Los
servicios de inteligencia atribuían a Abu Yihad atentados como el que mató en 1978 a 37 israelíes cerca de
Tel Aviv.
Seis meses de batallas
legales entre el Yediot Aharonot, el
diario más leído de Israel, y la censura militar de ese país han culminado en
la publicación de los detalles del operativo diseñado por sus servicios
secretos para matar al número dos a finales de los ochenta de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP), Jalil al Wazir, alias Abu Yihad.
En una entrevista realizada en 2000, pero censurada hasta ahora, el comandante
militar que lideró la operación, Nahum Lev, muerto hace 12 años en un accidente
de moto, reveló los detalles de esta acción que fue ejecutada por la unidad de
élite de la marina Sayeret Matkal y diseñada, en su apartado de
inteligencia, por el Mosad (servicio secreto israelí).
“Abu Yihad estaba
vinculado a actos horrendos contra civiles. Estaba marcado para morir. Le
disparé sin dudar”, explicó antes de su muerte Nahum Lev al periodista del
diario israelí.
El 15 de abril de 1987
una veintena de soldados de esta unidad desembarcó en las playas de Túnez, país
donde entonces se encontraba la sede de la OLP. Se separaron en dos grupos, Lev lideró uno
de ellos, el encargado de aproximarse a la residencia de Abu Yihad. Para
lograrlo, un soldado se vistió de mujer y acompañado por Lev, simularon ser una
pareja que daba un inocente paseo nocturno por las inmediaciones de la casa del
dirigente palestino. Llevaban una caja de bombones pero en su interior no había
dulces, sino una pistola con silenciador que Lev utilizó para matar al primer
guardaespaldas que custodiaba la casa. “No tenía miedo, solo quería que todo
fuera bien”, narra Lev en la entrevista.
"Lo del jardinero fue una pena, pero en
operaciones como esta tienes que asegurarse de neutralizar toda posible
resistencia"
Nahum Lev, líder de la operación
Neutralizado el primer
guarda, llegó el turno del segundo grupo de hombres, encargado de tirar la
puerta abajo y de adentrarse en la residencia. En la planta baja acabaron con
la vida de un segundo guardaespaldas y con la del jardinero de la casa, que esa
noche había decidido dormir allí. “Lo del jardinero fue una pena, pero en
operaciones como esta tienes que asegurarse de neutralizar toda posible
resistencia”, continúa Lev. Otro de sus hombres corrió escaleras arriba donde
se encontraba la habitación de Abu Yihad. Le disparó y Lev, que iba detrás de
él, efectuó un segundo disparo. Otros miembros del comando igualmente hicieron
detonar sus armas, acabando con la vida de uno de los fundadores, junto a Yasir
Arafat, de la OLP.
Los servicios de
inteligencia israelíes siempre atribuyeron a Abu Yihad la autoría de algunos de
los atentados más sangrientos de los años setenta y ochenta contra militares y
civiles israelíes, como el que terminó en 1978 con la vida de 37 de sus
nacionales que viajaban en un autobús cerca de Tel Aviv. Años después también
se le acusó de estar detrás de otro ataque similar contra los empleados de una
central nuclear cerca del desierto del Negev y el que murieron tres agentes de
seguridad de la instalación.
Conocida la noticia de
la muerte de Abu Yihad, la organización siempre culpó al Mosad de estar detrás
del asesinato de su número dos, pero entonces en Israel se guardó silencio. El
levantamiento de la censura sobre las revelaciones de uno de los participantes
supone, de facto, el reconocimiento del asesinato por Israel, de acuerdo al
diario, aunque de momento el ejército israelí no se ha pronunciado al respecto.
Su publicación siembra ahora nuevas dudas sobre el fallecimiento del
expresidente palestino Yasir Arafat, del que el liderazgo palestino acusó
siempre a los servicios secretos israelíes, aunque Israel ha desmentido
cualquier implicación. La exhumación de sus restos está prevista para este mes
de noviembre, a petición de su viuda Suha, después de que un reportaje emitido
en julio en la cadena catarí Al Yazira
especulara sobre un posible envenenamiento del rais con
polonio 210, una sustancia altamente radiactiva y encontrada en sus
objetos personales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario