Habló de "cielos y puertos"; la Aduana
rechazó las denuncias.
El jefe de
la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, uno de los firmantes
del informe que reveló que los escáneres de los
puertos no detectan drogas, afirmó ayer que en la Argentina hay
"una especie de zona liberada" para el tráfico de estupefacientes.
"Tenemos
cielos y puertos, como lo prueban los hechos, habilitados al tráfico de
estupefacientes", afirmó ayer Despouy, horas después de que LA NACION
publicara el resultado del estudio de la AGN sobre los
controles en los puertos de Buenos Aires, Campana y San
Lorenzo.
La difusión del informe provocó una fuerte polémica
entre la AGN y la Aduana, ya que la directora general de este organismo, María
Ayerán, acusó a Despouy de "carecer de conocimientos técnicos para emitir
una opinión fundada". Pero Despouy ratificó que los escáneres no pueden
determinar si un contenedor transporta drogas, al no discernir entre sustancias
orgánicas e inorgánicas.
La directora general de Aduanas agregó en un
comunicado: "Despouy nunca solicitó una reunión a la Aduana argentina para
interiorizarse en el funcionamiento de los escáneres, ni siquiera se dio una
vuelta por el puerto para corroborar el funcionamiento de estas
herramientas".
Allegados a Despouy, auditor general de la Nación,
aseguraron que la Aduana tuvo la posibilidad de hacer un descargo en relación
con el informe y que en su respuesta a la auditoría -un escrito de 15 páginas-
no figuran ni las objeciones ni las explicaciones dadas a conocer ayer por
Ayerán.
El trabajo de la AGN evaluó el funcionamiento de las
aduanas portuarias entre junio de 2010 y junio de 2011, con un intercambio de
documentación que se extendió hasta mayo último. Pero no fue ésa la única
auditoría sobre la Aduana en ese período. También se encontraron serios
problemas en el momento de detectar potenciales embarques de drogas en
aeropuertos nacionales.
La AGN dio a conocer en junio pasado un documento
que señala fallas en los sistemas antidrogas en los aeropuertos internacionales
de Ezeiza, Córdoba y Mendoza.
En el caso de Ezeiza, la AGN reportó que el sistema
de escáneres en la zona de bodegas tampoco sirve para detectar estupefacientes
y que en varias ocasiones el dispositivo está fuera de servicio. Los auditores
trabajaron en esos casos entre enero y diciembre de 2010, aunque incorporaron
al informe las respuestas dadas por la Aduana hasta marzo de este año. Entre
esas explicaciones, la Aduana advirtió un cambio en el método de control de los
aviones no comerciales que operan en el aeropuerto de Ezeiza, con un control
sobre todas las aeronaves.
Esa decisión fue tomada luego del contrabando de
casi una tonelada de drogas realizado en enero de 2011, con un jet privado, por
los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, que fueron condenados a principios de
este año en Barcelona por ese caso. Ese avión había permanecido estacionado en
la pista de Ezeiza y, más tiempo antes, en el aeródromo de Morón.
Sin embargo, la AGN estableció que la inspección de
las aeronaves (llamada "fondeo") no se realiza con escáneres, sino
que se sustenta en un "recorrido visual". Con esto, un agente sube a
la aeronave y si no detecta anormalidades el avión es habilitado, sin la
participación de perros adiestrados para encontrar drogas. Esos canes -la
Aduana afirmó que cuenta con 300 en todo el país, aunque la AGN no pudo auditarlo-
entran en acción sólo si existe una sospecha sobre un posible cargamento
ilegal.
Entre las fallas detectadas por la AGN en los
aeropuertos figuran:
No hay normativa para determinar qué aeronaves
comerciales serán inspeccionadas.
Insuficiente utilización de métodos no intrusivos
de control.
En Mendoza, no se les realizan fondeos a las
aeronaves.
No hay una matriz de riesgo en la zona de equipajes
para seleccionar aquellos para ser revisados.
Las características de los escáneres en la zona de
bodegas no son las adecuadas para detectar drogas.
En Mendoza, hay un solo perro adiestrado para
encontrar drogas y no se lo utiliza para verificar el equipaje de la totalidad
de los vuelos.
En Córdoba, no hay un escáner para el control de
encomiendas.
En Ezeiza, la cantidad de personal dispuesto para
el control de encomiendas no guarda relación con el volumen de las operaciones.
Durante un diálogo con Radio Continental, Despouy
agregó las falencias en los controles aeroportuarios a la ineficacia conocida
en el sistema de inspecciones con escáneres en los puertos, tal como publicó LA
NACION en su última edición. "No hay vocación de impedir la
comercialización o el envío de los cargamentos de drogas", dijo el titular
de la AGN.
Y comentó: "Hay un cuadro general de falta de
control en el tema de drogas, al que se suma la situación que tenemos en
puertos importantísimos de nuestro país; hay una ausencia deliberada: el Estado
renunció a ejercer el control".
Luego de los cuestionamientos de Despouy -en
especial, la referencia a presuntas zonas liberadas para el narcotráfico-,
quien también intentó refutarlo fue el secretario de Seguridad, Sergio Berni,
quien sostuvo, según informó la agencia DyN: "Decir que hay zonas
liberadas en aeropuertos y puertos para el narcotráfico es una denuncia
infundada que persigue otros fines, en lugar de colaborar en la lucha contra el
narcotráfico".
Sin embargo,
el fuerte crecimiento de la circulación de estupefacientes por la Argentina
quedó expuesto en un documento oficial de la ONU, que señala a nuestro país
como el tercer punto mundial de embarque de cocaína, detrás de Brasil y
Colombia..
Del editor: qué significa.
Las denuncias del auditor general de la Nación exigen del Gobierno una respuesta más contundente que un tibio intento de refutación.
Las denuncias del auditor general de la Nación exigen del Gobierno una respuesta más contundente que un tibio intento de refutación.
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