El diario 'Bild'
revela que la agencia dispone de un programa con el que controla las
comunicaciones la líder alemana.
Barack Obama y Angela Merkel en junio de 2013 en Berlín. / THOMAS PETER (REUTERS)
El viernes y el sábado pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, envió sendos mensajes destinados a tranquilizar a los jefes de Estado y
de Gobierno aliados que fueron sometidos a un sofisticado espionaje electrónico
por parte de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA). El viernes, el mandatario estadounidense aseguró en
Washington que la NSA no vigilará más a los líderes políticos
amigos y el sábado prometió, en el programa de noticias alemán Heute
Journal, que la NSA no volvería a escuchar el móvil de la canciller
alemana, Angela Merkel, mientras él fuera presidente.
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Este lunes, el
periódico alemán Bildsugirió que el presidente de
Estados Unidos podría no haber dicho la verdad el viernes en Washington y
habría engañado a la canciller con su promesa de no espiarla. Según el
rotativo, la NSA habría dejado de escuchar el móvil de la canciller,
pero la Agencia dispone de un sofisticado programa de vigilancia con el que
controla todas las comunicaciones electrónicas que Merkel realiza con sus
asesores más directos.
El programa obedece al nombre de "Huella dactilar de
comunicaciones" y es capaz de valorar y analizar todas las comunicaciones
electrónicas realizadas por la canciller, incluidas las llamadas telefónicas y
el correo electrónico. La información que recoge la NSA es enviada directamente
al despacho oval, según el Bild, que dice haber obtenido la
información de varios agentes anónimos de la NSA.
"Para elaborar esta huella dactilar electrónica se coleccionan
números de teléfonos y direcciones electrónicas con las cuales un jefe de
gobierno se comunica", señala un agente de la NSA al Bild.
"Luego se observa con quien ese número o dirección se comunica. De esta
forma se producen ‘muestras de comunicación’ a las que podemos recurrir en
cualquier momento".
El resultado aporta una nueva e inquietante luz en el oscuro túnel del
espionaje electrónico protagonizado por la NSA y que provocó una justificada
protesta de varios líderes de países amigos de Estados Unidos, entre ellos, la canciller Angela Merkel. Según
los agentes consultados por el Bild, la NSA es capaz de
controlar todo el tráfico de información que se produce en la cancillería
cuando Merkel debe tomar una decisión de política exterior importante, sin
necesidad de espiar directamente a la canciller.
"Cuando la recopilación de datos se ha llevado a cabo durante años,
las huellas dactilares electrónicas son tan precisas que sabemos, cada vez que
el gobierno toma una decisión importante, que asesores estuvieron involucrados
en ella", señala un agente. "En vísperas de una cumbre del G-8
podemos vigilar, por ejemplo, todas las comunicaciones que realizan los
miembros importantes de una delegación".
Las revelaciones del Bild ponen en entredicho las
afirmaciones del propio Obama y pueden desatar una nueva protesta de parte del
gobierno federal alemán, que ha celebrado la decisión de Obama, de imponer
restricciones en el espionaje de sus servicios de inteligencia. El portavoz de
Merkel, Steffen Seibert, recordó que "en territorio alemán debe aplicarse
la ley alemana" y admitió que Berlín necesitaba "más tiempo"
para analizar con detalle las palabras del presidente estadounidense.
El sábado pasado Obama concedió una inusual entrevista al programa de
noticias Heute Journal con el propósito de reparar las relaciones
con Berlín, que quedaron dañadas cuando se conocieron las actividades de
espionaje llevadas a cabo por Washington a ciudadanos y líderes de la Unión
Europea, entre ellas el espionaje al teléfono móvil de la canciller Merkel.
"No puedo dañar esta relación con medidas de vigilancia que
obstruyan nuestra comunicación de confianza", dijo Obama, según una
versión oficial de la cadena. "Mientras yo sea el presidente de Estados
Unidos, la canciller alemana no tendrá que preocuparse de este problema. El
hecho de que no tengamos siempre una misma opinión sobre política exterior, no
es una razón para realizar escuchas telefónicas".
Pero Obama destacó que los servicios secretos de su país seguirán
recopilando datos y recordó que las capacidades de Estados Unidos en materia de
espionaje son superiores al resto de los países. "Por definición, estos
servicios tienen la tarea de averiguar lo que la gente está planificando, lo
que pasa en sus mentes, sus objetivos. Eso apoya nuestras metas diplomáticas y
políticas", dijo Obama, al justificar el trabajo de la polémica NSA.
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