El
comandante logra una holgada ventaja sobre Capriles y gobernará Venezuela hasta
2019
LUIS PRADOS / MAYE PRIMERA Caracas
Goliat venció a David. Hugo Chávez será
presidente de Venezuela, si su salud se lo permite, hasta el año 2019. El
comandante logró en las elecciones del domingo su victoria más épica al
derrotar, mermado por la enfermedad, a su rival más difícil, el joven líder de
la oposición Henrique
Capriles por el 54,4%
de los votos frente al 44%, según los primeros datos hechos públicos por el
Consejo Nacional Electoral (CNE) con el 90% de los sufragios escrutados. La
participación fue del 81%, una de las más altas de la historia electoral
venezolana. Chávez dispondrá a partir de ahora de un cuarto mandato para
profundizar en su revolución bolivariana o socialismo del siglo XXI y su
caudillismo mesiánico.
El líder opositor no perdió un minuto tras el anuncio de los resultados en reconocer su derrota. “Quiero
felicitar al presidente de la república y le quiero decir que ojalá lea con
grandeza la expresión de nuestro pueblo el día de hoy. Hay un país que tiene
dos visiones y ser un buen presidente es trabajar por todos los venezolanos”,
afirmó. Capriles había hecho bandera durante su campaña de la reconciliación nacional.
“Soy un demócrata a carta cabal. Otra opción obtuvo más votos que nosotros. Yo
estoy aquí para reconocer la voluntad de nuestro pueblo. Dejé el alma en esta
campaña y voy a seguir trabajando por Venezuela”, añadió.
Poco más tarde, Chávez se dirigió a la multitud desde el Balcón del Pueblo del Palacio
de Miraflores. Exultante, el líder felicitó a la oposición “porque han
reconocido la victoria del pueblo, la victoria bolivariana” y eso, dijo, “es un
paso muy importante en la construcción de la paz en Venezuela, de la
convivencia entre todos nosotros”. El comandante agregó que su candidatura
había ganado en 20 Estados de los 23 que componen la República y arrasado en
el distrito capital de Caracas. También anunció que la presidenta de Argentina,
Cristina Fernández de Kirchner, fue la primera mandataria extranjera en
felicitarle.
Las elecciones de ayer confirman la fractura de Venezuela en dos
mitades con proyectos políticos irreconciliables y su resultado tendrá
repercusiones internacionales desde La Habana a Teherán.
Nada más conocerse de
forma oficial la victoria de Chávez, pasadas las diez de la noche (seis horas y
media más en la España
peninsular), sus partidarios, que habían estado toda la tarde del domingo con
los dedos cruzados por lo estrecho que ambos lados preveían el resultado, se
echaron a las calles de Caracas a festejar el triunfo. Por el contrario, en las
filas de la oposición, el veredicto de las urnas cayó como un enorme jarro de
agua fría. La jornada electoral transcurrió sin incidentes pese a haberse
vivido una larga campaña de extraordinaria polarización política.
6 de diciembre de 1998. Ganó las elecciones presidenciales con el
56,2% de los votos frente al 39,97% de Henrique Salas Römer
30 de julio de 2000. Derrotó a Francisco Arias Cárdenas con el
59,76% de los votos frente al 37,52%
3 de diciembre de 2003. Gana las elecciones para el periodo 2007-2013 con el
62,84% de los sufragios frente al 36,9% de Manuel Rosales
7 de octubre de 2012. Derrota a Henrique Capriles con el 54,4% frente al 44%
La holgada victoria de
Chávez, a sus 58 años, se produce a pesar del fracaso de su gestión y de la incertidumbre que supone su enfermedad —en junio de 2011 le diagnosticaron
cáncer— al no tener un heredero conocido. La Constitución
venezolana establece que si el presidente fallece en los primeros cuatro años
de su mandato hay que convocar nuevas elecciones. Si muere en los dos últimos
años del mandato, el vicepresidente puede concluir el periodo de seis años.
El comandante, a tenor
de los resultados, superó todos los obstáculos de la campaña. Su
dolencia le restó reflejos e inspiración y le obligó a reducir el número de
mítines, celebrando 12 menos que en las elecciones de 2006. Y en su recorrido
por el país se encontró en más de una ocasión con un pueblo harto de violencia
en las calles, cortes del servicio eléctrico, promesas incumplidas y proclamas
ideológicas planetarias. Chávez reconoció sus errores y prometió prestar mayor
atención a los problemas del ciudadano en el próximo sexenio, centrando su
mensaje en repetir como un taladro que solo él garantizaba la “independencia”
de Venezuela y el bienestar del pueblo, amenazados ambos, en su opinión, por
una victoria de la oposición a la que emparenta con las élites corruptas que
causaron la implosión del sistema político venezolano en 1998.
Tampoco dejó de recordar
los logros de sus 14 años de mandato –reducción del analfabetismo, extensión de
la atención sanitaria primaria, incremento del número de universitarios,
mercados populares, etcétera- utilizando sin escrúpulos los recursos del Estado
y haciéndolo hasta el último minuto, incluida una conferencia de prensa el
sábado en plena jornada de reflexión. Razón por la que Capriles llegó a
comparar durante la campaña su duelo electoral con Chávez como la batalla entre
David y Goliat.
El líder opositor, un
abogado de 40 años, conocido como el flaco, del partido Primero Justicia
(centroderecha) y exgobernador del Estado de Miranda, realizó una brillante campaña, yendo de menos a
más, con una política de cercanía a los problemas de los venezolanos
—inseguridad ciudadana, carestía, deterioro de los servicios públicos,
corrupción, etcétera—, e ignorando el intercambio de golpes ideológico que le
proponía el chavismo. La unidad lograda por la oposición, bajo el rótulo de
Mesa de la Unidad
Democrática , que ha tenido por modelo a la Concertación chilena,
junto con el perfil popular de Capriles hizo que por primera vez Chávez se
tuviera que medir a un rival que encarnaba una auténtica alternativa de poder.
Tras la derrota, la
oposición deberá ser capaz de mantenerse unida para afrontar con ciertas
garantías las elecciones a gobernador en varios Estados que se celebrarán a
mediados de diciembre, y perseverar en el camino iniciado en estos comicios.
Como dijo Capriles anoche, “el pueblo no debe sentirse derrotado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario