Majestuoso testimonio de un poder agostado

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domingo, 20 de septiembre de 2015

El Papa insta a los cubanos a servir 'a las personas' y no a las ideas

VIAJE HISTÓRICO/Visita del Pontífice a Cuba

 El papa aboga en Cuba por la reconciliación. ATLAS




MÒNICA BERNABÉ/EL MUNDO

El Papa ha oficiado este domingo su primera misa en Cuba, en la Plaza de la Revolución de La Habana, dentro de una intensa jornada en la que se reunirá con el presidente Raúl Castro, mantendrá encuentros con religiosos y con jóvenes y es posible, según el Vaticano, que también vea al ex gobernante Fidel.

Durante la ceremonia en la capital, Francisco ha instado a los cubanos a servir "a las personas" y no "a las ideas". A su vez, ha asegurado que el pueblo de Cuba tiene "vocación de grandeza", lo que hay que cuidar, sin olvidar el servicio a los más frágiles y la atención a los más desfavorecidos.

El Pontífice ha aprovechado el acto para hablar de Colombia, alegando que no puede haber "otro fracaso" en el "camino de la paz y reconciliación" del país americano. Y en clara alusión a las negociaciones ubicadas en La Habana entre Bogotá y las FARC, Francisco agradeció "los esfuerzos que se están haciendo, en esta bella isla, para una definitiva reconciliación".

El acto religioso en la emblemática Plaza se desarrolló en un gran estrado preparado delante del edificio del Teatro Nacional de Cuba y flanqueado en los laterales por la efigie del Che Guevara y el monumento al prócer independentista cubano José Martí.

A las 22.00 horas (española), el Pontífice acudirá al Palacio de la Revolución donde será recibido por Raúl Castro, y habrá una presentación de la delegación que acompaña al pontífice en su visita a la isla.

Desde allí partirá, aproximadamente una hora después, hacia la Catedral de La Habana, en el casco histórico de la ciudad, para asistir a una plegaria de vísperas con sacerdotes, religiosos y seminaristas.

Historia

La Iglesia Católica tiene en Cuba dos huesos duros de roer: la competencia que le hace la religión yoruba -los cultos africanos llegados con los primeros esclavos en el siglo XVI, y que se mantienen vivos en la isla más de 400 años después-, y las zancadillas que le pone el Estado.

Los católicos que hay en el país esperan ahora que el Papa Francisco, con su visita a la isla, sea mano de santo: que contribuya a que el Gobierno cubano se muestre menos receloso con la Iglesia y le dé más libertad de acción.

Además, todos los cubanos, creyentes o no, anhelan que el Pontífice haga presión para que Estados Unidos levante su embargo comercial a la isla y que consagre su apertura al mundo. En definitiva, en conjunto, casi un milagro. Antes de la visita, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, manifestaba su esperanza de que la liberalización económica "conduzca a una mayor apertura desde el punto de vista de los derechos humanos".

Jorge Mario Bergoglio estará en Cuba hasta el martes y después volará a Washington, donde se encontrará con el presidente Barack Obama y se convertirá en el primer Pontífice que hable ante el Congreso estadounidense. Un viaje sin duda histórico.

La misa en la Plaza de la Revolución

Curiosamente, en la misa de esta mañana en la Plaza de la Revolución "sólo podrán comulgar los fieles que lleven en la solapa una pegatina acreditativa", ha explicado el padre dominicano Francisco Escolástico, vicario de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, lamentando que hayan tenido que estar pendientes de estas minucias. "¡Nos ha llevado horas de discusión en el seno del clero cubano!", aseguró.
Aunque suene surrealista, existe una razón. "En la visita del Papa Benedicto XVI en 2012, el Gobierno cubano llevó a la misa empleados de sus centros de trabajo y, tras el oficio religioso, las hostias sagradas estaban tiradas por el suelo. Yo mismo las vi", argumentó el padre Escolástico.

Historia

Con el triunfo de la Revolución en 1959, se persiguió cualquier tipo manifestación religiosa en el país. El 17 de abril de 1961 más de un millar de exiliados cubanos entrenados y armados por la CIA norteamericana desembarcaron en Playa Girón. Entre ellos, había tres curas. A partir de entonces, Fidel Castro hizo cruz y raya con el clero y la Iglesia católica se equiparó casi al diablo en la isla. Además, la Iglesia católica nunca ha condenado oficialmente el bloqueo comercial que EEUU mantiene contra Cuba. Lo hicieron las iglesias protestante, adventista, evangélica, y hasta los propios santeros. Pero no la jerarquía católica.
"Eso no quiere decir que estemos a favor del embargo", se ha defendido el padre vasco Juan Miguel Arregui, superior de los jesuitas en Cuba y presidente de todos los religiosos católicos que se encuentran en la isla. No son muchos. Hay unos 800 religiosos para un país de 11 millones de habitantes. De ésos, el 75% son extranjeros, según Arregui.

El sacerdote jesuita explicó que, con la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998, se consiguió que la Iglesia, que hasta entonces había sido anulada, se empezara a aceptar en el país. En 2012, con el viaje de Benedicto XVI, se logró que la religión católica tuviera presencia en los medios de comunicación. Esta semana, por ejemplo, los canales cubanos han emitido un mensaje televisado de Francisco. Ahora el siguiente paso es hacer posible que la Iglesia tenga un rol educativo y social en el país. Y está en manos de Bergoglio conseguirlo.


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