China envía más
aviones a la zona tras ignorar Tokio y Seúl la zona de exclusión sobre las
disputadas Senkaku-Diaoyu.
AGENCIAS Pekín/EL PAÍS
Tres de las islas en disputa. / AP
Solo suman siete kilómetros cuadrados, pero el conflicto sobre los ocho
islotes del mar de la China Oriental —que los japoneses llaman Senkaku y los
chinos llaman Diaoyu— sigue envenenando las relaciones entre las mayores
potencias económicas asiáticas. Al sobrevuelo por parte de dos bombarderos B-52
estadounidenses el martes, le han seguido este jueves nuevas
patrullas por parte de aviones militares japoneses y surcoreanos, así como la
decisión de las principales aerolíneas japonesas de no informar a Pekín sobre sus planes de
vuelo. China ha reaccionado enviando cazas a la zona y anunciando que reforzará
sus patrullas aéreas. Un portavoz del ministerio chino de Exteriores, Qin Gang,
ha exigido que Washington y Tokio "rectifiquen sus errores sobre el
terreno" y "pongan fin a sus acusaciones irresponsables sobre
China".
El conflicto, que ha ido en aumento desde septiembre, dio
una nueva vuelta de tuerca el lunes, cuando China anunció la creación de una zona de defensa aérea sobre
las islas, reclamadas por China, Taiwán y Japón y administradas por este último
país como parte de la prefectura de Okinawa. La decisión de Pekín, que exige
que todos los aparatos que crucen el espacio aéreo de las islas se identifiquen
ante las autoridades chinas, ha sido rechazada por el resto de partes
implicadas.
Este jueves, la Unión Europea, a través de su alta comisionada para la
política exterior, Catherine Ashton, ha instado a todas las partes a "dar
pasos para calmar la situación, promover medidas de creación de confianza y
recurrir a la diplomacia para buscar soluciones pacíficas (...) a fin de
suavizar las tensiones y resolver las diferencias de forma constructiva".
Mientras, las autoridades de aviación civil de Taiwán, que también
reivindica las islas como parte de su territorio, han decidido plegarse a la
decisión de Pekín e informar de sus planes de vuelo a las autoridades chinas.
Según el diario taiwanés en inglés Taipei Times, el presidente
taiwanés, Ma Ying-Jeou, ha afirmado que la decisión de Aviación Civil "no
tienen que ver con la soberanía" pero mostró su "preocupación"
por la decisión de las autoridades de Pekín.
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