispanos y afroamericanos. Más de un 71% de los votantes latinos favorecieron a Obama.
Romney fue el preferido entre los ciudadanos de más de 65 años, pero estuvo muy
por detrás entre los menores del 30 años. La política republicana contra el aborto
y los anticonceptivos han podido tener una influencia significativa en el voto
de las mujeres.
La campaña de Obama
consiguió una fuerte movilización de las bases fieles al presidente, que, en
ultima instancia resultó decisiva, para al victoria. Esa movilización se vio
favorecida por un entusiasmo mayor de lo esperado entre los seguidores de
Obama, que anoche coreaban su nombre frente a la Casa Blanca y en las
calles de Washington con similar fervor al que se apreció en 2008.
Algunos analistas
republicanos atribuían anoche la derrota de su candidato al efecto producido
entre los votantes por el huracán Sandy, que azotó la costa Este de EE UU días
antes de la votación. Igualmente consideraban que el respaldo que Obama recibió
del gobernador republicano de New Jersey, Chris Christie, le ha permitido al
presidente ganar el apoyo de votantes independientes que apuestan por el
bipartidismo y la moderación. Obama ganó entre los electores que se
identificaban políticamente de centro.
El Partido Demócrata ha
reforzado su mayoría en el Senado, mientras que el Partido Republicano mantiene
el control de la Cámara
de Representantes. Continúa, por tanto, un Congreso dividido, aunque de un
tinte menos conservador que el anterior puesto que han sido derrotados varios
candidatos que competían con los colores del Tea Party, uno de los grandes
derrotados de esta noche.
Este resultado obligará
al Partido Republicano a una profunda reflexión sobre su futuro para evitar
convertirse en una fuerza minoritaria sin posibilidad de acceder al poder en
mucho tiempo.
"He hablado con el
presidente y le he felicitado", había dicho Romney en Boston
(Massachusetts) al reconocer su derrota. "Contribuiremos y trabajaremos
por el bien del país". El candidato republicano agradeció a su esposa, a
sus hijos y a todos los voluntarios la entrega que le ha llevado prácticamente
a un empate en voto popular, que no se ha trasladado en los votos electorales
necesarios.
Barack Obama se aseguró
la reelección con su victoria en la mayoría Estados indecisos. Batalla clave se
celebró en Ohio, donde desde los años sesenta, quien gana en este Estado gana en todo el país,
informa David Alandete.
Obama ha ganado en
Wisconsin, New Hampshire, Iowa, Nevada y Colorado, los cinco Estados que, junto
a Ohio, Florida y Virginia, formaban el grupo en el que el resultado era
imprevisible, de acuerdo a las encuestas. Con eso, más su victoria en aquellos
en los que se daba por descontada, supera los 270 votos del Colegio Electoral
que garantizan su reelección. Obama ha ganado también en Virginia.
Los norteamericanos han
dado así una nueva oportunidad a Obama, que llegó en 2008 a la Casa Blanca en medio
de una gran movilización y una oleada de entusiasmo, para acometer su programa
de reformas sociales y sus proyectos de relanzamiento económico.
El Senado de Estados Unidos quedó bajo control de los
demócratas, lo que representa un revés para los republicanos que
intentan hacerse con la mayoría en la
Cámara alta desde 2006, según las proyecciones de los medios
estadounidenses.
El martes se eligieron
en EE.UU. un tercio de los 100 escaños del Senado estadounidense, que hasta
ahora ocupaban 23 demócratas y diez republicanos.
La racha de buenas
noticias para los demócratas incluyó la victoria de Elizabeth Warren frente al senador republicano Scott
Brown en el Estado de Massachusetts, en quien los republicanos habían cifrado
sus esperanzas por recuperar el control de la Cámara alta. Brown había ganado una elección
interina en 2010 para reemplazar al fallecido senador demócrata Edward Kennedy.
En Virginia, otra de las
contiendas más reñidas en este ciclo electoral, el exgobernador republicano George Allen aceptó su derrota frente al ex gobernador demócrata Tim
Kaine. Ambos se disputaban el escaño que dejó vacante el senador demócrata Jim
Webb por su jubilación.
En Maine, el ex gobernador
Angus King ganó como independiente el escaño por el Senado que deja vacante la
senadora republicana Olympia Snowe. King, que prevé alinearse con los
demócratas, derrotó a la demócrata Cynthia Hill y el secretario de Estado
republicano Charlie Summers.
Los republicanos también
tuvieron con malas noticias en Indiana, donde perdió Richard Mourdock, un
favorito del Tea Party y polémico por decir que los embarazos tras una
violación son un regalo de Dios, frente al congresista demócrata Joe Donnelly.
El congresista
republicano por Florida, Connie Mack, perdió su batalla por el escaño del
Senado frente al senador demócrata Bill Nelson.
También se aseguraron la
reelección los senadores demócratas de Nueva Jersey, Bob Menéndez, y de
Maryland, Ben Cardin.
En Connecticut, el
demócrata Chris Murphy ganó el escaño por el Senado frente a la republicana
Linda McMahon, pese a que ésta lo superó con creces en gastos publicitarios.
Por otro lado, la Cámara de Representantes se
mantendrá bajo el control de los republicanos, que tienen 242 escaños frente a
193 de los demócratas.
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