El
PT pretende arrebatar al principal partido opositor la alcaldía de la capital
económica del país.
El
expresidente Lula da Silva arriesga su capital político para apoyar al
candidato de su partido.
La jornada electoral se
desarrollaba este domingo en Brasil sin grandes incidentes, aunque con un
amplio dispositivo militar de 40.000 efectivos desplegados por todo el país.
Convocados a votar estaban más de 140 millones de electores que decidirán el
futuro político de más 5.500 alcaldías. Es previsible, según los dos
principales sondeos de opinión, que 19 de las 26 capitales tengan que recurrir
a una segunda vuelta para elegir alcalde y concejales. Solo en Aracajú (Estado
de Sergipe), Boa Vista (Roraima), Goiânia (Goiás), Natal (Río Grande do Norte),
Porto Alegre (Rio Grande do Sul) y Río de Janeiro, las pugnas electorales
arrojarán resultados la misma noche del domingo. Las urnas se cierran a las
17.00 hora local, aunque en algunas capitales del norte las votaciones
concluirán una hora después por la diferencia horaria.
A primera hora de la
mañana la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acudió a votar a un colegio
electoral de Porto Alegre, donde se refirió a la que sin duda es la madre de
todas las batallas en estas elecciones municipales: "No voto en São Paulo,
pero si fuera el caso votaría a [Fernando] Haddad".
El expresidente Luiz
Inácio Lula da Silva también se refirió al candidato del Partido de los
Trabajadores (PT) a la alcaldía paulista: "No me preocupa el Mensalão [el
escándalo de corrupción a la coalición de Gobierno] en este momento. Hoy lo que me
preocupa es si el Palmeiras [el equipo de fútbol del que es incondicional] va a
perder o si Fernando Haddad va a ganar”. São Paulo es la capital financiera del
país y representa más del 12 % del producto interior bruto (PIB) brasileño.
Tres candidatos han
llegado a la jornada electoral muy igualados en la intención de voto: el
socialdemócrata José Serra (26-28 %); Celso Russomano, del Partido Republicano
Brasileño (26 -27 %), y Fernando Haddad, aspirante del PT (24-26%).
Consecuentemente, lo que se decide en São Paulo es quiénes pasarán a la segunda
vuelta, que se celebrará a final de octubre. O dicho de otra manera, cuál de
los tres tendrá que asumir la derrota.
Los analistas coinciden en que una derrota
del candidato Fernando Haddad en São Paulo supondría un durísimo revés para el
expresidente Lula, mentor e impulsor de su candidatura
Los analistas coinciden
en que una derrota de Haddad supondría un durísimo revés para el expresidente
Lula, mentor e impulsor de su candidatura. El que fuera el líder más popular de
los últimos tiempos se había propuesto ganar esta vez el reducto paulista,
tradicionalmente en manos del opositor PSDB, con un candidato impuesto por él,
como hiciera con su sucesora en el Gobierno, Dilma Rousseff. Lula se ha
empeñado en apoyar durante los últimos días a su candidato, renunciando incluso
a hacer campaña en otras capitales del país, también importantes para el PT.
Para un hombre acostumbrado
en lo últimos años a convertir en oro todo lo que toca, fracasar en
esta gesta podría significar el inicio del declive de su fortísima influencia
en la opinión pública.
En Río de Janeiro, los
sondeos apuntan a una rotunda victoria del actual alcalde, Eduardo Paes, del
Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado al PT en el
Gobierno central. Paes revalidaría hoy su cargo con el 66 % de los votos, según
Datafolha. En segundo lugar quedaría Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y
Libertad (PSOL), con el 25 %.
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