Al fallecido en Córdoba la semana pasada, se agregan un muerto en Jujuy,
uno en Entre Ríos y tres en Chaco. En diez distritos las protestas siguen y en
otros siete se aplacaron con subas salariales.
Protesta con bombos. Centenares de
policías bonaerenses organizados por dos agrupaciones sindicales se manifestaron
ayer en La Plata y forzaron una mejora salarial. /MAURICIO NIEVAS
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El conflicto
policial que se inició la semana pasada en Córdoba se propagó por gran parte
del país. Las policías de diez provincias mantenían protestas en
distintos niveles y otras siete habían logrado encaminar la solución con
propuestas de aumento salarial formuladas por los gobernadores. A raíz
de los violentos saqueos que se produjeron en diferentes localidades de Jujuy,
Entre Ríos y Chaco, se registraron cinco víctimas fatales.
En Jujuy murió un
joven y otros dos permanecían muy graves por choques durante episodios de
saqueos. La muerte ocurrió en Perico, mientras que en San Pedro, donde hubo 40
comercios destrozados y 60 detenidos, dos heridos seguían graves anoche.
En Resistencia, Chaco, murieron al menos tres personas. El
director del Hospital Perrando de Resistencia, Cristian Obregón, confirmó en
declaraciones al canal TN la muerte de un joven de 23 años que ingresó sin
signos vitales a ese centro asistencial y de otras dos personas que murieron en
los lugares donde se produjeron los saqueos.
Obregón detalló que
una de las víctimas habría muerto a causa de impactos de bala recibidos
durante los asaltos que se sucedieron desde las 21,30 en inmediaciones a la
avenida Castelli y calle 15, y el otro falleció en los saqueos registrados
sobre la avenida Edison y calle 8 de Resistencia, donde se produjeron
intercambios de disparos entre asaltantes, comerciantes y policías.
En Concordia,
Entre Ríos, el domingo a última hora murió electrocutado un hombre que intentó
robar un electrodoméstico enchufado durante un saqueo y ayer la ciudad
seguía cruzada por barricadas callejeras. En Tucumán y Santa Fe la salida de
las fuerzas de seguridad de las calles o su actitud pasiva fueron acompañadas
también de saqueos a supermercados y casas de electrodomésticos. A su vez,
en varios distritos del conurbano bonaerense los comerciantes cerraron sus
locales a media tarde, temerosos de que la noche disparara una ola de robos. En
distritos al sur y al oeste de la Capital Federal, esa inquietud se agravó
además por los cortes de luz.
En Salta se
registraron saqueos a comercios, aunque la policía no estaba en protesta. Hasta
anoche, las policías provinciales que se mantenían en protesta o acuarteladas
eran las de Jujuy, Entre Ríos, Chubut, Santa Fe, Chaco, La Pampa, Corrientes,
Mendoza, Tucumán y San Luis.
En Entre Ríos, los
policías que habían tomado sedes de la fuerza consiguieron que el gobernador
Sergio Urribarri llevara el sueldo inicial a 8.536 pesos y les diera tres
cuotas de 3.700 pesos en noviembre, diciembre y enero. Según los negociadores
de la policía, Urribarri admitió que la provincia no cuenta con fondos para
solventar el aumento prometido pero aseguró que “los conseguiría para poder
pagarlo”. Anoche, sin embargo, los policías rechazaron ese pacto.
En la provincia de
Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli anunció que el salario inicial para
un policía será de 8.570 pesos y con esa oferta logró desactivar el conflicto
con la fuerza de seguridad más grande del país, con 57.000 agentes. Sin
embargo, a pesar de ese acuerdo, miles de comercios en el interior bonaerense y
en el conurbano cerraron sus puertas anticipadamente.
Esas dos
negociaciones mantuvieron el nivel de lo acordado en Córdoba la semana pasada.
Además, de Buenos Aires y Córdoba también habían conseguido un pacto salarial
San Juan, La Rioja, Catamarca, Río Negro y Neuquén. En Salta hubo saqueos en el
centro de la capital y policías retirados y familiares comenzaron anoche una
protesta, aunque sin participación de oficiales activos.
Desbordado por una
situación que consideró “provincial”, el Gobierno nacional tuvo que trasladar
gendarmes desde provincias que iban solucionando sus conflictos a las que
comenzaban a mostrar contextos más violentos.
En el Ministerio de
Seguridad siguieron con especial atención la situación en Jujuy y en
Entre Ríos. Ayer llegaron 300 gendarmes a Concordia y la Prefectura comenzó
a patrullar en la ciudad. Para el Gobierno, el mayor foco de tensión estuvo en
la capital de Santa Fe. Allí, los policías rechazaron el ofrecimiento de 8.100
pesos.
En Seguridad, a su
vez, aseguraron que la Nación no admitirá la sindicalización policial. Eso
mismo sostuvo el ministro de Seguridad, Julio Alak, en una conferencia en la
que consideró ilegal el reclamo y denunció un complot contra las instituciones
en la víspera del trigésimo aniversario de la restauración democrática. Como
prueba, Alak mostró una página en Facebook y denunció al massismo.
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